Declaración común del 23 de enero 2010:
Esta declaración ha sido elaborada por asociaciones y movimientos de diversos Estados miembro de la Unión Europea (Francia, España, Italia) que luchan contra la construcción de nuevas líneas de Alta Velocidad y líneas de gran capacidad dedicadas al transporte rápido de mercancías, y que se han unido hoy para unir sus fuerzas y hacer oír sus voces con más fuerza, ya que los problemas a que se enfrentan son los mismos en todos esos lugares.
La oposición superará por lo tanto el marco local para hacerse europea.
Nosotros, ciudadanos y ciudadanas, asociaciones y movimientos de distintos estados (Francia, España, Italia), en lucha contra los proyectos de TAV y líneas de gran capadidad para el transporte rápido de mercancías
Confirmamos que:
-estos proyectos constituyen un desastre ecológico, socioeconómico y humano para los territorios que atraviesan: destrucción de espacios naturales y tierras agrícolas, una nueva barrera de efectos nocivos y degradación del medio ambiente, con impactos negativos importantes para sus habitantes;
-estos proyectos son incapaces de traducirse en una participación de la población en los procesos de decisión. Denunciamos la opacidad con que actúan los gobiernos y las administraciones ante el profundo malestar social y su desprecio de los argumentos y las propuestas de los ciudadanos;
-la justificación oficial de la construcción de estas nuevas líneas se construye recurriendo sistemáticamente a hipótesis falsas acerca del tráfico y la rentabilidad socioeconómica, así como a una subestimación de los costos de realización para "vender" mejor un proyecto cuya utilidad real no se ha demostrado; por el contrario, numerosos estudios han probado la no pertinencia de estos proyectos en términos económicos y sociales (Informes Essig en Bretaña, Bermejo en Hego Euskal Herria, Citec en Ipar Euskal Herria, Brossard 1998 y Ponts et Chaussées 2003 en Ródano-Alpes, Cuadernos del Observatorio Técnico de la Lyón-Turin en Italia -organismo italiano-), así como los informes de los Tribunales de Cuentas francés e italiano;
-la prioridad otorgada al TAV se hace, con un coste colosal, en detrimento del tráfico de cercanías y de la prioridad en el mantenimiento y el desarrollo de las redes ferroviarias existentes, que ni se mantienen ni se optimizan para desarrollar un transporte de mercancías que preste un servicio capilar en el territorio y un servicio público de transporte colectivo accesible a todos;
-la construcción del TAV se enmarca en una persecución perpetua de grandes infraestructuras (autopistas, ampliación de aeropuertos, superpuertos...) y es contraria a la noción de desarrollo sostenible. Nos oponemos a la expansión aberrante de los transportes que ha desencadenado el capitalismo global, y que no permite un desarrollo local uniforme sino que, antes bien, favorece la concentración anormal del tráfico y de la producción, y una deslocalización salvaje.
Exigimos:
-a la Comisión Europa y al Parlamento Europeo, en su calidad de promotores en la Unión Europea de las políticas de transportes a media y larga distancia, que se abra una reflexión acerca del absurdo y lo innecesario de las grandes infraestructuras (TAV, autopistas, ampliación de los aeropuertos, superpuertos...) y una revisión a fondo de la estrategia de la UE en cuanto a los transportes europeos (TEN-T, Trans Europe Networks – Redes Transeuropeas de Transportes);
-a los gobiernos francés, italiano y español la detención inmediata de la sobras y los proyectos de TAV para acometer un verdadero debate público uniforme a escala europea sobre el modelo de transporte, de ordenación del territorio y de sociedad que subyacen a este desarrollo desenfrenado de líneas de TAV.
Afirmamos que hay que buscar soluciones en:
la regeneración, el mantenimiento y la optimización de las líneas existentes, que es la solución alternativa más aceptable desde un punto de vista medioambiental, y a un coste económico mucho menor que la construcción de líneas nuevas, y que corresponde a la puesta en práctica en Francia del artículo 1 de la ley Grenelle de Medio Ambiente del 3 de agosto de 2009 (solución declarada también por el "Libro Blanco de Delors");
el decrecimiento de los transportes, unido con una transformación profunda del modelo económico y social, sobre todo otorgando la prioridad a la cercanía y la relocalización de la economía;
la restitución en última instancia de la capacidad de decisión a las poblaciones directamente afectadas, base de una auténtica democracia y autonomía local frente a un modelo de desarrollo impuesto.
Unas 15.000 personas protestan en Hendaya contra los trenes de alta velocidad
Entre 13.000 personas, según la policía, y 20.000, según los organizadores, se manifestaron hoy en la localidad francesa de Hendaya y la fronteriza localidad española de Irún para protestar contra el proyecto de línea ferroviaria de alta velocidad que conecta Burdeos con España.
La manifestación, que transcurrió sin incidentes, comenzó en la estación ferroviaria de Hendaya y llegó hasta el centro de la vecina Irún a través del puente que cruza el río Bidasoa, frontera natural entre España y Francia.
Convocada por colectivos "abertzales" y por ecologistas de Francia, España e Italia, la protesta se nutrió también de personas llegadas del departamento de las Landas, en contra de la otra línea de alta velocidad, con destino en Toulouse.
Los manifestantes solicitaron a los Gobiernos francés y español "la detención inmediata de las obras y los proyectos del TAV (tren de alta velocidad) para acometer un verdadero debate público uniforme a escala europea sobre el modelo de transporte, de ordenación del territorio y de sociedad que subyacen a este desarrollo desenfrenado de líneas de TAV".
Los convocantes adoptaron un texto común, bautizado "Carta de Hendaya", que pretenden sirva para federar a los diferentes movimientos europeos que se oponen a la construcción de líneas de alta velocidad.
En conferencia de prensa, al término de la marcha, anunciaron que el movimiento quiere apelar al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea para que reflexione sobre "el absurdo y lo innecesario de las grandes infraestructuras" y para que se revise "a fondo la estrategia de la Unión Europea (UE) en cuanto a los transportes europeos".
Un portavoz del Colectivo de Asociaciones de Defensa del Medioambiente en el País Vasco, Víctor Pachón, indicó a Efe que no hay "ninguna lógica ni coherencia" entre Francia y España en lo que concierne al proyecto de líneas de alta velocidad.
"Debemos atacar lugares comunes, principalmente que la línea de alta velocidad es sinónimo de progreso", agregó.
Aquellos que se oponen a los trenes de alta velocidad prefieren la optimización de las líneas ya existentes antes que la creación de nuevas infraestructuras.
Marie Bové, hija del líder francés de los movimientos contra la globalización, José Bové, participó en la manifestación, acompañada por otros dirigentes ecologistas.