Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Como disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
En este texto Dyer Wayne describe las caracteristicas de una persona realizada libre de zonas erroneas, capaz de disfrutar de todo acto de vida.
Dyer Wayne. Tus zonas erroneas.
En primer lugar, y esto será lo más evidente, verás que es gente que disfruta de virtualmente todo lo que les brinda la vida; gente que se siente cómoda haciendo cualquier cosa y que no pierde el tiempo quejándose o deseando que las cosas fueran de otra manera. Sienten entusiasmo por la vida y quieren todo lo que pueden sacar de ella.
Seguir Leyendo... Les gusta salir de excursión, ir al cine, leer, practicar deportes, asistir a conciertos, visitar ciudades, granjas, contemplar animales, montañas y realmente casi todo. Les gusta la vida. Cuando estás cerca de gente así, notarás la ausencia de lamentos e inclusive de suspiros pasivos. Si llueve, les gusta. Si hace calor lo disfrutan en vez de quejarse. Si se encuentran en medio de una congestión de tráfico, o en una fiesta, o completamente solos, sencillamente actúan de la mejor manera posible. No se trata de disfrutar de todo lo que sucede, sino de una sabia aceptación de lo que es, de una rara habilidad para deleitarse con la realidad. Pregúntales lo que no les gusta y les costará darte una respuesta honesta. No actúan con la sensatez que significaría protegerse de la lluvia cobijándose bajo techo, porque la lluvia les parece hermosa, estimulante y algo que vale la pena experimentar. Les gusta. El fango no los enfurece: lo observan, chapotean en él y lo aceptan como parte de lo que significa estar vivo. Les gustan los gatos? Sí. Los osos? Sí. Los gusanos? Sí. Y aunque las molestias como enfermedades, sequías, mosquitos, inundaciones y otras calamidades no les producen placer ni las aceptan con entusiasmo, es gente que no gasta sus momentos presentes quejándose por ellas o deseando que no fueran así. Si hay que destruir ciertas situaciones, ellos tratarán de destruirlas. Y disfrutarán haciéndolo. Por más que trates, te costará descubrir algo que no les guste hacer. Realmente aman la vida y realmente se sumergen en ella disfrutando de todo lo que les brinda.
La gente sana y realizada está libre del sentimiento de culpa y de toda la ansiedad que se produce cuando se usan los momentos presentes inmovilizándose por hechos que sucedieron en el pasado. Ciertamente pueden reconocer que han cometido errores y pueden prometerse que evitarán repetir ciertos comportamientos que resultaron contraproducentes de alguna manera, pero no malgastan su tiempo arrepintiéndose por algo que hicieron y que desearían no haber hecho, o molestos porque les disgusta algo que hicieron en algún momento de su vida pasada. La total carencia de culpa es una de las características de las personas sanas. Nada de lamentos por lo que pasó y nada de esfuerzos por lograr que otros escojan la culpa haciendo preguntas tan vanas como "¿Por qué no lo hiciste de otra manera?, o "¿No te avergüenzas de ti mismo?" Dan la impresión de que saben reconocer que la vida ya vivida es eso, y que por más mal que uno se sienta al respecto, nada podrá hacer para cambiar lo que pasó. Ellos mismos se sienten libres de culpa sin ningún esfuerzo: porque es natural, nunca ayudan a los demás a escoger la culpa. Se dan cuenta que sentirse mal en el momento presente sólo refuerza la pobre imagen de sí misma que puede tener una persona y que es mucho mejor aprender del pasado que protestar por el pasado. No los verás nunca manipulando a los demás diciéndoles lo malos que han sido, ni tampoco podrás manipularlos tú con las mismas tácticas. Ellos no se enfadaran contigo, simplemente no te harán caso, te ignorarán. En vez de molestarse contigo, preferirán irse o cambiar de tema. Las estrategias que funcionan tan bien con la mayor parte de la gente fallan completamente con estos seres tan sanos. En vez de hacerse desgraciados a sí mismos o a los demás con sentimientos de culpabilidad, tranquilamente, sin mayor ceremonia dejan de lado la culpa cuando la encuentran en su camino.
Igualmente la gente libre de zonas erróneas no se atormenta con preocupaciones. Algunas circunstancias que a otras personas podrían llegar a enloquecerlas apenas si afectan a estos individuos. No son ni planificadores del futuro ni ahorradores para el futuro. Rehúsan preocuparse por lo que pasará en el futuro y se mantienen libres de la ansiedad que acompaña a las preocupaciones. No saben preocuparse. No es parte de su manera de ser. No es que necesariamente estén todo el tiempo calmados pero no están dispuestos a pasar sus momentos presentes sufriendo por cosas que pueden suceder en el futuro y sobre las que no tienen ningún control. Están orientados principalmente hacia sus momentos presentes, y tienen una señal interna que parece recordarles que todas las preocupaciones deben suceder en el momento presente, y que ésa es una manera muy tonta de vivir su actualidad. Esta gente vive ahora en el presente y no en el pasado o en el futuro. No se sienten amenazados por lo desconocido y buscan nuevas experiencias que nos les son familiares. Les encanta la ambigüedad. Disfrutan del ahora en todas las ocasiones convencidos de que es todo lo que tienen. No hacen proyectos para un acontecimiento futuro dejando que pasen largos períodos de inactividad mientras esperan este acontecimiento. Los momentos que se viven entre los acontecimientos son tan vivibles como los acontecimientos mismos, y estas personas tienen una rara habilidad para sacar todo el goce posible de sus vidas diarias. No son "postergadores" ni de los que ahorran por si vienen tiempos malos ¡y aunque nuestra cultura no apruebe su comportamiento, no se sienten amenazados por reproches que provengan de sí mismos! Aprecian y disfrutan ahora de su felicidad y cuando el futuro llegue y se convierta en presente lo aprecian y disfrutan también. Estos individuos gozan siempre porque sencillamente se dan cuenta de lo absurdo que es esperar para disfrutar. Es una manera muy natural de vivir la vida, un poco como un animal o un niño. Están demasiado ocupados en realizar plenamente el momento presente mientras que la mayoría de la gente vive esperando las retribuciones sin ser capaces jamás de cogerlas cuando se les presentan. Esta gente tan sana es notablemente independiente. Es gente que se encuentra fuera del nido, y aunque puede sentir gran amor por su familia y estar muy ligados a ella, piensan que la independencia es más importante que la dependencia en todas las relaciones humanas. Saben apreciar muy bien su propia independencia, el no depender de lo que puedan hacer los demás. Sus relaciones humanas se basan en el respeto mutuo al derecho que tiene el individuo a tomar sus propias decisiones. El amor de esta gente no lleva implícita la imposición de los valores propios en el ser amado. Dan gran importancia a la intimidad del ser humano; lo que puede hacer que los demás se sientan rechazados. Les gusta estar solos a veces, y se preocupan mucho de proteger su intimidad. No se comprometen sentimentalmente con mucha gente. Son selectivos en lo que respecta al amor, pero son también profundamente afectuosos. A las personas dependientes y no sanas les cuesta amar a seres así porque éstos son muy intransigentes en lo que respecta a su libertad individual. Si alguien los necesita, rechazan esta necesidad por encontrar que es perjudicial para la otra persona tanto como para ellos mismos. Quieren que las personas que ellos aman sean independientes, que hagan sus propias elecciones y que vivan sus vidas por sí mismos. Y a pesar de que pueden disfrutar de los demás y desear estar en su compañía, quieren mas aún que los demás se las puedan arreglar sin muletas y sin apoyos. Así pues, el momento en que empieces a apoyarte en esta gente, te darás cuenta que ellos por su lado empiezan a desaparecer primero emocionalmente y luego físicamente también. Rehúsan depender de la gente y que dependan de ellos en una relación afectuosa e interesada, pero alientan su confianza en sí mismos casi desde el principio ofreciéndoles mucho amor en todas las oportunidades que se presentan.
Encontraras muy poca búsqueda de aprobación entre estos individuos felices y realizados. Son capaces de funcionar sin la aprobación y el aplauso de los demás. No buscan honores como hace la mayoría de la gente.
