"Proyecto A", anarquia vivida en Neustadt

¿Buscas alguna información sobre el Anarquismo? Este es el lugar: dudas básicas, referencias a libros, locales, películas, simbología, etc.
Solo información: los debates ideológicos en los foros correspondientes.
Bigotegamba

"Proyecto A", anarquia vivida en Neustadt

Mensaje por Bigotegamba » 28 Ene 2006, 17:12

Querria info sobe el "Proyecto A", una federacion autonoma de empresas autogestionadas en la ciudad alemana de Neustadt. Se que en 1991 agrupaba a 80 adultos y funcionaban lo menos una decena de empresas autogestionadas, y que la influencia en la ciudad era muy importante. La idea era crear una gran red de empresas y de iniciativas politicas siempre desde un planteamiento libertario, lo que llaman dobles-proyectos, y poco a poco crear un movimiento de masas. Bueno, que si teneis info os agradeceria que me informarais como les va a las compañeros por alli.
En gogle aparece info posterior al 91 solo en aleman....

SALUD Y ANARQUIA PRACTICA!!!!

Invitado

Mensaje por Invitado » 28 Ene 2006, 20:58

En granada hace anios habia algo parecido creo que se llamaba "red autogestionada de granada" (creo que habia alguna tienda biologica, un cafe-teatro y algo mas), pero no tengo ni idea de que ha sido de ellxs, supongo que como el 90% de las iniciativas se ha quedado en nada.
La verdad es que siempre me ha parecido de las ideas mas interesantes, pero por lo que parece mas dificiles de conseguir.

Avatar de Usuario
Manu García
Mensajes: 5401
Registrado: 27 Ago 2004, 21:32

Mensaje por Manu García » 29 Ene 2006, 17:11

Ésta es una entrevista con Horst Stowasser (uno de los mayores impulsores del Proyecto A) hecha hace unos años. No es que hable del tema, sino del tiempo en que estuvo viviendo en Paraná (Argentina) en su adolescencia, pero aprovecho para colgarla aquí por su valor biográfico y porque comenta cómo tuvo conciencia de que era anarquista, lo que no deja de ser interesante:

Historias de un adolescente alemán en tiempos del Túnel

Viajó por todo el mundo pero quedó enamorado de Paraná, de donde se llevó vivencias indelebles. En esta entrevista Horst Stowasser, un cosmopolita andariego y soñador, aporta una mirada apasionante sobre la capital entrerriana de la década del ’60..

Para Entre Ríos, el Túnel Subfluvial fue el fin del aislamiento, un vínculo sólido que aún permanece. Para Horst Stowasser, un inquieto adolescente alemán, era una obra más en la que trabajaría su padre ingeniero. Y la excusa ideal para conocer las pampas sudamericanas, pobladas de indios y gauchos a caballo, como la había imaginado Humboldt a principio del siglo pasado. En la segunda mitad de la década del ’60, Horst encontraría en estas tierras del sur un paisaje distinto al que había dibujado en su mente: un lugar en el que cosechó amistades a prueba del tiempo y donde descubrió su interés por edificar una sociedad que respete a todos por igual, sin distingos de cargos ni de títulos. La entrevista parece sacar brillo a su cara cuando cuenta una anécdota de las que vivió en esta ciudad entrerriana, que todavía visita en sueños tal como la vio. En su amplia casa de Neustadt, localidad que guarda para sí el privilegio de albergar la primera república alemana, Stowasser recorre su adolescencia frente al grabador prendido. En su escritorio, con paredes atiborradas de libros y objetos-fetiches que se encargó de recoger en sus viajes por el mundo, las fotos de Paraná y un plano que tiene como límite el viejo bulevar Alsina, ocupan un lugar privilegiado. A pocos metros, una placa enclavada en una de las paredes de la vivienda de Horst, recuerda que en ese mismo lugar se creo la bandera tricolor de Alemania.

Estuvo viviendo en Paraná. ¿Cómo se dio eso?

Esto fue entre 1967 y 1969, y la razón era muy sencilla: mi padre trabajó en la obra del Túnel Subfluvial. Como yo era menor de edad, con mi madre lo acompañé y así viví en Paraná. Cursé estudios en la escuela secundaria y pasé casi tres años de vida intensa, de adolescente, en una cultura para mí totalmente diferente.

