Retórica y praxis revolucionarias... (Respuesta fraternal a las objeciones de Karina y Ana)
El número de lecturas y la serie de comentarios hechos a mi artículo, "Por la necesidad y la urgencia de la crítica” (1), me parecen una buena indicación del interés por los debates en torno a las retóricas y las praxis revolucionarias actuales. ¿Cómo pues conformarse con lo dicho -por unos y otros- y no tratar de seguir avanzando en un tema tan crucial y polémico? Sobre todo que los comentarios -salvo el del que se esconde tras un supuesto Julián G. para insultar y calumniar- reflejan un interés real por el tema y parecen expresar sinceras convicciones o dudas. Lo intentaré pues a partir de los comentarios de Karina y los de Ana. Los de Karina porque, a pesar de algunas interpretaciones y afirmaciones perentorias, me parecen reflejar bien esas "convicciones" y esas "dudas", y los de Ana porque me parecen resumir las "dudas" de Karina y plantear la necesidad de explicar "cómo se llevan a cabo en los casos concretos" las “propuestas anarquistas”...
Consideraciones previas
No estar de acuerdo en todo no me parece ser un crimen ni manifestar tal desacuerdo es hacer el juego al enemigo. Espero coincidamos pues en que discrepar es un derecho inalienable y que ejercerlo ha contribuido a que la humanidad supere sus periodos más sombríos y progrese en el respeto de los derechos humanos.
Dicha esta obviedad, ¿cómo podría pensar que Karina es "una pesada" por no haberle parecido suficientemente convincentes mis explicaciones y que, por ello, haya insistido reiteradamente en dejar constancia de su insatisfacción? ¿Cómo podría pensarlo, tras defender yo el derecho y la necesidad de la crítica al discurso y a la acción política? No, no me han molestado ni me molestarán sus críticas puesto que ella dice haberlas hecho "con respeto y sin ánimo pendenciero". Incluso cuando, pese a las referencias que le he dado sobre mi anticapitalismo y antiimperialismo, me atribuye un silencio, "ante los poderes centrales", que no se corresponde en absoluto con lo que es o ha sido realmente mi actuación militante.
La verdad del argumento
En efecto, la retórica y la praxis revolucionarias deben ser juzgadas a la luz de lo que dice el discurso y de la práctica que le sigue; pues, como bien dice Ana, "la razón no la da ni la fuerza, ni el número, ni el éxito... La razón la da la verdad del argumento". Y es precisamente la verdad de los argumentos de nuestra crítica al populismo "revolucionario" la que nos da razón. No sólo porque la praxis de ese populismo contradice flagrantemente su retórica revolucionaria sino también porque detrás de nuestra crítica hay una praxis consecuente o, por lo menos, que intenta serlo. Una praxis transparente y verificable, que sí permite confrontar los discursos con sus prácticas, con las biografías. Una confrontación tanto más importante si los discursos y las praxis son de personas que se pretenden y se proclaman urbe et orbi revolucionarias.
Evidentemente, yo no digo ni pretendo que cuantos se proclaman "anarquistas" lo sean o que actúen como tales. Como en todos lados, también entre los anarquistas los hay que dicen una cosa y hacen otra... Inclusive los hay con un "anarquismo" reducido al folklore de las banderitas rojo y negras u otros símbolos supuestamente ácratas. Como otros con conductas sectarias, autoritarias... No obstante, me parece que la mayoría de los militantes anarquistas intenta serlo auténticamente y que sus prácticas, sus biografías, testimonian de una lucha permanente contra la explotación y la dominación, contra los que Karina llama los "peces gordos" del capitalismo. Además, tampoco pretendo que los anarquistas seamos los únicos en llevar esa lucha; pero, lo reconozca o no Karina, nada hay más antinómico con el capitalismo que el anarquismo. No sólo desde el punto de vista teórico sino de la práctica. La historia está ahí para probarlo, y si se consultan las biografías de la mayoría de los militantes anarquistas, desde antes inclusive de los Sacco y Vanzetti hasta el día de hoy, se podrá constatarlo. Y, en mi caso, estoy seguro de que Karina no me habría acusado de guardar silencio ante esos "peces gordos" si hubiera conocido mi trayectoria militante... No sólo porque, por no guardarlo, he tenido que pasar algún tiempo en sus cárceles sino también porque siempre he tratado de ser solidario con los y las que han luchado contra las oligarquías y los imperialismos... Lo que no me ha impedido, claro es, denunciar sus desvíos autoritarios cuando éstos se han producido y vuelto insoportables. Pero siempre dando la cara…
La importancia de dar la cara…
Es en este sentido que creo va el comentario de Karina cuando afirma, tras reconocer la importancia de la crítica, que “es muy importante cómo se hace, de dónde la hace y quién la hace”. Y tiene mucha razón en considerar importante dar la cara en los debates de ideas; pues sólo así se puede saber si lo que se afirma es consecuente con lo que se hace. Lo que, evidentemente, no es posible hacer cuando las afirmaciones o las denuncias son hechas desde el anonimato...
