Este tema ha sido discutido en otros foros de alasbarricadas pero a lo que voy concretamente es si una persona decide utilizar su cuerpo como herramienta ¿quién soy yo para prohibirselo? y si una persona es obligada a prostituirse ¿no sería posible detectarlo si esa actividad estuviese legalizada?
Os digo, en una asociación en la que estoy ha surgido el tema de la doble moral de mirar para otro lado y no sabemos exactamente que hacer ni como enfocar el tema. Escritos poco podrían hacer ya que la Administración no reconoce esa actividad. Tabú. Si hicieramos algo tendría que ser a través de jornadas, cine, exposición y repetitivo para cambiar algo.
En mi pueblo por lo menos existen dos casas y en una ocasión una chica consiguió escapar a través de quejas a los clientes y eso trascendió a la prensa. ´
Yo pienso que legalizando (lo ilegalizable) se podrían colocar controles de Sanidad, de Trabajo... y no les sería tan fácil retener a alguien contra su voluntad y ahora mismo ser prostituta es un oficio que se ven obligadas a desempeñar muchas mujeres.
En este enlace se hablaba del fracaso de la legalización http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... &start=345
Más sobre una posible legalización
http://ar.groups.yahoo.com/group/judais ... essage/280En ese tiempo, los prostíbulos de Buenos Aires eran lugares legalmente
habilitados y cínicamente justificados por los políticos poderosos, en tanto
fuente de recaudación monetaria de la urbe y clandestino circuito de
distribución de coimas y armado de negociados entre el Consejo Deliberante
Nacional, funcionarios de Polonia y cafishos de la Asociación Mutual Varsovia.
La corrupción de las cosas, en este caso del accionar político y cívico, es uno
de los rostros más conocidos de lo abyecto, sostiene Julia Kristeva. Lejos de
asumir una ley, la corrompe, la desvía y la descamina siendo éste el modo de
accionar de los actores antes mencionados. En el caso de la mutual, funcionaba
como infecto toldo encubridor de la trata de jovencitas judías extirpadas de la
dolorosa pobreza y racismo de sus pueblos europeos, para luego ser insertadas en
el centro mismo de la cloaca nacional.