Tres años en un momento de la vida donde las cosas se marcan para siempre

Exactamente. Pienso que en la adolescencia, en todos los niveles, tanto en cómo uno percibe el mundo hasta cosas profanas como el idioma, se toman muy fácilmente. No tanto de una manera intelectual, sino tal y como lo ven los ojos.

Pero tuvieron su momento de ver las cosas en forma intelectual. Hubo alguna militancia estudiantil

Sí, sí. El primer impulso era el de pisar tierras ajenas, en un plan como el Humboldt, 150 años antes. El concepto que uno tenía en aquel momento de Sudamérica era “gauchos”, “indios”, “la pampa”, “tierra incógnita”. Pero rápidamente me di cuenta de que es un país muy desarrollado, muy parecido a Europa; a Italia, por ejemplo, o a España.
Bueno, eran tiempos muy conmovidos mundialmente: la revuelta juvenil después de pasar años de conservativismo de posguerra. Yo la viví; también tomé conciencia política en Argentina.
Y el segundo factor, no sólo por pertenecer a esa generación, fue que yo como alemán percibí muy angustiosamente las diferencias sociales que estaban a la vista. Especialmente en países como Bolivia, Brasil o Africa, adonde fui posteriormente, donde había pobreza extrema y también gran riqueza. En aquel tiempo en Paraná conocía gente inquieta y ahí empezó la actividad.

Historia escrita

¿Qué actividades concretamente?

Sacamos, por ejemplo, una revista estudiantil que se llamaba "Impulso". En su tiempo, en "El Diario" se sacó una nota con fotografía, cuando estaba por aparecer. Qué más o menos enfocaba inquietudes juveniles. No respondía a una ideología determinada. Había gente de todas clases, pero fundamentalmente lo que en aquel tiempo se llamaba progresistas, los que estaban en contra de la dictadura militar (mientras recuerda, muestra un número de "Impulso").

Tenían redactores de varias escuelas, y un apoyo interesante en avisos de comercios importantes de la ciudad, por lo que se ve en las páginas

Sí, la revista tenía redactores de todas las escuelas secundarias de Paraná. Tratábamos temas variados: de música, desde Bach hasta los Beatles; del Che Guevara, hasta una entrevista que levantó mucho polvo, que hicimos en las villas miserias de Paraná. Una entrevista con pequeñas estadísticas y abordaje sobre las razones de la pobreza.
Y tal vez ésta fue una de las razones por la que la revista fue clausurada. El 90 por ciento de la edición se confiscó. Pasamos dos noches en la Policía.
Nos detuvieron; al final no hubo acusación, pero tampoco nos devolvieron las revistas.

¿Volvieron a sacarla después del susto?

Sacamos dos números más, pero en mimeógrafo; ya no impresa.

¿Recuerda algunos nombres ligados a la revista?

Desde luego, sí. Y no sólo a la revista, sino a otras actividades; por ejemplo un centro cultura, creo que era en calle Belgrano, que se llamaba Alí ladrón y las 40 babas, que era una especie de cafetería con exposición de fotos, pinturas, esculturas, donde se pasaba hablando y apreciando lo que era un poco hippie, un poco diferente.

Esto en la Paraná de mil novecientos sesenta y...

Ocho. Uno de los fotógrafos era Sergio Solomonof, en aquel tiempo un célebre trotskista. Otro era Hugo Bordes, Daniel Sendrós, Coco Vicentini, que tenía una distribuidora de revista. Y esos son los nombres que recuerdo así, al tiro. (Del staff surge que también participaron de la iniciativa Oscar Metrallier, Adolfo Aybar, Raquel Tuvy, Sergio Planas, Rubén Poly, Mario Martínez, Miguel Pressenda, Alejandro Kunst y Ricardo Losada).
Yo podía sumar a este grupo mi experiencia técnica de cómo sacar una revista, porque yo lo había hecho en Alemania durante años estudiantiles.

Mirada desde afuera

¿Cómo cree que lo veía la gente?