Firmar únicamente con un nombre propio (Karina, Ana, Pepito o Julián G.) sólo permite identificar los comentarios, pero no saber lo que hacen o han hecho sus autoras o autores ante los "peces gordos"... Entonces, ¿qué valor pueden tener las afirmaciones o acusaciones hechas desde la interpretación beligerante, fruto de la ignorancia, como es el caso de Karina, o de la mala fe, para calumniar y difamar, como es el caso del que fue llamado al orden por el moderador?
Coincidirá pues Karina en la necesidad y el deber ético de situar el debate en el plano de los argumentos y no en el de las descalificaciones, y en que, para conseguirlo, no hay que tener miedo a dar la cara…Se trata, como lo ha dicho Ana, de dejar de lado las diatribas para que sea la verdad de los argumentos la que permita saber quién tiene razón o dónde ésta está: tanto para saber si la crítica es justa como para saber si debe hacerse o no hacerse pública para no desmoralizar a las masas, tal como lo teme Karina.
¿Ignorancia o beligerancia?
Es con este objetivo que yo he intervenido y lo seguiré haciendo, pues sólo así podremos confrontar seriamente nuestros argumentos, ver lo fundado o infundado de nuestros acuerdos o nuestras discrepancias y hacer del debate una arma útil para avanzar en la lucha contra la explotación y la dominación. Una lucha que a pesar de nuestras divergencias, tácticas o estratégicas, nos es y debe sernos común. De ahí que, al formular y avanzar nuestros argumentos, sea tan importante, tan fundamental, no confundir ignorancia con beligerancia: tanto para que los argumentos correspondan a constataciones y no a interpretaciones beligerantes o a intereses ideológico-partidistas, como para que la beligerancia sea de clase, únicamente contra los que nos explotan y dominan.
Se tenga o no conciencia de ello, el verdadero, el único enemigo de los explotados y dominados es el que les explota y domina. Y no deberíamos ignorarlo ni perderlo de vista; pues desde tiempos inmemoriales el enemigo de los explotados y dominados hace todo lo posible por dividirlos y enfrentarlos, para aparecer con otra careta, para no ser reconocido o para justificarse y así poder perpetuarse.
El interés de los explotadores y dominadores es conseguir que los explotados y dominados no se unan contra los que les explotan y dominan, y que por ello busquen condicionarlos en la obediencia beligerante y en la ignorancia... Y para eso se inventaron y sirven las creencias religiosas, las patrias y los partidos…
Quién desmoraliza...?
El enemigo es el Poder y Karina sabe que, desde entonces hasta el día de hoy, el Poder ha sido eso o ha acabado siéndolo. De ahí la importancia de conocer y no olvidar la historia, de no ignorar lo que pasó y de no cerrar lo ojos ante lo que está sucediendo... Y de ahí también el deber revolucionario de informarse y de aportar información sobre ello, de poner en evidencia las contradicciones entre las retóricas y las praxis revolucionarias: tanto en las de ayer como en las de hoy.
¿Hay otro modo de contribuir a despertar la conciencia de los alienados sobre lo que les aliena? ¿Es preferible callar y hacerse cómplices de la alienación? ¿Hay algo más desmoralizador que, a posteriori, saberse engañado, traicionado? Sólo desde la ignorancia o la beligerancia ideológico-partidista se puede considerar menos desmoralizador el engaño y la traición que su crítica y denuncia. Sin embargo, eso es lo que Karina parece pensar... Pues, efectivamente, aunque dice compartir muchas cosas de las que yo he dicho, sobre el populismo "revolucionario" y los “salvadores providenciales”, y que está de acuerdo con Julián Contreras cuando éste le dice "que las medidas que toman los gobiernos también pueden desmoralizar al pueblo y sembrar el desánimo", sin embargo persiste en considerar desmoralizadora la crítica que hacen los anarquistas, y en particular la que yo hago "a ultranza a gobiernos tercermundistas".
Y la razón, según ella, es que los anarquistas no comunican bien y yo meto "en el mismo saco" a todos los gobernantes al "decir que Lula, Blair, Zapatero, García, Evo, Chávez, son todos iguales". De ahí que llegue a decir que, para ella, esto "es o mucho sectarismo o mucho desconocimiento", y que "ignorar estas diferencias es fundamental y ahí está una falacia de su (mi) argumento".
La falacia del mal menor...