Son muy independientes de la opinión de los demás., sin importarles prácticamente nada si a la otra persona le gusta lo que ellos dicen o hacen. No tratan de escandalizar a nadie ni de ganar su aprobación. Es gente que está interiormente dirigida y a la que realmente no le preocupa ni interesa la evaluación de su comportamiento que hace la demás gente. No es que sean insensibles al aplausos o a la aprobación: parecen no necesitarlos. Pueden ser incluso bruscos porque son honrados y no envuelven sus mensajes con frases cuidadosamente pensadas para complacer a los demás. Si quieres saber lo que piensan, eso será exactamente lo que te dirán. Igualmente, cuando tú digas algo sobre ellos, no los destruirás ni inmovilizarás con tus palabras y opiniones. Usarán la información que les das, la filtrarán por medio de sus propios valores y usarán lo que les sirve en su propio beneficio y crecimiento. No necesitan ser amados por todo el mundo, ni tienen excesiva necesidad de aprobación. Reconocen que siempre habrá quien desapruebe lo que hacen. Son seres poco comunes en el sentido que son capaces de funcionar como ellos mismos, y no como dictamina un tercero. Cuando observas a estos individuos, notas una falta de enculturación. No son rebeldes, pero hacen sus propias elecciones aunque esas elecciones entren en conflicto con lo que hace toda la demás gente. Son capaces de pasar por alto las pequeñas normas sin importancia e ignorar tranquilamente los inútiles convencionalismos que son parte tan importante de la vida de mucha gente. NO son aficionados a asistir a "cocktail parties" ni hacen conversación porque la buena educación lo aconseja. Son dueños de sí mismos y aunque consideran que la vida social es parte importante de sus vidas, se niegan a dejar que ésta los gobierne o a convertirse en esclavos de la misma. No atacan con rebeldía pero internamente saben cuándo pasar por alto ciertas cosas y funcionan con la mente clara y en forma sensata.
Saben reír y hacer reír. Descubren el humor en casi todas las situaciones y se pueden reír de los acontecimientos más absurdos lo mismo que de los más serios y solemnes. Les encanta ayudar a los demás a reírse y les resulta fácil crear buen humor. No es gente seria ni grave que camina por la vida con pasos de plomo y rostro severo. Más bien, son hacedores, gente activa, a los que a menudo se les reprocha ser frívolos en el momento inoportuno. No están a tono con los acontecimientos exteriores porqué saben muy bien que no existe realmente el momento justo para hacer cualquier cosa. Les encantan las cosas desproporcionadas e incongruentes, pero su humor no tiene hostilidad. jamás usan el ridículo para hacer reír. No se ríen de la gente, se ríen con la gente. Se ríen de la vida y lo ven todo como un gran divertimento, aunque toman muy en serio su proyectos. Cuando se echan para atrás y contemplan la vida, saben muy bien que no se dirigen a ningún sitio especial y que son capaces de disfrutar y de crear una atmósfera en la cual los demás pueden optar por el gozo. Son gente divertida que vale la pena tener cerca.
Son gente que se acepta a sí misma sin quejas. Saben que son seres humanos y que serlo implica ciertos atributos humanos. Saben cuál es su aspecto físico y lo aceptan. SI son altos, perfecto, pero si son bajos también. La calvicie está muy bien, lo mismo que una frondosa cabellera.
Pueden soportar el sudor. No falsean su aspecto físico. Se han aceptado a sí mismos y por ello son la gente más natural. Nada de esconderse detrás de artificios ni de disculparse por lo que son. NO saben ofenderse por nada que sea humano. Se quieren a sí mismos y aceptan todo lo que está en la naturaleza tal como es en vez de desear que fuera diferente. Jamás se quejan de cosas que no pueden cambiar como olas de calor, tormentas eléctricas o el agua fría. Se aceptan a sí mismos y al mundo tal como es.
Sin pretensiones, sin lamentaciones, con una aceptación simple. Aunque los frecuentes durante muchos años, no los oirás rebajándose a sí mismos o deseando sutilmente algo imposible. Verás actuar a gente activa, a los hacedores. Verás como toman el mundo natural y disfruta de todo lo que este le ofrece.
Aprecian el mundo natural. Les encanta estar al aire libre disfrutando de la naturaleza, recorriendo gozosamente todo lo que aún está intacto, que es original y aún no ha sido estropeado. Le encantan las montañas, los atardeceres, los ríos, las flores, los árboles, los animales y virtualmente toda la flora y la fauna. Como personas son naturalistas, nada pretenciosos ni ceremoniosos y les encanta la naturalidad del universo. No andan ocupados buscando bares, tabernas, clubs nocturnos, fiestas convencionales, habitaciones llenas de humo y cosas por el estilo, aunque ciertamente son muy capaces de disfrutar plenamente con este tipo de actividades. Están en paz con la naturaleza, el mundo de Dios, si quieres, aunque son muy capaces de funcionar en un mundo hecho por la mano del hombre. Son también capaces de apreciar lo que ya no tiene interés para otros. Jamás se cansan de un atardecer o de una excursión por el bosque. La visión de un pájaro volando es siempre un espectáculo admirable. Igual que no se cansan de mirar a un gusano ni tampoco a una gata que da a luz a sus gatitos. Una y otra vez, nunca se cansan de apreciar espontáneamente lo que la vida les va brindando. Algunas personas encuentran que esta es una actitud muy artificial pero ellos no se dan cuenta de lo que piensan los demás. Están demasiado ocupados en asombrarse por la amplitud de posibilidades que les brinda la vida para realizarse plenamente en el momento presente.
Tienen una percepción muy especial en lo que respecta a la conducta de los demás y lo que a otros les puede parecer complejo e indescifrable, para ellos es claro y comprensible. Los problemas que inmovilizar a tanta gente son a menudo sólo pequeñas molestias para ellos. Esta falta de compromiso emocional con los problemas les permite franquear barreras que para muchos son infranqueables. Tienen percepciones claras en lo que a ellos mismos respecta y reconocen inmediatamente lo que los demás están tratando de hacerles. Pueden alzarse de hombros y pasar por alto cosas por las que otros se enfadan y quedan inmovilizados. Y ciertas cosas que pueden confundir a mucha gente que las encuentra insolubles, a ellos no los amilanan y más bien las consideran como simples y de fácil resolución. No están monopolizados por los problemas de su mundo emocional. Para esta gente, un problema es realmente sólo un obstáculo que hay que vencer y no un reflejo de lo que ellos son o dejan de ser como personas. Su autovaloración está ubicada dentro de sí mismos, por lo que cualquier problema externo puede ser visto objetivamente, y no, en ningún caso, como una amenaza o un desafío a su propia valía. Éste es uno de los rasgos de su personalidad más difíciles de comprender, ya que la mayoría de la gente se siente amenazada por los acontecimientos externos, por las ideas o por la demás gente. Pero los seres independientes y sanos no saben cómo sentirse amenazados y esta característica hace que sean ellos los que parezcan amenazadores a los demás.
Nunca pelean inútilmente. No son partidarios del autobombo para atraer la atención sobre sí mismos. Si la lucha puede provocar un cambio, entonces lucharán pero jamás lucharán inútilmente. No son mártires. Son hacedores.
Son también gente que ayuda a los demás. Generalmente trabajan en cosas que le hacen la vida más agradable o más tolerable a los demás. Son guerreros en la vanguardia del cambio social, pero no llevan sus luchas consigo a la cama por las noches como caldo de cultivo de úlceras, enfermedades del corazón u otros desórdenes físicos. Son incapaces de estereotipar. A menudo ni se dan cuenta de las diferencias físicas de la gente incluyendo las raciales, étnicas, morfológicas o sexuales. No son gente superficial que juzga a los demás por su aspecto exterior. Y aunque puedan parecer egoístas y preocupados sólo de su propio placer, en realidad pasan gran parte de su tiempo dedicados a servir a los demás. ¿Por qué? Porque les gusta hacerlo.
No son gente enfermiza. No creen en la inmovilidad que producen los resfriados y los dolores de cabeza. Creen en su propia capacidad para deshacerse de esas enfermedades y no andan contándole a los demás lo mal que se sienten, lo cansados que están o qué enfermedades infectan su cuerpo en la actualidad.
Tratan bien a sus cuerpos. Se quieren a sí mismos y en consecuencia comen bien, hacen regularmente ejercicio (como sistema de vida) y rehúsan experimentar el tipo de malestares que inutilizan a mucha gente durante diversos períodos de tiempo. Les gusta vivir bien, y así lo hacen.
Otra característica de estos individuos en pleno funcionamiento es la honestidad. Sus respuestas no son evasivas ni pretenden mentir respecto a ninguna cosa. Consideran que la mentira es una distorsión de su propia realidad y rehúsan participar en cualquier tipo de comportamiento que sirva para engañarse a sí mismos. Y aunque son personas discretas evitarán tener que distorsionar la verdad para proteger a la gente. Saben que están a cargo de su propio mundo y e otros también lo están. Así se comportan de una forma que a menudo otros pueden considerar cruel, pero en realidad lo que ellos hacen es simplemente dejar que los otros tomen sus propias decisiones. Se enfrentan eficientemente con lo que es, en vez de lo que ellos quisieran que fuera.
