Rep. Checa: Absueltxs lxs anarquistas 5 acusadxs en la Operación Fénix 1. Crónica y reflexión

3 años sin ninguna prueba - 3 años que arruinaron nuestras vidas

El caso Fenix es un embrollo que consiste en acusaciones de muchos delitos, que van desde la llamada "apología del terrorismo" a la de preparación de ataques terroristas. Estos son los que más se discutieron en la última Audiencia Municipal en Praga. Durante su veredicto, la jueza absolvió a las cinco personas acusadas ​en el caso Fenix ​​1. ¿Es una victoria? ¿Por qué esta sentencia no es definitiva? El artículo que sigue es una traducción de un resumen de las audiencias de la corte y algunos análisis de nuestra situación y experiencia, originalmente escritos en idioma checo, traducido al inglés y de ahí vuelto a traducir al castellano.

Esta largo porceso judicial va contra cinco anarquistas, tres de ellas acusadas ​​de planear un ataque terrorista en un tren que transportaba material militar. Otras dos fueron acusadas ​​de conocer tales planes y no haber detenido a las presuntas autoras. Dos de estas cinco personas también fueron acusadas de preparar un ataque con cócteles Molotov a coches de la policía durante el desalojo de la okupa Cibulka. En resumen, según los agentes de policía implicados, hay un total de cinco personas involucradas y tres delitos diferentes. (Y todo esto es solo para Fénix 1, porque algunas de estas personas enfrentan más acusaciones en el contexto de Fenix ​​2).

En el grupo donde estaban las cinco acusadas, había dos agentes de policía infiltrados. Estos dos individuos prepararon activamente ambos ataques y también en parte los iniciaron. Sin embargo, la jueza no determinó sus acciones como una provocación únicamente gracias a que las pruebas que demostrarían efectivamente la provocación no están disponibles.

La jueza, su excelencia Hana Hrncirova, destacó que absolvió a todos los acusados ​​precisamente por falta de pruebas suficientes. Destacó la falta de transparencia del trabajo de la policía: "La razón por la cual el tribunal toma esta decisión es el hecho de que durante la evaluación de pruebas la jueza expresó fuertes dudas sobre la transparencia policial en sus métodos tanto antes del inicio del proceso penal como cuando fue legalmente permitido involucrar a los agentes desplegados en el caso", afirmó.

La jueza hizo hincapié en que la policía actuó durante meses sin orden judicial y cuando el abogado defensor pidió los registros de su actividad, la policía no los tenía: "El tribunal no tiene  constancia de esos registros, ni siquiera de uno", dijo la jueza . Luego ella dijo: "El abogado de la defensa ha tratado de obtener estos materiales porque se puede suponer que, sobre la base de estos permisos individuales, debe haber algunos registros en alguna parte. Tales registros nunca fueron incluidos en el archivo ".

Según declaró la policía, los materiales de los primeros meses de infiltración "no existen o no se pueden usar". Luego, tenemos otro montón de archivos que existen, archivos con una transcripción de comunicaciones grabadas por teléfono móvil, y de hecho pueden ser utilizados. Especialmente para demostrar que los agentes secretos, la infiltración y la construcción del caso no son cosa del pasado, como muy a menudo escuchamos. Cómico fue el momento en que la jueza levantó esta pila sobre su cabeza (es un volumen de aproximadamente 400 páginas A4) y dijo que de todas estas transcripciones ni una sola cosa tiene valor como evidencia.

La sentencia no es firme porque el fiscal del estado Pazourek consideró que todavía no ha destruido la vida de las personas lo suficiente y apeló en el mismo momento. Como ex-agente de policía, cree que la policía actuó correctamente y espera que el Tribunal Superior de Apelación confirme su opinión. Sin duda, hará todo lo posible para encontrar algo que "debe estar allí y que se pueda usar". Entonces podemos simplemente esperar que este cazador de anarquistas (que también es el que propuso al menos 12 años de cárcel por los acusados ​​en Fénix y que también es fiscal en Fénix 2) tendrá pruebas sin ningún valor de evidencia también en el próximo juicio.