Falacia es no decir que lo que considero "iguales" (yo digo "coincidentes") son "sus políticas económicas y sociales", así como sus políticas de criminalización "de los movimientos sociales que les reclaman más justicia y más derechos". Además, el creer y decir, como lo cree y afirma Karina, que esos gobernantes son "diferentes" no invalida el hecho de que sus políticas sean antisociales, criminalizadoras de los movimientos reivindicativos de los trabajadores.
Repito: "¿Hay realmente diferencias entre ellos en la manera de ejercer el Poder y en los resultados?" ¿Ha puesto alguno de ellos fin a las injusticias y a la explotación de los trabajadores? Pues es evidente que si la respuesta fuese afirmativa, si se considera que las hay y son fundamentales, no deberíamos criticar la política de Zapatero porque la de Aznar fue peor y la de Rajoy puede serlo. Con esta” lógica" (la de Karina, no la mía), ningún gobernante debería ser criticado, pues siempre puede haber o habido uno peor, y criticarlo podría desmoralizar al pueblo o, por lo menos, a sus electores... Además, hasta en los peores se puede encontrar siempre algo "positivo", y si eso les eximiera de toda crítica, ¿cómo criticar al capitalismo y sus gestores si también éstos se atribuyen logros en educación, en salud, en seguridad social, etc.?
Es pues esta lógica, la del mal menor, la que nos obligaría a cerrar los ojos y a no criticar la socialdemocracia. No porque su gestión del capitalismo no sea consecuente con el programa socialdemócrata sino simplemente porque la gestión de la derecha sería o podría ser aún más antisocial y antidemocrática.
La crítica es necesaria, pero...
Karina debería ser consciente de lo ilógico de su lógica; pues, aunque diga que "no basta criticar sino que hay que ofrecer propuestas" y que si la crítica anarquista o de izquierda no las da, "entonces solamente contribuye a desmoralizar al pueblo y a pensar que no hay más que el capitalismo salvaje", ella no deja de reconocer que "la crítica anarquista puede y debe ser una contribución" y que "es necesaria para desarrollar una propuesta nueva para cambiar las cosas". Inclusive llega a decir que la considera "el mejor antídoto para los excesos autoritarios de la izquierda" aunque no deje de insistir en condicionarla: "pero siempre y cuando sea comunicada de mejor manera, con un lenguaje que evite generalizaciones y exageraciones peligrosas…”
Así pues, el problema no es, para Karina, la crítica sino su "lenguaje", la "manera" en que ella es comunicada o “por lo menos críticas como las de Alberola." De ahí que, a pesar de afirmar que "los anarquistas tienen un rol mucho más importante que jugar en el mundo moderno", nos insista en presentar "propuestas claras y viables" y nos incite a "explicar bien" nuestros conceptos... Pues, según ella, utilizamos conceptos "muy abstractos" y propuestas como "autogestión", "socialismo libertario", "libertad", etc., que considera "demasiado amplias"… A lo que Ana agrega que "hay que explicar cómo se llevan a cabo en los casos concretos"…
¿La viabilidad de la “crítica” condicionada...?
Claro que la crítica "no es suficiente si no es acompañada de actos y propuestas viables" y que no se debe "conducir el debate desde la 'verdad' y desde el 'conocimiento'" -es decir: desde la 'verdad' revelada y el 'conocimiento' autosuficiente. Pero, todos y todas debemos respetar este imperativo deontológico; pues es muy frecuente ver "la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el propio".
Ahora bien, el problema es ¿cómo juzgar los actos y las propuestas para saber si son viables? Pues es evidente que juzgar es una acción subjetiva y que sólo a posteriori se puede saber si los actos y las propuestas han sido viables o el por qué no han podido serlo. De ahí que esa condición de viavilidad sea inviable: tanto por depender de la subjetividad como de la temporalidad.
¿Qué clase de crítica sería una crítica condicionada por la subjetividad y la temporalidad? La crítica, para serlo, debe ser libre, y sólo -como dice Ana- le da razón la verdad de los argumentos aportados. Una verdad cuya veracidad sea obvia y verificable. Y esta es la verdad de la crítica anarquista a la actuación política del populismo "revolucionario": tanto por denunciar la contradicción (flagrante o disimulada) entre la retórica populista "revolucionaria" y su praxis como porque su objetivo no es volver al pasado, al capitalismo, sino incitar a los que siguen estando alienados en esas experiencias a seguir luchando por su verdadera emancipación.
La propuesta anarquista
Claro que esta incitación a la lucha, que para mi como para muchos anarquistas más es suficiente como propuesta, puede parecerles insuficiente a Karina y a muchos más... De ahí que Karina nos reproche el no explicar suficientemente "lo que significa el anarquismo", pues "la mayoría no sabe que es el anarquismo y nadie tiene por que saberlo". Pero, el anarquismo ¿debe ser explicado? ¿Deben los anarquistas decir a la gente cómo emanciparse y organizarse?
Yo no lo creo y tampoco creo que la función del anarquismo sea hacer propuestas... El anarquismo no es, no debe ser una religión o una ideología, y mucho menos una iglesia o un partido que si tienen programado el funcionamiento de la sociedad -por supuesto, un funcionamiento autoritario, clasista, al que todos deben someterse.
Para los anarquistas, emanciparse de la explotación y la dominación, significa poner fin al Poder de unos sobre otros, decidir por si mismos y liberar la imaginación de todos y todas en beneficio de todos y todas. Es una propuesta que sólo puede decirse con el ejemplo: no aceptar ser mandado y no querer mandar. Eso es lo único que les decimos, que podemos decirles a los demás; pues es evidente que tanto en la lucha contra el actual sistema de dominación y explotación como en la experimentación de formas sociales nuevas, no jerárquicas e igualitarias, no debemos imponer ni admitir propuestas que no hayan sido pensadas y aprobadas por todos y todas.
La propuesta anarquista no requiere ser explicada para saber cómo se lleva a cabo en los casos concretos, puesto que, para transformarla en acción, basta con sentir el deseo y la conciencia de la libertad. Un deseo que debe sentirse, instintiva y reflexivamente, que no se puede imponer y, además, que sería inútil querer imponerlo. Se comprende pues que los y las haya que aún necesiten jefes, dirigentes, mentores y proyectos acabados de sociedad para luchar, y que, por ello, consideran la propuesta anarquista insuficiente y utópica. Pero, ¿de qué serviría hacerles una propuesta menos "insuficiente", menos "utópica", más "concreta", si no sienten el deseo de ser libres o si dudan de su capacidad de serlo? ¡De serlo, para decidir por ellos mismos!
Ser anarquista es adoptar una actitud, un comportamiento, una conducta rebelde, opuesta a toda forma de autoritarismo. Por eso es tan absurdo, tan ridículo decir, pretender que son, que somos pocos... Todo o toda rebelde, iconoclasta, lo es aunque no lo sepa, aunque no lo reivindique. Ellos y ellas han sido y son el acicate que ha hecho y hace avanzar la historia hacia horizontes de libertad, de igualdad, de raternidad. Por eso podemos hacer nuestro el apotegma camusiano: "A decir verdad, todavía no hemos salido de la humillación. Mas el mundo gira, la historia cambia y un tiempo se acerca, de ello estoy seguro, en que ya no estaremos solos".
Fraternalmente
Octavio Alberola
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Nota
(1) Ver el artículo y debate mencionado en http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/14733
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Comentarios
Fraternalmente Javier no puedes generalizar asi
La critica de Javier que los socialistas se estan meitendo de cabeza a las redes para sacar buenas posiciones en el organigrama en el poder es mal intencionada y esa clase de criticas me parecen tan irrespetuosas de otros que me causan distancia. Si ustedes critican asi a otros no se hagan las victimas despues cuando les respondan de igual manera que salen diciendo “eslo mismo de siempre que nos tratan de fascistas con en el 36”. Hay aprovechados, esos los mismos bolivarianos los llaman la derecha endogena pero no son ni la mayoria eso se lo digo mucha gente realmente cree en lo que hace. Si tratan a todos los bolivarianos como si todos fueran aprovechados lo que hacen es que esa gente que a lo mejor les prestaria atencion rechacen lo que tiene que decir y reaccionen despues tratando a todos los anarquistas como si fueran lo mismo y eso es otro error. Por eso les digo que es tan importante comunicar bien y saber hacer criticas porque todos nos equivocamos y a veces eso hace que gente no los tome en serio y piense ahí estan estos anarcos hablando pendejadas de nuevo. por ejemplo Julian en este mismo foro dice cosas valederas pero de manera que causa rechazo inmediato entre anarquistas como Ana por ejemplo.
entiendo que tengan diferencias reales pero no partan prejuzgando que los otros que no piensan como ustedes son malos o aprovechados o lo que sea
Aparte de la mala intencion que me demuestra ignorancia o desconocimiento o sectarismo para decir que todos los socialistas son aprovehados la critica que se hace al poder es simplista. ¿Los anarquistas estan contra el poder y eso significa solamente el gobierno? ¿o los USA no son otro poder que tambien esta haciendo peligrar venezuela? ¿no esta el poder metido en iglesias y ongs? ¿y los capitalistas? Porque la vieja oligarquia sigue ahí con sus propiedades y sus recursos y si no hacen golpes por ahora es porque tuvieron una derrota muy dura despues del 2002. eso tambien es poder y por eso critico que las criticas las hagan siempre hacia un lado sin entender todo lo que pasa.
