Por otro lado, no he intentado definir la naturaleza humana, muy al contrario. Actualmente, las circunstancias exteriores y la realidad social ejerce un indolencia en la voluntad espiritual de las personas de construir/reconstruir sus subjetividades. La aceptación al colectivo, implica la muerte de la subjetividad.
Esa aceptación nos aparece como respeto al orden existente, a la autoridad moral. Son las mismas pautas de sometimiento que hayamos en el pensamiento de masas del fascismo. Y que también se remontan a la tradición ideológica judeo-cristiana. Sin embargo, en tus definiciones partes de que ha sido la conciencia del individuo la que se ha escindido de la comunidad. Con lo cual, no estoy de acuerdo, las exigencias de individualismo corresponden a la voluntad de auto trasformación y no al nacimiento de la propiedad privada.
La privatización es justamente la doctrina de la sustitución del intercambio simbólico por la centralidad de la economía política. La reciprocidad se daba mucho antes que la llegada del valor de cambio. Por ejemplo, en la esclavitud, el amo tiene una serie de obligaciones para con su esclavo, el de otorgarle protección, tierra etc. Sin embargo, esto no se dá en la economía política, el individuo sólo responde ante sus ganancias, no le concierne ningún deber de reciprocidad para con sus súbditos. Los nuevos amos acabaron con los intercambios simbólicos en aras de reproducir una estratificación social que sustituyese el intercambio simbólico por la participación, así el orden político-mercantil la utiliza para satisfacer la demanda de equidad, igualdad etc. Cuando más rige la igualdad, más rige la mercancía en nuestras vidas. Más parcelas de pseudo participación tenemos. Y he aquí la lógica del capitalismo, que no se basa ni en la explotación, ni en la extracción de la plusvalía. Su lógica es la interdependencia del individuo a la economía. Bueno ya no doy más el coñazo