[EEUU] Gladiadores: Las instituciones penitenciarias arrancan las raíces de la paz

No más torneos de gladiadores entre presos. Fin del aislamento. Vuelta a los programas.
En las últimas décadas en EEUU han tenido lugar huelgas de presos -#PrisonStrike- con objetivos como el fin de la esclavitud laboral a la que se somete a los presos (con respaldo legal) y el punto final a las divisiones entre presos que facilitan su control por las instituciones -este fue el objetivo de la que se convocó a escala federal en el verano de 2018-.
Uno de los grupos activos en el respaldo a las huelgas es la sección de presos de Industrial Workers of the World, IWW: el Comité para la Organización de los Trabajadores Presos - IWOC. La imagen muestra a familiares de presos en California que les expresan su solidaridad recientemente con el apoyo de militantes de IWOC Oakland; en estos momentos, la cuestión de la división artificial entre presos es candente, e IWOC Oakland está comprometido en el esfuerzo de los presos conscientes por ponerle fin. El siguiente escrito expone el análisis de la organización sobre esta difícil situación.
Cómo las instituciones penitenciarias arrancan las raíces de la paz: Un ensayo sobre los torneos de gladiadores. - IWOC Oakland, 22 de agosto 2019.
Para ponernos a la altura del legado radical que nos inspira, nos esforzamos por ganar experiencia sobre nuestro contexto y, sobre todo, sobre nuestro enemigo. La lucha contra las cárceles es una serie de acciones y reacciones. En los últimos meses, nuestra sección se ha involucrado en la lucha contra la estrategia más reciente de las cárceles de nuestro estado, y en el apoyo a los familiares organizados y a los propios presos. Lo que sigue es un intento de sintetizar esa lucha incesante y lo que nos ha enseñado. También aprovecharemos para deshacer algunos de los mitos que el Estado perpetúa y utiliza contra las personas a las que encarcela. Delinearemos el contexto histórico de nuestra labor, especialmente la organización de los presos cuyos avances queremos preservar.
Bandas: La criminalización de la autodefensa.
Antes de contar qué es lo que estamos haciendo, tenemos que dar una respuesta a la pregunta: ¿qué es una banda? La realidad tras las llamadas "bandas" es la necesidad de agruparse para sobrevivir. La palabra 'banda' la inventó el Estado para desprestigiar a franjas de población que no le son afines. No usaremos esa expresión; nos referiremos a estos grupos como segmentos de población u organizaciones callejeras. Para comprender qué son estas organizaciones, debemos entender que su historia es la de personas oprimidas que se defienden contra la violencia de la mafia blanca. Así es como las organizaciones callejeras se formaron en Los Ángeles y otras ciudades, como defensa propia contra las turbas blancas errantes que mataban, robaban y humillaban a su antojo.
Tras los muros de la cárcel no es diferente: unirse es una cuestión de supervivencia. La prisión es un sistema para inducir la escasez, la privación, las dificultades, el terror y la muerte de manera rutinaria. Su tarea es aplastarte, deshumanizarte. Y como una extensión del proyecto de asentamientos coloniales, el trabajo de la prisión es atomizar, destruir nuestra identidad y cohesión como pueblo, ya sea que seamos descendientes de esclavos o descendientes de indígenas colonizados, o como personas queer, o incluso como desertores blancos – como cualquiera que no cumpla con las demandas del proyecto colonizador: en el panorama histórico general, ese es el propósito de la prisión.
Así que en la cárcel la única forma de protegerse o defenderse es organizarse colectivamente. Así puedes asegurarte alimentos, protección, identidad, realización, incluso su nombre. Las instituciones penitenciarias solo te dan un número; con tu gente, todavía tienes un nombre. Las instituciones penitenciarias te desvinculan del exterior; pero puedes mantener la comunicación si formas parte del grupo. Si te golpean o te tiran al agujero, no estás tan aislado porque tienes a otras personas pendientes de ti. En el patio, cuando los guardianes tienen éxito avivando la violencia, cuentas con quien te defienda. También tienes un sentido de propósito y pertenencia, haciendo lo tuyo defendiendo a los demás. Por lo tanto, tu camarilla, tu grupo o tu organización te suministran identidad, orgullo, supervivencia, comunicación, pertenencia, propósito, realización,… todo esto. Y estas son todas las cosas que el Estado intenta explícitamente arrebatarte.
