Reportaje de F.G., aparecido en "Tierra y libertad" de abril de 2007
------------
Según una estimación bastante conservadora, en este momento hay en Irlanda hasta 30 campañas locales contra planes propuestos de desarrollo que dañan el medio ambiente. Las principales son las que se oponen a la construcción de plantas incineradoras en Ringsend, Dublín y Ringaskiddy, otras en Cork y una más en Bantry, en la parte rural del condado de Cork contra unas torres de alta tensión, que parece haber concluido con éxito. Además hay otras en Erris, en el condado de Mayo, que se opone a un gasoducto y una refinería que Shell está construyendo.
Estas luchas han empleado diferentes métodos y formas de organizarse, algunos legales cómo apelaciones a la "An Bord Plenala", la junta planificadora que se encarga de recibir las alegaciones contra los planes de desarrollo del gobierno local, o recursos legales para intentar parar los proyectos a través del Parlamento. Protestas y acción directa, aunque menos comunes, no son del todo desconocidas.
En general en Irlanda el sector de las ONG ecologistas es bastante pequeño, y las pocas que hay no tiene relación con las luchas locales contra estos planes y desarrollos. Hay un partido ecologista (Green Party), pero sólo muestra interés en las campañas cuando se dan en áreas en las que tenga presencia electoral y su base militante es muy pequeña.
Erris es un zona muy remota, rural y marginal de la parte oeste de Irlanda, la que mira al Atlántico, que se caracteriza por pequeñas granjas de arrendatarios asentadas en tierra bastante pobre, con algo de pesca de bajura y un ritmo de emigración muy grande. Con una estructura social similar a la de la isla de Achill, situada más al sur y que se solía conocer como los cuarteles de invierno de los jornaleros de las fincas inglesas, lo único que ha cambiado en su estructura económica es que ahora los emigrantes se encuentran en otras partes y dedicados a otros menesteres. Una parte de la población habla gaélico (irlandés), pero esta lengua es minoritaria a pesar de los intentos del gobierno irlandés por favorecer la expansión del gaélico en el territorio como alternativa al inglés, animado por su ideología nacionalista. De hecho a mediados de los 60 los hablantes de irlandés se organizaron en una especie de movimiento por los derechos civiles.
A diferencia del resto de la zona oeste de Irlanda, aquí el turismo no es una parte importante de la vida económica en Erris. Probablemente la naturaleza aislada de la economía local haya jugado un papel en la elección de esta zona para la instalación de una refinería. De hecho esta planta de la petrolera Shell no es la única iniciativa de este tipo, altamente contaminante y con escasa necesidad de mano de obra, que se ha planeado para la zona.
Desde el año 2000 se viene intentando construir un gasoducto de 9 km de largo en Erris, pasando por el pueblo de Rossport hasta una refinería en un lugar llamado Ballinaboy. Esto se hace para extraer el gas del campo Corrib, a unos 80 km al sur en el Atlántico, que se descubrió en 1996. El último plan que el Estado ha hecho público es asegurarse que todas las reservas de gas de la zona oeste son explotadas mediante la construcción de más refinerías en Erris, pero muchos residentes, al igual que otros activistas, creen que también se planea construir instalaciones para la refinación de crudo.
En un principio la empresa encargada de este proyecto era Enterprise Energy, pero luego Shell la compró, y ahora la construcción está en manos de un grupo de empresas encabezadas por esta petrolera, pero en el que también participan Statoil y Maratón.
Desde el principio el proyecto ha contado con el apoyo de los próceres locales: la cámara de comercio, el clero y los representantes de los dos partidos de derechas que tienen representación en Erris. La principal oposición se ha organizado en torno a la campaña "Sheel to Sea" (Shell al mar) que intenta, como su nombre indica, que los planes con los que esta compañía trata de reducir gastos mediante una refinería en tierra firme sean sustituidos por un proyecto más caro de instalaciones en el mar. De hecho este suele ser el modelo más habitual en la industria petrolífera, pero ahora Shell intenta recortar gastos mediante un proyecto novedoso. Esta es una demanda mínima, que se centra en pedir lo que se considera factible, pero ahora la resistencia se ha profundizado y ha evolucionado a una crítica más profunda del "estado de las cosas". La campaña se centra primordialmente en los negativos efectos que puede tener en la salud de los residentes locales en caso de que el proyecto siga adelante de la forma en que se ha planteado.
