Fuga mundi tras las vacaciones.

[JeRiMo]

¿Cómo continuar con la fuga mundi de vuelta de vacaciones?
Tras cruzar la frontera en coche, la de la Junquera, la de Algeciras o alguna de las portuguesas, una de las inercias de antes era la de sintonizar alguna cadena española de noticias en el dial para ponerme al día y saber lo que me había perdido en mi ausencia. Actualmente ya no hago tal cosa. Demoro al máximo el contacto con la realidad, rectifico: el contacto con los centros verbales del vocerío de la clase política y otras galerías. Creo que acabo de diseñar el concepto de contaminación auditiva, a diferenciar de la acústica y de la ideológica, que se da cuando la percepción es invadida por comentarios y palabras desagradables que ponen en seria duda que la raza humana llegara al estadio del homo sapiens. Cuanto más se demore el contacto con el impacto de los galeristas de la prosa pública más se puede habitar un escenario imaginario de paz y tranquilidad. No es tan difícil conseguirlo. Basta hacer oídos sordos a los discursos inaceptables. Si he conseguido vivir toda la vida que llevo vivida sin aprenderme los nombres de rejoneadores, toreros, futbolistas, esquiadores, entrenadores de fútbol, modistos, cantantes y faranduleros de una abundantísima puesta en escena con la que no flipo además de otros trepas de la escena pública estoy seguro que puedo añadir a la lista a los politicastros. Lamentablemente por culpa de la mayoría de ellos, unos impresentables, me perderé el nombre de una minoría de ellos, unos abnegados y posibles salvadores de las situaciones sociales.
No hay nada más bonito que no estar al corriente de los sucesos efeméricos de las historias ordinarias de las que se hace epopeya popular. Me avergüenzo de tener registrado en mi aparato mnemotécnico algunos nombres de indeseables a fuerza de ser repetidos por los medios –llamados- de comunicación con su machaconería habitual. Si hasta ahora la voz, imagen y nombre de algunos de ellos me movían a espanto y a pulsar automáticamente el botón de cambio de emisora ahora daré un paso mas para mantenerme en mi fuga mundi tratando de no enterarme de noticias. Es la elección de una enajenación controlada. Antiguamente leía tres periódicos por día y escuchaba un montón de programas de noticias. Tener conciencia política pasaba por ello. Ahora tener conciencia pasa por aliviarse de saturaciones de discursos políticos enfermizos. El saber no pasa por estar al día de lo que ha dicho tal o cual político como no lo estaba estar al tanto de tal o cual punto del deportista más famoso sino por el análisis de la estructura del sistema y para esto no hace tener todos los datos de lo superfluo sino los básicos de lo esencial. Por otro lado de lo verdaderamente importante te enteras sin necesidad de seguir las noticias ya que se nota en el ambiente y te avisan personalmente de ello.