Yo creo que hoy día, el hecho de viajar no es una cosa extraordinaria ni excepcional, y en aquel tiempo lo era. Entonces cuando aparecía una cara nueva eso se comentaba.
Rápidamente tomé contacto con chicos y chicas de mi edad.
Hicimos todo lo que se hace en esa edad, las fiestas y las salidas, en fin. Por otra parte, la colonia alemana reaccionó muy extraña porque... un simple ejemplo que parecerá muy ridículo: yo siempre paseé en bicicleta, hasta que me llamaron la atención “porque eso no corresponde a un chico alemán, porque eso da mala impresión”.

¿Eso le decían los alemanes de Paraná?

Sí, el mismo cónsul me llamó la atención. Yo creo que muchos alemanes simpatizaban con la mano dura, con la dictadura militar, porque entre los alemanes había muchos que venían de la generación de nazis.

Con la gente joven era distinta la cosa...

Sí, claro; le decía que hice muchos amigos. Aunque entre muchos jóvenes prevalecía el interés superficial; muchos querían saber qué vaquero se usaba en Alemania, qué camisa, cómo se llevaba el pelo, qué cosas estaban de moda, qué música se escuchaba. Era todo llamativo, porque en aquel entonces había pocos extranjeros que llegaban.

¿Por qué empezó a cursar en la Escuela Normal y después se cambió al Colegio Nacional?

Por una anécdota muy simpática. En aquel tiempo no había convenio cultural entre la República Federal Alemana y la República Argentina, por lo tanto era un caso extraordinario. Tuve que llevar mis papeles al Ministerio de Educación en Buenos Aires para que compararan el currículum y así ver qué me reconocían como aprobado.
En ese trámite, por un error de traducción del tipo del colegio me metieron en la Escuela Normal, a la que por aquel tiempo iba un 98 por ciento de chicas. Entonces imagínese que siendo alemán, rubio y de ojos celestes en medio de tantas chicas, me sentía el gallo...

En el paraíso.

Bueno, no sé; con cierta timidez porque yo no hablaba el idioma.
Me acuerdo de que aproveché siempre las hermosas vacaciones argentinas, que son de tres meses. Esto en Europa es impensable, ¡cuarto año de vacaciones! Entonces me fui a dedo a recoger todo lo pude de Sudamérica. En ese plan llegué hasta Ushuaia, Brasil, Paraguay, Bolivia.

¿Eran años complicados para estar de mochilero por Latinoamérica?

En total estuve cinco veces preso en Sudamérica en aquel tiempo. Una vez como dos meses en Paraguay, cerca de Bolivia. Porque tuvimos la “genial” idea de querer visitar al Che Guevara. Claro, cuando estábamos llegando, ya había muerto, lo supimos estando en el medio del Chaco.

Imagínese, estando ahí un inglés, un brasileño, un alemán y dos paraguayos con mochilas y barba, nos metieron a todos presos porque estaba todo en alerta.
Yo ni sabía quién era el Che, pero todo el mundo sabía de él, y por eso quise conocerlo, y nos fuimos en plan chiflado. Eramos unos chiquilines inmaduros, pero la Policía quería que le demos detalles, casas, caras, coches.

Más que inmaduros tenían una inquieta inocencia. Hoy los adolescentes parecen más estáticos, en Argentina, y seguramente en Alemania también.

Están muchos más alienados. Hoy día, un chico o chica de 16 años ya tiene su vida planeada, su carrera en vista y no pierde tiempo, como en mi generación. Cuando yo terminé el bachillerato, me dediqué tres años a viajar a dedo por los cinco continentes, y recién después me metí en el estudio.
Hoy día la gente tiene miedo en la carrera, en la competencia mundial en medio de la globalización. Creo que es una vida de ritmo mucho más corto y tal vez más angustiada, donde la apolitización es palpable.

Muy distinto a los años en que estuvo en Argentina

Precisamente, el calado más hondo que yo traje de la Argentina fue una cosa muy extraña que conocí allá: los restos de una de esas oleadas del anarquismo de los años ’20. Yo conocí gente muy vieja de los sindicatos anarquistas. Una cosa que nunca había escuchado, “anarquismo”, una palabra muy negativa para mí por entonces. Para mí un anarquista era un tirabombas, un mataniños, y esa gente era vegetariana, pacifista que se reunía para hacer sus picnics y sus poesías. A mí me daba un escalofrío hasta que tuve mis primeros contactos con la literatura anarquista, y ese fue el germen que me llevé y a lo que me dediqué: desarrollar nuevos modelos en esta sociedad alemana a base del anarquismo.