¿El anarquismo ademas es solamente criticar al poder? ¿no le importa a los anarquistas el bienestar del pueblo? ¿los hace menos anarquistas reconocer que se a avanzado en educacion y salud? Javier hace bien en reconocer que se avanza en la redistribucion de la renta y hace bien en advertir los peligros de una burocracia tan jodida como la que se esta montando en venezuela. ¿pero no hay ninguna propuesta anarquista de cómo mejorar aun mas la redistribucion de la renta, educacion, salud sin caer en los peligros de la burocracia? ¿se conforman diciendo que estan contra al poder? Porque ese discurso a la gente comuhn y corriente no le importa y si el poder les da salud, educacion y mejora la redistribucion de la renta prefieren el poder a una lucha contra molinos de viento que nadie sabe para donde va.
No me interesa polarizar la realidad mismo en venezuela polariza y el discurso anarquista tambien polariza entre santos y demonios. Hay dos alternativas claras el resto son discursos pero no propuestas. Ni anarquistas ni de nadie. Dentro de los bolivarianos hay opciones y visiones criticas y creo que mucha gente que apoya criticamente al proceso de Chavez y no tengo ninguna fe en el como individuo estaria de acuerdo con mucho de lo que algunos anarquistas dicen. ¿Porque no abandonar el sectarismo la polarizacion abrirse a trabajar con los movimientos populares que buscan una vida mejor y el bienestar de los pobres para radicalizarlos que ganen en autonomia y que puedan ser una alternativa diferente? Si se quedan en el pura critica no llegan a ninguna parte.
Hago esta critica como dije un momento fraternalmente, sin animo pendenciero y tratando que entiendan lo que digo, porque quiero explicarme bien y lamento si a veces quizas paresco muy beligerante, pero los respeto como movimiento y por eso me tomo la molestia de intentar hacer critica constructiva aun cuando de repente no se entienda asi.
Karina
- Karina, gente buena
- Karina, gente buena , la hay hasta en la falange y en la guardia civil. Entre empresarios, entre policías y entre militares, puedes encontrarte gente buena. Pero la cuestión es que se ubican en puestos que no son civilizados.
- Digo que los socialistas están a ver cómo meten cabeza, por experiencia, porque vivo en una comunidad autónoma, de las más pobres de España, que lleva 32 años gobernada por el partido socialista. Los mismos que llevo de gobierno municipal, salvo en dos ocasiones en que se coaligaron con los comunistas. Llevo viendo todo ese tiempo cómo han creado una red de intereses, en los que hasta para trabajar de peón, tienes que tener padrino. Así que llevo más de treinta años peleándome con socialistas y comunistas, viendo cómo destruyen las bolsas de contratación, como meten entrevistas para todo, viendo cómo se saltan los turnos, cómo favorecen a los empresarios y cómo trincan la pasta del plan de ordenación urbana. El resultado es un pueblo pasivo y resignado.
- Las propuestas para cambiar estas situaciones, las hemos dado. En plenos del ayuntamiento, en charlas, en protestas. La respuesta es mandarnos a la policía municipal, acosarnos cuando hemos denunciado arbitrariedades y malos tratos, etc.
Tenemos vecinos que lo han pasado muy mal.
Nuestras propuestas han ido en esta dirección:
- Socialización del terreno público. Que se emplee en tareas productivas basadas en nuestra industria agropecuaria. Vivienda construida y vendida a precio de costo. Empresas coperativas controladas por los trabajadores... Eliminación de la policía municipal y de la burocracia del municipio que se traga la casi totalidad de lo que recaudan en impuestos.
- Creación de mecanismos de control municipal que impidan el enriquecimiento individual mediante actividades especulativas sobre el suelo.
- Democracia directa y participativa en el municipio. Control de las cuentas.
- Protección de los espacios naturales, del patrimonio cultural, de los árboles...
- Estas han sido propuestas que hemos realizado en mi municipio todos estos años, repasando carteles, octavillas, artículos y haciendo memoria.
- La respuesta ha sido enchufismo,especulación, corrupción y represión. Así que mi experiencia en cuanto a populismo y socialismo, es negativa.
Aclaraciones
- El anarquismo no es ningún liberalismo radical. Los liberales no niegan la explotación económica, ni que uno pueda poner a su servicio a muchos. El anarquismo reclama la independencia personal, sin el sacrificio de otras individualidades.
- Lo que llamas anarcocapitalismo, sí que es un liberalismo antiestatista. Pero ser antiestatista no convierte a alguien en anarquista. Los anarquistas son antiautoritarios. Los capitalistas (conservadores, liberales o "anarcos") requieren instrumentos de opresión que defiendan la propiedad y su acumulación en manos privadas. Los marxistas son también antiestatistas en su etapa final, pero no son antiautoritarios. Ambos, liberales y marxistas pretenden la gestión de las cosas por una vanguardia.
