El terrorismo en la españa democratica
Existen numerosos factores que han ido conduciendo a que la población española, expresa su desencanto con el sistema democrático a través de diversos factores.
De todos ellos, otro aspecto que influye de una manera decisiva en este proceso de desencanto sin duda alguna es el factor del terrorismo político desde los años 70.
Este terrorismo, que mayoritariamente arranca en la segunda mitad de los años 70 no obstante es especialmente virulento en el periodo que estudiamos, en los años 80 y 90 especialmente donde la cantidad de grupos armados y atentados terroristas se vuelve insoportable y contribuye a crear una sensación en el ciudadano medio español de desencanto, temor y dudas con respecto al proceso democrático.
Entre estos grupos que contribuyen a esta situación de crisis destacan especialmente el grupo armado vasco ETA, el grupo comunista GRAPO y un gran numero de organizaciones de extrema derecha que con el tiempo terminaran germinando en los GAL, y con ello el famoso y célebre episodio de la guerra sucia del gobierno español.
En el Estado Español, el concepto y la imagen del terrorismo ha sido muy amplio y variado y aunque, en general, haya habido desde los sectores oficialistas mas atención en los grupos contra el estado ( ETA, GRAPO, FRAP..) que en el propio terrorismo de estado o amparado por el (GAL, BVE, GCR, AAA...) no obstante ha habido siempre una muy mala imagen con respecto al terrorismo y en general contribuye a crear en la ciudadanía una imagen de temor, inseguridad y desencanto del sistema democrático.
Así lo atestiguan las encuestas, como la realizada por el CIS, que sigue considerando el terrorismo la principal preocupación de los españoles , lo cual nos demuestra que este es un tema clave a la hora de entender el proceso de critica al proceso democrático.
Entre estos grupos armados que contribuyen a esta crisis democrática, podemos encontrar a agrupaciones fascistas de extrema derecha (continuistas y nostálgicos del régimen fascista del general Franco o inspirados en sus estructuras anti-democráticas, anti-liberales y anti-comunistas) también representantes de la extrema izquierda comunista (de ideología comunista y republicana, opuestos al orden monárquico y capitalista de 1978 y a la traición del pactismo eurocomunista desarrollado por la cúpula del Partido Comunista de España, cuyos ejemplos estarían en los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre-GRAPO, o el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota-FRAP) agrupaciones de contenido nacionalista ( que tratan de luchar por la autodeterminación de sus respectivos pueblos y contra una constitución que asegura y garantiza la unidad de España, cuyas manifestaciones mas evidentes están en el grupo armado vasco Euskadi Ta Askatasuna-ETA, el grupo catalán Terra Lliure, el canario Fuerzas Armadas Guanches-FAG, o el gallego Exercito Guerrilheiro do Povo Galego Ceive-EGPGC ) y en menor medida también agrupaciones anarquistas ( casi inexistentes como organizaciones reales, a pesar del empeño de los cuerpos de investigación y seguridad del estado).
En este análisis, como es lógico no cabe analizar todas estas agrupaciones por el limitado periodo cronológico que analizamos (1982-2006), así que se analizaran con algo mas de detalle los grupos que influyen en este periodo (ETA-GRAPO-GAL) aunque previamente sea necesario nombrar la procedencia de estos en la transición.
De todos ellos, el caso de los grupos de extrema derecha, han estado casi siempre muy vinculados directamente con organizaciones creadas en la clandestinidad por parte de los cuerpos del ejercito o la policía, o respondiendo a agrupaciones políticas, económicas y culturales de un amplio espectro de la derecha española. Por lo que, salvo casos aislados, en gran medida se les podría calificar casi como terrorismo al servicio del estado, pues sus finalidades, eliminar y neutralizar la oposición de izquierda al sistema político-económico del país, no hace si no beneficiar directamente a este, aunque en su dialéctica aseguren luchar contra ese sistema.
Era un periodo en el que, con la reciente transición, todavía los máximos puestos del poder monárquico, estaban copados por fascistas, con Fraga en Interior, Carlos Arias Navarro en Gobernación, y Rodolfo Martín Villa en Interior en la época de UCD.
Entre estos grupos, provenientes y apoyados por la extrema derecha tanto institucional como el partido Fuerza Nueva, como callejera, descubren, durante los años 70 y 80 un sinfín de siglas y nombres de forma que, como asegura un ex militar integrante de uno de estos grupos, “existen un gran numero de grupos, pero eso solo son siglas, nombres que van saliendo y se van utilizando conforme se necesita”
Entre estos grupos de extrema derecha ,que actúan en el entorno de los años 60 y 70 y que se unirán en torno a los años 80 en lo que será los GAL, se encuentran el Batallón Vasco Español-BVE, responsable de decenas de asesinatos contra miembros de ETA, de la izquierda abertzale, y en general antifascista, como fue el celebre caso de la joven Yolanda González Martín, militante del Partido Socialista de los Trabajadores, que fue torturada, golpeada y asesinada de 3 disparos en la cabeza la noche del 2 de febrero de 1980, en cuya muerte se ven implicados miembros de la policía nacional. También destaca el caso de los Guerrilleros de Cristo Rey, paramilitares de extrema derecha, mas centrado en los sectores progresistas e izquierdistas en general de la sociedad española, responsables de la masacre de Montejurra de 1976 contra miembros de la facción izquierdista del carlismo, en la que colaboraron miembros de la guardia civil y los antiguos servicios secretos del franquismo, como atestigua uno de sus antiguos integrantes el general José Antonio Sáenz de Santa Maria, o el asesinato del joven militante de izquierda Carlos González Martínez el 27 de septiembre de 1976 por militantes de dicha organización, al grito de “Viva Cristo Rey”, o también destacan otras organizaciones asimismo de extrema derecha como la Alianza Apostólica Anticomunista (responsables del crimen de los abogados laboralistas de Atocha en 1977 de CCOO-PCE), Comandos Antimarxistas, Grupos Armados Españoles o Antiterrorismo ETA.