Esta gente no culpa a los demás. La orientación de su personalidad es interna y rehúsan responsabilizar a los demás por lo que ellos son. Por lo mismo, no pierden mucho tiempo hablando de los demás, ni están obsesionados por lo que los otros hacen o dejan de hacer. No hablan de la gente ¡hablan con ella! No culpabilizan a los demás; ayudan a los demás y a sí mismos a poner la responsabilidad donde corresponde. No se meten en habladurías ni propagan informaciones tendenciosas y malvadas. Están tan ocupados en vivir su propia vida con eficiencia que no tienen tiempo de ocuparse de las pequeñeces que saturan la vida de mucha gente. Los hacedores hacen. Los críticos culpan y se quejan. Estos individuos no se preocupan mucho por el orden, la organización o los sistemas en sus vidas. Practican su autodisciplina pero no tienen necesidad de que las cosas y la gente encajen en sus propias percepciones de lo que deben de ser las cosas. No están llenos de "debes" respecto a la conducta de los demás. Creen que todos tienen derecho a sus elecciones y que esas pequeñeces que enloquecen a otra gente son simplemente el resultado de la decisión de otra persona. No creen que el mundo debe ser de alguna manera especial. No se preocupan mayormente por el orden y la limpieza. Existen de una manera funcional y si todo no es tal cual ellos quisieran, encuentran que eso también es correcto. Para esta gente, la organización es simplemente una manera útil de actuar y no un fin en sí misma. Y justamente por esta falta de neurosis organizativa es por lo que son creativos. Emprenden cualquier cosa a su manera única y particular, ya sea el hacer un plato de sopa, escribir un informe o cortar el césped. Aplican su imaginación a sus actos y el resultado es una manera creativa de hacer las cosas. No sienten la obligación de hacer las cosas de cierta manera. No consultan manuales ni hablan con expertos: simplemente atacan el problema de la manera que les parece más apropiada. Esto se llama creatividad; y sin excepciones, ellos la tienen.
Es gente con niveles de energía especialmente altos. Parecen necesitar menos sueño y sin embargo se sienten estimulados por la vida. Viven y son sanos. Pueden hacer acopio de tremendas rachas de energía para completar una tarea porque escogen comprometerse en ella considerándola como una actividad estimulante que los realiza en el momento presente. Esta energía no es sobrenatural: es simplemente el resultado de su amor a la vida y a todas las actividades que ella brinda. No saben aburrirse. Todos los acontecimientos de la vida ofrecen oportunidades de hacer, pensar, sentir y vivir, y ellos saben aplicar su energía en casi todas las circunstancias. Si se los encarcelara, emplearían sus mentes en divagaciones creativas para evitar la parálisis de la falta de interés. No hay aburrimiento en sus vidas porque ellos canalizan la misma energía que tienen otros de maneras productivas para ellos mismos.
Son agresivamente curiosos. Nunca saben lo suficiente. Buscan siempre más y quieren aprender cada uno y todos los momentos presentes de sus vidas. No les preocupa hacerlo bien o haberlo hecho mal. Si algo no resulta, o no logra grandes beneficios, entonces se descarta en vez de lamentarlo. Son buscadores de la verdad en el sentido de aprender cosas, siempre estimulados por la posibilidad de aprender más y sin llegar a creer jamás que ya son un producto terminado. Si están con un barbero se interesan por los problemas de ese oficio. No se sienten nunca superiores ni actúan como si lo fueran, alardeando de sus méritos para que otros los aplaudan. Aprenden de los niños, de los corredores de bolsa y de los animales. Quieren saber más sobre lo que significa ser un herrero o un cocinero, una fulana o el vicepresidente de una corporación. Son estudiantes que aprenden, no profesores que enseñan. Nunca tienen los conocimientos suficientes y no saben comportarse como snobs ni sentirse superiores puesto que nunca se sienten así. Cada persona, cada objeto, cada acontecimiento representa una oportunidad para saber más. Y son agresivos en sus actitudes respecto a sus intereses, sin esperar que la información les salga al paso sino que van tras ella. No tienen miedo de hablar con una camarera, o preguntarle al dentista qué se siente cuando uno tiene las manos en la boca de la gente todo el día, o preguntarle a un poeta el significado de tal o cual frase.
No tienen miedo al fracaso. No equiparan el éxito en una empresa con el éxito como ser humano. Puesto que su autovaloración les viene del interior, pueden observar los acontecimientos externos objetivamente y pensar sencillamente que son eficientes y positivos o ineficientes y negativos. Saben que el fracaso es sólo un índice de la opinión de otra gente y no hay que tenerle miedo puesto que no puede afectar su autovaloración. Así, se atreven a probar cualquier cosa, a participar en las cosas simplemente porque es divertido y no tienen miedo a tener que explicarse a sí mismos. Igualmente nunca escogen la ira que inmoviliza. Usando la misma lógica (sin tener que repensarla cada vez puesto que se ha convertido en un modo de vida), no se dicen a sí mismos que la otra gente se debería comportar de una manera distinta a la habitual o que los hechos deberían ser diferentes. Aceptan a los demás como son y trabajan para cambiar los hechos que les desagradan. Así, la ira es imposible porque no existen las falsas o exageradas pretensiones. Esta gente es capaz de eliminar las emociones que de alguna manera son autodestructivas y de alentar las que les sirven para crecer.
Estos felices mortales no son nada defensivos. No hacen jugarretas ni tratan de impresionar a los demás. No se visten para agradar a los demás y lograr su aprobación, ni tampoco cumplen con el ritual de explicarse a sí mismos. Actúan con gran sencillez y naturalidad y no se dejan seducir para hacer alharacas sobre cosas pequeñas o grandes. No son tercos discutidores: ellos expresan simplemente sus puntos de vista, escuchan los de los demás y reconocen la utilidad de tratar de convencer a alguien para que sea como ellos. Y dicen simplemente: "Eso está muy bien: somos diferentes, eso es todo. No tenemos que estar de acuerdo". Y dejan las cosas así sin necesidad de ganar una discusión o de persuadir a su contrincante de lo equivocado de su posición. No tienen miedo a causar una mala impresión pero tampoco hacen lo posible por causarla. Sus valores no son valores locales. No se identifican con la familia, el vecindario, la comunidad, la ciudad, el estado p el país. Se consideran a sí mismos como parte de la raza humana y para ellos un austríaco cesante no es mejor ni peor que un californiano cesante. No son patrióticos respecto a una frontera especial. Más bien se ven a sí mismos como parte de la humanidad. No sienten alegría porque hay más muertos en el campo enemigo ya que el enemigo es tan ser humano como el aliado. No siguen las normas hechas por los hombres que describen la manera de tomar partido. Ellos transcienden las fronteras tradicionales, lo que a menudo es motivo para que otros los clasifiquen como rebeldes o traidores. No tienen héroes ni ídolos. Miran a toda la gente como seres humanos y no colocan a nadie sobre sí mismos en importancia. No exigen justicia en cada ocasión. Cuando otra persona tiene más privilegios que ellos, lo ven como un beneficio para esa persona más que como un motivo para sentirse infelices.
Cuando juegan con un contrincante, quieren que le vaya bien en vez de desear que juegue mal para ganar. Quieren ser victoriosos y eficientes por sus méritos en vez de ganar por las fallas de los demás. No insisten para que todos sean igualmente dotados, sino que miran hacia dentro de sí mismos para buscar su felicidad. No son críticos y tampoco sienten placer por las desgracias ajenas. Están demasiado ocupados siendo ellos mismos para fijarse en lo que hacen sus vecinos. Más significativamente aún, estos individuos se aman a sí mismos. Están motivados por un deseo de crecer y siempre que les dan la opción para hacerlo, se tratan muy bien a sí mismos. No tienen espacio para sentir autocompasión, ni autorrechazo, ni para odiarse a sí mismos. Si les preguntas: "¿Te quieres a ti mismo?", recibirás una respuesta muy sonora y afirmativa: "¿Por supuesto que sí!". Son en realidad aves raras. Cada día es un deleite. Lo viven enteramente disfrutando de todos sus momentos presentes. No es que no tengan problemas, pero no están inmovilizados emocionalmente a causa de sus problemas. La medida de su salud mental no reside en que resbalen, sino en lo que hacen cuando resbalan. ¿Acaso se quedan allí lamentándose de su caída? No, se levantan, se sacuden el polvo y siguen atareados con los quehaceres de la vida. La gente que vive libre de zonas erróneas no corre tras la felicidad, simplemente viven y la felicidad, cuando llega, es su retribución.
En este texto Dyer Wayne describe las caracteristicas de una persona realizada libre de zonas erroneas, capaz de disfrutar de todo acto de vida.
Dyer Wayne. Tus zonas erroneas.