¿Por qué no hay asociaciones de presos que proporciones todas esas cosas? Bueno, los presos lo han intentado. Sus asociaciones fueron prohibidas, destrozadas, criminalizadas, decapitadas. Al negar otras formas de asociación, los departamentos correcionales ayudaron a crear todas estas otras organizaciones dentro. Incluso han ayudado directamente, en algunos casos: privilegiando unos grupos respecto a otros, para sembrar divisiones o tener socios con los que negociar.
Las asociaciones de dentro y el Acuerdo contra las hostilidades.
Hagamos memoria reciente. Antes de 2010, había un estado de guerra altamente inflamable entre diferentes segmentos de población penitenciaria. Durante ese período, dar un paso en las instalaciones de máxima seguridad era saltar al medio de una batalla en curso. El Departamento de Correcciones y –dicen- Rehabilitación de California (CDCr) alimentó este estado de cosas, ya que una población dividida es una población fácilmente gobernada. Es fácil interrumpir cualquier cohesión social que se forme dentro, y en esas condiciones es fácil aislar figuras políticas destacadas al señalarlas como "miembros de pandillas". Esta categorización, basada en criterios enteramente de la invención de CDCr, se utilizó como pretexto durante mucho tiempo. Puso en confinamiento solitario a numerosas personas influyentes, en las cuatro instalaciones del estado llamadas “Unidades de Vivienda Segura” (SHU).
Es en 2011 cuando llegan las primeras huelgas de hambre. Las impulsó un colectivo interracial formado por presos en el SHU de Pelican Bay, la instalación más oculta y oscura del norte de California, a cientos de millas de la ciudad más cercana. El Colectivo Short Corridor, como se llamaban a sí mismos, desarrolló una comprensión y una práctica política. Como tenían influencia, credibilidad, mucha experiencia y nada que perder, ayudaron a organizar huelgas de hambre contra el uso del confinamiento solidario prolongado.
A partir de aquí, en 2012 se desarrolló un Acuerdo para poner fin a las hostilidades entre los principales segmentos de la población: blancos, negros, mexicanos del sur, mexicanos del norte, además de muchos otros signatarios de facciones dentro del sistema. Esto puso fin a la hostilidad interracial entre estos segmentos, quitándole al CDCr esta herramienta de interrupción, división y castigo sumario. Los patios se transformaron de inmediato, la violencia se redujo a la mitad o incluso más en ciertas instalaciones. Y este Acuerdo no solo declaró términos de tregua, sino que también nombró al verdadero depredador en esta situación: CDCr.
En 2013, las huelgas de hambre se multiplicaron por diez, con algunas estimaciones de seguimiento de hasta 70,000 personas -en un sistema que custodiaba a 140,000-. Estas huelgas finalmente resultaron en el acuerdo de Ashker y Brown en 2015, que revisó todos los términos para la clasificación de pandillas, y el procedimiento para ser liberado del confinamiento solidario, lo que se llama el procedimiento de "reducción". Este procedimiento fue, como muchas de las iniciativas defensivas de CDCr, una trampa, pero eso es otra cuestión.
Sabemos ahora que, dado que los abogados de los huelguistas de hambre estaban negociando este acuerdo, CDCr se aplicó a elaborar un plan llamado "Reintegración". Con su herramienta esencial de aislamiento a largo plazo, necesitaban una nueva arma. Con la "reintegración" podrían valerse de los presos de Patio de Necesidades Sensibles y Custodia Protectora (SNY y PC). Estos patios están históricamente poblados por personas para quienes estar en un patio de prisión regular es peligroso, personas con cargos de delitos sexuales y aquellos que han "declarado" (informado sobre otras personas). Por esta razón, estos patios están en gran medida estigmatizados, y estar en uno por cualquier período de tiempo puede suscitar contra una persona la violencia de los demás presos.
