Ha muerto Juan Mariné

[kabuti]

Estos días hemos asistido al fallecimiento de personas importantes en el mundo de la cultura a nivel global. Sin ir más lejos, ayer fuel el caso de Paquita la del Barrio. Pero hoy, las personas anarquistas estamos especialmente de luto, ha muerto Juan Mariné, quien filmó el entierro de Durruti, así como un gran militante anarquista.

Referencia: https://www.elsaltodiario.com/obituario ... ro-durruti

Que la tierra le sea leve

[asicum]

Yo, esto que cuenta, no me lo creo:

“Después de la guerra, cuando nadie me daba de comer porque decían que yo era de los que habían perdido la guerra y que me fuera a hacer puñetas, tuve que ir a la sede de Falange a que me dieran el carnet para poder trabajar —antes tenías que hacerlo en CNT-FAI—, y el mismo individuo que me había dado el carnet de CNT-FAI estaba sentado en una mesa con la camisa de Falange, el correaje, los letreros de Falange detrás. Me despachó rápido, no quiso que me entretuviese allí. Cerré la puerta, salí y me agarré a la barandilla porque era incapaz de bajar la escalera. Lo que había visto allí, aquella oficina que era de CNT-FAI, donde me dieron el carnet, que ahora era de Falange, olvidando que habían causado la muerte de media España. Bajé la escalera llorando, no podía aguantar que aquel señor cambiando de camisa estuviera allí. Fue un momento en el que recapacité sobre toda la guerra, bajando aquella escalera de dos pisos. He sido un imbécil sentimental toda la vida”.

[Joreg]

El carnet, que yo sepa, era el de la CNT. No de la CNT-FAI. No tendría mucha idea o lo recordaría de aquella manera.

Que habría cambios de chaqueta... Pues seguro. Cuando se hizo la afiliación obligatoria, a CNT o a UGT, mucha gente de derechas se apuntaría a CNT. Y mucha gente indiferente, que solo quiere tener un jornal. Mientras no se opongan activamente, por mí, bien. No se puede hacer feliz a todo el mundo. Ni todo el mundo va a pensar como uno.

Puede que fuera verdad, o no, o un recuerdo inventado. Yo recuerdo cosas de mi infancia que no pasaron, porque me las contaron o yo las elaboré de alguna manera.

[asicum]

Casos de cambio de bando por cuestiones de supervivencia supongo que se darían, pero de forma más subrepticia ¿no? A mí me cuesta mucho creer que alguien que ha estado expidiendo carnés de la CNT en primera línea de la oficina y de cara al público pudiese cambiar tan fácilmente de bando en la posguerra. No sé, o era un topo de la falange o después se utilizó como ejemplo eficiente de reconversión ideológica para la propaganda franquista. Lo más seguro es que los de la CNT colocaron ahí ingenuamente (quizá no investigaron bien a la persona o no dispusieron de tiempo o medios para ello) a un tipo muy de derechas que hábilmente supo salir ileso ante la que se le hubiese podido venir encima.


Creo que la conclusión a la que llega el entrevistado, a raíz de esa experiencia personal, de que la guerra civil fue más una lucha por la supervivencia individual que colectiva (el chaqueterismo elevado a su máxima potencia), para mí es errónea.

[Pachon]

Se podía reducir la condena o evitarse, incluyendo el fusilamiento si alguien hablaba bien de ti. Alguna vez eso funcionó.

[Joreg]

Lo más seguro es que los de la CNT colocaron ahí ingenuamente (quizá no investigaron bien a la persona o no dispusieron de tiempo o medios para ello) a un tipo muy de derechas que hábilmente supo salir ileso ante la que se le hubiese podido venir encima.

CNT con la afiliación obligatoria, llegó a tener más de dos millones de afiliados solo en la zona republicana. Es decir, que le llegó una pila de gente. Solo la logística para expedir carnets, hacer las fichas y controlar esa movida... Es la leche. Yo recuerdo que alguna vez que me han querido colar doscientas afiliaciones en un día (alguien que a todas luces se me estaba dando importancia), le planteaba cómo lo había hecho, poniéndolos en cola, dónde estaba el libro de cuentas con los ingresos, fichas, domicilios... Y me llamaba burócrata. Yo que sí que he hecho alguna afiliación, te digo que se echa un rato. Y si llevas tesorería, se echa aún más rato, ver todos los meses la lista, quién ha pagado, quién no, y cómo se les cobra.

Siempre viene ver estas cosas fríamente. Si yo fuera un emboscado en 1937, o sea, alguien que solo quiere salir del paso, librarse de ser movilizado y de que le manden a pegar tiros a Teruel, estar cómodo y comer tres veces al día, meterme en la oficina de un sindicato a hacer fichas y llevar la contabilidad es una salida. Conoces gente, estableces contactos, y haces una red de amistades. Y eso cuando cambia el viento, te puede servir para cambiar de bando sin despeinarte. No quiero ni pensar en si eres un facha, y tienes la lista de la afiliación sindical. En fin, yo supongo que los que estaban a cargo en esa época, no eran tontos y controlaban esos temas. Ya te digo que el compa Mariné, con 104 años, vete a saber cómo elaboró ese recuerdo. Yo tengo unos pocos menos, y la cabeza no me funciona como cuando tenía veinte años.

Creo que la conclusión a la que llega el entrevistado, a raíz de esa experiencia personal, de que la guerra civil fue más una lucha por la supervivencia individual que colectiva (el chaqueterismo elevado a su máxima potencia), para mí es errónea.

Fue muchas más cosas que eso, claro que sí.

[asicum]

Vale, gracias por la aclaración, ahora se entiende mucho mejor. De todas formas, no entiendo cómo alguien se puede mantener en un mismo puesto como si no hubiese pasado nada, como si no hubiese habido una guerra civil y una posguerra, apoltronado cómodamente en una misma oficina, en el antes y en el después, porque supuestamente primero, siendo cenetista, tendría buenos contactos y posteriormente, siendo falangista, pues más de lo mismo.

[centinela]

No es fácil corroborar un relato como el que nos cuentas de Mariné, pero desde luego es verosímil. No era nada extraño que los franquistas ofrecieran puestos a los sindicalistas enemigos que gozaban de buena reputación entre los trabajadores. El pacto sería; tú me das un prestigio que necesito para afianzar el nuevo régimen y a cambio te permito conservar la vida. Eso mismo le ofrecieron nada más y nada menos que a Joan Peiró, que había sido (un buen) ministro de industria. Peiró prefirió morir a servir al enemigo fascista, pero ese nivel de integridad no es comparable al que estuviera dispuesto a asumir el militante medio, especialmente quien tuviera una familia que no hubiera podido huir al exilio. Es de entender el disgusto de Mariné, no digo que no, pero hay que quitarle el romanticismo a estas cuestiones para llegar a entenderlas.

Para otras perversiones anarcofalangistas se puede consultar lo que fue el cincopuntismo, etc. Desidealizar la organización y al movimiento libertario es en general la mejor manera de conocerlos y quererlos, y sobre todo de aprender a militar en ellos.

[Joreg]

El pacto sería; tú me das un prestigio que necesito para afianzar el nuevo régimen y a cambio te permito conservar la vida.

La respuesta: Pues me fusilas y vete a tomar el mismísimo por culo.