Liberación sin cargos de los 13 rayistas detenidos.

Durante el pasado día 25 y 26 de Febrero fueron detenidos en sus domicilios e incluso en sus centros de trabajo trece aficionados del Rayo Vallecano (once de la peña “Bukaneros” y dos de otra peña rayista llamada “ADRV”) bajo la acusación de pertenencia a una “banda criminal”. Esto sucedió tras las protestas ciudadanas del 23 de febrero que tanto éxito tuvieron en las calles de Madrid, Vallecas, y de toda España en general, en las que la afición de este equipo estuvo muy presente.

Finalmente El magistrado titular del Juzgado de Instrucción Número 14 de Madrid, en funciones de guardia de detenidos, acordó el día 28 de Febrero la puesta en libertad de los trece miembros de peña del Rayo Vallecano.

No es ético detener a 13 jóvenes simplemente por sus pensamientos, sin pruebas de que hayan cometido ningún tipo de ilegalidad, esto rompe totalmente con la libertad de expresión.

Es evidente el motivo por el cual el estado Español quiso criminalizar a este grupo, pues son conocidos no especialmente en el ámbito futbolístico sino mayormente en el ámbito político debido a sus numerosas protestas y reivindicaciones, sobre todo, en contra de las injusticias y de la desigualdad social ondeando pancartas con consignas del tipo: “Recortáis a los pobres para repartíroslo en sobres”.

Tras pasarse 4 días en prisión preventiva han sido absueltos sin cargos pero el jefe general de policía, Ignacio Cosidó, declaró que a partir de ahora la policía actuará con mucha más firmeza con este grupo por considerarlos violentos y según este mismo declaró: “La violencia no tiene cabida en una sociedad democrática como la Española y la ley actuará contra ella” estas declaraciones tienen, a mi modo de ver, un alto grado de hipocresía, pues, la peña más importante de Real Madrid, los “Ultrasur”, cuya ideología es de extrema derecha, causan muchos incidentes violentos, como agresiones a inmigrantes, pero nunca la justicia ni la policía Española ha intentado criminalizar o catalogar como violentos a este grupo de aficionados.

Por último me gustaría mencionar lo irónico de que la policía Española, famosa por sus brutales cargas a manifestantes inocentes y pacíficos, condene la supuesta violencia de un grupo de jóvenes que lucha por un futuro en el que no existan las desigualdades sociales, por un futuro en el que no veamos gente sin casa, pasando hambre o sed mientras otros tienen 20 millones de euros procedentes de la corrupción y el engaño.