Así, como hemos visto existen, dos tipos de terrorismos en la España democrática, que son el de grupos armados contra el estado (principalmente ETA y GRAPO), y por otro lado el terrorismo de estado llevado a cabo directamente por este ( como veremos con los GAL) o indirectamente ( con las citadas agrupaciones de extrema derecha).
No obstante, dentro de este terrorismo de estado, existe en el inmediato post-franquismo, aunque cronológicamente se nos escape del análisis pero que es necesario nombrar al menos, otra forma de control y depuración de los elementos considerados peligrosos para el nuevo rumbo que se estaba llevando a cabo con los pactos sociales, políticos y económicos de la Transición Española.
En este contexto, me permitiré nombrar otro sector de la oposición al sistema democrático, esta de tipo no violento, que ya nombre anteriormente que es el anarquismo.
El movimiento anarquista, especialmente durante las etapas finales de la dictadura franquista, parece recobrar en España una gran importancia. En este sentido, la central anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo-CNT que suponía, con su mensaje revolucionario y combativo, una seria amenaza a las elites políticas, pero sobretodo sindicales representadas por CC.OO. y U.G.T. que colaboran en la implantación en España de un régimen neo-liberal y que por tanto estaban sujetas a las directrices de las elites políticas. Además, el movimiento anarquista se hallaba fuertemente implantado en el estado español, enlazando directamente tanto con las luchas de la CNT, como de los grupos autónomos anarquistas ( MIL, GARI...) cuyas figuras mas celebres serán ejecutadas ( Salvador Puig Antich, u Oriol Sole Sugranyes en 1974 y 1976) o encarceladas, para frenar la expansión de sus ideas.
Posteriormente, con la legalización sindical, la CNT experimenta un fortísimo auge de su militancia, que contaba ya en 1977 con cerca de 300.000 afiliados .
A ello, habría que sumar la gran cantidad de actividades ideológico-culturales desarrolladas por el entorno anarquista, como el celebre mitin anarquista de la CNT en la plaza de toros del pueblo madrileño de San Sebastián de los Reyes en 1977 con 25.000 personas, el de Montjuic de Barcelona en el mismo año con 300.000 o las “jornadas libertarias” de Barcelona en ese mismo contexto que durante una semana atrajeron a la ciudad a medio millón de personas, o la victoria ese mismo año de la huelga de gasolineras de Barcelona .
Es en este contexto de fuerte auge del anarquismo, cuando la extrema derecha institucional pone en marcha su maquinaria para frenar esta influencia. Ello se plasmara con la figura del entonces Ministro de Interior del gobierno pos-franquista U.C.D., el falangista Rodolfo Martín Villa, jefe nacional del sindicato fascista S.E.U. y ministro de relaciones laborales durante la dictadura franquista, que ya en 1978 expresa su preocupación por el auge del anarquismo cuando dice que “el verdadero peligro para la transición española, lo que realmente me preocupa no es ETA o GRAPO, si no el movimiento libertario” .
Esta campaña de caza y persecución del anarquismo se materializa el 15 de Enero de 1978 cuando se celebra en Barcelona una manifestación convocada por la CNT contra los pactos sociales de la Moncloa en Barcelona a la que acuden unas 15.000 personas, tras la cual se produce el incendio y destrucción de la sala de fiestas Scala en la que mueren cuatro obreros afiliados de la CNT.
Inmediatamente, y tan solo 48 horas después, la policía y el Ministerio de la Gobernación de Martín Villa, detienen a cuatro militantes del sindicato y en un comunicado del grupo Pyresa, acusan “a la CNT y a un comando militar de la F.A.I. y las Juventudes Libertarias como autores del atentado contra el restaurante Scala de Barcelona” , lo cual cae por su propio peso puesto que, cualquiera que conozca algo del movimiento anarquista español sabe que ni la FAI ( Federación Anarquista Ibérica) ni las Juventudes Libertarias son ramas “de nada ni de nadie”, si no organizaciones autónomas de la CNT, pacifistas y dedicadas a la difusión ideológico-cultural del anarquismo.
Pero el objetivo no era actuar con lógica a la realidad, si no desarmar todo el entramado del anarquismo y causar desconcierto entre la población.