En realidad, los patios SNY en las cárceles de California se han incrementado en la última década, y las razones por las que las personas terminan en ellos se han vuelto cada vez más variadas. Los prisioneros pueden terminar en SNY debido a una discapacidad, amenazas de otros prisioneros o dentro de organizaciones de prisioneros, incluso cosas aparentemente simples como ser blanco y no querer unirse a bandass blancas pueden llevar a una persona a SNY, voluntaria o involuntariamente. Aún persiste el estigma. Al arrojar a la fuerza a los prisioneros de estos patios a los patios comunes para provocar conflictos, CDCr socava las treguas de larga duración entre las organizaciones e instrumentaliza el estigma histórico entre ellas. Al organizar estas peleas, pueden eludir las limitaciones contra el confinamiento solitario al proporcionarse un pretexto continuo para que las personas sean arrojadas repetidamente al SHU.
Integración y peleas de gladiadores.
En septiembre de 2018, vimos conflictos dentro de media docena de establecimientos penitenciarios de California. Un grupo al margen del Acuerdo para poner fin a las hostilidades, un grupo llamado Fresno Bulldogs, comenzó a atacar a los mexicanos del sur. Los mexicanos del sur fueron aislados en Corcoran, y así han estado desde entonces. Por meses. CDCr lo llama "Programa de reforma", pero se trata de un juego de palabras. ¿Se niegan las visitas, se niega el comedor, se niega toda la programación educativa y de rehabilitación, y se niega todo el tiempo en el patio, se trata como a un perro? Eso es un encierro.
Los Bulldogs, sin embargo, no han estado aislados y se les ha permitido participar en ciertos programas. Entonces, de acuerdo con el Plan de Reintegración, ahora hay un plan en múltiples instalaciones dentro de California para hacer que grupos rivales – dentro y fuera del acuerdo – compartan programas. Los planes anteriores en estas instalaciones amañaron la separación entre estos grupos. Estos fueron desechados y se escribieron otros nuevos.
Unir a estos grupos garantiza los enfrentamientos. Todo el mundo lo sabe: CDCr, los vigilantes, los oficiales de prisiones, los presos, sus familias. Así que bajo la apariencia de hacer que los grupos se "lleven bien", esencialmente están organizando peleas de gladiadores. Están aumentando deliberadamente las tensiones, para socavar la capacidad de los prisioneros de negociar la paz en sus propios términos.
Aunque estas peleas forzadas han ocurrido entre otros segmentos de la población, los mexicanos del sur son el grupo más interpelado. Han sido atacados porque son mayoría e influyentes. Corcoran es el penal más severo del estado, conocido por su brutalidad. Por lo tanto, tiene sentido que sea el lugar de ensayo de la política de patio forzado. Liberar a dos o cuatro prisioneros de una facción en un patio, y luego arrojar a dos o cuatro de otro grupo con los que está garantizado el enfrentamiento. Estos grupos están en realidad bajo el mandato, digamos, de no discutir entre ellos. Esto se debe a que sus organizaciones están en desacuerdo. De modo que arrojarlos a un patio los pone bajo amenaza de ataque, una situación en la que dudar en dar el primer golpe podría ser fatal. Además, la protección que aportan estas organizaciones se basa en una estructura jerárquica y disciplina que motivan su defensa. En otras condiciones, tal vez la negociación y una tregua podrían ser posibles. Después de todo, antes del Acuerdo para poner fin a las hostilidades, nadie hubiera pensado que habría tal acuerdo. Pero sucedió. Por ahora, sin embargo, las diferencias irreconciliables son entre quienes están al margen y quienes no lo están. Y CDCr lo sabe.
