Señora Gómez

Llevo unos días asistiendo al espectáculo que está dando el juez Peinado con la señora Gómez. En resumen, a este señor juez, que me parece un facha de diploma, le ha dado por perseguir a esa señora desde que su esposo, (Pedro Sánchez), es Presidente de Gobierno. Investiga el togado una cátedra de esas, externas, financiada desde afuera de la universidad, que no son las de soldador de tuberías industriales. Una cátedra externa (1) cuya utilidad conocen solamente los iniciados. ¿Transformación social competitiva?

La fachosfera tiene el grito en el cielo, denunciando que la señora Gómez sólo tiene hecho el bachillerato, siendo el resto de sus títulos de instituciones privadas… En fin. Que yo sepa la Reina no necesita ir a la Universidad para ser Reina. Sofía –por ejemplo–, cursó estudios de bachillerato en un instituto del que era director su tío Jorge Guillermo. Y a lo mejor estudió algo de arqueología y puericultura (según el Hola), sin que nadie le haya reclamado títulos universitarios. También estudió español. Y habrá tenido que prepararse incontables visitas a hospitales, cuarteles y residencias de ancianos. Y ha sido y es Reina, que es más importante que llevar una Cátedra EXTERNA. La señora Gómez, no es funcionaria. Nada de escándalo pues.

Total, que como la Transformación Social Competitiva me sonaba a noruego, me puse a ver qué era eso. Como no puede ser de otro modo, es un invento anglosajón, que viene a vender la idea de un capitalismo amable, humano, simpático. Se pretende que las empresas y bancos, introduzcan en sus Estrategias de Mercado, y en sus estructuras empresariales, objetivos sociales. Por ejemplo: una industria cárnica, que tenga a sus obreros con un buen convenio, y que no contamine el entorno, va a recibir en retorno grandes beneficios. Gastará más en salarios, cotizaciones y depuradoras. Pero al tener un entorno agradable, y trabajadores satisfechos, recibirá más pedidos, y en consecuencia, ganará más dinero y tendrá mayor prestigio. Es decir, transformará la sociedad y será una empresa competitiva que adelantará a otras empresas que tengan trabajadores insatisfechos y pueblos comidos por la mierda y las enfermedades. Es un burdo resumen, pero esa es la ideología de la «Transformación Social Competitiva». Enlaza con algo que se llama «Agenda 2030», que no es la de Trump para 2025. A decir verdad, hay una cantidad de gente de progreso viviendo de predicar ese rollo desde hace años y años, que no es peor que la venta de acciones para ir al Cielo que tienen las religiones trascendentes, la banca con sus planes de inversión garantizados, o el concierto fiscal de Cataluña que traerá beneficios incalculables y ruinas imperecederas, según de quien se trate.

La anécdota que más me ha llamado la atención del burdo proceso inquisitorial, es que la señora Gómez citase al Rector de la Complutense en su casa. O sea, en el Palacio de la Moncloa. O sea, que un señor que tiene el título de Ilustrísimo y Magnífico, recibe una invitación de una profesora..., ¡y va a verla!... O sea… Yo es que me imagino a mí mismo, invitando a ese Magnífico Señor por el correo, a tomar una cerveza en la Peña Cultural El Embarcadero, para proponerle que yo dirija una cátedra EXTERNA sobre «Reventamiento de Plenos de Ayuntamiento» (muy interesante), y las carcajadas de su Secretaria llegan a la torre Pelli. En fin, estoy seguro de que ese comportamiento de los rectores ilustrísimos y magníficos, no solo es legal, si no también habitual, y os lo explico.

Diariamente en todas las grandes ciudades y capitales autonómicas, se celebran fiestas. Diez, veinte... Por mi gran currículum he sido invitado a alguna. En otras me he colado. Se celebran en hoteles, con grandes salones de actos, para entregas de premios de lo que sea. Os juro que ahí el que recibe el premio (yo), es el menos importante. Se pasa a continuación a una terraza o enorme superficie donde caben unos cientos de personas, y allí comparecen: todes les concejales, todes les diputades, le alcalde, les curas, militares y policías con alta graduación, directors de bancos, hospitales, colegios profesionales, empresaries de renombre, rectors, catedrátiques, presidents, periodistes, así como sus deudos, conocides (2) y allegades, y empiezan a comer y a beber. Son gente con un hígado capaz de disolver las piedras. Y van haciendo una ronda de saludos, conociéndose unos a otros, dándose la mano, y cada cual ofreciendo lo que tiene: seguridad, títulos, empleos, créditos a fondo perdido, propaganda, polvos... Si no tienes nada, pasan de inmediato a lo siguiente y no te vuelven a mirar. Te quedas con el mono puesto de por vida.

A lo que voy es que yo no digo que eso sea ni bueno, ni regular ni malo. Incluso es legal. Por supuesto que sí. Así es cómo funciona el captacionismo de amigotes. ¡Al toque de corneta!, y allá van corriendo que se las pelan, como las gallinas cuando llaman para el trigo piiita pita pita pita piiiiiita. Je. Qué vida ésta.

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Nota

(1) Explicado por Beltrán Roca, y os ahorráis la toxicidad: "Para los que no entienden cómo funciona la Universidad y se preguntan qué pasa con la mujer del presidente. Una cátedra externa no tiene nada que ver con un puesto de catedrático. El puesto de catedrático es una figura de funcionario al que se accede por oposición y exige la titulación de doctor. Una cátedra externa, en cambio, no es más que una iniciativa financiada por empresas o administradores para realizar actividades en la universidad. Eso se hace con un convenio entre la universidad y las entidades que financian".

En el caso de la Cátedra de Transformación Social Competitiva están ahí metidas:

Banco de Santander
Correos
Iberia
Coca Cola Europacific Partners
Quirón Salud 
Reale seguros
La Caixa obra social
CEPSA
Iberdrola
Redeia
Wallbox
Acciona energía

Y el máster por si alguien quiere hacerlo ahora o en el futuro, información en: Máster de Transformación Social Competitiva

(2) Es muy habitual empezar una conversación social de ese tipo comentando... "yo soy conocido de fulano".