Eso también es despectivo. Como si los que criticamos el lenguaje oscuro fuésemos unos cerrados de mollera. Es una mera observación. No hay ánimo de molestar.
Ahí no hay nada despectivo. No acuso a nadie, ni señalo con el dedo. Me parece mucho más molesto que se realizara ataques a la persona de una manera tal que no se planteara nada que le ayudara a superar problemas y cuestiones nuevas.
Habría que diferenciar entre constructivismo y el resentimiento, que es una reacción hacia lo que se plantea y no una posibilidad nueva de pensar de otra manera, tal y como hace la filosofía. Una reacción sólo destruye, es un tipo de crítica al margen de la creación. Es esencialmente nihilista, no parte de la diferencia en la complementariedad (constructivismo), sino de un juego dicotómico en el cual, cualquier huella reactiva el malestar hacia el otro, que acontece como un deudor. La culpa es una deuda infinita, no hay manera de expiarla, siempre se arrastra hasta la muerte del pensamiento (es un intento de destruir la fortaleza ajena), que es justamente lo contrario a saber; la proliferación de perspectivas y de propuestas alternativas. Bueno esto es un pequeño paréntesis, pero que va en línea con lo que he planteado más arriba: la crítica a la religión como trascendencia y a la ciencia como anulación del devenir y de la construcción. Por contextualizar un poco.
Filósofos, vuelvo a decir, y si no lo digo ahora, somos todos. Todos somos intelectuales. Todos pensamos, proponemos soluciones, intentamos diversas vías...
Todo se construye, uno no nace siendo filosofo.
Yo más bien hablaría de un devenir filosofo de la multitud, el 15-M es un ejemplo de creación de nuevos enunciados, a partir de la inamencia social, del contacto y del encuentro. En este contexto, se han planteado nuevos problemas y posibilidades nuevas a fin de reinventar conceptos como el de Democracia o el de Violencia. Yo pienso que la ciencia instrumentaliza los conceptos, mientras que es la filosofía la encargada de crearlos, evidentemente no los crea de la nada, sino de otros ya creados, pero en tanto que continúan conectándose con lo intempestivo que es el plano de inmanencia, salen del agujero negro del pensamiento positivista. El progreso de la razón y la razón del progreso convergen en un mismo objetivo: La gente no puede hacer nada más que seguir sin desviación posible lo que ya han pensado otros por ti.