En primer lugar, y esto será lo más evidente, verás que es gente que disfruta de virtualmente todo lo que les brinda la vida; gente que se siente cómoda haciendo cualquier cosa y que no pierde el tiempo quejándose o deseando que las cosas fueran de otra manera. Sienten entusiasmo por la vida y quieren todo lo que pueden sacar de ella.
Seguir Leyendo... Les gusta salir de excursión, ir al cine, leer, practicar deportes, asistir a conciertos, visitar ciudades, granjas, contemplar animales, montañas y realmente casi todo. Les gusta la vida. Cuando estás cerca de gente así, notarás la ausencia de lamentos e inclusive de suspiros pasivos. Si llueve, les gusta. Si hace calor lo disfrutan en vez de quejarse. Si se encuentran en medio de una congestión de tráfico, o en una fiesta, o completamente solos, sencillamente actúan de la mejor manera posible. No se trata de disfrutar de todo lo que sucede, sino de una sabia aceptación de lo que es, de una rara habilidad para deleitarse con la realidad. Pregúntales lo que no les gusta y les costará darte una respuesta honesta. No actúan con la sensatez que significaría protegerse de la lluvia cobijándose bajo techo, porque la lluvia les parece hermosa, estimulante y algo que vale la pena experimentar. Les gusta. El fango no los enfurece: lo observan, chapotean en él y lo aceptan como parte de lo que significa estar vivo. Les gustan los gatos? Sí. Los osos? Sí. Los gusanos? Sí. Y aunque las molestias como enfermedades, sequías, mosquitos, inundaciones y otras calamidades no les producen placer ni las aceptan con entusiasmo, es gente que no gasta sus momentos presentes quejándose por ellas o deseando que no fueran así. Si hay que destruir ciertas situaciones, ellos tratarán de destruirlas. Y disfrutarán haciéndolo. Por más que trates, te costará descubrir algo que no les guste hacer. Realmente aman la vida y realmente se sumergen en ella disfrutando de todo lo que les brinda.
La gente sana y realizada está libre del sentimiento de culpa y de toda la ansiedad que se produce cuando se usan los momentos presentes inmovilizándose por hechos que sucedieron en el pasado. Ciertamente pueden reconocer que han cometido errores y pueden prometerse que evitarán repetir ciertos comportamientos que resultaron contraproducentes de alguna manera, pero no malgastan su tiempo arrepintiéndose por algo que hicieron y que desearían no haber hecho, o molestos porque les disgusta algo que hicieron en algún momento de su vida pasada. La total carencia de culpa es una de las características de las personas sanas. Nada de lamentos por lo que pasó y nada de esfuerzos por lograr que otros escojan la culpa haciendo preguntas tan vanas como "¿Por qué no lo hiciste de otra manera?, o "¿No te avergüenzas de ti mismo?" Dan la impresión de que saben reconocer que la vida ya vivida es eso, y que por más mal que uno se sienta al respecto, nada podrá hacer para cambiar lo que pasó. Ellos mismos se sienten libres de culpa sin ningún esfuerzo: porque es natural, nunca ayudan a los demás a escoger la culpa. Se dan cuenta que sentirse mal en el momento presente sólo refuerza la pobre imagen de sí misma que puede tener una persona y que es mucho mejor aprender del pasado que protestar por el pasado. No los verás nunca manipulando a los demás diciéndoles lo malos que han sido, ni tampoco podrás manipularlos tú con las mismas tácticas. Ellos no se enfadaran contigo, simplemente no te harán caso, te ignorarán. En vez de molestarse contigo, preferirán irse o cambiar de tema. Las estrategias que funcionan tan bien con la mayor parte de la gente fallan completamente con estos seres tan sanos. En vez de hacerse desgraciados a sí mismos o a los demás con sentimientos de culpabilidad, tranquilamente, sin mayor ceremonia dejan de lado la culpa cuando la encuentran en su camino.
Igualmente la gente libre de zonas erróneas no se atormenta con preocupaciones. Algunas circunstancias que a otras personas podrían llegar a enloquecerlas apenas si afectan a estos individuos. No son ni planificadores del futuro ni ahorradores para el futuro. Rehúsan preocuparse por lo que pasará en el futuro y se mantienen libres de la ansiedad que acompaña a las preocupaciones. No saben preocuparse. No es parte de su manera de ser. No es que necesariamente estén todo el tiempo calmados pero no están dispuestos a pasar sus momentos presentes sufriendo por cosas que pueden suceder en el futuro y sobre las que no tienen ningún control. Están orientados principalmente hacia sus momentos presentes, y tienen una señal interna que parece recordarles que todas las preocupaciones deben suceder en el momento presente, y que ésa es una manera muy tonta de vivir su actualidad. Esta gente vive ahora en el presente y no en el pasado o en el futuro. No se sienten amenazados por lo desconocido y buscan nuevas experiencias que nos les son familiares. Les encanta la ambigüedad. Disfrutan del ahora en todas las ocasiones convencidos de que es todo lo que tienen. No hacen proyectos para un acontecimiento futuro dejando que pasen largos períodos de inactividad mientras esperan este acontecimiento. Los momentos que se viven entre los acontecimientos son tan vivibles como los acontecimientos mismos, y estas personas tienen una rara habilidad para sacar todo el goce posible de sus vidas diarias. No son "postergadores" ni de los que ahorran por si vienen tiempos malos ¡y aunque nuestra cultura no apruebe su comportamiento, no se sienten amenazados por reproches que provengan de sí mismos! Aprecian y disfrutan ahora de su felicidad y cuando el futuro llegue y se convierta en presente lo aprecian y disfrutan también. Estos individuos gozan siempre porque sencillamente se dan cuenta de lo absurdo que es esperar para disfrutar. Es una manera muy natural de vivir la vida, un poco como un animal o un niño. Están demasiado ocupados en realizar plenamente el momento presente mientras que la mayoría de la gente vive esperando las retribuciones sin ser capaces jamás de cogerlas cuando se les presentan. Esta gente tan sana es notablemente independiente. Es gente que se encuentra fuera del nido, y aunque puede sentir gran amor por su familia y estar muy ligados a ella, piensan que la independencia es más importante que la dependencia en todas las relaciones humanas. Saben apreciar muy bien su propia independencia, el no depender de lo que puedan hacer los demás. Sus relaciones humanas se basan en el respeto mutuo al derecho que tiene el individuo a tomar sus propias decisiones. El amor de esta gente no lleva implícita la imposición de los valores propios en el ser amado. Dan gran importancia a la intimidad del ser humano; lo que puede hacer que los demás se sientan rechazados. Les gusta estar solos a veces, y se preocupan mucho de proteger su intimidad. No se comprometen sentimentalmente con mucha gente. Son selectivos en lo que respecta al amor, pero son también profundamente afectuosos. A las personas dependientes y no sanas les cuesta amar a seres así porque éstos son muy intransigentes en lo que respecta a su libertad individual. Si alguien los necesita, rechazan esta necesidad por encontrar que es perjudicial para la otra persona tanto como para ellos mismos. Quieren que las personas que ellos aman sean independientes, que hagan sus propias elecciones y que vivan sus vidas por sí mismos. Y a pesar de que pueden disfrutar de los demás y desear estar en su compañía, quieren mas aún que los demás se las puedan arreglar sin muletas y sin apoyos. Así pues, el momento en que empieces a apoyarte en esta gente, te darás cuenta que ellos por su lado empiezan a desaparecer primero emocionalmente y luego físicamente también. Rehúsan depender de la gente y que dependan de ellos en una relación afectuosa e interesada, pero alientan su confianza en sí mismos casi desde el principio ofreciéndoles mucho amor en todas las oportunidades que se presentan.
Encontraras muy poca búsqueda de aprobación entre estos individuos felices y realizados. Son capaces de funcionar sin la aprobación y el aplauso de los demás. No buscan honores como hace la mayoría de la gente.
Son muy independientes de la opinión de los demás., sin importarles prácticamente nada si a la otra persona le gusta lo que ellos dicen o hacen. No tratan de escandalizar a nadie ni de ganar su aprobación. Es gente que está interiormente dirigida y a la que realmente no le preocupa ni interesa la evaluación de su comportamiento que hace la demás gente. No es que sean insensibles al aplausos o a la aprobación: parecen no necesitarlos. Pueden ser incluso bruscos porque son honrados y no envuelven sus mensajes con frases cuidadosamente pensadas para complacer a los demás. Si quieres saber lo que piensan, eso será exactamente lo que te dirán. Igualmente, cuando tú digas algo sobre ellos, no los destruirás ni inmovilizarás con tus palabras y opiniones. Usarán la información que les das, la filtrarán por medio de sus propios valores y usarán lo que les sirve en su propio beneficio y crecimiento. No necesitan ser amados por todo el mundo, ni tienen excesiva necesidad de aprobación. Reconocen que siempre habrá quien desapruebe lo que hacen. Son seres poco comunes en el sentido que son capaces de funcionar como ellos mismos, y no como dictamina un tercero. Cuando observas a estos individuos, notas una falta de enculturación. No son rebeldes, pero hacen sus propias elecciones aunque esas elecciones entren en conflicto con lo que hace toda la demás gente. Son capaces de pasar por alto las pequeñas normas sin importancia e ignorar tranquilamente los inútiles convencionalismos que son parte tan importante de la vida de mucha gente. NO son aficionados a asistir a "cocktail parties" ni hacen conversación porque la buena educación lo aconseja. Son dueños de sí mismos y aunque consideran que la vida social es parte importante de sus vidas, se niegan a dejar que ésta los gobierne o a convertirse en esclavos de la misma. No atacan con rebeldía pero internamente saben cuándo pasar por alto ciertas cosas y funcionan con la mente clara y en forma sensata.
Saben reír y hacer reír. Descubren el humor en casi todas las situaciones y se pueden reír de los acontecimientos más absurdos lo mismo que de los más serios y solemnes. Les encanta ayudar a los demás a reírse y les resulta fácil crear buen humor. No es gente seria ni grave que camina por la vida con pasos de plomo y rostro severo. Más bien, son hacedores, gente activa, a los que a menudo se les reprocha ser frívolos en el momento inoportuno. No están a tono con los acontecimientos exteriores porqué saben muy bien que no existe realmente el momento justo para hacer cualquier cosa. Les encantan las cosas desproporcionadas e incongruentes, pero su humor no tiene hostilidad. jamás usan el ridículo para hacer reír. No se ríen de la gente, se ríen con la gente. Se ríen de la vida y lo ven todo como un gran divertimento, aunque toman muy en serio su proyectos. Cuando se echan para atrás y contemplan la vida, saben muy bien que no se dirigen a ningún sitio especial y que son capaces de disfrutar y de crear una atmósfera en la cual los demás pueden optar por el gozo. Son gente divertida que vale la pena tener cerca.
Son gente que se acepta a sí misma sin quejas. Saben que son seres humanos y que serlo implica ciertos atributos humanos. Saben cuál es su aspecto físico y lo aceptan. SI son altos, perfecto, pero si son bajos también. La calvicie está muy bien, lo mismo que una frondosa cabellera.
Pueden soportar el sudor. No falsean su aspecto físico. Se han aceptado a sí mismos y por ello son la gente más natural. Nada de esconderse detrás de artificios ni de disculparse por lo que son. NO saben ofenderse por nada que sea humano. Se quieren a sí mismos y aceptan todo lo que está en la naturaleza tal como es en vez de desear que fuera diferente. Jamás se quejan de cosas que no pueden cambiar como olas de calor, tormentas eléctricas o el agua fría. Se aceptan a sí mismos y al mundo tal como es.
Sin pretensiones, sin lamentaciones, con una aceptación simple. Aunque los frecuentes durante muchos años, no los oirás rebajándose a sí mismos o deseando sutilmente algo imposible. Verás actuar a gente activa, a los hacedores. Verás como toman el mundo natural y disfruta de todo lo que este le ofrece.
Aprecian el mundo natural. Les encanta estar al aire libre disfrutando de la naturaleza, recorriendo gozosamente todo lo que aún está intacto, que es original y aún no ha sido estropeado. Le encantan las montañas, los atardeceres, los ríos, las flores, los árboles, los animales y virtualmente toda la flora y la fauna. Como personas son naturalistas, nada pretenciosos ni ceremoniosos y les encanta la naturalidad del universo. No andan ocupados buscando bares, tabernas, clubs nocturnos, fiestas convencionales, habitaciones llenas de humo y cosas por el estilo, aunque ciertamente son muy capaces de disfrutar plenamente con este tipo de actividades. Están en paz con la naturaleza, el mundo de Dios, si quieres, aunque son muy capaces de funcionar en un mundo hecho por la mano del hombre. Son también capaces de apreciar lo que ya no tiene interés para otros. Jamás se cansan de un atardecer o de una excursión por el bosque. La visión de un pájaro volando es siempre un espectáculo admirable. Igual que no se cansan de mirar a un gusano ni tampoco a una gata que da a luz a sus gatitos. Una y otra vez, nunca se cansan de apreciar espontáneamente lo que la vida les va brindando. Algunas personas encuentran que esta es una actitud muy artificial pero ellos no se dan cuenta de lo que piensan los demás. Están demasiado ocupados en asombrarse por la amplitud de posibilidades que les brinda la vida para realizarse plenamente en el momento presente.
Tienen una percepción muy especial en lo que respecta a la conducta de los demás y lo que a otros les puede parecer complejo e indescifrable, para ellos es claro y comprensible. Los problemas que inmovilizar a tanta gente son a menudo sólo pequeñas molestias para ellos. Esta falta de compromiso emocional con los problemas les permite franquear barreras que para muchos son infranqueables. Tienen percepciones claras en lo que a ellos mismos respecta y reconocen inmediatamente lo que los demás están tratando de hacerles. Pueden alzarse de hombros y pasar por alto cosas por las que otros se enfadan y quedan inmovilizados. Y ciertas cosas que pueden confundir a mucha gente que las encuentra insolubles, a ellos no los amilanan y más bien las consideran como simples y de fácil resolución. No están monopolizados por los problemas de su mundo emocional. Para esta gente, un problema es realmente sólo un obstáculo que hay que vencer y no un reflejo de lo que ellos son o dejan de ser como personas. Su autovaloración está ubicada dentro de sí mismos, por lo que cualquier problema externo puede ser visto objetivamente, y no, en ningún caso, como una amenaza o un desafío a su propia valía. Éste es uno de los rasgos de su personalidad más difíciles de comprender, ya que la mayoría de la gente se siente amenazada por los acontecimientos externos, por las ideas o por la demás gente. Pero los seres independientes y sanos no saben cómo sentirse amenazados y esta característica hace que sean ellos los que parezcan amenazadores a los demás.
Nunca pelean inútilmente. No son partidarios del autobombo para atraer la atención sobre sí mismos. Si la lucha puede provocar un cambio, entonces lucharán pero jamás lucharán inútilmente. No son mártires. Son hacedores.
Son también gente que ayuda a los demás. Generalmente trabajan en cosas que le hacen la vida más agradable o más tolerable a los demás. Son guerreros en la vanguardia del cambio social, pero no llevan sus luchas consigo a la cama por las noches como caldo de cultivo de úlceras, enfermedades del corazón u otros desórdenes físicos. Son incapaces de estereotipar. A menudo ni se dan cuenta de las diferencias físicas de la gente incluyendo las raciales, étnicas, morfológicas o sexuales. No son gente superficial que juzga a los demás por su aspecto exterior. Y aunque puedan parecer egoístas y preocupados sólo de su propio placer, en realidad pasan gran parte de su tiempo dedicados a servir a los demás. ¿Por qué? Porque les gusta hacerlo.
No son gente enfermiza. No creen en la inmovilidad que producen los resfriados y los dolores de cabeza. Creen en su propia capacidad para deshacerse de esas enfermedades y no andan contándole a los demás lo mal que se sienten, lo cansados que están o qué enfermedades infectan su cuerpo en la actualidad.
Tratan bien a sus cuerpos. Se quieren a sí mismos y en consecuencia comen bien, hacen regularmente ejercicio (como sistema de vida) y rehúsan experimentar el tipo de malestares que inutilizan a mucha gente durante diversos períodos de tiempo. Les gusta vivir bien, y así lo hacen.
Otra característica de estos individuos en pleno funcionamiento es la honestidad. Sus respuestas no son evasivas ni pretenden mentir respecto a ninguna cosa. Consideran que la mentira es una distorsión de su propia realidad y rehúsan participar en cualquier tipo de comportamiento que sirva para engañarse a sí mismos. Y aunque son personas discretas evitarán tener que distorsionar la verdad para proteger a la gente. Saben que están a cargo de su propio mundo y e otros también lo están. Así se comportan de una forma que a menudo otros pueden considerar cruel, pero en realidad lo que ellos hacen es simplemente dejar que los otros tomen sus propias decisiones. Se enfrentan eficientemente con lo que es, en vez de lo que ellos quisieran que fuera.
