Rescato un interesante comentario de meneame, que colgó la noticia:El campo se convierte en un refugio frente a la falta de empleo
Los datos del Instituto Galego de Estadística reflejan un aumento de afiliados en los tres primeros meses del año en tareas agrícolas y ganaderas
El campo y las tareas agrícolas y ganaderas se están convirtiendo en los últimos meses, en la provincia de Ourense, en un refugio frente a la incertidumbre laboral que se vive en los sectores industrial o de servicios. El aumento de la población que regresa al campo para encontrar ahí su futuro económico está constatándose en los pueblos, así como en alguna estadística o por parte de las formaciones sindicales, que perciben este creciente interés y apuntan que sería un buen momento para canalizar de una forma más productiva este boom del sector.
'Hai xente moi nova, de 23 ou 24 anos, no paro, que está regresando á casa dos avós ou os pais, para traballar as terras familiares ou a pequena horta. O que non ten traballo e conta con familia no pobo, está regresando', confirma Xosé Ramón González, secretario provincial de Unións Agrarias.
Sin embargo, esta incorporación de nuevos trabajadores al sector primario de producción no está recogido con claridad en las estadísticas, donde el descenso de personas registradas como autónomos ha ido aumentando año tras año. Únicamente los datos del Instituto Galego de Estadística referentes a los inscritos en el régimen general y ligados a tareas agrícolas y ganaderas, arrojan un cambio de tendencia: tras un abrupto descenso de personas registradas entre enero de 2010 y ese mismo mes del 2011, en los tres primeros meses de 2012 se ha constatado un crecimiento paulatino de trabajadores registrados en Ourense (832 en enero, 846 en febrero y 853 en marzo).
Además de estos datos estadísticos, en el Sindicato Labrego Galego (SLG) aportan otro síntoma de ese creciente interés por los trabajos del campo. 'No último ano, e especialmente nos últimos meses, aumentou notablemente a petición de cursos de formación en tarefas agrícolas e gandeiras, sobre todo aquelas que non requiren un investimento importante', asegura Carmen Freire, secretaria xeral del SLG.
Desde Unións Agrarias tienen claro que ' sería o momento de darlles -a estos nuevos trabajadores del campo- unha canle de legalidade que aproveite este renovado interese. Esa incorporación estase facendo mal, non se está orientando cara a un nivel máis produtivo, algo que debería programarse a nivel de Xunta de Galicia', explica Xosé Ramón González.
El campo puede dar pasta... si ya tenías tierras antes. Para gente que tenga bancales y algunos aperos, evidentemente es mil veces mejor subirse al pueblo y empezar a trabajar las tierras que quedarse otro año más en el paro esperando no se sabe muy bien qué. Esto, por supuesto, hablando de gente que no esté atada a una hipoteca y que siga manteniendo la casa de la abuela en el pueblo.
Para alguien que no tiene nada, irse al campo y empezar de cero puede ser peor que quedarse en la ciudad e intentar tirar para adelante. Bueno, puede no, es mil veces peor. Tienes que comprar o arrendar tierras, comprar maquinaria y aperos, pesticidas, gasoil... Todo eso no es lo mismo tenerlo en un corral "abandonado" y rescatarlo que tener que comprarlo desde cero. Y, por supuesto, es una inversión que tarda años en retornar, no es comprarlo y al año ya estás ganando dinero, ni mucho menos. Hasta que le empieces a sacar rendimiento en producción a campos que estaban perdidos, da igual lo que siembres, pueden pasar perfectamente entre 5 y 10 años. Y eso contando con que no te vengan 3, 4, 5 ó 6 años seguidos de heladas o granizadas y te echen a tomar por culo el trabajo y el dinero de todo el año.
Con las granjas, es lo mismo. Antes de montarte una tienes que ahorrar bastante dinero y siempre es un mercado muy explotado en el que hay una competencia bastante grande y los precios a los que te compran los animales o sus productos suelen estar por los suelos.
Por lo general, la gente que de verdad se saca pasta en el campo, labradores, granjeros, y son capaces de vivir de eso son gente que lleva toda la vida haciéndolo y sus tierras, sus máquinas y sus naves están totalmente amortizadas desde hace muchos años, con lo cual su trabajo les produce un beneficio. Para los que no han estado en su vida ahí, a ver quién es el guapo que se vuelve de la ciudad al campo y desembolsa unas cuantas decenas de miles de euros en poner en marcha algo que ni siquiera sabe si le va a funcionar. Y los tractores, por ejemplo, no es que sean precisamente baratos. Una máquina de hace 20 años te puede costar perfectamente de tercera mano más de 3.000 euros. No queráis saber lo que vale un tractor nuevo de última generación de 90 caballos.