A diferencia de Pazourek, el ministro de inferior, el socialdemócrata y aficionado a las armas, Josef Chovanec, no tiene tiempo para esperar al Tribunal Superior. Las elecciones parlamentarias se acercan y tiene que dar prioridad a pulir su imagen presentándose como un honesto y justo papá. Y por lo tanto, después de tres años, de repente se dio cuenta de que en el caso Fenix ​​algo "no está del todo bien". En su perfil de Twitter dejó caer algunos comentarios al hacer referencia a hechos pertenecientes a la historia checa: "Si resulta que fue solo una provocación policial, pediré un caso de investigación exhaustivo y un castigo a los culpables". La policía de un estado tan democrático [...] no puede destruir arbitrariamente las vidas de las personas, independientemente de su pensamiento político. Espero que el "juicio de Omladina1" pertenezca a nuestra historia y no a nuestro presente". Es una lástima que no estuviera allí diciendo esas palabras cuando, en el momento del encarcelamiento de Martin Ignacak, el detective principal Palfiova, al mirar el archivo, declaró: "¡podemos hacer lo que queramos!".

Si el propio Chovanec es total o parcialmente responsable del proceso contra el movimiento anarquista, no lo sabemos y pasará mucho tiempo antes de que lo descubramos. Seguramente, si la jueza hubiera enviado a las cinco personas tras las rejas, nos apostamos a que hubiera dado unas palmaditas en la espalda a sus muchachos "por el buen trabajo que realizado". Ahora, como sucedió lo contrario, puede culpar por sus errores y abuso de poder a solo un par de individuos de un aparato policial y punitivo que de otro modo sería "inmaculado" y "útil para toda la comunidad".

Gana la falta de evidencias

Para muchas de nosotras, el veredicto de la Corte es un alivio. Por un momento podemos respirar, reunirnos para la cena y ver a nuestras amistades en un estado mental más relajado fuera de las paredes de la prisión. Estos momentos son importantes en la vida y es bueno que podamos disfrutarlos. La prisión es una institución inútil, divide las relaciones, aísla a las personas y destruye sus vidas. Esta es la razón por la cual el veredicto, no importa cuánto más agradable que "culpable", no es una victoria total para nosotros. No olvidamos lo que significaron tres años de infiltración y posterior investigación. Ales, Martin y Peter han sido encarcelados durante 27 meses en total, Lukas: 7 meses, y antes de eso había estado un año en la clandestinidad. Todos ellos aún esperan juicios (la apelación a Fénix 1 y para algunos de ellos y otros dos compas Fénix 2). Algunos de ellos con posibles cadenas perpetuas aún en el aire. No olvidemos que Igor, que hoy fue declarado inocente, permaneció en aislamiento durante tres meses, aún sufre severas restricciones y llevaba casi un año y medio reportando a los servicios de libertad condicional. Además de eso, aún corre el riesgo de ser deportado de la República Checa debido a su estancia bajo custodia.

Las familias, las amigas y las personas más cercanas de las acusadas ​​y encarceladas, así como aquellas que están directamente afectadas por el caso Fenix, enfrentan una gran presión e impacto emocional. La policía irrumpió en varios pisos y ha estado interrogando cada vez a más personas. La policía está utilizando prácticas que tiene a mano, como llevar a la persona interrogada al bosque o amenazar a las compañeras  y padres de los sospechosos. Si hacemos una lista de lo que se ha hecho durante las diversas acciones represivas (y solo estamos hablando de los últimos tres años contra el movimiento antiautoritario en la llamada República Checa) probablemente sería larga y aterradora.