Esta gente no culpa a los demás. La orientación de su personalidad es interna y rehúsan responsabilizar a los demás por lo que ellos son. Por lo mismo, no pierden mucho tiempo hablando de los demás, ni están obsesionados por lo que los otros hacen o dejan de hacer. No hablan de la gente ¡hablan con ella! No culpabilizan a los demás; ayudan a los demás y a sí mismos a poner la responsabilidad donde corresponde. No se meten en habladurías ni propagan informaciones tendenciosas y malvadas. Están tan ocupados en vivir su propia vida con eficiencia que no tienen tiempo de ocuparse de las pequeñeces que saturan la vida de mucha gente. Los hacedores hacen. Los críticos culpan y se quejan. Estos individuos no se preocupan mucho por el orden, la organización o los sistemas en sus vidas. Practican su autodisciplina pero no tienen necesidad de que las cosas y la gente encajen en sus propias percepciones de lo que deben de ser las cosas. No están llenos de "debes" respecto a la conducta de los demás. Creen que todos tienen derecho a sus elecciones y que esas pequeñeces que enloquecen a otra gente son simplemente el resultado de la decisión de otra persona. No creen que el mundo debe ser de alguna manera especial. No se preocupan mayormente por el orden y la limpieza. Existen de una manera funcional y si todo no es tal cual ellos quisieran, encuentran que eso también es correcto. Para esta gente, la organización es simplemente una manera útil de actuar y no un fin en sí misma. Y justamente por esta falta de neurosis organizativa es por lo que son creativos. Emprenden cualquier cosa a su manera única y particular, ya sea el hacer un plato de sopa, escribir un informe o cortar el césped. Aplican su imaginación a sus actos y el resultado es una manera creativa de hacer las cosas. No sienten la obligación de hacer las cosas de cierta manera. No consultan manuales ni hablan con expertos: simplemente atacan el problema de la manera que les parece más apropiada. Esto se llama creatividad; y sin excepciones, ellos la tienen.
Es gente con niveles de energía especialmente altos. Parecen necesitar menos sueño y sin embargo se sienten estimulados por la vida. Viven y son sanos. Pueden hacer acopio de tremendas rachas de energía para completar una tarea porque escogen comprometerse en ella considerándola como una actividad estimulante que los realiza en el momento presente. Esta energía no es sobrenatural: es simplemente el resultado de su amor a la vida y a todas las actividades que ella brinda. No saben aburrirse. Todos los acontecimientos de la vida ofrecen oportunidades de hacer, pensar, sentir y vivir, y ellos saben aplicar su energía en casi todas las circunstancias. Si se los encarcelara, emplearían sus mentes en divagaciones creativas para evitar la parálisis de la falta de interés. No hay aburrimiento en sus vidas porque ellos canalizan la misma energía que tienen otros de maneras productivas para ellos mismos.
Son agresivamente curiosos. Nunca saben lo suficiente. Buscan siempre más y quieren aprender cada uno y todos los momentos presentes de sus vidas. No les preocupa hacerlo bien o haberlo hecho mal. Si algo no resulta, o no logra grandes beneficios, entonces se descarta en vez de lamentarlo. Son buscadores de la verdad en el sentido de aprender cosas, siempre estimulados por la posibilidad de aprender más y sin llegar a creer jamás que ya son un producto terminado. Si están con un barbero se interesan por los problemas de ese oficio. No se sienten nunca superiores ni actúan como si lo fueran, alardeando de sus méritos para que otros los aplaudan. Aprenden de los niños, de los corredores de bolsa y de los animales. Quieren saber más sobre lo que significa ser un herrero o un cocinero, una fulana o el vicepresidente de una corporación. Son estudiantes que aprenden, no profesores que enseñan. Nunca tienen los conocimientos suficientes y no saben comportarse como snobs ni sentirse superiores puesto que nunca se sienten así. Cada persona, cada objeto, cada acontecimiento representa una oportunidad para saber más. Y son agresivos en sus actitudes respecto a sus intereses, sin esperar que la información les salga al paso sino que van tras ella. No tienen miedo de hablar con una camarera, o preguntarle al dentista qué se siente cuando uno tiene las manos en la boca de la gente todo el día, o preguntarle a un poeta el significado de tal o cual frase.
No tienen miedo al fracaso. No equiparan el éxito en una empresa con el éxito como ser humano. Puesto que su autovaloración les viene del interior, pueden observar los acontecimientos externos objetivamente y pensar sencillamente que son eficientes y positivos o ineficientes y negativos. Saben que el fracaso es sólo un índice de la opinión de otra gente y no hay que tenerle miedo puesto que no puede afectar su autovaloración. Así, se atreven a probar cualquier cosa, a participar en las cosas simplemente porque es divertido y no tienen miedo a tener que explicarse a sí mismos. Igualmente nunca escogen la ira que inmoviliza. Usando la misma lógica (sin tener que repensarla cada vez puesto que se ha convertido en un modo de vida), no se dicen a sí mismos que la otra gente se debería comportar de una manera distinta a la habitual o que los hechos deberían ser diferentes. Aceptan a los demás como son y trabajan para cambiar los hechos que les desagradan. Así, la ira es imposible porque no existen las falsas o exageradas pretensiones. Esta gente es capaz de eliminar las emociones que de alguna manera son autodestructivas y de alentar las que les sirven para crecer.
Estos felices mortales no son nada defensivos. No hacen jugarretas ni tratan de impresionar a los demás. No se visten para agradar a los demás y lograr su aprobación, ni tampoco cumplen con el ritual de explicarse a sí mismos. Actúan con gran sencillez y naturalidad y no se dejan seducir para hacer alharacas sobre cosas pequeñas o grandes. No son tercos discutidores: ellos expresan simplemente sus puntos de vista, escuchan los de los demás y reconocen la utilidad de tratar de convencer a alguien para que sea como ellos. Y dicen simplemente: "Eso está muy bien: somos diferentes, eso es todo. No tenemos que estar de acuerdo". Y dejan las cosas así sin necesidad de ganar una discusión o de persuadir a su contrincante de lo equivocado de su posición. No tienen miedo a causar una mala impresión pero tampoco hacen lo posible por causarla. Sus valores no son valores locales. No se identifican con la familia, el vecindario, la comunidad, la ciudad, el estado p el país. Se consideran a sí mismos como parte de la raza humana y para ellos un austríaco cesante no es mejor ni peor que un californiano cesante. No son patrióticos respecto a una frontera especial. Más bien se ven a sí mismos como parte de la humanidad. No sienten alegría porque hay más muertos en el campo enemigo ya que el enemigo es tan ser humano como el aliado. No siguen las normas hechas por los hombres que describen la manera de tomar partido. Ellos transcienden las fronteras tradicionales, lo que a menudo es motivo para que otros los clasifiquen como rebeldes o traidores. No tienen héroes ni ídolos. Miran a toda la gente como seres humanos y no colocan a nadie sobre sí mismos en importancia. No exigen justicia en cada ocasión. Cuando otra persona tiene más privilegios que ellos, lo ven como un beneficio para esa persona más que como un motivo para sentirse infelices.
Cuando juegan con un contrincante, quieren que le vaya bien en vez de desear que juegue mal para ganar. Quieren ser victoriosos y eficientes por sus méritos en vez de ganar por las fallas de los demás. No insisten para que todos sean igualmente dotados, sino que miran hacia dentro de sí mismos para buscar su felicidad. No son críticos y tampoco sienten placer por las desgracias ajenas. Están demasiado ocupados siendo ellos mismos para fijarse en lo que hacen sus vecinos. Más significativamente aún, estos individuos se aman a sí mismos. Están motivados por un deseo de crecer y siempre que les dan la opción para hacerlo, se tratan muy bien a sí mismos. No tienen espacio para sentir autocompasión, ni autorrechazo, ni para odiarse a sí mismos. Si les preguntas: "¿Te quieres a ti mismo?", recibirás una respuesta muy sonora y afirmativa: "¿Por supuesto que sí!". Son en realidad aves raras. Cada día es un deleite. Lo viven enteramente disfrutando de todos sus momentos presentes. No es que no tengan problemas, pero no están inmovilizados emocionalmente a causa de sus problemas. La medida de su salud mental no reside en que resbalen, sino en lo que hacen cuando resbalan. ¿Acaso se quedan allí lamentándose de su caída? No, se levantan, se sacuden el polvo y siguen atareados con los quehaceres de la vida. La gente que vive libre de zonas erróneas no corre tras la felicidad, simplemente viven y la felicidad, cuando llega, es su retribución.
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
vaya....
qué gente mas perfecta carajo!!!
y las zonas grises de esta gente libre de zonas erroneas???? porque luces y sombras tenemos todxs!
por cierto, si conoces a alguén asi, presentamelo porfavor!!
qué gente mas perfecta carajo!!!
por cierto, si conoces a alguén asi, presentamelo porfavor!!
"Acontécete ante tí mismo" Pessoa (Libro del Desasosiego)
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
cronopia no está hablando de nadie en particular. Sino que está describiendo distintos acontecimientos por los que mucha gente pasa y no les da la importancia que debiera, al contrario, se desmoronan fácilmente.