Aunque posteriormente se descubrió que el autor fue un infiltrado de la policía llamado Joaquín Gambin ,sin embargo la imagen de la CNT relacionada con el terrorismo y radicalismo violento condujo a un desencanto y temor de la afiliación que abandono en masa el sindicato, repartiéndose entre los sindicatos ya existentes (amoldados a las directrices del gobierno) o en el nuevo sindicato nacido en 1979 de la escisión moderada y colaboracionista de la CNT, el sindicato Confederación General del Trabajo (CGT).
Así, con esta actuación de la extrema derecha institucional (reconvertida ahora en democrática por las necesidades del momento) otro sector peligroso para la transición había sido ,si no controlado, por lo menos si neutralizado.
Es, pues, con este contexto de temor, con una población acostumbrada diariamente a las bombas, atentados y asesinatos, cuando llegamos al proceso que pasamos a analizar, los años 80 y 90 con los diferentes gobiernos del PSOE y del PP.
Eliminados o controlados ya los grupos de menor calado, perviven aun los tres grandes peligros para la transición democrática; el nacionalismo, el comunismo radical, y la extrema derecha. La población, cansada de vivir en un contexto violento, sin embargo muestra ya en estos años ya claramente su indignación y descontento por las debilidades del sistema democrático de la transición cuando pasa a ser de objeto pasivo que padece en silencio y a veces indiferencia las actividades terrorista, a objeto activo cuando empieza a participar activamente a través de manifestaciones o asociaciones pacifistas.
No obstante, como veremos mas adelante, la actitud de la población no va a ser la misma en todos los casos y no debemos caer en un falso victimismo de la población española como ente objetivo que padece el terrorismo y lo condena, pues si bien en el caso de la ETA la unidad y activismo ha sido y es muy potente, sin embargo y como veremos, a la hora de protestar y denunciar los crímenes de los GAL, la población española se mantendrá durante su existencia en un vergonzoso y claramente colaboracionista silencio que lleva a dicha organización a crear un clima de actuación de legitimidad y apoyo de sus asesinatos.
Por otra parte, destaca también esa otra forma de terrorismo de estado, ya mas relacionada con actividades criminales.
Todos esos grupúsculos de extrema derecha que antes hemos mencionado, algunos de ellos con un importante grado de peligrosidad, que hasta este momento parecían actuar sin rumbo y sin sentido, acabaron encontrando una respuesta a su lógica violenta cuando todos acabaron cristalizando perfecta y cómodamente, en lo que luego se conocería como los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL).
Esta coordinación se basaba simplemente en una unión de todos los anteriores grupos, salvo que en esta ocasión se encontraban coordinados, unidos, armados y apoyados por las fuerzas de seguridad, inteligencia y personalidades políticas del país en esos momentos. Los GAL están activos desde 1983 a 1987 durante el gobierno del PSOE y cuentan en su haber con 27 crímenes de miembros de la izquierda abertzale. Herederos de la violencia ultraderechista de los grupos que la componen, surgen tras el asesinato de los etarras Lasa y Zabala, y el secuestro del empresario Segundo Marey.
José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, presuntos miembros integrantes del grupo armado ETA, van a ser secuestrados el 16 de octubre de 1983 en Bayona (Francia) presuntamente como se juzgo después, por un comando de los GAL dirigido por los ministros Barrionuevo y Vera y ejecutado por los guardias civiles Enrique Rodríguez Galindo, Ángel Vaquero y con la complicidad del gobernador Julen Elgorriaga.
Posteriormente serán trasladados clandestinamente a San Sebastián donde, después de ser brutalmente interrogados y torturados, pocas semanas después son asesinados de un disparo en la cabeza y enterrados a cal viva en Alicante.
El 20 de enero de 1984 una voz llamaba a la cadena ser en nombre del grupo armado anunciando el asesinato. Sus cadáveres fueron hallados un año después en la fosa que sirvió de sepultura para los etarras, según testimonios de la guardia civil “una vez abierta la fosa resulto contener no uno, si no dos cadáveres, que presentaban mordazas en la boca, los ojos tapados con cinta aislante, y aun conservaban restos de vendas. Al primero le faltaban las extremidades inferiores, que correspondían con los que se encontraban esparcidos por el exterior”
Los mas dantesco del asunto es que, debido al estado del asesinato y la cal vertida, los cuerpos no se pudieron identificar con Lasa y Zabala hasta 1995, 12 años después.
Segundo Marey Semper, industrial franco-español, fue la segunda victima (aunque no mortal en esta ocasión) de los GAL.
Este empresario, afincado en Hendaya, pero de origen vasco y dedicado a la venta de productos de mobiliario de oficina, fue secuestrado por error, al ser confundido con uno de los máximos dirigentes de ETA, el vasco Mikel Lujua.
Así, la noche del 4 de diciembre de 1983, en pleno invierno, un comando del GAL liderado por los mercenarios Mohand Talbi, Jean Pierre Echalier, y Pedro Sánchez, y dirigidos por policías nacionales como José Amedo o Michel Domínguez, secuestran a golpes al empresario vasco, al ser confundido con un líder de la ETA.
