Una curiosidad, me di cuenta que ahí se habla del congreso del congreso de la CNT Cataluña, ¿qué pasa?, ¿que se pueden hacer congresos regionales y no solo nacionales?Joreg escribió: ↑22 Oct 2023, 20:02Os dejo un texto que explica las diferencias entre anarco-sindicalistas y Sindicalistas-revolucionarios de la CNT. El artículo se publicó celebrando los cien años del Congreso de Sans. Texto completo en:Saranarca escribió: ↑21 Oct 2023, 20:44¿Qué se puede entender que criticaba entonces de la CNT y el resto, solo el nombre ''anarco'' y/o el que se llamasen anarquistas a esas organizaciones?, ¿o es que en esa época había un grupo dentro de la CNT, etc., que denominados ''anarcosindicalistas'' intentaban hacer de la CNT una un tipo de organización más o menos específica anarquista, en vez de una organización anarcosindicalista de verdad como siempre se entendió y entiende ese termino?
https://aivanarquistas.blogspot.com/200 ... sans.html
EDITADO: Más cosas. ¿Qué diferencia hay, si la hay, entre sociedad de oficio, sociedad obrera y sociedad de resistencia?
Más aun, y relacionado con lo que pregunté antes:
Así que como dijiste, sí, el tema de que el sindicato tiene que organizar la economía es cosa ''de siempre'', incluso antes del IV congreso (ya en el regional de Sants, que luego se ratificaría en el II congreso nacional, el de la comedia en 1919) Y como recordaba haber leído, eso trajo polémica desde el principio; lo que me trae de cabeza es saber qué argumentos exactamente manejaban los críticos.Y pese a todo se convocó, el mes de mayo de 1918 y con premura, pero ahí estaba a punto de llegar. En 1917 también hubo una convocatoria del entonces Secretario regional, Ángel Pestaña. Un año después el Secretario regional era Salvador Seguí. Seguí lanzó la convocatoria del encuentro que se fijó para los días 28, 29 y 30 de junio. Apenas dos meses para prepararlo.
El Congreso, ya hemos dicho que era necesario, tuvo otros significados más allá de los estrictamente organizativos. Como hemos explicado más arriba, la CNT surgió con la intención de aunar las múltiples sociedades obreras existentes y reunió a sociedades y delegados de muy distinta ideología. Se inspiraba en el sindicalismo revolucionario de corte francés, hasta el nombre, CGT, se copió en un primer momento si bien pronto fue rectificado. El sindicalismo revolucionario aceptaba en el sindicato todas las ideologías, tanto políticas como solo sindicales. La condición era que no se usara el sindicato como plataforma de discursos políticos, era el apoliticismo. Desde 1906 se aceptaba los principios de la Carta de Amiens que además del apoliticismo adoptaba la “acción directa” y la huelga general como herramientas de lucha. Se aceptaba la lucha por mejoras parciales pero sin perder de vista que el fin último era la emancipación total del trabajador del capitalismo y que la organización de la sociedad en ese momento correspondería al sindicato.
Nada de esto había quedado meridianamente claro en 1910 y en cambio sí se aceptará en Sants. Y al mismo tiempo se acentuó la tendencia libertaria mientras se reducía la presencia socialista y desaparecía cualquier otra tendencia.
La aceptación del sindicalismo revolucionario nunca fue bien vista por la vieja guardia ácrata. Aparecen aquí unas tensiones que se mantendrán a lo largo de todos esos años, entre los hombres de 1910 que por simplificar diremos que se agrupaban en torno a la revista Tierra y Libertad, y quienes estaban preparando el encuentro de Sants, gente nueva, más cercana a un concepto colectivo del anarquismo, partidaria del sindicalismo. Y con todo hay que subrayar que nunca se puso en cuestión la necesidad de la CNT por ninguna de las dos tendencias, solo su enfoque, la forma de lucha, no el sindicato en sí.