Resistencia
La parte del proyecto que concierne a la refinería se retrasó varios años hasta que finalmente recibió el visto bueno a finales del 2004, cuando el gasoducto se excluyó del proceso de planificación requerido. Los trabajos empezaron la primavera de 2005 y estuvieron parados por una serie de acciones directas desde junio de ese mismo año hasta octubre del 2006.
Durante la primavera y el otoño de 2005 cinco granjeros estuvieron encarcelados por negarse a permitir el paso de los constructores a través de sus tierras, a pesar de existir una orden judicial a este respecto ya que estas granjas se hallaban en una zona de expropiación obligatoria, en el trayecto del gasoducto. A estos presos se les llegó a conocer como los "cinco de Rossport" y se volvieron símbolos populares de resistencia. Fueron liberados tras pasar noventa días en prisión.
Después de estas condenas se organizaron piquetes masivos, de varios cientos de personas en un área que está escasamente poblada, y se consiguió parar las obras en tres sitios distintos: Glengad, que es el lugar por el que el gasoducto llega a la costa, Rossport, que es por donde transcurre la mayor parte del trazado y Ballinaboy, que es el futuro emplazamiento de la refinería. En agosto los pescadores anunciaron su intención de bloquear el lugar en el que se trabajaba en el trazado marítimo del gasoducto, lo que consiguió que se detuviera esta parte del proyecto.
En junio de 2005 se estableció el Campamento de Solidaridad con Rossport, que está en pleno trayecto del gasoducto y es un lugar que permite alojar a la gente que se desplaza hasta la zona para participar en la lucha.
Tras todo esto el Estado se esforzó en disminuir la resistencia haciendo alguna que otra concesión a la vez que seguía adelante con el proyecto. Se puso en libertad a los detenidos, se nombró un negociador gubernamental -que procedió a emitir un informe favorable a Shell- y se propusieron modificaciones al trazado del gasoducto pero sin especificar cuáles. Esta parte del proceso se prolongó durante casi todo el 2006, y como parte de él se anunció que las ciudades del condado de Mayo, en el cual se encuentra Erris, van a pasar a formar parte de la red nacional de gas, mientras que antes se proponía que su suministro proviniera directamente del campo oeste.
En septiembre de 2006 Shell anunció su intención de reanudar los trabajos en la refinería, pero la presencia de gente en el piquete se incrementó masivamente para enfrentar esta nueva amenaza. Hay que tener en cuenta que los que participan en el bloqueo han estado acudiendo al piquete todos los días laborables desde julio del 2005. Finalmente el 3 de octubre de 2006 el gobierno envió 250 policías de todo el país para forzar la reapertura de los trabajos en Ballinaboy. Hay que tener en cuenta que en condiciones normales hay 20 policías estacionados en toda la zona de Erris. Con este despliegue se consiguió reabrir la obra, y ahora la estrategia ha pasado a ser la de contratar mano de obra local para los trabajos con el objetivo de crear divisiones entre la población local y así permitir que el Estado y los medios de comunicación puedan presentar la situación como la de una guerra civil.
Junto a la masiva presencia policial se han producido ataques en los medios de comunicación, cada vez más hostiles, muchas veces por parte de políticos y hombres de negocios locales. La policía sigue una política de no practicar detenciones para no crear mártires, tal y como ha declarado en público el oficial encargado de la operación. Pero en su lugar están recurriendo al asalto: desde octubre todos los intentos de bloquear las obras han sido impedidos con cargas policiales.
De todas formas, las protestas siguen cada mañana de cada día laborable en la ruta por la que se transportan los materiales de la construcción. También el pasado 16 de febrero se paralizaron las obras durante dos horas por 100 activistas que ocuparon el sitio.
Impacto medioambiental
El impacto local que tiene el vivir junto a una central de Shell tal vez se pueda apreciar mejor leyendo declaraciones de personas que ya viven esta situación: "Hay grandes cantidades de gente que han sido afectadas por el vertido que Shell ha hecho de tonelada tras tonelada de productos químicos en el aire. Esto ha dado lugar a casos de asma, leucemia y cáncer, que se ha vuelto predominante, está por todas partes y presenta unas tasas muy altas. En mi vecindario el 52 por 100 de los niños que van a una escuela de primaria cercana tienen asma y los casos de leucemia son 24 veces más habituales que en el resto de Sudáfrica", según dice Des D'sa, un miembro de la comunidad ecologista de Durban Sur, en Sudáfrica.
"Vemos un lado de Shell que los directores y gerentes tratan que la gente no perciba. La empresa que conocemos está a cargo de un refinería al otro lado de nuestra calle, y operan sin tener ningún cuidado. Cada día emite una polución tóxica sobre nuestro vecindario que está dañando a nuestro hijos, que ya no pueden respirar sin un inhalador", como cuenta Milton Kelley de la Community In-Power Development Association, de Texas en los EE UU.
Además de las emisiones aéreas que producirá la refinería se da la circunstancia de que su emplazamiento se halla junto al lago Carrowmore, que es la fuente de agua potable de la región y se ha contaminado con residuos de aluminio procedentes de la obra. Se planea que los deshechos de la refinería se viertan a la bahía de Broadhaven, en la que habitan focas, delfines y ballenas y que es una fuente de recursos para la gente de la zona que pesca en sus aguas. Además está la contribución al caos climático, ya que la refinería emitirá el dióxido de carbono equivalente a 10.000 coches al año y emisiones de metano, para redondear.
Una parte del gasoducto, desde la salida de gas del pozo hasta la refinería, transcurre durante 9 km por tierra, por entre las casa de la gente. A finales de 2005 se hizo público un estudio independiente de seguridad de la instalación por la consultora de EE UU Accufacts, especializada en gasoductos, en el se decía que: "El proyecto de Corrib no es una instalación normal, ya que se puede dar la posibilidad de que tenga que operar a presiones particularmente grandes. Esto puede aumentar mucho la posibilidad de ruptura del gasoducto".
Otro tema que ha sido destacado por la campaña han sido las condiciones extremadamente neoliberales de la producción de gas y petróleo en Irlanda, ya que el Estado tiene unos impuestos muy bajos, posiblemente los más ajos del mundo en términos efectivos, y además las compañías puede desgravar los costes de construcción de lo que pagan, con lo que en realidad acaban no pagando impuestos. Aparte de los intereses de Shell y Statoil también Exxon-Mobil tiene una participación del 80 por 100 en un campo de petróleo y otro de gas en la costa oeste en el que están involucradas varias empresas irlandesas, incluyendo una que es propiedad del magnate internacional de los medios de comunicación Tony O'Reilly.
Papel de la izquierda libertaria
Tanto anarquistas como ecologistas radicales y sectores no jerárquicos del movimiento antiglobalización han estado involucrados en la lucha. Esto ha sido un factor determinante en la proliferación de grupos de Shell to Sea en varias partes del país, además de estimular la creación del campamento y de acciones solidarias en el Reino Unido. Probablemente esta sea la lucha popular más significativa en Irlanda en contar con esta movilización de la izquierda libertaria desde las campañas contra la extracción de Uranio y las centrales nucleares a finales de los 70 y principios de los 80.
La campaña de Shell to Sea ha contado con bastante apoyo internacional. El 10 de noviembre de 2006 hubo una protesta frente a la refinería de Shell en Durban, Sudáfrica, al mismo tiempo que se llevaba a cabo un día de acción en Erris en el que el intento de bloquear las obras se enfrentó a la violencia policial. La fecha marca el aniversario de la ejecución de diez oponentes de Shell en Nigeria, el más famose de ellos Ken Saro Wiwa. Las visitas entre Durban y Erris han sido recíprocas y también familiares de Saro Wiwa han viajado a Irlanda para participar en manifestaciones y encuentros públicos, y la conexión entre Erris y Nigeria se halla plasmada en pinturas murales, carteles de protesta y una hilera de cruces blancas en conmemoración de los ejecutados. Otros visitantes han sido personas que mantienen luchas en torno a la extracción de recursos naturales en Appalachia, Islandia, Ecuador y Bolivia. Se han hecho acciones de solidaridad con la lucha contra Shell en otros países, principalmente el Reino Unido, pero también en los EE UU, España, Holanda, Alemania, Noruega, Suecia y Australia.