- Los anarquistas exiliados de la CNT en Latinoamérica, dices que se volvieron empresarios "la mayoría"..., es una afirmación falsa, ya que no hay estadística. Es un absurdo decir que si mil exiliados llegan a Venezuela, los mil se van a hacer empresarios, como si ser empresario fuese un acto de voluntad del que estuviesen excluidos los venezolanos y bastase con ser exiliado, anarquista, español, de la CNT, anarcosindicalista, para poder ser empresario en Venezuela.
Insisto en que los gobiernos populares o de izquierdas, tienen mucho que criticar. Y lo normal en un anarquista es criticarlos y actuar contra ellos o contra cualquier tipo de gobierno.
Javier, deberías
Javier, deberías dedicarte,junto a tu alter ego Octavio Alberola, a criticar al gobierno de Sarkozy y a la persecución a los gitanos y a cuanto inmigrante anda pelando por esas Galias. Ya en Venezuela con los anarcoliberales que tenemos ya tenemos suficiente. Ocúpate de tu país, de tu barrio, porque no entiendes ni jota dónde queda Venezuela ni qué pasa aquí. Y, si el destino de los anarquistas es SOLO criticar, pues flaco favor le haces al anarquismo. Que la Santa Anarquía te cuide...
Julián, tú deberías...
- Julián, tú deberías relajarte, hacer lo que te gusta, trabajar por Venezuela... Tú haz lo que te apetezca, yo haré lo que pueda.
- Si no sé de lo que pasa en Venezuela, tú puedes aclarar mis desconocimientos.
- No soy el alter ego de nadie.
Alberola no escribe desde un anónimo. Yo opino por mí.
- Salud para ti
Se acortan las discrepancias
Se acortan las "discrepancias"
Claro que no con todos y todas; pues con Karina el desacuerdo no proviene tanto de las "discrepancias" como de su empeño en no querer abordarlas con argumentos y en seguir beligerante, aunque repita que intenta "hacer crítica constructiva", y con Julián G ni siquiera es cuestión de desacuerdo, pues sus comentarios no son más que invectivas desde la mentira y el anonimato, por lo que no tiene ningún sentido contestarle. Es por ello, y porque coincido en lo esencial con los otros, que sólo respondo aquí a los comentarios de Ana y Katarina:
Ana, tras leer tus nuevos comentarios no veo discrepancias entre nosotros sobre lo que entendemos por anarquismo y la práctica anarquista; pues, pese a que el capítulo de propuestas te sigue pareciendo "muy vaporoso", en lo que a propuestas se trata y en relación con "las soluciones que aportamos a los problemas del día a día" dices que "debemos esforzarnos por poner en práctica medidas que resuelvan esos problemas" y que "sobre todo debemos poner manos en la masa con energía, dedicación, entusiasmo y haciéndonos visibles".
Es decir, que lo importante es la praxis y no la retórica, y que la nuestra debe serlo no sólo para que no prevalezcan "los discursos autoritarios, racistas, chovinistas" sino también porque, para nosotros, la praxis debe ser la consecuencia lógica de nuestro discurso (propuesta) anarquista.
Pues sólo así nuestro discurso se diferencia de los demás discursos y no es también retórica…
Es en ese sentido que yo hablé de la importancia de dar la cara, de la biografía del que habla, pues sólo procediendo así se puede saber si pone las "manos en la masa..." o si es uno o una de esos que pontifican y despotrican desde un despacho, un altar, un escaño o una tribuna mitinera... Y eso, Ana, me parece fundamental en un debate y no tiene nada que ver con ser o no ser "célebre".
Por eso Ana me basta lo que me has dicho, sobre quien eres y lo que haces ("una ama de casa y trabajadora en precario/parada, cuyo único mérito es sacar adelante una familia y apoyar en lo que puedo los proyectos sociales de mi barrio y entorno inmediato, en lo que se refiere a colegios,
talleres, etc."), para considerar tus actos consecuentes con tus palabras y nuestras "discrepancias" -¿si existen?- nimias.
Pues, aunque en mis escritos no esté dicho como tú lo dices, coincido plenamente contigo en lo de que "no hace tantos años que la gente militante se empezó a hartar de tanta ciencia, de tanto líder, de tanto partido autoritario, y empezó a dar valor a la asamblea, a la participación, a la
horizontalidad, a los valores libertarios que dicen que los de a pie tenemos derecho a decir lo que pensamos, y a llevar a cabo nuestros propios proyectos, y no los de algún individuo carismático en un despacho lejano."