En respuesta a estas peleas forzadas y a la represalia del “programa de reforma”, a principios de enero los mexicanos del sur en Corcoran iniciaron una huelga de hambre a la que se adhirieron 270 personas de cinco unidades. Rechazaron las bandejas durante aproximadamente tres semanas. Al final, 245 todavía estaban en huelga de hambre, y muchos abandonaron debido al dolor en el pecho, la falta de aliento y todos los otros problemas que surgen cuando un cuerpo no tiene comida. Una vez que comenzó la huelga de hambre, hubo requisas oficiales en todas las celdas, por lo que no fue solo una huelga de alimentos, donde la gente rechazó las bandejas; fue una huelga de hambre directa. Así que básicamente estás muriendo de hambre en tu celda, tratando de que el exterior se dé cuenta de la política para destrozar a los presos. Y el Comité para la Organización de los Trabajadores Encarcelados - IWOC estaba en condiciones de trasladar el mensaje, y está orgulloso de ello. Los presos querían repercusión pública, e IWOC ayudó a las familias de los huelguistas a organizar una acción de presión telefónica durante dos días en enero. Eso inmediatamente intensificó el conflicto. Los oficiales arrojaron tubos de arena, que son sacos de arena largos que cubren todos los huecos debajo de las puertas, para evitar que las personas compartan alimentos, medicamentos o información. Y las provocaciones continuaron. Cada semana habría otro caso de dos contra dos o cuatro contra cuatro, y no solo entre los mexicanos del sur y este grupo atípico, sino también entre blancos y negros, creando una escalada generalizada de tensiones.
Desde la llamada pública para una acción telefónica la acción de las familias ha sido más intensa. Eso les brindó a muchos la oportunidad de dar un paso adelante, desechando su vergüenza o su silencio para hablar y organizarse. Desde entonces, ha habido protestas externas en la soledad del valle durante semanas y semanas, de una instalación u otra. Las familias se dijeron a sí mismas: "De todos modos, estaríamos aquí de visita, aunque no estén permitidas". Entonces se reúnen en el exterior y luego marchan a traspasar la cerca gritando palabras de aliento a través de un megáfono.
CDCr ha estado ejecutando esta política en múltiples instalaciones, no solo en Corcoran: también en la Prisión Estatal de Pleasant Valley, el CTF) - Soledad y otros, todos en esta misma región. Todas estas instalaciones albergan tanto a los mexicanos del sur como a este grupo atípico, los Bulldogs de Fresno. Al hacer esto, CDCr básicamente emitiendo un ultimátum: quien no sucumba a su organización de la sociedad penitenciaria y entregue todos sus propios mecanismos de supervivencia y lealtades, será azuzado como un perro en el patio, a voluntad de los sádicos. Y esa es más o menos la situación actual, con el bloqueo más severo en Corcoran. Muchos segmentos de población diferentes se ven afectados, pero en este momento no hay un programa de organización interracial. Son principalmente los sureños los que han mantenido la cohesión, y ellos son los que convocaron a la huelga de hambre.
Hace décadas, Corcoran saltó a los medios de una manera tan rotunda como extraña. En 1996 salió a la luz que los vigilantes de la cárcel organizaban torneos entre presos. Apostando por ellos, trayendo bocadillos, incluso disparándoles cuando la pelea no salía como ellos querían. La versión del estado fue básicamente sobre las pandillas de guardianes y la locura de los guardianes (los guardianes tendrían sus propias pandillas y camarillas), teóricamente bajo la gestión inepta de un alcaide que miró a otro lado. Cinco hombres habrían perdido la vida entre 1990 y 1996. Los presos, sus familias y sus defensores habían expresado abiertamente que esto había sucedido durante bastante tiempo. Y esta es una práctica común, realmente, en las instalaciones de todo Estados Unidos. Las personas encarceladas y sus familias saben de lo que estamos hablando cuando hablamos de peleas de gladiadores o peleas de perros. Es una práctica conocida para avivar la hostilidad, gratificar el sadismo de los guardias, o incluso como una extensión de una política de instituciones penitenciarias en términos de agitar conflictos entre grupos raciales. En los años 90 en Corcoran se supo al otro lado. Fue noticia, fue objeto de debate político, estuvo en las tertulias televisivas. Entonces Corcoran y los gladiadores se convirtieron en sinónimos.
