Indultos, penados y presos
Una reflexión sobre el Reino en que vivimos. En 1995 se reformó el Código Penal, para –en resumen– endurecer las penas alargando más la permanencia en prisión (1). Fue durante el Gobierno de José María Aznar que se llevó a cabo el cambio legislativo, en medio de una histeria de tertulianos y periodistas que vendían este país de bendiciones, como el lugar en el que los delincuentes comunes y los terroristas mataban a una vieja, se la comían, entraban en comisaría y salían al cabo de un minuto. Así la derecha fomentó la prisión como alternativa necesaria y de ahí se pasó de la cifra de 18.000 presos de 1980, a la de 76.000 en 2009. Los problemas que generó esta locura presidiaria hicieron que el legislador optase en 2010 por ablandar un poquitín el castigo, y al rebajar las penas por delitos como el tráfico de drogas, la población reclusa es en la actualidad –más o menos– de 42.741 hombres y 3.312 mujeres. 46.000 personas encerradas en un confinamiento que ríete del COVID…
Pero no es eso lo que quiero mencionar, si no el tema de los indultos. Como sabréis se le puede pedir al gobierno que indulte a un preso o presa, si se considera que esa persona está reinsertada, no reincidirá y mantenerla en prisión no arregla nada y sería mejor dejarla suelta. En la Ley de 18 de junio de 1870 (2) se establecen las reglas para el ejercicio de la gracia de indulto, y podéis deleitaros con su lectura en el BOE. En el año 2000 el Gobierno de José María Aznar batió el récord otorgando más de mil setecientos indultos. A partir de ese año la cosa menguó mucho, y en 2001 se dieron poco más de doscientos. El Gobierno de Zapatero subió algo hasta cerca de seiscientos indultos en 2007 y fue bajando hasta los trescientos y pico de 2011. El primer año de Rajoy se explayó nuevamente con casi seiscientos en 2012. Pero ahí se acabaron los indultos y desde 2013 no dejaron de bajar, hasta los cincuenta de 2021.
Me llama la atención lo siguiente: que las cofradías religiosas consigan en torno a un 13-14% de indultos (2021-2022). Mientras que si lo hace un particular por vía ordinaria, la cifra baje al 1%. Teniendo en cuenta que hay 46.053 presos (42741 hombres y 3312 mujeres) y que las cofradías lograron 18 indultos (ciento treinta solicitudes) mientras que a las que iban por la vía ordinaria se daban unos 32 (unas tres mil y pico de solicitudes)… Lo primero: que el gobierno indulta en la actualidad, a un número irrisorio de presos. Y lo segundo: que si quieres conseguir un Indulto Como Dios Manda, reza mucho, convence a algún Hermano Mayor, coge un cirio, ponte de nazareno y procesiona.
¿Y quiénes son los indultados e indultadas? Bueno, no hay que analizar miles de expedientes. Diecinueve de ellos por robos y hurtos. Diez por menudeo de droga. Como anualmente se firman miles y miles de condenas por estos motivos, que son los más abundantes, puede parecer que el Gobierno tiene piedad de narcos y atracadores de bajo perfil. No es así. Mirando los indultados sobre el total de delitos, los que tienen más posibilidades de ser perdonados los son por delitos cometidos por funcionarios contra la libertad individual, contra los recursos naturales y el medio ambiente, prevaricación, insolvencia punible y malversación. O sea, los delitos generales de: banqueros, empresarios, policías, políticos, y corruptos.
La moraleja, la puedes sacar tú.
NOTAS
- Para meter la nariz un tanto en las variaciones del CPE pues por ejemplo: http://criminet.ugr.es/recpc/08/recpc08-07.pdf
- https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1870-4759
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Comentarios
La Moraleja también es una prisión
Interesante reflexión y aportación de datos, que viéndolos así de golpe, es más impactante que cuando aparecen las estadísticas de un solo año.
Peeeeeeero, porom pon peeeeeroooooo, para el indulto, hay que estar condenadx. Los indultos son como las cárceles, no resocializan y además, ¿resocializarse para qué?
Podría decir que esta situación de los indultos, es "culpa" de la transición española, pero no lo voy a decir aunque haya que rezar en un Estado que se dice aconfesional, o no? En las prisiones se permite la entrada de cualquier orden, asociación o grupo religioso y a través de actividades diversas, intentan hacernos creer que la libertad está en creer en dios. En la entrada de Auschwitz decía que "el trabajo os hará libres", y en las cárceles españolas podría poner "la oración, que rima con reinserción, también".
El cuento de los indultos es como la lotería, le toca a alguien pero no a nosotrxs, porque no es la suerte la que nos tiene que liberar de la esclavitud del trabajo, sino la lucha colectiva. El problema es que buena parte de lxs presxs, aceptarían la "esclavitud del indulto", pero no la lucha colectiva contra las cárceles. Eso no es nada extraordinario, fuera, en el supuesto "mundo libre", sucede eso también. Y es que claro, las cárceles en las democracias, paradójicamente son las cárceles del "mundo libre".
Sin cárceles, el rey no firmaría indultos. Sin rey, nadie puede asegurar que no hayan cárceles, pero sí una especia real extinguida que deja de contribuir al parasitismo social de la corrupción democrática.
A mi me sigue preocupando que por lo general, la gente no se de cuenta que si en vez de invertir tanto en indultos en las cárceles y en cárceles, se invirtiera en las personas y en los barrios que las llenan, tal vez ni las unas, ni los otros, existirían.
¿Para cuándo una campaña de petición de indulto para el emérito?