El futuro
A pesar de que Shell vuelve a tener el control de la refinería de Ballinaboy tras el invierno de 2006 a 2007, debido a razones climáticas y geológicas (dicho en otras palabras, lluvia y suelos blandos de turba) el trabajo se halla menos avanzado ahora que cuando se detuvo la primera vez en 2005. De momento todo lo que se ha podido hacer es trabajo preparatorio sobre el terreno, previo a poder comenzar con la obra en sí.
Los medios de comunicación y la policía han tenido su efecto sobre la campaña y han disminuido la militancia. Hay que tener en cuenta que todo esto ocurre en un lugar en el que nunca antes se había dado una movilización de este tipo. A pesar de todo esto los manifestantes han seguido acudiendo a la cita cada mañana de todos los días laborables, y la breve interrupción de los trabajos el 16 de febrero puede anunciar una vuelta a los métodos de acción directa que tan útiles han sido a la lucha hasta ahora.
La construcción de la refinería en sí, planeada para el verano del 2007, durará unos dos años y es obvio que Shell está buscando una ruta alternativa para el gasoducto, lo que podría abrir un nuevo frente para la lucha. Puede ser que el Estado se retire de la lucha porque aún hay formas institucionales de parar las obras, bien mediante cuerpos reguladores o bien mediante el Parlamento, sobre todo cuando se acercan elecciones a mediados de este año. En cualquier caso, aunque la lucha de Shell to Sea sea derrotada eso no significa el final de la historia, tal y como ha pasado con otras luchas desde las cercanías de este tipo de instalaciones que viven puerta con puerta con las refinerías, ya que sirven para minimizar los efectos, o conseguir que se limpien los desastres que provocan las ya existentes. Además parece que este proyecto es el primero de una serie, y que habrá más.
Mientras que el asunto del impacto medioambiental tiene una capacidad limitada para captar el interés de la mayor parte de la clase trabajadora de otras partes de Irlanda, que pudiera llevar a su implicación, sí lo tiene la posibilidad de que se extienda la rabia por las imágenes de represión encaminada a forzar la instalación de una empresa contaminante y peligrosa. Además, la naturaleza neoliberal de la explotación de recursos en Irlanda une lo que está pasando en Erris con el descontento que se ha extendido por el país por los recortes al sistema educativo y de salud.
La solidaridad y las protestas en el exterior tienen un impacto extremadamente positivo en la moral de la gente que lucha en primera línea contra Shell, Statoil y el Estado irlandés. Se pueden hacer protestas contra todos aquellos intereses relacionados con estas empresas, además de consulados y embajadas irlandesas. Siempre se da la bienvenida a la llegada de voluntarios al campamento de Rossport.
[Irlanda] La lucha contra la petrolera Shell
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
[Irlanda] La lucha contra la petrolera Shell
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
Re: [Irlanda] La lucha contra la petrolera Shell
Para quien le interese este conflicto, existe desde el año pasado un documental llamado "The pipe" (El gasoducto). En la edición de este año de la Seminci (festival de cine de Valladolid) la proyectan pero yo personalmente no podré verla, igual alguien la puede localizar por internet, supongo que será cuestión de tiempo. salud!
http://www.seminci.es/pelicula.php?id=1711
http://www.seminci.es/pelicula.php?id=1711
"Queremos personas capaces de destruir, de renovar sin cesar los medios y de renovarse ellas mismas; personas cuya independencia intelectual sea su mayor fuerza, que jamás estén ligados a nada... aspirando a vivir vidas múltiples en una sola vida".
Francisco Ferrer i Guardia
Francisco Ferrer i Guardia