Lo que estamos viendo hoy en California no es un arrebato de los vigilantes. Viene de arriba. Es política. Los guardias no están organizando estas peleas por su propia voluntad. Algunas de las respuestas recientes de CDCr son evasivas, reiterando la antigua línea de los guardianes que disparatan y afirmando que eso no está sucediendo ahora. Pero esa no es nuestra acusación: Denunciamos que estas directrices provienen de arriba. Estamos viendo a varios penales hacer lo mismo simultáneamente. Y esto se ajusta al orden del día de CDCr, que necesita innovar nuevas formas de controlar a sus poblaciones, en masa, con violencia y desestabilización. Incluso se ha informado anecdóticamente que los guardias en otras instalaciones se quejan de que no lo hacen por iniciativa, sino que se les ordena que lo hagan desde Sacramento. Entonces, la historia sensacionalista en los años 90 fue sólo un caso de una práctica común dentro de las cárceles que llegó a hacerse público. Pero con CDCr, en este momento, estamos viendo algo muy diferente: una estrategia y una política que proviene de los órganos de dirección.
Entonces, ¿por qué sucede esto ahora?
¿Por qué? CDCr es completamente opaco. Tiene que ocurrir algo excepcional para que aporte información. Por ejemplo, no publica datos demográficos raciales, y la única razón por la que tenemos estadísticas de sus propios datos demográficos raciales es a través de las que pública a nivel federal el departamento de Justicia.
Creemos que se debe al final del período de observación y seguimiento establecido por la corte federal para el acuerdo de 2015 entre Ashker y Brown. A raíz de las huelgas de hambre de 2011-2013, hubo un período de observación y negociación de dos años entre abogados, jueces y CDCr con respecto al seguimiento de los términos del acuerdo. El año pasado se detuvo. Creemos que CDCr está contando esto como una victoria y una luz verde para actuar: este período de observación ha terminado y han logrado maniobrar con éxito en torno a las restricciones al confinamiento solitario de larga duración. Creemos que se han adaptado al hecho de que no podrán usarlo como antes (es decir, casi por completo sin supervisión y arbitrariamente). Así que han encontrado una nueva forma de confrontar el poder de las organizaciones de presos en el interior, no solo con interferencias constantes, sino haciéndolo de una manera que genere un pretexto útil para episodios recurrentes de aislamiento de corta duración. Para este fin las poblaciones atípicas siempre han estado allí, como un arma potencial para CDCr. Los del patio SNY y quienes, como los de Fresno, están fuera del acuerdo, ahora están siendo azuzados contra el conjunto de los presos. Al necesitar nuevas tácticas de interferencia, CDCr simplemente ha visto una opción y la está tomando.
CDCr tiene reputación como experimentador, como vanguardia del desarrollo de nuevos medios de vigilancia, control y aislamiento. Lideraron la investigación en el confinamiento solitario prolongado. Están a la vanguardia de la investigación, la manipulación y la exacerbación de la llamada "cultura de pandillas" entre sus muros. A diferencia de muchos otros estados, están altamente profesionalizados, no son provincianos en ningún sentido. Y CDCr es enorme. Son la agencia más grande dentro del gobierno estatal. Sólo las escuelas tienen un presupuesto mayor, pero dividido en agencias diferentes. CDCr tiene un presupuesto de 11 mil millones de dólares.
No descansa. Parar sería quedarse atrás. Porque, para citar a C.L.R. James: "La gente siempre se está rebelando". Los presos siempre se resisten de una forma u otra. Entonces, si se durmiesen en los laureles y dejasen que los presos se organizaran; si no innovaran y no se adelantasen instigando este tipo de violencia y división, perderían su ventaja. Se oponen como en un juego de ajedrez, y simplemente están haciendo movimientos.