No está hablando de gente perfecta, sino de la necesidad de mejorar, siempre ir a mejor. Es más difícil ver la parte "positiva" de la gente, que criticar por criticar, que eso es mucho más fácil, y mucho más familiar a todos.
No está hablando de gente perfecta, sino de la necesidad de mejorar, siempre ir a mejor. Es más difícil ver la parte "positiva" de la gente, que criticar por criticar, que eso es mucho más fácil, y mucho más familiar a todos.
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Y disfrutan de sus dolores de cabeza.Gorjeo escribió:Como disfrutar de todo lo que te brinda la vida. No son gente enfermiza. No creen en la inmovilidad que producen los dolores de cabeza.
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Gorjeo, si lo he entendido, y me ha gustao mucho el texto. Solo estab bromeando.
No conozco al autor, pero tiene mucho de gestaltico. Aunque también hay algo de lo que se llama la "via de pensamiento positivo". Un poco enganioso, al igual que la gestalt, que intenta "convencernos" de que hay que apostar por aceptarse como unx es, mas alla de mejorar o conocer los mecanismos neuroticos que todo ser humano posee.
En cualquier caso, coincido con la idea y practica de no ser un "quejica" y no hacerse la victima. Algo, por otra parte muy corriente, visto el "goce" que esto genera.
No conozco al autor, pero tiene mucho de gestaltico. Aunque también hay algo de lo que se llama la "via de pensamiento positivo". Un poco enganioso, al igual que la gestalt, que intenta "convencernos" de que hay que apostar por aceptarse como unx es, mas alla de mejorar o conocer los mecanismos neuroticos que todo ser humano posee.
En cualquier caso, coincido con la idea y practica de no ser un "quejica" y no hacerse la victima. Algo, por otra parte muy corriente, visto el "goce" que esto genera.
"Acontécete ante tí mismo" Pessoa (Libro del Desasosiego)
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Ah vale, no lo había cogido XD.
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Desde luego, un gran beneficio es tener privilegios.Cuando otra persona tiene más privilegios que ellos, lo ven como un beneficio para esa persona más que como un motivo para sentirse infelices.
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
a mi me parece un poco como "si no eres capaz de ser feliz a pesar de pasar hambre, frío y vivir en la miseria, es porque no te esfuerzas". Seamos todos felices, veamos que los demás tienen más que nosotros y seamos felices por ellos, y si nos gfalta algo, sepamos aún asís er felices.... y lo de las castas indias, que no se muevan eh, que así, todos felices, pero unos más felices que otros, se está el mundo tranquilito y todo permanece igual.
No em gusta por la parte de inmovilismo social que provoca. No no, los seres humanos tenemos zonas erróneas, tenemos cualidades y defectos. Este libro ya lo leí hace tiempo y me pareció pura basura. Cuanta autoexigencia oye, tener que ser libre, feliz y fluir a cada momento!! pues a veces nos bloqueamos, lloramos, no sabemos reaccionar, nos perdemos, etc y en cuanto podemos, nos levantamos y seguimos apra alante. Pero que venga un escritor a definir cómo es la gente "realmente guay", a mi me apesta.
Un consejo: hay más y mejor filosofía vital en cuaklquier otro rincón que no pretenda tenerla: una señora mayor en la cola de la epscadería, una viñeta de un cómic, un chaval de 6 años, que en un señor que se dedica a escribir libros de autoayuda.
Por otro lado, yo en cambio cosnideroq eu la culpa es sana mentalmente. Es lo que hace que nos remueva dentro nuestro error, que lo miremos de frente y digamos: ouch, la he cagado, intentaré arreglarlo, e intentaré que me quede grabado el no volver a cometerlo. La gente que es capaz de digerir en un segundo sus errores, no es humana, es un replicante. Coño, que es que aprece que últimametne salgan tropecientos libros que intentan explicar que todo en la vida hay que vivirlo con una sonrisa: que a tu hijo le detectan cáncer? sonríe porque lo has conocido! que por un error has causado un enorme daño a un gran amigo? buenoo, la culpa es algo incómodo, no pasa nada, yo sonrío!
Yo que sé, a ver si nos enteramos: la tristeza, el dolor, la angustia, el llanto, la incertidumbre, la culpa, el remordimiento, la ira...son tb sentimientos que están en nuestro puto cerebro. Lo importante es que estén equilibrados. Me dan miedo las personas que siempre están felices, que siempre sonríen, que siempre están alegres. Porque o son unos cyborgs, o lo único que hacen es llevar esa máscara, y luego llorar, sufrir, enfadarse, etc, a solas
No em gusta por la parte de inmovilismo social que provoca. No no, los seres humanos tenemos zonas erróneas, tenemos cualidades y defectos. Este libro ya lo leí hace tiempo y me pareció pura basura. Cuanta autoexigencia oye, tener que ser libre, feliz y fluir a cada momento!! pues a veces nos bloqueamos, lloramos, no sabemos reaccionar, nos perdemos, etc y en cuanto podemos, nos levantamos y seguimos apra alante. Pero que venga un escritor a definir cómo es la gente "realmente guay", a mi me apesta.
Un consejo: hay más y mejor filosofía vital en cuaklquier otro rincón que no pretenda tenerla: una señora mayor en la cola de la epscadería, una viñeta de un cómic, un chaval de 6 años, que en un señor que se dedica a escribir libros de autoayuda.
Por otro lado, yo en cambio cosnideroq eu la culpa es sana mentalmente. Es lo que hace que nos remueva dentro nuestro error, que lo miremos de frente y digamos: ouch, la he cagado, intentaré arreglarlo, e intentaré que me quede grabado el no volver a cometerlo. La gente que es capaz de digerir en un segundo sus errores, no es humana, es un replicante. Coño, que es que aprece que últimametne salgan tropecientos libros que intentan explicar que todo en la vida hay que vivirlo con una sonrisa: que a tu hijo le detectan cáncer? sonríe porque lo has conocido! que por un error has causado un enorme daño a un gran amigo? buenoo, la culpa es algo incómodo, no pasa nada, yo sonrío!
Yo que sé, a ver si nos enteramos: la tristeza, el dolor, la angustia, el llanto, la incertidumbre, la culpa, el remordimiento, la ira...son tb sentimientos que están en nuestro puto cerebro. Lo importante es que estén equilibrados. Me dan miedo las personas que siempre están felices, que siempre sonríen, que siempre están alegres. Porque o son unos cyborgs, o lo único que hacen es llevar esa máscara, y luego llorar, sufrir, enfadarse, etc, a solas
Tanto gilipollas y tan pocas balas.
¿Y qué pasa si el cambio climático es un engaño y estamos creando un mundo mejor para nada?
http://www.mundolibertario.org/milicia-cebolla/
¿Y qué pasa si el cambio climático es un engaño y estamos creando un mundo mejor para nada?
http://www.mundolibertario.org/milicia-cebolla/
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Interesante lo que dices Yoskan.
Sin duda alguna, el peligro de inmovilismo siempre va a estar ahí. En una “sociedad anarquista” también puede darse, estaría bien siempre estar al tanto de esto. Por eso yo considero que el cambio no tiene meta, sino que es un proceso. Por lo tanto el esfuerzo es inherente a la búsqueda de otras formas posibles de disfrutar de la vida. La filosofía se vuelve al infinito, cuando se mantiene esa voluntad de superación y para ello sin duda hace falta potenciar el entendimiento con afectos alegres, esto es dejar de sentirse culpable. La culpa por lo que haces o por lo que dices, obstruye esa superación: te impide actuar. Conciencia de que "me he equivocado" no es "sentirse culpable", sino sólo inyectar el odio al otro "para ver si así se entera", digamos que lo que persigue esa "crítica" es eso. El odio no tiene como horizonte la mejora del entendimiento.
Yo veo a Spinoza detrás de lo que dice este hombre.
El libro no lo he leído, por lo que puede ser efectivamente bastante malo. No lo sé. Si nos encontramos con una idea de inclusividad absoluta tal y como yo la planteo, hay mejoras y superación de peligros, adversidades etc, pero no hay una identidad del proceder correcto que en cualquier caso partiría de de un ego, que regaña y es autoritario para consigo mismo y para con los demás.
