Venga no te enfades, que cada una luche a su modo, fumate un porrito en una terracita comiendo azitunas y bebiendo una cerbeza que yo voy a lo mismo ahora.
agur
Venga, aquí no ha pasao na y me tomo la cerveza a tu salud.Yepa escribió:Venga no te pongas así que me acabarás haciendo sentir culpablelo malo de esto de internet es que no nos vemos las caras ni escuchamos los tonos de conversacion, quizás me he pasado al interpretar que interesadamente habías puesto en mi boca lo de: " Pero pediría algo de cautela al afirmar con tanta alegría: ¨como se puede ser anarquista y votar¨." jeje pero te aseguro que comparto mi vida con personas con las que tengo visiones politicamente mucho las lejanas a las tuyas, y no pretendo decir que tú ni otras personas que os presentais a las eleciones sindicales seais todas unas trepa, es más seguro que muchas veces te juegas el puesto y estoy convencido de que despues de quemarte intentando chafar algo a tus jefes y jugandote el cuello llegas a los foros y te arde el estomago al no solono ver reconocido tu esfuerzo si no al sentir que se hechan paladas de basura sobre lo que haces... pero no estamos a eso compañero, estamos discutiendo de estrategias. Yo solo digo que si apesar de no ser ético lo de las eleciones (cosa que admites) si consiguiese unos resultado espectaculares pues sería como para pensarselo, pero visto lo visto... me quedo con no presentarme....
Venga no te enfades, que cada una luche a su modo, fumate un porrito en una terracita comiendo azitunas y bebiendo una cerbeza que yo voy a lo mismo ahora.
agur


Pues no, toda ideología tiene una serie de ideas-fuerza sobre las cuales crea una estructura que permite organizar la sociedad, se peude ser imaginativo pero sin salirse de esas ideas-fuerza, entonces estaríamos hablando de otra cosa, una ideología nueva. En este caso la táctica de CGT rompe con el anarcosindicalismo (con el anarquismo aplicado a las sociedades obreras en la lucha de clases) al aceptar la representación, el pedir el voto, al alejar a las trabajadoras de la toma de decisiones. Y aún por encima fracasa estrepitosamente siendo cada vez más (alguien había dicho que pasaría?) un sindicato como otro cualquiera, pero con folklore libertario.Compañero/a Yepa, ciertamente que esa vieja argumentación está fracasando en la práctica, pero si con eso quieres decir que la CGT debería abandonar esa estrategia, tendrías, en coherencia, que admitir que la CNT debería abandonar la suya de boicot a las elecciones sindicales, dado su notorio fracaso en la práctica. ¿No?
Creo que te vas por la tangente, Yepa. Con eso que dices, me recuerdas a los creyentes religiosos de toda laya que, en última instancia, siempre acaban por refugiarse en su fe. Eso va contra la ley divina, dicen ellos. Eso va contra el anarcosindicalismo, dices tú. ¡Pero, hombre, que sólo estamos hablando de tácticas! Utilizar las elecciones sindicales o declararles el boicot no son sino tácticas de acción sindical. Nada más (y nada menos). Es cierto que la primera es un camino infectado de peligros para mantener la coherencia de los principios de antijerarquía y de acción y democracia directas, propios del anarcosindicalismo, pero infinitamente más eficaz y resolutivo para ejercer la acción sindical en el mundo del trabajo que nos han diseñado (hoy) y contra el que nos tenemos que enfrentar (hoy). Como también es cierto que la segunda es justamente lo contrario, esto es, muchísimo menos eficaz y resolutivo y muchísimo más sencillo para mantener incólumes los principios. De ningún modo la CGT ha abandonado o renunciado a los principios. Intenta, a veces con éxito y a veces con fracaso, conjugar la táctica con los principios, asumiendo los riesgos, conocedora de que, con la táctica se pueden llenar de trabajadores sus locales, aún a costa de perder algo de los principios, y negándose a que, por no perder nada de los principios, se queden vacíos los locales. Este es el contexto del debate. No es nada nuevo esta tensión praxis-ideas, sino algo tan viejo como el propio anarcosindicalismo, que