Cualquiera que use habitualmente alguna red social debe haberse dado de bruces con mensajes como los de la imagen superior: combinaciones de letras y números completamente ininteligibles para todo aquel que no domine el árabe. Por que puede que no encaje con la imagen prototípica que tenemos de un texto en árabe... pero sí, es árabe. Escrito de una forma un tanto especial, eso sí. Tan especial que esconde una de las grandes historias contemporáneas sobre cómo la tecnología cambia lo que somos y las sociedades en las que vivimos.
El mundo es mucho más grande que nuestro abecedario. Un teclado querty te parece algo inocente y poco problemático hasta que te das cuenta de que hay miles de millones de personas en el mundo que no usan el alfabeto latino. 1.300 millones de personas usan los sistemas logográficos chinos, unos de 660 usan el alifato árabe y otros 600 el alfasilabario devanagari, por hablar solo de los más usados.
En cuanto uno repara en ello, la siguiente pregunta es inmediata ('¿Cómo puede toda ese gente comunicarse diariamente a través de interfaces pensadas para las lenguas occidentales?') y la respuesta sorprendentemente sencilla ('Como les da la gana') El mejor ejemplo es el 'alfabeto de chat árabe': Arabizi, franco-árabe, alfabeto de chat árabe o como queramos llamarlo, la verdad. 'Arazabi', el término más usado a nivel internacional, es una palabra compuesta por ‘arabi’ (árabe) e ‘inglizi’ (inglés), pero el fenómeno es mucho más amplio e incluye, por supuesto, la enorme comunidad franco-árabe (o la hispano-árabe en nuestro caso). Sea como sea, con 'alfabeto de chat árabe' nos referimos a las estrategias en la que los hablantes de árabe han ido transliterando su idioma (normalmente su variante dialectal) en términos propios de la escritura latina.
'Transliterar' es representar los signos de un sistema de escritura mediante los signos de otro. Los alfabetos son herramientas. Daniel Martín ha cuestionado en
un artículo por qué, antes de suponerlo un alfabeto atrasado, nadie se pregunta por qué el alfabeto fenicio no tiene vocales. "¿Acaso eran idiotas estos fenicios?", se preguntaban para, a continuación, responderse que no.
Uno de los mitos más persistentes en la cultura popular tiene que ver con el nacimiento de la escritura. La historia simplificada es la que sigue: los egipcios y sumerios inventaron la escritura, pero los pobres, carentes de la capacidad de pensamiento crítico occidental, sólo pudieron crear complicados ideogramas. Posteriormente, los engorrosos sistemas de escritura originales fueron simplificados hasta llegar al alfabeto griego, la cumbre de la creación lingüística por excelencia. Naturalmente, el hecho de que nuestra cultura se sienta heredera de la tradición grecolatina quizás haya empañado un poquito nuestro juicio y haya ayudado a extender esta concepción de la escritura tan simplista.
El alfabeto fenicio no tenía vocales porque su representación "no era un asunto vital para ellos". "Del mismo modo que nosotros no representamos en el alfabeto latino los ritmos y tonos de la oración [pues no son necesarios para entender el texto] y sin embargo, si queremos escribir en chino usando el alfabeto latino, deberemos representar los tonos (pinyin), ya que si no el texto sería ininteligible". Sólo se puede decir que los griegos mejoraron el alfabeto fenicio desde una perspectiva indoeuropea. Lo que hicieron es adaptarlo a sus idiomas. Justo lo que están haciendo millones de jóvenes árabes en los chats de todo el mundo: adaptar el sistema de escritura latina a su idioma.
Lo llevan haciendo desde finales de la década de 1990. Fue entonces cuando millones de frente se dieron de frente con aplicaciones informáticas que o no soportaban los caracteres árabes o, en el mejor de los casos, requerían un proceso muy lento y farragoso. ¡Y en las que se escribía al revés! En ese contexto, el uso de letras, números y apóstrofos para transliterar el árabe surgió de forma natural. En muchos casos el sistema es autoexplicativo: el uso del "3" para representar la letra árabe "ع" o el "7" para representar la"ﺡ". En otras, el código es más complejo. Sobre todo, porque como se usan las letras latinas que más se parecen fonéticamente a las árabes, las diferencias dialectales pueden distorsionar la comprensión. Es decir, no todos pronuncian de la misma forma en el habla informal. Al fin y al cabo, el árabe es una realidad tremendamente diversa.
¿Y por qué es curioso? Porque la influencia del 'alfabeto de chat árabe' en el árabe es cada vez mayor. No hay que perder de vista que los cambios conceptuales son enormes: no solo se cambia la dirección en la que se escribe el idioma, sino que se rompe con convenciones claves de la escritura tradicional (como la de que las letras del alifato se escribe de forma distinta según el lugar de la palabra donde estén). Evidentemente, todo esto ha sido recibido de forma muy negativa por muchos ámbitos arabófonos que lo consideran una 'occidentalización' peligrosa (o incluso una traición cultural). Sin embargo, hay poco que hacer. A medida que las comunidades árabes en los países occidentales crecen y que la alfabetización digital de los países árabes se consolida, el peso del 'alfabeto de chat árabe' sigue creciendo en la conversación mundial.