¿Y cómo le iba en la Paraná de los ’60 diciendo que era anarquista?

–En realidad yo prefiero la palabra libertario a anarquista. Había un bibliotecario en el Colegio Nacional que se llamaba Guillermo Herbes, un señor muy culto. Tenía en calle Alem, me parece, un depósito de libros donde él hacía el fichero. Yo siempre iba de noche a tomar mate, jugar ajedrez y platicar de cualquier cosa. Un día me dijo “Sabes qué eres tú? un anarquista”. Yo salté, y él, sin ser anarquista, me dio primero un libro, y poco a poco me hizo descubrir que yo era anarquista. Otra cosa que me decía Herbes es que el verdadero anarquista es similar al verdadero cristiano, tal vez por eso tanto los cristianos como los anarquistas somos los perdedores de la historia, porque no tenemos connotación en el poder.

Por el regreso

¿Tiene pensado volver a Paraná?

Sí. Tengo mucha ilusión de volver, de que se acuerden de mí. Tengo la idea de hacer una invitación abierta en mi viejo club, que era el Estudiantes, donde practicaba natación, que es mi deporte.

¿Regresó a Paraná alguna otra vez?

En 1974, cuando mi padre trabajaba en el Uruguay, en el puente que une Gualeguaychú con Fray Bentos. Por otra parte, en Uruguay había un colegio libertario que estaba a punto de ser ilegalizado, en tiempos de tupamaros. Yo, como tenía pasaporte alemán, podía ser mensajero con los que se habían ido a Estocolmo o Perú, escapando. Entonces pasé por Paraná y vi la víspera de los tiempos de atrocidades.

Pasó por el Túnel

Pasé sí, por primera vez por el Túnel, porque no estaba terminado cuando me había ido. Paré en Hotel 5 Esquinas. Ahí tomé el colectivo celeste que me dejaba en la plaza. Bajé del colectivo con la mochilita, no doy ni media vuelta y me topo con un amigo del colegio, y sin ninguna señal de sorpresa me dice: “qué hacés che, vamos a tomar un café” (risas). Fue una gran alegría, un encanto emocional después de cinco años afuera, y entrar como si fuera de la familia.
Volvía a visitar, además de amigos, a algunos profesores. Una señora que tiene mucho mérito en mi formación lingüística. Fue quien me enseñó el castellano en clases particulares, la señora de Geralnik. Me acuerdo de que su marido tenía una papelería en calle San Martín.
Con gran paciencia y dedicación me enseñó las palabras esdrújulas, las agudas, que cuándo llevan acento y cuándo no. Me acuerdo como si fuera hoy, y tengo todos los apuntes, que guardo como reliquia. A ella pienso visitarla y verla bien de salud.

¿Y mantiene contacto con otras personas de Paraná?

Indirectamente, por Dorita Puig. Esa es otra historia. Siempre mantuve contacto con mi amiga de la escuela, Dorita. Tuvo siempre muchas inquietudes de salir del país, quería horizontes más abiertos, y tuve la suerte de aportar mi grano de arena para que se viniera a Europa. Ella hoy vive aquí, se ha hecho media alemana, tiene un hijo y está casada.

Una amistad de siempre...

Un amor y amistad de siempre, a los que el tiempo no les puede hacer daño. A través de ella pude ver el cambio que tuvo Paraná, que en aquella época tenía unas pocas casas altas.
Tengo muchas ganas de verla a Paraná. Sueño mucho con la ciudad de aquel tiempo, donde yo sé muy bien la próxima esquina qué calle es; dónde queda la panadería, el cine, el Correo. Entonces me despierto y digo “ah, estoy en otra película”.

“Che-cuchame”

¿Hablaba bien castellano cuando empezó el colegio?

