Cuando lees sobre los antiguos militantes anarquistas, a menudo encuentras referencias a la seriedad y responsabilidad con la que ejercían sus trabajos, eran trabajadores cumplidores, en el sentido que expresa Jorge en sus palabras, gente orgullosa de ser trabajadores, de conocer su oficio. Supongo que al considerar que nadie debe trabajar por ti y que nadie debe aprovecharse del trabajo ajeno, pensaban que el conocimiento y desempeño del trabajo debía ser realizado de la mejor forma posible e intentar que nadie les explotase.
Pero los tiempos han cambiado, como resume bien manoojo en su comentario, y muchas veces ves pasotismo, escaqueo y desmotivación total en el trabajo y en su desempeño. Puedo entender que la circunstancias te lleven a ello, yo siendo más de la vieja escuela en ese sentido, siempre he procurado ser muy responsable y cumplidor en mi trabajo, ha llegado un punto en el que empiezo a tener actitudes pasotas y de escaqueo en el trabajo que nunca había tenido. Por otra parte las tácticas que utiliza el capital de dividir, departamentar fomentar la distinción entre los trabajadores creando castas y subcastas están triunfando.
Pues bien el comentario de Jorge explica una ética del trabajo, el de manoojo la situación actual y lo difícil que es mantener ese tipo de funcionamiento.
Cual es vuestro punto de vista, cumplimos, ¿somos trabajadores responsables y tratamos de ser buenos profesionales? porque es la forma de capacitarse para llevar a cabo nuestros objetivos, o, ¿pasamos nos escaqueamos y trabajamos lo mínimo posible? porque no nos faltan los motivos y nos explotan y nos tratan como mercancía.
Jorge. escribió:Una gestión aceptable en una empresa convencional, es aquella en la que se cumplen los pactos, es decir, se paga conforme a convenio, la jornada es la establecida, el ritmo de trabajo el normal. El trabajador cumple y el jefe no mete las narices mientras la gente cumpla.
El concepto de cumplir, lo aprendí en los albañiles en los setenta. Un buen trabajador cumple cuando al cabo del día lleva a cabo sus tareas de manera competente, sin ser un vago, pero sin dejarse explotar como una bestia. Se determina que uno ha cumplido , cuando decide que con lo hecho el patrón sale adelante y tú te has ganado el jornal. Si una vez se cumple viene el encargado con exigencias, se le manda a la mierda. Otro concepto de la época, que se añade al anterior, es el de la unión . Se entiende que todos los trabajadores de la empresa han de estar unidos, y han de cumplir. Así, cuando llega el momento de denunciar el convenio se lucha , tercer concepto, con fundamento. La lucha, para que tenga fundamento, ha de ser llevada a cabo por personas capaces, cabales. Se exige porque se cumple, y se cumple porque uno sabe lo que hace y lo que quiere. Una vez se firma el nuevo pacto, se restablece la calma y se sigue cumpliendo.
Cuando el patrón encuentra delante gente unida, gente que cumple y gente que lucha, sabe que el el personal no es tonto, que la buena marcha de su empresa depende de que él también cumpla el convenio y no estruje sin miramientos a los empleados. Así puede ganar dinero, pero no de manera escandalosa.
La unión, cumplir, luchar, tienen puesta la mirada en un último paso: gestión. Los trabajadores asociados se preocupan por la marcha de la empresa, y a través de las múltiples tareas que desempeñan, aprenden cómo funciona: redes de clientes, empresas que sirven materiales, compras, ventas... Ello hace que en un momento dado, los trabajadores puedan apropiarse sin problemas de la empresa y hacerla seguir funcionando, integrando por último al patrón en el tejido productivo como uno más.
Ya digo que esta manera de pensar, la aprendí en los albañiles, a lo mejor no de manera tan finamente dicha. Luego todo lo jodió la represión, las derrotas en las huelgas de los setenta y la entrega que hicieron UGT y CCOO del gremio a la patronal. Entonces los oficiales sabían hacer de todo. Luego vino la especialización, los destajos, las horas... En fin, eso es un rollo que no viene a cuento ahora.
En definitiva: puede haber una gestión aceptable de una empresa, dentro de un sistema capitalista, si los obreros son cabales. Si no lo son, los jefes empiezan a pensar cosas raras y acaban apretándote como a un tornillo.
manoojo escribió en: http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... 20&t=49662: La sociedad es diferente a la de hace 20 años, y por tanto la relaciones en el trabajo también lo son. El capitalismo también ha aprendido mucho. Y además dudo que sea lo mismo la camarería que se establece entre 200 personas que tienen un trabajo "arriesgado" o pesado (trabajadores del metal, de la mina, o de una fábrica de coches) o repetitivo, como un telar, con idénticas condiciones laborales. Que lo que reina hoy en los trabajos, donde hay muchos cargos, diferentes salarios, diferentes intereses, muchas pequeñas empresas, gente venida de otros países cuya lógica prioridad es comer... Desde mi punto de vista, y tal como está (y como estará) la situación, la solución no está precisamente en los tajos. La gente que tiene un trabajo hoy en día esta más temerosa aun de perderlo que ayer. Hay que ir hacia la gente que no tiene nada, pero no para decirles que le pidan al estado tal o cual cosa: trabajo, pensión, subsidios o sanidad. Puede parecer un imposible, pero lo otro ¿para que sirve?. ¿Para volver a reengancharlos al consumo? ¿Para que sigan pagando a botin & cia la estafa que han montado con la vivienda?