Tras amordazarle, golpearle y encapucharle, rápidamente cruzan la frontera hasta Navarra. Allí el policía nacional José Amedo descubre la tremenda confusión, a pesar de lo cual, Marey es trasladado a una cabaña en la región navarra de Colindres donde es interrogado y confinado durante 10 días hasta resolver el error y liberarlo.
Allí, Marey, que era con frecuencia insultado con calificativos como “porquería” o “etarra” fue interrogado y tras comprobar su inocencia confinado, atado, encapuchado y drogado en un pequeño cuarto donde apenas fue alimentado y arropado a pesar del crudo invierno. Durante su cautiverio sufrió además acoso psicológico al amenazarle de muerte en diversas ocasiones, hasta el día final de su liberación para atemorizarle.
Posteriormente, Marey insistió tras su liberación que esos días fueron claves para que su estado de animo y salud se deteriorase de por vida. Posteriormente el empresario fue liberado por la policía, a pesar de lo cual no ha obtenido compensaciones.
Posteriormente, tras varias detenciones de mercenarios franceses se descubre documentación y testimonios de numerosos detenidos, que implica a los servicios secretos de inteligencia españoles y la policía en la guerra sucia contra ETA y el entorno abertzale.
Poco a poco se suceden los asesinatos de miembros del entorno abertzale, como el caso del líder del partido abertzale HASI, el medico Santiago Brouard el 20 de noviembre de 1984, o los etarras Gurmindo, Perurena, Zabalza, Urigoitia....y las sospechas de permisividad en las acciones de los GAL empiezan a sobrevolar sobre el Consejero de Seguridad del Gobierno, Rafael Vera , y el Ministro del Interior, José Barrionuevo, así como del propio presidente Felipe González.
Los testimonios de los mercenarios implicados detenidos por la policía francesa acusando a los servicios secretos (CESID) a la policía, y al ministerio del interior y el hallazgo de un zulo de los GAL en 1987 con documentación de la policía española hace recaer acusaciones por parte del periódico Diario 16 contra el gobierno socialista.
Tras varios meses de investigaciones por parte del juez Baltasar Garzón y las declaraciones de miembros de la policía detenidos como José Amedo o Michel Domínguez, que delataron nombres so pena de ser acusados con 108 años de prisión por todos los delitos del GAL, al final acaban reconociendo la existencia real del grupo, implicando en su gestión y organización a los miembros del gobierno Barrionuevo y Vera, y a miembros de la guardia civil como Enrique Rodríguez Galindo, como responsable de ,al menos, 7 homicidios en primer grado, o Ángel Vaquero y a civiles como Julen Elgorriaga o Ricardo Damborenea.
Además, en 1996 el diario El Mundo revela informes del CESID en los que se observa que conocían de forma detallada los crímenes de los GAL, los cuales fueron encubiertos por parte de estos, y que inducen a una posible participación de estos en la trama de los GAL.
A pesar de todo esto demostrado aquí, y a pesar de que tanto la justicia española, miembros de la policía nacional implicados, o mercenarios franceses contratados con fondos reservados para ejecutar los atentados de los GAL, declararan la existencia real de los GAL y reconocieran haber realizado secuestros y asesinatos indiscriminados (hasta 27 crímenes) contra miembros de la izquierda abertzale, tal y como dijimos antes y a diferencia del caso de la ETA sin embargo, ni los ministros socialista, populares, ni la población española han investigado, criticado o manifestado tan vehementemente contra los crímenes y contra el terrorismo de los GAL
Resulta sorprendente que el pueblo español solo haya reaccionado activamente contra el terrorismo de izquierdas, y sin embargo contra el terrorismo de extrema derecha haya sido tan complaciente.
En declaraciones del ministro e implicado por los GAL, José Barrionuevo “No sentíamos un gran dolor por los atentados, ni una gran pasión por investigarlos. Las victimas, al fin y al cabo también eran terroristas, y se ignoro el carácter indiscriminado de los asesinatos y algunos errores de los GAL”.
Como dice también el historiador Charles Powell que “ también merecería una profunda reflexión la casi total indiferencia de la población española -no así de la vasca- de las acciones de los GAL. Mientras que las victimas fuesen etarras, el fin justificaba los medios”
Y es que, como veremos a continuación con el caso del terrorismo de los grupos contra el estado, en estos casos, se ha denunciado y presionado a los gobiernos centrales para liquidar esos grupos, se han realizado cientos de asociaciones y grupos antiterroristas y se han realizado manifestaciones de cientos de personas denunciando la existencia de estos grupos y exigiendo a los gobiernos acabar con ellos, mostrando su desencanto por la incapacidad gubernamental para resolver este problema.
Sin embargo es curioso como un silencio total y sospechoso ha cubierto como un velo sombrío el tema de los GAL y la mas que evidente implicación del gobierno español en forma de terrorismo de estado en su ejecución.
Estros crímenes, deberían investigarse a fondo ( sin miedo de poder salpicar a altos políticos) y para ello es necesaria una recuperación de la memoria histórica y social de aquellos años de violencia, para que la palabra terrorismo no ya deje de tener sentido en nuestras sociedades, si no que al menos se aplique de forma justa y adecuada, como historiadores de juicio que somos, a todos aquellos que la han llevado a cabo.