No, no hablaba ni una palabra. Además las chicas de la Normal eran muy listas, siempre me hacían trampa. Me hacían decir cosas increíbles ante los profesores. A uno me hicieron decirle “señor pelado”. Pero estando allí aprendí el castellano muy rápido y me dejaron hasta rendir los exámenes libres para ingresar al Colegio Nacional.

¿Cómo se las arreglaba?

Bueno, yo me tiré al agua. Todavía hoy creo que es el mejor método de aprender el idioma: ir a un país donde se habla ese idioma y no meterte con tu gente sino con la gente de ese país. Al cabo de meses rendí todas las materias libres de cuarto año en castellano. Claro que me ayudaron mucho; la gente se tomaba diez minutos para explicarte una conjugación, una traducción, una frase. Me acuerdo de que mi madre me mandaba a comprar en el mercado y yo no sabía nada, tenía el diccionario en el bolsillo. Entonces le decía al carnicero: “yo querer un filete”. “¿Ah, vos querés un filet?... Estos son mollejas y estos riñones”. me decía sin problemas por el tiempo, aunque hubiera una cola esperando. La gente, curiosamente, no se quejaba, porque es una sociedad mucho más amable que la de Alemania, donde sí se hubieran quejado.
Yo andaba siempre con el diccionario buscando todas las palabras que surgían. Me acuerdo que estuve días tratando de entender qué era “che-cuchame”, que todo el mundo decía en el colegio. No sabía cómo buscarlo en el diccionario.

---------------------------------

Este reportaje fue realizado por Jorge Riani, actualmente editor de Cronista Digital, en Neustadt (Alemania) en el año 2000, y originalmente publicado en "El Diario", de Paraná.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"

Avatar de Usuario
feo
Mensajes: 403
Registrado: 18 Oct 2005, 14:39
Ubicación: Los pies en la tierra, la mirada en las estrellas

Mensaje por feo » 01 Jun 2006, 10:51

Resucito el tema para ver si hay alguien ke sepa algo. Yo tambien he buskado pero no he enkontrado nada. Si alguien sabe si kontinua el proyecto o si frakaso (aunke me parece una palabra muy dura porke no kreo ke pudiera frakasar en el sentido de ke solo kon lo ke he leido ya konsiguio algo)
There's no authority but yourself

Invitado

p

Mensaje por Invitado » 02 Jun 2006, 14:31

Yo y Ker_durruti también buscàbamos informacion, y ya hay diversos posts abiertos sobre este tema.
Yo creo que lo mejor seria encontrar un traductor del aleman y traducir eso que decís que habeis encontrado en el google, yo he puesto das projekt A y creo que lo que me ha salido no se refiere al proyecto libertario....
Aqui en el apartado de traductor en los foros eso no se puede traducir, o como està el tema?

Creo que seria muy interesante seguir la actualidad del Proyecto A (si aún sigue en pie... Esperemos que SI!!!!)

no encuentro los enlaces, pero hay por lo menos 2 posts ya abiertos sobre este tema

Salut, haber si algúnx alemanx nos lo traduce

Avatar de Usuario
Sédition
Mensajes: 600
Registrado: 12 Mar 2005, 12:18

Mensaje por Sédition » 04 Jun 2006, 21:02

"La democracia es el proceso que garantiza que no seamos gobernados mejor de lo que nos merecemos" Bernard Shaw

p
Mensajes: 601
Registrado: 11 Mar 2006, 14:27

Mensaje por p » 05 Jun 2006, 21:46

Si es que para ésto sirve el Esperanto coño!

Avatar de Usuario
feo
Mensajes: 403
Registrado: 18 Oct 2005, 14:39
Ubicación: Los pies en la tierra, la mirada en las estrellas

Mensaje por feo » 07 Jun 2006, 10:15

Pues igual tambien hay informacion en esperanto, ¿komo se dice proyecto en esperanto? es ke intente aprenderlo, pero... :oops:
There's no authority but yourself

fitch

duda razonable

Mensaje por fitch » 12 Jun 2006, 23:17

publico mi cuestion porque no he encontrao otro lugar, si alguien sabe de uno mejor donde me contesten com mas diligencia estaria agradecido:
el otro dia estava pensando en el anarquismo,y me sucedio una pregunta, si hubiera un asesino o un ladron en una comunidad anarquika,¿como se resolveria el problema?
muchas gracias de antemano

