Más que nada les escribo para felicitarles por su sabiduría y clara visión de las cosas, y para agradecerles que la compartan.
Uno llega incluso a preguntarse cómo es que no van mejor los asuntos del mundo habiendo personas como ustedes pululando por ahí (aunque no se preocupen, en todo caso conozco la respuesta).
Yo por desgracia no puedo contribuir mucho en ese aspecto pues siempre fui iletrado en éstas y en todas las otras materias, pero al mismo tiempo me alegra comprobar que aún sin haber leído ni un papel me encuentre con que mis ideas e ideales están tan acordes con una ideología ya tan bien formada (supongo que les parecerá ridículo pero no hace ni un mes que comencé a descubrir el significado de palabras como "Anarquía", y tengo 22 años... Les agradezco una vez más que me ayuden a ponerme al día).
De recién llegado tengo mucho también en estos foros, que poco a poco voy conociendo, pero ya a estas alturas he encontrado algo que a la vez que me gusta por demostrar lo exaltado de sus corazones también me entristece, y me gustaría comunicárselo a ustedes por si pudiera servir de algo, no más sea que puedan esclarecer mi visión a este respecto.
Usted mismo ha mencionado, admirado uno de re-evolución, las palabras de Kant que una vez más yo reproduzco: "El conocimiento humano se va complementando y construyendo sobre el conocimiento anterior". Independizando esto del contexto que usted le ha dado (desconozco por completo cuál le daba el propio Kant), creo que es una afirmación bastante acertada, obviando los casos (por otra parte no muy abundantes, y mucho menos hoy en día) en los que una persona es capaz de echar abajo su ideario propio para adoptar uno por completo diferente, y sin contar tampoco, dentro de éstos, los que podemos calificar de "lavado de cerebro", como los que se realizan en sectas y demás, que para empezar necesitan de un líder carismático capaz de llevar tal lavado a cabo y para seguir suelen (e incluso quizá sea así siempre y necesariamente) consistir en un "ensuciado" posterior, pues las ideas que se inculcan parecen ser de más bien baja ralea.
En fin, discuplen que trate de suplir mi incultura con tanta palabrería, que supongo que es lo que estoy haciendo. A lo que apunto es a que (y me temo que daré aún otro rodeo) todo el mundo está en mayor o menor medida convencido de lo que piensa, y aún más de lo que dice. Todos tenemos un "conocimiento humano" individual y propio, todos creemos en lo que creemos saber, y sobre todo casi todos estamos hoy en día profundamente huérfanos de cariño, de amor y comprensión, expuestos gran parte de nuestra vida a tensiones, blindajes, mentiras, agresividad (a causa entre otras cosas, quisiera apuntar de paso, del "progreso" tecnológico -coches, martillos neumáticos, polución del aire, etc.-)...
Y la agresividad se reproduce (sin ir muy lejos a buscar un ejemplo sirvan de prueba estas palabras: "no sería tan malo contigo si no fuese que has iniciado este foro calumniando e insultando"), se duplica hasta el infinito como aquel que está entre dos espejos, con las diferencias de que este reflejo en vez de ser cada vez más pequeño cada vez es más grande y de que no sirve para cortarse el pelo del cogote.
Si el/la compañer@ fidelidad dijo lo que dijo sus razones tendría; su vida, con los años que tenga (probablemente varios), le ha llevado a creer en eso que ha dicho, y por algo será, y algo, quede claro, que nosotros no conocemos (pues no le/la conocemos a él/ella mism@ -uf, se hace pesado esto de varón/hembra).
No caigamos en el error de criticar lo desconocido, que es uno de los defectos, en mi opinión, más deplorables de las personas que yo a falta de otra palabra mejor me limitaré a llamar "de derechas", esperando que se me entienda.
Todo este discurso tan racional (cosa no incompatible con "erróneo", que no digo que no lo sea) lo expongo porque creo que en general existe la tendencia entre los aquí presentes a comunicar más con la "razón" que con el "corazón" (cosa normal tenido en cuenta el medio, que todo lo que decimos lo descuartiza en unos y ceros para luego reconstruirlo en otro lugar), pero en realidad lo que me gustaría poder transmitirles a todos, es, de todo corazón, una vieja y sencilla frase: AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS.
Gracias por su atención y por todo lo demás.
Y me despido con una carita de éstas que siempre me hacen gracia cuando las veo:
