La vía eslovena

Cuando el Señor Torra habla de la vía eslovena a la independencia de Cataluña, no sólo miente y provoca, sino que además anuncia públicamente que planifica un golpe de fuerza contra el gobierno central.

El señor Torra ha perdido el norte, la prudencia y el sentido común, aunque sólo sea porque cuando se planifica tal cosa, no se dice en público.

La vía eslovena se fundamentó en estos tres hechos, que no se dan en la situación catalana:

  1. Eslovenia celebró el 23 de diciembre de 1990 un referéndum en el que, con una participación del 93,3%, el 94,8% de los votos emitidos fueron favorables a la independencia (lo que equivalía a un 88,5% del total del censo). La participación en la consulta catalana del 9N fue de 2.305.290 personas, ligeramente por encima del 33% de los llamados a votar. El 80,76% de los votantes de la consulta catalana han votado sí a las dos preguntas propuestas. Por tanto, quieren que Cataluña sea un Estado y que este sea independiente; un 10,07% de los votantes han votado sí a un Estado, pero no a su independencia de España. El no a ambas cuestiones apenas ha alcanzado un 4,54%. En resumen: el apoyo a la secesión de Catalunya atrajo el 9-N del 2014 al 34,42% del censo electoral; el 27-S del 2015, al 35,68%; y el 1-O del 2017, al 37,8%. Insuficiente en todos los casos, si lo comparamos con los resultados eslovenos, que fueron de un 88,5% del total del censo.
  2. Yugoeslavia era un Estado en descomposición, fruto de la desaparición del bloque soviético. En Eslovenia existía un ejército esloveno, dada la concepción de defensa territorial y federal, de carácter guerrillero del Estado Federal Yugoeslavo. ¿Dónde está el ejército catalán? ¿Los sufridos mossos? ¿Pretende Torra que el Estado central disuelva definitivamente el cuerpo autónomo policial? ¿Nos está diciendo que controla a los mandos militares del cuartel del Bruc? La respuesta a todas esas preguntas es tan evidente que califica objetivamente el discurso del señor Torra como estúpido, alocado e imprudente. La independencia eslovena provocó una guerra que duró 10 días, y que causó 18 muertos en el lado esloveno y 44 en el lado del Ejército Federal Yugoslavo, más 12 extranjeros que pasaban por allí. ¿Quién pondrá los muertos en la guerra de independencia catalana? ¿Usted, señor Torra? ¿Y cuántos? ¿Y quiénes serán? ¿Qué duración tendrá esa guerra?
  3. Entre Eslovenia y Serbia se interponía el Estado de Croacia. La guerra de Eslovenia quedaba muy lejos para los serbios y además carecía de una fuerte minoría racial serbia. Serbia sabía que la guerra decisiva era la croata. ¿Dónde está ese Estado tapón intermedio en la Península ibérica, señor Torra?

¿Es consciente el Señor Torra que cuando habla de la vía eslovena a la independencia de Cataluña, no sólo miente y provoca, sino que además anuncia públicamente que está planificando una guerra o insurrección contra el gobierno central? Si es consciente, es ridículo; si no es consciente, debería dimitir por inútil.

El señor Torra, además, cuando habla en público, lo hace como President de la Generalitat, en función de su cargo público. ¡No son declaraciones irrelevantes de un periodista alarmista o de un intelectual sin responsabilidades políticas, ni poder alguno!

¿Qué pretende el señor Torra con tales declaraciones?

Es evidente que no está fomentando el pacifismo, ni la tan cacareada vía legal y pacífica de los independentistas catalanes. ¿Anuncia la lucha armada contra el ejército español? ¿Está planificando la guerra o una insurrección? ¿Con qué y contra quién?

Todo esto es muy grave, incluso para un melifluo intelectual como el señor Torra, aunque haya perdido el norte, la prudencia y el sentido común. ¡Y si aún no ha perdido el norte, ni la prudencia, ni el sentido común, y todo se trata de un terrible malentendido, debería deshacer el entuerto inmediatamente y con claridad meridiana!

Cuando Eslovenia se independizó de la antigua Yugoslavia, 200.000 personas de otras repúblicas vivían en su territorio. El 26 de junio de 1991 esos “extranjeros” recibieron un ultimátum de seis meses para registrarse legalmente como ciudadanos eslovenos. Unos 170.000 se legalizaron, 12.000 se exiliaron y los 18.000 que no se presentaron fueron borrados sin previo aviso. Muchos descubrieron su inexistencia al ir a renovar un carné de conducir o de identidad, a veces al inscribir el nacimiento de un hijo. Habían sido borrados de los registros. Sin más perdieron todos sus derechos. No existían. Se convirtieron en residentes sin papeles en el mismo lugar donde siempre habían vivido. Porque ésa es también la vía eslovena, señor Torra, aunque usted no nos lo quiera explicar.

Y, por lo tanto, me pregunto si aragoneses, andaluces, castellanos, gallegos, murcianos, canarios, portugueses, cántabros, franceses, ingleses, marroquíes, italianos y otros, o incluso los catalanes no independentistas, residentes en territorio catalán, que no opten por el exilio, ¿serán borrados en la nueva y flamante República Catalana?

Esa es la vía eslovena del señor Torra: ¡Que no nos borre!

Agustín Guillamón

Diciembre 2018

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