[EEUU] Represión en las cárceles un año después de #PrisonStrike

Tomado de Fight Toxic Prisons. -- Un año después de la huelga contra la esclavitud en las cárceles de Estados Unidos, sigue la represión contra quienes participaron en ella. Un ejemplo de ello es la situación del preso de Florida Julius Smith, actualmente en la penitenciaria de Hamilton. Su caso representa un ejemplo extremo —pero desafortunadamente habitual— del castigo contra un preso por una presunta agrupación delictiva a raíz de sus esfuerzos por comunicar al exterior las condiciones tras los muros.

La denuncia de la situación de Julius es una oportunidad para recordar a los responsables de las cárceles que los horrores dentro de las prisiones en la zona afectada por el huracán Harvey son de dominio público. Ha de exigirse que los presos afectados en Florida por el huracán Inma sean evacuados sin vacilación. Más de cien mil personas se encuentran atrapadas en las cárceles de Florida. Como dice la activista Cara Jennings, "si los responsables de las prisiones dicen estar alerta ante la tormenta, hemos de dejar clara nuestra alerta ante su inacción respecto a nuestras hermanas y hermanos".

Hace ya un año que los presos de la penitenciaria Holmes, en Florida, dieron la señal de salida para la mayor huelga de presos de la historia de Estados Unidos coordinada a nivel de todo el país. El 9 de septiembre eran al menos diez las cárceles de Florida, junto a docenas del resto de Estados Unidos, las que experimentaban un abanico de disturbios, desde incidentes menores a grandes alteraciones del ritmo carcelario cotidiano. Los informes personales de reclusos de todo el estado indicaban que lo que comenzó como sentadas y rechazos a colaborar se convirtió, debido a la actuación de los guardianes, en un motín a gran escala. Todo el país vivió momentos similares por el rechazo a participar en la propia esclavitud en talleres y comedores.

Algunos de aquellos presos todavía se encuentran hoy bajo aislamiento y dispersión, despojados de sus pertenencias y amenazados con  la perdida de beneficios por buena conducta que puede hacer más largas sus absurdas condenas.

Casi un año después se convocó  a los presos y sus allegados a organizarse en torno a una manifestación en Washington por los derechos de las personas presas —y la abolición de la esclavitud legalizada por la Decimotercera Enmienda de la Constitución—; a raíz de esto, todo el sistema de prisiones del estado fue puesto en situación de bloqueo durante una semana —algo que puede ser visto como un castigo por los hechos de hace un año y como un intento de desalentar la participación en la convocatoria de agosto.

Los mensajes recientes desde detrás de los muros alertan de un plan para suspender las visitas a los presos durante el fin de semana del 9 de septiembre, y posiblemente de la implantación de nuevas jornadas de bloqueo para prevenir la organización y la acción contra el corrupto y brutal sistema carcelario de Florida.

Aunque esto sea frustrante a uno y otro lado de los muros, también indica claramente que nuestros esfuerzos tienen un impacto serio sobre el sistema.  Esto es una estrategia. Los responsables de las cárceles se han encontrado con que tienen que pagar el precio de una reacción excesiva ante el coste que tendría una reacción reducida.

Por tanto, las personas con conciencia a un lado y otro de los muros hemos de construir un movimiento de resistencia. No simplemente un movimiento de resistencia frente a Trump o frente al sistema penitenciario, sino un movimiento de resistencia en defensa de nuestro ineludible derecho a determinar nuestro destino. Libertad, justicia e igualdad no pueden ser simples consignas publicitarias de un imperio desmesurado. Son palabras que tienen que volver a significar algo. Si las cárceles son la antítesis  de la libertad, la justicia y la igualdad, ¿cómo es que un país con el 5% de la población mundial alberga al 25% de los encarcelados del planeta?

Nunca más hemos de guardar silencio.

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Este artículo ha sido distribuido por Incarcerated Workers Organizing Committee - IWOC, el Comité para la Organización de los Trabajadores Presos de Trabajadores Industriales del Mundo-IWW USA.  Como puedes ver en el enlace, IWOC ha renovado y actualizado su página web, como parte de un esfuerzo más amplio para impulsar la lucha por los derechos de los presos y por el fin de un complejo industrial-penitenciario basado en la exclavitud o el trabajo arrancado a cambio de calderilla. www.alasbarricadas.org informará de los avances de IWOC y de la auto-organización de presas y presos en EEUU en próximas entregas.

 

Especial: 
Huelga de presos/as en EEUU
Enlaces relacionados / Fuente: 
https://incarceratedworkers.org/
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