Entonces, ¿discrepancias entre nosotros?
Claro que tienes razón en decir que "no podemos apelar solamente a los sentimientos de rebeldía, dignidad y libertad humanas"; pues es obvio que sería insuficiente y además estéril si aquellos o aquellas a los que nos dirigimos no lo sienten por sí mismos. Pero tú sabes muy bien que si
llegamos a hacerlo no nos limitamos a a ello y que para nosotros la emancipación "significa poner fin al Poder de unos sobre otros, decidir por si mismos". Es decir: una propuesta antiautoritaria, anarquista, que sólo puede traducirse en actos emancipadores si ella es pensada y aprobada por
todos y todas. Y ello debe ser así porque, como tú nos lo recuerdas, "nuestra marca es la de no querer ser oprimidos, y la de no oprimir".
Entonces, ¿discrepancia o coincidencia?
Queda, es verdad, lo que puede parecer una "discrepancia" cuando dices "que hay muchas más cosas buenas en el anarquismo que malas, y que la indefinición de las propuestas es una de las malas seguramente." Y que para Karina sí lo es, puesto que para ella es la principal insuficiencia del
anarquismo, de los anarquistas, y mi mayor tara...
Sí, es verdad que las propuestas anarquistas son -en un cierto sentido- "indefinidas"... Es decir: que no son propuestas cerradas sino abiertas...
Pero, ¿cómo podrían serlo si es con los demás que debemos transformarlas en proyectos para su experimentación?
¿Crees Ana que, como anarquistas, podemos decirles a los demás cómo deben comportarse y organizarse, cómo deben convivir? Claro que podemos decirles cómo nos gustaría vivir e inclusive mostrarles cómo lo intentamos... Pero, ¿crees que podemos decirles algo más?
Creo que eso es lo que quieres decir cuando dices: "propuestas en mi barrio las tenemos los anarquistas, que intervenimos allí donde estemos."
¿Podemos hacer más que lo que tú haces?
Además ¿qué sería ese hacer más...?
He dicho al comenzar que
He dicho al comenzar que después de dialogar con Ana lo haría también con Karina, aunque me parece que todo lo anterior debería permitirle darse cuenta también de lo nimio de nuestras "discrepancias" cuando deja la beligerancia partidista y plantea la necesidad de "abrirse a trabajar con los movimientos populares que buscan una vida mejor y el bienestar de los pobres para radicalizarlos que ganen en autonomia y que puedan ser una alternativa diferente". Pues es evidente que al decir “abrirse”, Karina quiere decir luchar con ellos para que sean realmente autónomos y no los manipule, domine y explote un Poder. ¡El que sea, viejo o nuevo...! Karina, estarás pues de acuerdo en que hasta aquí no hay "discrepancia" y que ésta aparece sólo al hablar de lo que está sucediendo en Venezuela.
No tanto porque digas que allí no hay más que "dos alternativas claras" y que el "resto son discursos pero no propuestas" sino porque "entre esa amalgama escualida y los chavistas" tú prefieres quedarte "con los chavistas por más críticas que tenga".
La discrepancia ni siquiera es por tu elección entre esas dos alternativas; pues parece que eres mayorcita y que sabrás asumir las consecuencias. La discrepancia surge inevitablemente al no concedernos el derecho de criticar a esas dos alternativas a cuantos consideramos que las dos son
nefastas para los trabajadores venezolanos. Y porque por ejercerlo nos has acusado de...
Bueno, es verdad que tras las llamadas a la decencia de parte del moderador, ya reconoces que "solamente con crítica los procesos avanzan" y ya no nos acusas de... Es más, inclusive llegas a decir que tu "problema" con los anarquistas sólo es "la falta de propuestas, lo vaporoso del discurso y la mala comunicación".
Estarás pues de acuerdo, Karina, que si sólo fuese eso... la discrepancia sería nimia; puesto que no creo que no te plantee problema el capitalismo pese a que tiene una propuesta bien clara (explotar a los trabajadores), su discurso no es vaporoso y sabe comunicar...
No Karina, lo que hace o debe hacer problema es el fondo, el objetivo de la propuesta, lo que ella presupone o lo que ella esconde. No olvides que Marx y los marxistas también dijeron y dicen tener por meta una sociedad sin clases, igualitaria, sin Estado, sin explotación ni dominación. Es decir: en la que nadie mande y nadie obedezca, pues sólo así todos y todas podrán ser libres. O sea, que lo reconozcan o no, también el objetivo final de los marxistas es la anarquía.