históricamente siempre ha tenido muchísimos detractores entre las filas anarquistas específicas. Esta claro que si la CGT se limitase a aceptar la representación y a pedir el voto, sin más, estaría alejando a los trabajadores de la toma de decisiones y, por ello, convirtiéndose en un sindicato como otro cualquiera. Pero no es así, y creo que tu lo sabes (o, cuando menos, lo dudas), aunque no quieras reconocerlo. Ya he dicho antes que los miembros de un comité de empresa que, a su vez, lo sean de CGT no toman decisiones por sí mismos, sino que actúan en el seno del comité como meros portavoces de la asamblea de la sección sindical o del sindicato en su caso. Lo del fracaso estrepitoso es otro acto de fe tuyo que me merecería, al menos, un respeto si reconocieras que la táctica de la CNT también lo ha sido y lo es.Pues no, toda ideología tiene una serie de ideas-fuerza sobre las cuales crea una estructura que permite organizar la sociedad, se peude ser imaginativo pero sin salirse de esas ideas-fuerza, entonces estaríamos hablando de otra cosa, una ideología nueva. En este caso la táctica de CGT rompe con el anarcosindicalismo (con el anarquismo aplicado a las sociedades obreras en la lucha de clases) al aceptar la representación, el pedir el voto, al alejar a las trabajadoras de la toma de decisiones. Y aún por encima fracasa estrepitosamente siendo cada vez más (alguien había dicho que pasaría?) un sindicato como otro cualquiera, pero con folklore libertario.
Me gustaría que pusieras un ejemplo real de cómo y cuando mi sindicato ha tragado y ha sido recompensado por ello. Cuando lo hagas, te reconoceré que esa frase no es más que otro acto de fe.El sindicato que traga es recompensado, el sindicato que no traga es castigado y tu sindicato traga.
Repasa mi anterior escrito y verás que en ningún momento afirmo tal cosa. Creí que entenderías el ejemplo que puse, pero veo que no. Lo matizaré: para la CGT resulta obvio que las decisiones acerca de cómo solucionar los problemas o conflictos que surjan en una empresa las toman los trabajadores de la empresa, en asamblea y por mayoría. Eso es así de claro y no tiene discusión. La sección sindical de la CGT en la empresa, es decir, los trabajadores afiliados a la CGT, intentan que sus opiniones y planteamientos sobre esos problemas o conflictos sean aceptados por todos los demás trabajadores. Intenta convencerles. Algunas veces se logra y otras no. Cuando se logra, no hay problema, puesto que la mayoría acordará lo mismo que la sección. ¿Qué pasa cuando no se logra? Pues que la mayoría toma la decisión y la sección lo tendrá que respetar, aún estando en desacuerdo (un ejemplo para visualizar esto que digo podría ser la firma del convenio de la empresa). Lo que sucede a continuación es que la CGT, la sección, no renuncia a sus propios planteamientos, no se disuelve en la mayoría, y seguirá intentando convencer a los demás de que la opción correcta es la suya. ¿Y qué sucede cuando lo que está en discusión es un tema que trasciende el ámbito de la empresa (la huelga general contra la guerra)? Muy sencillo: si la asamblea de todos los trabajadores de la empresa decide por mayoría que no quiere huelga, el comité de empresa no lo podrá convocar, como es obvio. Pero ¿qué impide que la convocatoria la haga el sindicato y que sus afiliados y afiliadas la secunden? Obviamente, nada, ni siquiera los principios anarcosindicalistas (al contrario). Esto es la acción sindical del día a día para la CGT, nada del otro mundo.Cuando hablas de que cuando la CGT se presenta a las eleciones y controla un comité ese comité solo responde ante la asamblea de la sección sindical y del sindicato me dejas así , estás dejando fuera de la toma de decisiones sobre su propia vida a todo el mundo que no sea de la sección sindical... oh perdona, es que os han votado para decidir por ellas durante 4 años (que libertario todo).
Yo no sé de donde sacais eso. Si se aceptan las elecciones se aceptan las reglas.si aceptas las elecciones sindicales, aceptas las reglas que te impone el sistema