Yo creo que los problemas que se juntan son de ámbito en primer lugar (¡obvio!) laborales y en segundo pero no menos importantes, de cultura y generación.Joreg escribió:Y que salir del embrollo en que estamos metidos, no sé qué habría que hacer por mi parte, en la segunda página dije que no sabía qué. Tal vez también los demás sindicatos, que tienen mejores analistas que yo, deberían hacerse revisar algunas cosas. Porque de aquí a diez años, si siguen las cosas como van, sus grandes federaciones de ferroviarios, maestros, metalúrgicos y demás, van a irse al diablo. Eso sí, sumergidas en grandes ponencias que nunca fueron llevadas a cabo.
Hoy por hoy el perfil del trabajador en España es un tipo subcontratado, con sueldo mínimo y en un tajo donde hay muy poca gente o directamente nadie por ser autónomo forzado. La generación influye en la medida en que la gente que está hoy en sindicatos son fundamentalmente del "baby boom" de los 50 del siglo pasado, es decir, gente que va camino de jubilarse o bien está ya jubilada. Su realidad laboral era otra, donde el participar en una empresa mayor era mucho más habitual (no necesariamente lo normal, ojo) y donde los servicios públicos aún no se habían externalizado de manera generalizada.
Por otra parte, los que escribimos aquí, mayores o menores, estamos claramente ideologizados. Éso nos lleva a que tengamos planes y perspectivas que no son las habituales en la mayor parte de la gente que por A o por B se ve abocada a planear a un año (o menos) vista limitándose meramente a hacer lo que puede para salir adelante. Es decir, nosotros somos de esa gente que se levanta con sueño para ir a los piquetes o se queda hasta las tantas en reuniones y asambleas. No es lo normal, lo mires como lo mires.
Para el currito medio el sindicato es una forma de sacar descuentos, servicios o lo que proceda de la misma manera que va a un ambulatorio. Y lo triste del caso es que el currito medio no ve ningún valor en el sindicalismo porque a la hora de la verdad, cuando le despiden, le aumentan horas o le reducen el salario, nunca hay unas siglas detrás de él para intentar revertir la situación. ¿Dónde están los sindicatos (los que sean) en los repartidores de pizzas, camareros, teleoperadores, dependientas del Zara...? Pues éso, que no están.
Enlazando éste hilo con tus comentarios sobre la plataforma Podemos, creo que en esta actitud reside el cierto éxito (aunque sólo sea mediático y limitado) de discursos así: te cuentan que se puede revertir la situación; pero la cruda realidad es que la situación se revierte pasándolas muy, muy, muy putas y llevándote muchísimas desazones. Y la gente ya tiene el cupo de desazones bastante cubierno, no les puedes pedir muchas más.