En resumen, está claro que no hay nada que celebrar. La necesidad de destruir el sistema opresivo todavía está en el juego, solo hay que pensar en una mejor estrategia y encontrar nuevas formas de lucha. En casos como el Fenix, es necesario entender de qué se trata esto realmente. Desde el principio, dijimos que su objetivo no es principalmente encarcelar largo tiempo a un puñado de anarquistas. Las unidades represivas no tienen miedo de nosotros, ni temen a Martin, Peter, Sasha, Ales, Katarína, Radka, Igor, Lukas, Ales y las otras acusadas. Lo que les asusta es que cada vez más personas se identifican con nuestras ideas, especialmente si comienzan a usar una variedad más amplia de tácticas. Los protectores del status quo invierten muchas fortalezas, energía y recursos para mantener a las personas en la creencia de que esta es la libertad con la que sueñan.

Antiautoritarias y anarquistas creemos que podemos vivir nuestras vidas de una manera más genuina que la ofrecida por el neoliberalismo y que no necesitamos Estado ni política. Somos una alternativa que podría interferir con este estilo de vida consumista. La represión es vista como la herramienta ideal para suprimir ideas. Y por ello, el aparato estatal quiere desacreditarnos a través de los medios sensacionalistas y etiquetarnos como terroristas, intimidarnos utilizando el encarcelamiento y dividir el movimiento entre "radicales" y "no violentos" y colocarnos unos contra otros. Paralizarnos con paranoia.

La pregunta es porqué este intento de represión es exitoso y en qué puntos podemos incidir. Cómo no caer en trampas que son invisibles a primera vista y cómo derribar muros en nuestras cabezas. Muros dentro de nosotras mismas y entre nosotras y otras personas. Cómo romper estos muros y construir puentes con sus ruinas. Cómo vencer el miedo, lograr aquello por lo que luchamos y respetarnos las unas a las otras. Y por último, pero no menos importante, cómo no caer en la necesidad de ganar en un juego que no es nuestro y que solo nos aleja de cosas y actividades importantes.

El caso Fenix ​​se ha convertido en un punto crucial en la vida de muchas de nosotras. Podemos aprender mucho de eso. Tomémoslo como punto de referencia para comprender mejor cómo funcionan las estructuras de poder y para entendernos unas a otras, así como para analizar críticamente nuestros propios errores. No queremos fingir que tenemos las respuestas a todas las preguntas. Pero hemos aprendido una cosa: Si queremos que nuestras acciones y nuestra organización sean realmente efectivas y peligrosas para las estructuras de opresión que nos mantienen bajo control, deben provenir de discusiones y  negociaciones colectivas que vayan más allá de los lineas trazadas por del Estado. Aprendimos que no tiene sentido esconderse de la represión, es mejor estar preparadas para enfrentarla y crear las condiciones que harán que esas operaciones sean inefectivas. Mientras las personas sean  encarceladas primero y sólo después se discuta si esta es la medida correcta, hay una razón para seguir luchando. Eso no quiere decir que si los procesos legales suceden en el orden opuesto el problema esté resuelto, sino que necesitamos imaginar un mundo completamente diferente. Un mundo sin prisiones, fronteras ni policía donde realmente debemos resolver los problemas nosotras mismas en lugar de esconderlos detrás de los muros.

Fenix ​​no es una operación dirigida a un puñado de ingenuas anarquistas, sino un ataque al futuro de la subversión como un todo. También es una demostración del poder de la policía y del trabajo de los agentes secretos del estado en la democracia que tan a menudo escuchamos como sinónimo de libertad.

¡Que no te atrapen!

En Solidaridad, Cruz Negra Anarquista, Praga, equinoccio de otoño de 2017.

"Mis valores pilares son: Vida, Justicia, Libertad e Igualdad. Las personas que construyen casos y quieren encarcelar personas apenas entienden esos valores. Estoy listo para cualquier veredicto, y lo tomaré con la cabeza en alto. Un veredicto que afectará mi vida y la de los demás ".
Discurso final de Martin Ignacak.

• 1. [1]En 1894, el Juicio de Omladina, que tuvolugar en la capital regional austro-húngara de Praga, llevó con gran ruído al anarquismo checo y al anarcosindicalismo ante la corte, así como condenó a 68 nacionalistas checos de actividades radicales. En la operación se utilizaron policías infiltrados como agentes provocadores. (Fuente: Wikipedia)