Por otro lado, destaca otra forma de violencia armada que sufre el estado español durante el periodo democrático desde 1982, y es el caso de la violencia de agrupaciones armadas contra el estado español. En este sentido, cabria mencionar como organizaciones mas destacadas a la ETA y los GRAPO, aunque existen un sinfín de organizaciones que actúan también en este periodo.
La organización armada vasca ETA-Euskadi Ta Askatasuna, nace el 31 de julio de 1959, escindida de una facción marxista de las juventudes del PNV, la organización EKIN, que será el precedente de la organización.
Entre todas sus victimas mortales desde su nacimiento se contabilizan mas de 800 victimas.
Entre los objetivos fundamentales de ETA durante la monarquía, ya no son solo los guardias civiles y militares ( que también) sino también empresarios, y militantes políticos de izquierda y derecha. Para su financiación, inicialmente se sirven de atracos a bancos, a modo de muchas organizaciones revolucionarias previas en el estado español, como los Maquis, o el MIL. Sin embargo, posteriormente se decantan por lo que es denominado en el entorno abertzale como el “impuesto revolucionario” consistente en solicitar sumas de dinero para su financiación a empresarios y miembros de la clase pudiente vasca.
Así, otro factor de sobra conocido y eso es precisamente algo muy criticado ente la población española que siempre ha criticado, es que el entorno abertzale próximo a ETA se ha rodeado de una serie de organizaciones políticas, con el encargo de presentarse a las elecciones en Euskadi y conseguir apoyo electoral. Diversos partidos cumplieron esta función en el país, como Batasuna, Herri Batasuna, Euskal Herritarrok, Socialista Abertzaleak, AUB...que han sido criticados con dureza por políticos, jueces y ciudadanos por su vinculación con el entorno abertzale radical y su decisión de no condenar explícitamente los atentados de ETA (elemento que siempre se ha usado políticamente por parte de los partidos no nacionalistas en Euskadi).
Entre sus primeras actuaciones durante la dictadura cabe destacar, el asesinato del guardia civil Meliton Manzanas, el cual ha tenido gran polémica puesto que en Enero de 2001 el gobierno del Partido Popular de José Maria Aznar le impuso a titulo póstumo la medalla al merito civil, lo cual fue muy criticado al tratarse Manzanas de un conocido asesino y torturador del régimen franquista, y fue denunciado, entre otros, por Amnistía Internacional al grito de “ no deben tolerarse las recompensas a torturadores”.
También cabe destacar el asesinato espectacular del presidente del gobierno franquista, el almirante Luis Carrero Blanco en diciembre de 1973, lo cual fue ampliamente celebrado en sectores de la izquierda progresista, pero duramente criticado entre los continuadores del régimen, pues suponía el posible fin de la continuidad dictatorial del sistema franquista.
Sin embargo, con la transición democrática, el grupo vasco retoma la actividad armada y prosigue los atentados, esta vez ya no como resistencia antifascista, si no contra los estados francés y español para conseguir la independencia de la denominada por ellos “Euskal Herria” al considerar que la lucha armada es la única legitima para ese objetivo.
No obstante, el grupo vasco desde la reciente democracia, se ve obligado a hacer frente a una serie de problemas que la van a hacer impopular y bastante cuestionada ya en todos los ámbitos políticos. Junto a la ya feroz critica de la población española, que una vez pasada la dictadura recupera una mayor actividad en organizaciones variadas, como el caso de Gesto por la Paz, Foro de Ermua, Fundación Victimas del Terrorismo, Asociación Victimas del Terrorismo o Elkarri algunas de ellas de bastante cuestionada objetividad en su labor pacifista., como AVT o Foro Ermua, también se ve golpeada duramente por las organizaciones antiterroristas surgidas en ese momento, desde los años 70 y especialmente duras en los 80, como el caso de los GAL, o a través de las fuerzas armadas oficiales del estado a través de numerosas detenciones.
A pesar de ello y de la enrome actividad armada de la ETA en los 80 y 90, las fuerzas políticas del País Vasco intentan solucionar desde el primer momento esta problemática a través de acuerdos y acercamientos, el primero de ellos, conocido como el referido al “Pacto de Ajuria Enea”, el 12 de Enero de 1988, firmado por los partidos políticos Alianza Popular, Centro Demócrata Social, Euskadiko Eskerra, Partido Nacionalista Vasco, Eusko Alkartasuna y Partido Socialista de Euskadi-PSOE. El objetivo de este intento de acuerdo fue realizar acercamientos y acuerdos necesarios entre las fuerzas democráticas para arrinconar y tratar de eliminar el terrorismo en el país, proteger el sistema democrático nacido en 1978, y perseguir y combatir los atentados terroristas de ETA.
Sin embargo, posteriormente, el acuerdo se rompió por parte de Eusko Alkartasuna y PNV con acuerdos posteriores. Ya en esta época, se produce de una parte, un inicio esplendoroso de colaboración y apoyo antiterrorista de partidos, asociaciones y ciudadanos, como el caso del citado pacto, la concienciación de los ciudadanos y el surgimiento de las primeras asociaciones, como la ya citada “Gesto por la Paz” surgida en 1986 de carácter pacifista y totalmente apolítica, con el objetivo de promover la paz en el País Vasco y la concienciación de la ciudadanía con respecto a este problema.