Sabes que, tanto para marxistas como para anarquistas, la propuesta era y sigue siendo esa, y que lo que les separaba sólo eran los medios para realizarla. Y sabes muy bien que nuestra crítica es la crítica de esos medios... Medios autoritarios que por todas partes han demostrado ser
inoperantes para poner fin a la explotación y la dominación, además de generar frustración y contribuir así a la perpetuación del capitalismo. Y eso es lo que consciente o inconscientemente olvidas al preferir, con tu lógica de "el mal menor" (lo que tú llamas "la mejor alternativa"), un
determinado Poder a la lucha contra todas las formas de Poder -por lo menos en Venezuela. Y la “razón” es que ese Poder da "salud, educación y mejora la redistribución de la renta". ¡La misma “razón”, la misma excusa de los socialdemócratas para gestionar el capitalismo.
Por supuesto, Karina, es tu derecho pensar así, y, si de verdad crees que ese Poder es “la mejor alternativa” para "la gente común y corriente", súmate decidida y abiertamente a él. Haz lo que han hecho millones de personas en el mundo desde que se crearon los partidos socialistas y se
pusieron en boga las propuestas progresistas: entregarse a ellos creyendo también que eran las mejores alternativas…Y ya ves, pese a que el capitalismo sigue tan pimpante, aún hay muchos y muchas que siguen creyendo en esas alternativas…
No te avergüences de tu pragmatismo y, mientras sigas creyendo que has optado por “la mejor alternativa”, asúmelo sin justificarte con ese camelo de que la lucha de los anarquistas es "una lucha contra molinos de viento que nadie sabe para dónde va". Pues reconocerás, Karina, que, teniendo
“la mejor alternativa” a la que dedicar tu tiempo, no tiene sentido alguno perderlo polemizando con los anarquistas que luchan contra "molinos de viento"... Aunque, quizás lo hagas porque en el fondo de ti misma algo te dice que esos "molinos de viento", como los que combatía el Quijote, no
sean tan imaginarios…
Para perder el tiempo con
Para perder el tiempo con diatribas contra el anarquismo ya está el que aquí se presenta como Julián G, ese valiente que no se atreve a dar la cara por miedo a que su praxis “revolucionaria” cotidiana quede evidencia. Sorprendente y curiosa "perseverancia" en criticar al anarquismo desde supuestas posiciones anarquistas... Sobre todo cuando, tanto desde la derecha como desde la izquierda institucional, se pretende que el anarquismo no cuenta y que los anarquistas somos pocos... ¿Será porque es todo lo contrario y les preocupa mucho, muchísimo nuestra crítica, el que pongamos a descubierto su retórica y su práctica? En todo caso, si su intención
es callarnos, no lo lograrán.
Octavio
No se critica al anarquismo.
No se critica al anarquismo. Ojo. Los anarcoliberales no son anarquistas, son liberales de derecha, libertarianos como se dicen ellos mismos en los Estados Unidos. Distinto al anarquismo en su praxis histórica europea y latinoamericana, a éste es al anarquismo que reivindicamos. Es decir, al comunismo libertario.
Después de todo, la praxis pareciera ser la gran maestra: en Venezuela, no es que están contra Chávez, sino que están al lado de la derecha más cavernícola. A las evidencias que aquí se han dicho me remito.
Pero nada hacemos nosotros perdiendo el tiempo con idealistas que postulan un Anarquismo trascendente, por encima de las realidades del mundo. Así, con ese "Anarquismo Trascendente" es tanto como creer en Dios.
Y más nada, que al calificar a Chomsky bufón de Chávez, Alberola se merece el ostracismo.
Profesional del espectáculo
Como actor cómico y libertario quería puntualizar a Alberola una serie de cuestiones.
La primera es que un bufón relacionado con la Corte, es un personaje que divierte a cortesanos y nobles. Pero el bufón también es el personaje que se atreve a decir al rey aquello que nadie más se atreve a decir. Un bufón es un personaje crítico. "El bufón denuncia y pronuncia".
Al fotografiarse con Chávez, Chomsky no ha hecho una bufonada (Octavio dice que es ese el acto que califica de bufonada), sino una payasada. El payaso es la persona que hace reír, y que aún no ha perdido la inocencia. El payaso es el alma del niño sin malicia. Su voz no es crítica, sino amable, y de esa manera sería más preciso llamarle "payaso". Que no es ninguna injuria, ya que mi oficio es muy digno, que quede claro. Otra cosa.
Por lo que he leído Octavio, has titulado tu artículo
Chomsky, en bufón de Chávez
Lo cual es un tanto ambiguo también. No es ni "el bufón de Chávez", ya que tendría la exclusividad, ni "un bufón de Chávez", ya que lo uniría a un grupo de bufones reales. "En bufón de Chávez" llama la atención sobre un acto puntual, me parece. Pero yo te digo que un acto puntual no convierte a alguien en bufón o en payaso.
Un cordial saludo.
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