El 28 de enero, inmediatamente después de la campaña de presión telefónica, el director convocó a una reunión con lo que se conoce como representantes MAC -representantes del Consejo Asesor de Hombres-, que a veces son elegidos por los presos para comunicarse con el personal de la prisión. El alcaide les prometió, más allá de la simple higiene, poder volver a comprar comida. Prometió que obtendrían paquetes. Y prometió negociar un horario de patio, para separarlos de esta otra facción rival que pretende dañarlos. Suspendieron la huelga de hambre y se sentaron durante una semana para ver qué pasaría. El alcaide retrocedió en todo. Las promesas fueron solo una maniobra política para romper la huelga.
En este momento, los huelguistas de hambre dicen que la huelga simplemente se suspendió, y están debatiendo los pasos sucesivos. Hasta ahora, parte de lo que se ha pedido a los partidarios externos es que hagamos lo que podamos para que su historia salga a la luz.
Recuerde siempre que cualquiera de estos conflictos internos está sometido a las realidades y acuerdos negociados entre los grupos de presos. Dentro de cada prisión hay una pequeña sociedad, con sus propios acuerdos, su propio código, sus propios estados, sus propios estilos y protocolos. En cualquier patio, en cualquier nivel, en una celda, incluso con solo dos personas, hay un acuerdo negociado entre los prisioneros. Los presos son personas con capacidades. Organizan su propio mundo lo mejor que pueden, dentro del entorno infernal que les viene dado o al que han sido sometidos. Por lo tanto, no es sorprendente que los presos puedan organizar acuerdos masivos saltando a través de los patios o las divisiones raciales. El Acuerdo para poner fin a las hostilidades demuestra que los presos pueden llegar a acuerdos entre ellos. Esto podría ser apoyado de buena fe. En cambio, CDCr está montando conflictos para socavar las capacidades de los presos y evitar que consigan la paz en sus términos. Para resolver estos conflictos de una manera que funcione en el mundo real, la capacidad de los prisioneros para negociar entre ellos debe cobrar protagonismo.
Cómo apoyar.
Si estás en California, participa en IWOC o junto a las familias que han organizado manifestaciones y eventos. Si está cerca de las cárceles, presta apoyo en las manifestaciones que se convocan los fines de semana. Las familias las anuncian a través de sus páginas de Facebook, e IWOC refleja las convocatorias de manera fidedigna. También lo hacemos en Twitter.
Las personas que no están familiarizadas con la prisión, o que no están conectadas directamente con las personas que están dentro, lo mejor que puede hacer en este momento es secundar las convocatorias de acciones de presión telefónica o manifestaciones. Pero, más allá, esta es una situación complicada que exige organizarse en conexión directa con las cárceles; no son situaciones a las que te puedas subir en marcha. Si te parece que esto merece centrar tu preocupación política, comunícate con IWOC u otras organizaciones abolicionistas serias que apoyen el trabajo directamente con los prisioneros -NO "en nombre de" los prisioneros, o exigiendo medidas políticas, sino trabajando directamente con los presos. Participe de esa manera. Es un hecho que no hay suficientes personas que trabajen directamente con el interior. Hay una gran cantidad de bustos parlantes en política, y a mucha gente le gusta tomar el micrófono, tomar el capital social de los prisioneros y correr con él. Pero hay muchas organizaciones por ahí que no lo hacen. Entonces, si esta pelea te parece la tuya, ponte a trabajar para que lo sea realmente y conecta con la organización más cercana.
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Comentarios
Silencio cómplice institucional con "torneos de gladiadores"
Silencio de las directivas de instituciones penitenciarias y de los medios de comunicación ante "torneos de gladiadores" a gran escala en las cárceles de California. Derivados de la actitud provocadora de un sector ajeno a las movilizaciones de presos, el último enfrentamiento conocido involucró a más de doscientos presos, con cincuenta heridos y ocho hospitalizados -además de las consecuencias en perdida de beneficios penitenciarios por estar en medio del altercado-: https://shadowproof.com/2019/09/04/officials-ignored-warnings-before-massive-gladiator-fight-at-soledad-state-prison-in-california/