Esta agrupación, que luego dará lugar a otras asociaciones políticas, sin embargo vera en los años 80 el recrudecimiento de la actividad armada, del “toma y daca” entre GAL-ETA, los atentados y “contra-atentados” de ambas organizaciones, que se hacen cada vez mas constantes y numerosas.
El mas brutal sin duda alguna y que definitivamente contribuye a romper con la imagen de ETA es el atentado de la organización armada en el centro comercial “Hipercor” de Barcelona el 19 de junio de 1987, con 21 victimas mortales en la acción, o el caso del atentado en la Plaza de la Republica Dominicana de Madrid el 14 de julio de 1986, con 12 guardias civiles muertos. Estos atentados empezaron ya a crear un sentimiento de repulsa de la población española hacia el terrorismo que se traduciría en protestas.
En este sentido, además, cabe destacar también los numerosos anuncios por parte de ETA de alto el fuego, considerado como estrategias en épocas de mayor debilidad para recuperarse. Es de resaltar aquí la promulgada el 28 de Enero de 1988, como consecuencia del Pacto de Ajuria Enea, y el consiguiente intento de dialogo del gobierno socialista con la organización armada, pero todo ello quedo sin resolución y posteriormente se reformaría la actividad armada.
Así continua la política armada de ETA durante los años 80, y va a ser fundamental también en el caso de los años 90, de gran resonancia histórica para acabar de determinar el rechazo masivo de la población española contra ETA y el desencanto ( que se traduce en la formación de diversas asociaciones antietarras) hacia un régimen político incapaz de poner fin a la violencia.
En este contexto llegamos a los años 90 que si bien no son de tanta espectacularidad terrorista, si que se caracterizan por un aparente cambio de estrategia de la organización vasca, que deja a un lado los atentados masivos a favor del atentado personalizado y concreto, a personas concretas, amenazas, chantajes, extorsiones, etc....
Así destacan una gran cantidad de acciones, como el asesinato del concejal popular Gregorio Ordóñez, el intento de atentado contra José Maria Aznar, el asesinato de Enrique Múgica, Francisco Tomas y Valiente, Ernest Lluch, o el mas espectacular de todos el realizado contra el concejal popular de Ermua, Miguel Ángel Blanco Garrido secuestrado por ETA el 10 de julio de 1997 bajo el gobierno popular de J.M. Aznar, que tras 48 horas de plazo para reorganizar los presos vascos en Euskadi, fue asesinado de dos disparos en la cabeza y abandona en un bosque de la localidad, tras lo cual fallece.
A ello debemos sumar también al atentado en Vallecas de diciembre de 1995 con 5 muertos, o el secuestro de José Antonio Ortega Lara en Enero de 1996.
La excesiva crueldad de estos atentados, provoca que definitivamente la población española pase a formar desde entonces parte activa del conflicto vasco, y empiezan a surgir ya las primeras asociaciones a gran escala en el estado español contra la violencia de ETA y su entorno. Tal es el caso de las ya mencionadas Gesto por la Paz, o Formo de Ermua que nace oficialmente el 13 de febrero de 1998 como consecuencia directa del asesinato del concejal de Ermua, y en cuyos objetivos fundacionales se encuentran apoyar a las demás victimas del terrorismo, aunar a las fuerzas democráticas para luchar contra ETA, denunciar los atentados terroristas, o vigilar contra cualquier negociación con ETA. Sin embargo, diversos comentarios ( como el enlazado anteriormente) hacen referencia a que, desde el principio el hecho de ser un concejal del PP asesinado hace que el entorno de la organización se mantenga en una postura vinculada a la derecha política del PP.
Es en este momento cuando se extienden centenares de asociaciones contrarias al terrorismo y ya mas que en defensa del pacifismo mas bien en recuerdo del asesinado, o contrarias directamente al nacionalismo vasco, como son los casos de Basta Ya!, Asociación Victimas del Terrorismo-AVT (la cual, en su pagina web pone literalmente “no solo de ETA, también de los GRAPO”, pero no parece que existan en ellos victimas de la extrema derecha), Fundación Victimas del Terrorismo, Asociación Victimas del Terrorismo Verde Esperanza, Asociación catalana de victimas de organizaciones terroristas, Fundaciones Miguel Ángel Blanco, Alberto Jiménez Becerril, Fernando Buesa, Gregorio Ordóñez, José Luis López Lacalle, Maite Torrano, Tomas Caballero, Fundación para la Libertad, Fundación Dignidad y Justicia, o Asociación por la Tolerancia.
Tras este fuerte impulso de la ciudadanía vasca y española contraria a la violencia y el fuerte descontento popular ante ello, la organización armada vasca tras este enorme estallido popular, remite el 16 de septiembre de 1998 un comunicado de un alto el fuego permanente de la organización, una tregua indefinida e incondicional,( que se rompe en noviembre) y el inicio de acuerdo con el gobierno popular de Aznar para dar una salida dialogada que fracasa.