Tampoco creo que se trate de “estar siempre felices”, sino de encontrar la manera de estar activos, sin reaccionar. Me explico: la negatividad de ciertas situaciones puede conllevar una actitud respecto a los demás de reacción. “Sois idiotas, no valéis un céntimo, vuestro anarquismo es puro estatismo…” No veo más que reafirmación del ego y perjuicios, la creatividad como pura activación del pensamiento desaparece, o se debilita lo suficiente como para no dejar de lado resquicio a la duda, la autocrítica, plantear cosas alternativas. No se trata de no “hacer nada”, sino de hacerlo con el total convencimiento de que se persigue únicamente contagiar de alegría a esa subjetividad renegada que se venga, que no tiene voluntad de cambio, que se niega en definitiva a sí misma. Tal vez, yo estoy yendo más allá de lo dicho por el autor (mi intención no es “defenderlo”), pero me parece que lo de estar siempre viendo a todos como “enemigos”, no ayuda mucho, parte de una forma de ver el mundo auto referencial, que se cree lo suficientemente autócrata como para poder tener vía libre para “humillar”. La armonía hay que buscarla en el plano de inmanencia. Pienso que se le dedica muy poco miramiento en intentar hallar y potenciar la faceta “anarquista” de la gente con tal de no negarles sus posibilidades de cambio, sin por ello dejar de ser críticos. Por lo que hace falta más que nunca, una “sensibilidad” nueva que no se oponga, sino que se plantee, se desarrolle dentro del marco del constructivismo. El constructivismo es el arte de ver lo que hay de subversivo en los otros, pero al mismo tiempo, poner en sobrealetar de posibles peligros. Para mí este nuevo plano de sensibilidad del que hablo se basa en la imagen que tenemos respecto a los otros: respetuosa, tolerante y abierta al diálogo. Todo el mundo tiende a relacionarse con todos de una manera transversal, esto es hacer del mundo algo intensivo.
Sin duda alguna, el peligro de inmovilismo siempre va a estar ahí. En una “sociedad anarquista” también puede darse, estaría bien siempre estar al tanto de esto. Por eso yo considero que el cambio no tiene meta, sino que es un proceso. Por lo tanto el esfuerzo es inherente a la búsqueda de otras formas posibles de disfrutar de la vida. La filosofía se vuelve al infinito, cuando se mantiene esa voluntad de superación y para ello sin duda hace falta potenciar el entendimiento con afectos alegres, esto es dejar de sentirse culpable. La culpa por lo que haces o por lo que dices, obstruye esa superación: te impide actuar. Conciencia de que "me he equivocado" no es "sentirse culpable", sino sólo inyectar el odio al otro "para ver si así se entera", digamos que lo que persigue esa "crítica" es eso. El odio no tiene como horizonte la mejora del entendimiento.
Yo veo a Spinoza detrás de lo que dice este hombre.
El libro no lo he leído, por lo que puede ser efectivamente bastante malo. No lo sé. Si nos encontramos con una idea de inclusividad absoluta tal y como yo la planteo, hay mejoras y superación de peligros, adversidades etc, pero no hay una identidad del proceder correcto que en cualquier caso partiría de de un ego, que regaña y es autoritario para consigo mismo y para con los demás.
Tampoco creo que se trate de “estar siempre felices”, sino de encontrar la manera de estar activos, sin reaccionar. Me explico: la negatividad de ciertas situaciones puede conllevar una actitud respecto a los demás de reacción. “Sois idiotas, no valéis un céntimo, vuestro anarquismo es puro estatismo…” No veo más que reafirmación del ego y perjuicios, la creatividad como pura activación del pensamiento desaparece, o se debilita lo suficiente como para no dejar de lado resquicio a la duda, la autocrítica, plantear cosas alternativas. No se trata de no “hacer nada”, sino de hacerlo con el total convencimiento de que se persigue únicamente contagiar de alegría a esa subjetividad renegada que se venga, que no tiene voluntad de cambio, que se niega en definitiva a sí misma. Tal vez, yo estoy yendo más allá de lo dicho por el autor (mi intención no es “defenderlo”), pero me parece que lo de estar siempre viendo a todos como “enemigos”, no ayuda mucho, parte de una forma de ver el mundo auto referencial, que se cree lo suficientemente autócrata como para poder tener vía libre para “humillar”. La armonía hay que buscarla en el plano de inmanencia. Pienso que se le dedica muy poco miramiento en intentar hallar y potenciar la faceta “anarquista” de la gente con tal de no negarles sus posibilidades de cambio, sin por ello dejar de ser críticos. Por lo que hace falta más que nunca, una “sensibilidad” nueva que no se oponga, sino que se plantee, se desarrolle dentro del marco del constructivismo. El constructivismo es el arte de ver lo que hay de subversivo en los otros, pero al mismo tiempo, poner en sobrealetar de posibles peligros. Para mí este nuevo plano de sensibilidad del que hablo se basa en la imagen que tenemos respecto a los otros: respetuosa, tolerante y abierta al diálogo. Todo el mundo tiende a relacionarse con todos de una manera transversal, esto es hacer del mundo algo intensivo.
- En_Libertad
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- Registrado: 04 Jul 2011, 17:37
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Yo también pienso que la culpa es un sentimiento paralizador que hay que quitárselo de encima porque no lleva a ningún sitio. Otra cosa es la capacidad de reconocer el error y el sufrimiento en los demás, empatía, otra emoción mucho más efectiva que la culpa.
Otra cosa que me parece básica es que cada uno puede disfrutar de la vida como le plazca no tiene porque haber un modo universal simplemente podemos elegir relacionarnos o no.
Otra cosa que me parece básica es que cada uno puede disfrutar de la vida como le plazca no tiene porque haber un modo universal simplemente podemos elegir relacionarnos o no.
No me digas cómo tengo que vivir.
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
A proposito del "pensamiento positivo" como contro social
http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/18196
http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/18196
"Acontécete ante tí mismo" Pessoa (Libro del Desasosiego)
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/18196
Es que ahí hay un error que es bastante de bulto: si te dicen, ale te quitamos el trabajo, te quitamos la casa…. Pues como que es un pensamiento CAPITALISTA, ya que son los intereses financieros los que rentabilizan las miserias de la gente. Ahí se dice de manera implícita que tú eres el culpable, que el capitalismo es lo que funciona, es la manera correcta de ser en la vida. ¿Eso es pensamiento positivo? Yo lo veo bastante negativo. Te niegan tu potencia de ser otro modo, para que encajes sí o sí en dicho axioma. Es la tristeza lo que hace que unos pocos lo acaparen todo:”los otros también lo harían, seguro que si no les diéramos trabajo estarían todo el día matándose entre ellos y haciendo el vago”. No hay que confundir la crítica al poder como modo de autotransformación permanente con el psicologismo barato. De todas formas está bien señalar estos peligros para darnos cuenta de la deriva de conformarnos con cualquier cosa en aras de la "felicidad".
Es que ahí hay un error que es bastante de bulto: si te dicen, ale te quitamos el trabajo, te quitamos la casa…. Pues como que es un pensamiento CAPITALISTA, ya que son los intereses financieros los que rentabilizan las miserias de la gente. Ahí se dice de manera implícita que tú eres el culpable, que el capitalismo es lo que funciona, es la manera correcta de ser en la vida. ¿Eso es pensamiento positivo? Yo lo veo bastante negativo. Te niegan tu potencia de ser otro modo, para que encajes sí o sí en dicho axioma. Es la tristeza lo que hace que unos pocos lo acaparen todo:”los otros también lo harían, seguro que si no les diéramos trabajo estarían todo el día matándose entre ellos y haciendo el vago”. No hay que confundir la crítica al poder como modo de autotransformación permanente con el psicologismo barato. De todas formas está bien señalar estos peligros para darnos cuenta de la deriva de conformarnos con cualquier cosa en aras de la "felicidad".
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Esto no quiere decir que no debamos replantearnos el tema de la vida individual (algo de lo que bien vendría retomar a los clásicos griegos) sino que debemos ir mas allá del sistema dentro de esta orientación de lo personal.(15) De hecho, los libros de autoayuda son el complemento moral y terapéutico que exige el individualismo neoliberal (Rimke, 2000: 61-78). En efecto, del mismo modo que para la política, la economía y la justicia liberales no hay comunidad, sólo individuos, así para los teóricos de la autoayuda, el entorno comunitario es irrelevante. Por otro lado, esos libros continúan y perfeccionan las estrategias disciplinarias y biopolíticas que inaugura la modernidad. Sin embargo, hay una importante diferencia: con la autoayuda cada individuo interiorizará la necesidad de disciplinarse y de mejorar su vitalidad.
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
Puedes poner el texto completo D-503?
Re: Cómo disfrutar de todo lo que te brinda la vida.
En realidad es sólo una nota aleatoria dentro de otro gran texto sobre la crisis de la política moderna y el auge de un comunitarismo de corte anarquista. Pero de todos modos, si quieres leerlo aquí lo tienes:
http://www.ucm.es/info/nomadas/
Es el número 7, sobre crisis del estado y autoorganización anarquica.
http://www.ucm.es/info/nomadas/
Es el número 7, sobre crisis del estado y autoorganización anarquica.