http://www.alasbarricadas.org/blackblog ... olis/?p=10
Quiero hablaros de la tiranía de los animales contra los vegetales y hongos, tiranía que causa a diario multitud de muertes. Me opongo a la discriminación arbitraria que se establece entre los diversos organismos. Cuando Peter Singer publicó su Liberación animal muchos consideraron absurdos sus puntos de vista. El término especismo era calificado como ridículo. Actualmente aparece incluso en la wikipedia, fuente rigurosa y fiable de información. Evidentemente no así en la RAE, donde el autoritarismo pervive. Como todos sabemos el concepto especismo se utiliza para denominar la discriminación de los integrantes de una especie respecto a otra por considerarla inferior. Multitud de personas consumen aún productos de origen animal, incluso los hay que todavía consumen productos cárnicos. Vemos aún como en determinadas zonas de la Sabana africana los leones siguen manteniendo sus prejuicios especistas respecto a las gacelas y rehúsan adoptar una dieta vegana…
Y sin embargo, siempre se deja en la estacada (o la ensalada) al resto de seres vivos. Quería entonces presentar un nuevo término para designar esta discriminación absurda que se establece entre diferentes organismos. Recurramos a la taxonomía o clasificación biológica. Cada taxón o categoría taxonómica incluye un tipo de organismos que comparten una serie de características comunes que la diferencian así de otros taxones. Pero en el fondo todos compartimos unos ancestros comunes, y somos el resultado de un proceso evolutivo similar. Nos une más de lo que nos separa. Estamos todos compuestos por elementos como el carbono, el oxígeno, el hidrógeno o el nitrógeno. Estamos todos compuestos de compuestos como los glúcidos, lípidos, proteínas o ácidos nucleicos. ¡Nuestra unidad básica es la célula! Como dijo Bakunin hay que inspirarse en un modelo molecular para buscar el orden social. Utilizaré un nuevo término para denominar la discriminación basada en taxones: taxonomismo. Una destacada activista libertaria denominó reinismo la distinción arbitraria entre reinos. Pero voy a utilizar este otro término con preferencia, ya que es más amplio, e incluye tanto el racismo, como el sexismo, como el especismo como el reinismo, y que trasciende todos estos términos para ir a la raíz del asunto. El taxonimismo sería un prejuicio o actitud parcial favorable a los intereses de los miembros de nuestro propio taxón en detrimento del resto de organismos.
En el capítulo que tiene por nombre “Todos los animales son iguales…”, Peter Singer declaraba lo siguiente: “El dolor y el sufrimiento son malos en sí mismos y deben evitarse o minimizarse, al margen de la raza, el sexo o la especie del ser que sufre”. Evidentemente estamos de acuerdo con el razonamiento. Sin embargo, nos parece sumamente restrictivo. No debemos preguntarnos si pueden hablar o razonar, tampoco si pueden sufrir, sino si son formas de vida, independientemente de su pertenencia al reino animalia, plantae o fungi. El término clave sería entonces: VIDA. A nadie en su sano juicio se le ocurriría declarar que la vida es mala en sí misma. Por lo tanto, la vida es entonces buena en sí misma. Nuestro razonamiento es coherente, en consecuencia tenemos razón. Los abanderados del relativismo moral objetan al respecto que la cosa en sí no existe, que estas afirmaciones parten de juicios de valor. Así hablan los contrarrevolucionarios. Todos sabemos que los relativistas, dejándose llevar por sus razonamientos, cometen a diario todo tipo de actos desconsiderados y atroces. El moralista decidido no duda, simplemente sabe. Pero nosotros evitamos todo componente afectivo en nuestro análisis, somos rigurosamente imparciales. En cambio, los animalistas recurren al sentimentalismo, basándose en la expresividad facial del animal o en su forma de sentir para hacer tan fútil distinción entre formas de vida. Nosotros, objetivamente, echamos mano de un análisis puramente utilitarista.