Tras ello, se produce un nuevo marco de acuerdo para intentar poner fin a la violencia, con la firma de un nuevo tratado, el llamado “Acuerdo de Estella-Lizarra” el 12 de septiembre de 1998 entre Herri Batasuna, PNV, Eusko Alkartasuna, Ezker Batua Berdeak y los sindicatos ELA y LAB, con el fin de buscar el fin de la violencia y la soberanía e independencia del País Vasco.
Poco después, se producen elecciones en el País Vasco, con fuerte voto de castigo para los partidos nacionalistas ( solo el 37% de los votos totales) que muestran el fuerte descontento popular por el alejamiento de estos del pacto antiterrorista de Ajuria Enea y por lo se cree una política demasiado complaciente con los atentados de ETA
Desde entonces y hasta nuestros días, la organización armada vasca ha continuado y continua activa y armada. Las sucesivas plataformas políticas de tipo abertzale como Batasuna, Herri Batasuna, Euskal Herritarrok, Herritarren Zerrenda, Aukera Guztiak, Socialista Abertzaleak, AUB... han sido sucesivamente ilegalizadas y consideradas, junto con las juventudes abertzales de Haika-Segi-Jarrai, como parte activa del entramado de ETA. Esta presión judicial, el rechazo político, y la oposición masiva de la población vasca y española, provoco un mayor arrinconamiento de ETA que, de forma definitiva declara nuevamente un alto el fuego permanente el 22 de marzo de 2006, en el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, con el objetivo de fomentar marcos de dialogo para un acuerdo político que de lugar al fin de la violencia. Aunque el atentado de Barajas del 30 de diciembre se haya atribuido a ETA, sin embargo no ha habido declaración de esta renunciando a la tregua firmada meses antes.
Así, hemos visto de esta forma que la actividad de ETA ha sido durante los gobiernos del PSOE y del PP un factor fundamental a la hora de producir una fuerte situación de crispación, descontento y rechazo del pueblo español contra el terrorismo.
A pesar que en este periodo, otras organizaciones como GRAPO o GAL han estado activa y producido gran cantidad de victimas, sin embargo, el mayor numero de atentados de ETA ( mas de 700 victimas de diferencia entre ambas) y el radicalismo y envergadura de esta con diferencia a las anteriores ha producido siempre un mayor temor de la población con respecto a la capacidad de quebrar el sistema democrático por parte de ETA. Esto se ha trasladado en un fuerte pesimismo, división y confrontación de las diversas facciones políticas del país con respecto a este tema, que se refleja en la encuesta del CIS antes citada que coloca el terrorismo entre los principales temores.
Sin embargo, como ya dije no es solo ETA la única organización activa en España en este periodo. También destacan otras agrupaciones terroristas, como es el caso de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre-GRAPO, organización armada española de ideología republicana y marxista-leninista, surgida en octubre de 1975, en vida aun del dictador Francisco Franco y como oposición a esta.
Para buscar los orígenes de la organización, nos remontamos a los años 60, cuando se funda la Organización de los Marxistas Leninistas Españoles-OMLE, de ideología comunista pro-china y contraria a todo tipo de reformismo o posibilismo político, inicialmente agrupados en torno a grupos de teatro y en con mayor fuerza en la zona de Cádiz.
Sin embargo, con la celebración del primer congreso formal de la OMLE, esta se disuelve y nace formalmente la organización del Partido Comunista de España-Reconstituido-PCE(R), de ideología comunista radical, y defensora de los sectores mas ortodoxos del comunismo español chino y soviético. En estos congresos, además el partido acuerda una nueva forma de lucha, donde aceptan la idea de la guerrilla asociada al partido comunista de vanguardia para debilitar con la fuerza al estado capitalista
Así del nacimiento de este partido comunista nacen como proyecto asociado los GRAPO. Los GRAPO entran en escena publica como organización armada el mismo día que dará luego nombre al grupo, el 1 de octubre de 1975, aun en vida del dictador Franco, cuando un comando de los GRAPO asesinan en Madrid a cuatro guardias civiles. Así continúan ,como contestación antifascista, con su actividad armada durante los últimos meses de la dictadura a través de asaltos y publicaciones periódicas, aunque recrudecerán considerablemente sus actividades a resultas de la actividad represiva del gobierno tardo franquista y la incipiente democracia contra los grupos armados ETA, GRAPO y FRAP, que dejara de existir con el nacimiento de la democracia.
Este recrudecimiento se ve representado en los secuestros de altísimas personalidades político-judiciales relacionadas con el franquismo, como el caso de Antonio Maria Oriol y Urquijo presidente del Consejo de Estado el 11 de diciembre de 1976, o el del general y presidente del Consejo de Justicia Militar Emilio Villaescusa Quilis el 24 de enero de 1977. También, no obstante son responsables de diversos asesinatos a lo largo de su trayectoria que, aunque de menor calado que ETA también son de consideración como Jesús Hadad en 1978 o Miguel Cruz Cuenca en 1979.