Avatar de Usuario
Alquimista loco
Mensajes: 2317
Registrado: 23 Feb 2005, 17:41

Mensaje por Alquimista loco » 12 Jun 2006, 23:47

Crímenes en una sociedad anárquica
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... php?t=1016

Delito y castigo en la sociedad libertaria
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... php?t=4733

¿Cómo funciona este foro?
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... 9914#39914

Invitado

Mensaje por Invitado » 13 Jun 2006, 12:38

muchas gracias loco

gok
Mensajes: 5
Registrado: 06 Feb 2006, 18:47

estuve y tengo algun texto...

Mensaje por gok » 23 Ago 2006, 19:13

ke pa...

hace 2 o 3 años estuve con tres colegas en neustdat y estuvimos con una de las personas que empezo con el proyecto en sus origenes... ahora estaba bastante mermado en comparacion con lo que lei sobre el proyecto...

hay un texto (esta en castellano) que me paso un compa que se llama el proyecto a (das project a, de stowasser) que explica todo el proyecto, como surge y parte de su desarrollo... el texto esta escrito cuando ya llevaba en marcha unos años...

tambien tengo un libro que compre en argentina que es muy parecido al texto comentado, pero antes de que se instalaran en neustadt, donde exponen todos sus planteamientos, formas de organización...etc
la referencia es la siguiente:

"la utopia es posible. experiencias contemporaneas" Bookchin, Liguri, Stowasser. editado por Tupac ediciones. Juan Ramirez de Velasco 958, buenos aires argentina. Tel: 4587-6404
de la coleccion utopia libertaria.

Es un texto que desde lo lei me encanto, y de ahi el hacer el viaje, ya que no encontrabamos nada por la red y nos interesaba saber en que punto de desarrollo estaba. cuando llegamos (agradecer su hospitalidad) nos presentamos en el okohof que era una especie de fabrica comprada donde gestionaban multitud de actividades... se quedaron bastante sorprendidos deever a alguien que hubiera llegado hasta alli preguntando sobre el proyecto a y nos dijeron que vendria una persona para charlar con nosotres del tema... de lo leido a lo que nos encontramos un mundo: por lo que nos explico despues de tener todo montado hubo ciertos probelemas internos que dinamitaron el proyecto... quedaba 1 tienda ecologica, una tienda de muebles...y algun proyecto economico mas... pero poquita cosa...


bueno pa no soltar la chapa si alguien le interesa preguntar o mandarme un mail...

lo del texto y el libro, pues yo vivo en madrid por la zona norte, si alguien quiere fotocopias que me lo pida y vemos la forma de pasarlo

un abrazo

gok
Mensajes: 5
Registrado: 06 Feb 2006, 18:47

mas info...

Mensaje por gok » 23 Ago 2006, 19:43

aqui distribuyen el texto...
http://es.geocities.com/labuhardistro/ZINES.htm

aqui sale en su catalogo pero yo no he conseguido entrar
http://www.nodo50.org/entropiactiva/res ... /art79.htm

ciau

Avatar de Usuario
Komando Kulebro
Mensajes: 284
Registrado: 18 Jun 2006, 17:51
Ubicación: Madrid Sur

Mensaje por Komando Kulebro » 23 Ago 2006, 20:37

el texto que mencionais lo editaron en su momento como fanzine la gente de la distri ATAKA (ya desaparecida, desde aquí por si casualmente me leen un beso para la gente que la llevaba), suya es la edición fotocopiada que se puede encontrar en la mayoría de distris. Recuerdo haberlo visto hace poco en algún tenderete... creo que en Cuenca, no sé que distri era, lo siento.
Si me hago con alguna copia, lo comentaré.

Severino Di Giovanni
Mensajes: 197
Registrado: 03 Feb 2005, 00:51

Mensaje por Severino Di Giovanni » 13 Ene 2007, 07:24

Aqui les dejo el link para bajarse el libro "la Utopia es posible", una compilacion de diferentes textos sobre organizacion anarquista, entre los cuales se encuentra "EL PROYECTO A" por Horst Stowasser.


http://www.quijotelibros.com.ar/anarres ... osible.pdf

Responder