Hay algunos criminales, asesinos en potencia, que sostienen que un sistema nervioso debería servir como motivo de discriminación entre las diferentes formas de vida. Ensalzan el sufrimiento, factor importante, pero olvidan un concepto mucho más importante: VIDA. ¿El que Juan realizara la fotosíntesis sería un motivo para discriminarlo y condenarlo al ostracismo?. ¿Verdad que no?. De la misma manera que no relegamos a Juan a un lugar apartado, tampoco podemos hacer esto con una planta por el hecho de ser planta. ¿Qué no tiene expresividad facial?. Y bien, yo tampoco soy demasiado expresivo, y por esto quizás no inspiro empatía o simpatía, pero no soy consumido, previamente mutilado, en ensaladas. ¿Acaso dudas, ser despreciable, que un campo de concentración y un invernadero sean lo mismo, es decir, lugares destinados a coartar la libertad de los seres vivos?. Desgraciadamente los diccionarios y enciclopedias están construidos sobre el prejuicio taxonómico. Por ejemplo, asesinar viene definido en la RAE como “matar a alguien con premeditación, alevosía, etc.”. Ese alguien implica únicamente al homo sapiens o a animales con corbata, por lo cual tenemos que redefinir el concepto, sustituyendo el alguien por “forma de vida”. Es independiente que estas formas de vida posean o no sistema nervioso.
Es una evidencia constatada que el homo sapiens está constituido para seguir una dieta estrictamente frugívora, por lo cual el consumir carnes, productos de origen animal o formas de vida vegetales genera tumores, malformaciones y en definitiva, inutiliza y corroe los tejidos del cuerpo, causando en última instancia la muerte (lenta y dolorosa, no podemos evitar señalarlo) del consumidor de semejante podredumbre. Es por esto que la esperanza de vida de carnacas y pseudovegetarianos raramente sobrepasa los 100 años.
Deberíamos todos ser una feliz familia biótica, seguir el ejemplo de nuestros hermanos los vegetales, que realizan la fotosíntesis, dejando a los degenerados la depredación y otras formas inmorales de alimentación. Espero que podáis entender mi sutil razonamiento, ya que algunas personas están por encima de otras en un plano moral. De hecho existe una relación directamente proporcional entre el tipo de dieta y el grado de acierto moral. En el eje de las X estarían caníbales, carnívoros, omnívoros, ovolácteovegetarianos, vegetarianos parciales, frugívoros, desnutridos y materia orgánica en descomposición. En el eje de las Y se iría ascendiendo gradualmente de perversidad sistemática hasta acierto moral. No os alarméis por la clasificación. El desnutrido es autosuficiente pues ha comenzado a consumirse a sí mismo, únicamente echa mano de sus reservas energéticas en forma de grasa, con lo cual no produce impacto alguno en su entorno natural.
Todos sabemos que entre el ser humano y, por ejemplo, el mapache, no hay ninguna diferencia destacable en cuanto a fisiología sexual. La selección natural nos preparó a todos para sobarnos y sodomizarnos mutuamente, independientemente de esas excrecencias de carne que surgen de tanto en tanto y que denominamos descendencia o progenie –los tumores tienen un inicio similar, y los excrementos también descienden de nuestro cuerpo -. Inútil es, pues, hacer distinciones entre especies. El criminal taxonomismo nos impide fornicar con burros y potros de cuadra, establecer una relación sentimental con una gallina o unirnos en sagrado matrimonio con un castor. ¡Esa burda discriminación no debe continuar más! ¿Acaso no tenemos todos ojetes, penes o vagina?. La zoofilia es la más alta expresión de igualdad entre especies, del amor sin prejuicios. Las relaciones sexuales de personas o animales con plantas y hongos la dejo simplemente a vuestra sugerente imaginación.
Seguid estos principios y predicad la buena nueva. Ya tenéis una nueva doctrina en la cual basaros y poder mirar a los demás por encima del hombro. Dedicaos a liberar animales, vegetales y hongos. Dedicaos a reventar asambleas y actividades de organizaciones o grupos que promuevan esta clase de discriminación, sean sindicatos o grupos de afinidad. ¿Cómo puede dedicarse alguien a luchar por los intereses de la clase obrera o plantear una insurrección social sin preocuparse de problemas mucho más acuciantes?. Debemos dedicarnos en cuerpo y alma únicamente a defender formas de vida. ¡Hasta el fin camaradas! Nos espera un futuro mórbido: la muerte por inanición. No tenéis nada que perder, a no ser vuestras vidas.
Visita nuestra página: http://www.liberacion-organica.net.
Asimismo tenemos merchandising. Vendemos chapas y camisetas con diferentes lemas.
Lemas como “matar animales para salvar vegetales”, “liberación vegetal: odisea en la ensalada”, “rebelión en la huerta”, “la revolución fotosintética: enredaderas en alto” y otros lemas sugerentes.