Sin embargo, al igual que el grupo armado ETA con Miguel Ángel Blanco, el grupo armado GRAPO también cuenta con su caso mas celebre, el cual ha sensibilizado totalmente a la población española contra la gravedad de las acciones de los GRAPO, y ha activado a la población española, al igual que en caso vasco, contra esta otra forma de terrorismo.
El empresario Publio Cordón Munilla, líder del grupo empresarial Quirón, fue secuestrado en Zaragoza por los GRAPO el 27 de junio de 1995, bajo el gobierno aun socialista de Felipe González, cuando salía por la mañana para hacer footing como todos los días.
Casi un mes después, y tras pagar su familia 300 millones de pesetas, un integrante del grupo anunciaba su inminente liberación. Sin embargo, a día de hoy, 11 años después, el paradero del empresario sigue desconocido, ya que la familia y las fuerzas de seguridad afirman que nunca fue liberado, pero desde el grupo se opina, no solo que el gobierno le puso las mayores trabas posibles para la recepción del dinero si no que, también dicen que el empresario fue liberado, y achacan a la familia y el gobierno socialista la responsabilidad de la desaparición del empresario por razones políticas.
Sea como fuere, el caso Cordón sigue siendo uno de los mayores misterios sin resolver de la historia española del reciente siglo XX y un caso que, por la angustia y la tensión del secuestro, conmociono a la población española con respecto al problema del terrorismo e hizo, junto al caso GAL, desconfiar aun mas del gobierno socialista, tras los escándalos de corrupción, terrorismo y trabajo.
Tras ganar las elecciones el Partido Popular y con José Maria Aznar, se descubre posteriormente que en 1996 se intenta un dialogo y negociación con el grupo armado para el cese de actividades y aclarar el caso Cordón, pero no tuvo éxito.
Tras ello, el gobierno popular desencadena también contra los GRAPO una ingente operación antiterrorista para desarticularlos y neutralizarlos, como fueron las detenciones de varios miembros en 1995 y especialmente la detención masiva en el 2000 de la cúpula dirigente del grupo, entre ellos, su dirigente principal Juan García Martín y la entrega a España de uno de sus fundadores, Manuel Pérez Martínez llamado “Camarada Arenas”
Así, hasta el 2006, y tras las masivas operaciones desarrolladas a finales de los 90, se pensaba que el grupo armado estaba totalmente desarticulado, pero el asesinato el 26 de febrero de 2006 en Zaragoza (núcleo fuerte del grupo) de la empresaria responsable de empresas de trabajo temporal Ana Isabel Herrero, se especuló mucho sobre la existencia aun del grupo que, a día de hoy aun no ha anunciado su desaparición ni un alto el fuego definitivo.
Así pues, hemos visto a lo largo de estas paginas como, la transición y la democracia en el estado español, lejos de ser un periodo de calma, paz y estabilidad tal y como lo ha intentado vender el estado español de cara el resto del mundo, ha sido en realidad un periodo turbulento, con cientos de siglas y agrupaciones de todos los signos que han tratado de imponer con la violencia sus finalidades políticas.
Esto ha supuesto grandes consecuencias políticas, especialmente para el PSOE de la época de Felipe González que, tras los casos de corrupción, el descubrimiento de la implicación de su gobierno ( y el mismo) en el caso de los GAL y el recrudecimiento de los actos de ETA y GRAPO provocaron en 1996 un enorme castigo electoral al partido que, por primera vez desde 1982 perdía las elecciones generales contra un partido joven y formado por miembros reciclados del partido post-franquista AP, el Partido Popular.
Desde el propio estado, agrupaciones comunistas, fascistas y nacionalistas, han llevado a cabo un sinfín de actos violentos que han acabado por introducir en el pueblo español un sentimiento de temor, miedo y desencanto por un sistema democrático que ellos ven que se muestra incapaz de resolver estos problemas, algo que se agrava cuando ven que el propio estado es participe activo de estos actos.
Por ello, la encuesta que señalaba al principio del CIS de mayo del 2007 son una muestra muy clara del sentir de la población casi 30 años después de la instauración del régimen democrático en el estado español.
Que casi 30 años después, el español medio siga considerando el terrorismo una de sus principales preocupaciones y temores, es bastante significativo de la realidad social que ha vivido y vive el pueblo en este tema concreto.
Sin embargo, por culpa tanto del obcecamiento del estado español y sus políticos ( que han convertido el tema del terrorismo en una perfecta arma arrojadiza electoral) como por culpa de una serie de grupos que se niegan a ceder a su autoliquidación, el tema de la violencia armada parece que es un tema que, por desgracia, seguirá trayendo numerosos debates y quebraderos de cabeza a jueces, políticos y ciudadanos en el país, seguramente aun por muchos años.
El terrorismo en la españa democratica
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"Basta un amo en el cielo para que haya mil en la tierra." Bakunin
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- Manu García
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yo
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te fijaras que meto en el trabajo el concepto terrorismo para los grupos de extrema derecha y grupos armados SIEMPRE que me refiero a la ETA y el GRAPO
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aunque desde luego con lo que es ETA no simpatizo lo mas minimo, eso POR SUPUESTO
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