Fenómenos y reflexiones en torno al Anarquismo y la sociedad: paranoias, humor, surrealismo, sucesos inexplicables... Gustos y aficiones: cine, música, literatura, etc. Textos personales. Mensajes fuera de contexto e insultos y exabruptos contra el Anarquismo.
La última película de Eduardo Casanova, Al margen (2024), acompaña a Moisés, una persona quemada por propia mano -según el informe policial-. Vive en la calle, cuenta a cámara las causas de su situación, acusa a sus enemigos, y ve sus testimonios completados por los de su familia, carne de servicios sociales. Tanto el contenido de sus testimonios como el subrayado de imágenes de impacto para las que se hace posar a Moisés y las virguerías escénicas y técnicas con que se lleva a cabo ese subrayado parecen conducir a la conclusión de que, en tiempo real y vivido, no hay mucha diferencia entre un diagnóstico biológico-psiquiátrico de sus males y atribuir esos males a una conspiración extraterrestre.
A decir verdad, el propio tratamiento estético de la película también deja en vilo a la hora de decidir si estamos ante un gesto solidario con personas como Moisés y su familia, acercándonos su testimonio, o, con su regodeo en lo doloroso, ante un caso de pornografía de la miseria que rentabiliza el caso para hacer carrera en festivales de cine. Pero quizás este límite no es de Casanova, sino de la graduación de las omnívoras gafas de clase que nos ponen en la sociedad que compartimos audiencia y director.
...y las virguerías escénicas y técnicas con que se lleva a cabo ese subrayado parecen conducir a la conclusión de que, en tiempo real y vivido, no hay mucha diferencia entre un diagnóstico biológico-psiquiátrico de sus males y atribuir esos males a una conspiración extraterrestre.
A decir verdad, el propio tratamiento estético de la película también deja en vilo a la hora de decidir si estamos ante un gesto solidario con personas como Moisés y su familia, acercándonos su testimonio, o, con su regodeo en lo doloroso, ante un caso de pornografía de la miseria
Ay
Lo que se gana en velocidad, se pierde en potencia. Lo que se gana en potencia, se pierde en velocidad.
Que en las historias del cine que se hace en USA Showgirls (Paul Verhoeven, 1995) sea el ejemplo destacable de película sobre sexo y poder en vez de Working Girls (Lizzie Borden, 1986) es buena prueba de que el paso de los ochenta a los noventa en las sociedades del atlántico norte se hizo a patadas. Esta semana la plataforma de pago Mubi recupera la versión restaurada, con subtítulos en castellano.
Working Girls es la película con que la excelente directora USA Lizzie Borden consiguió acceder fugazmente a la distribución comercial internacional, tiene años después el encanto de un producto de esos ochenta en que la cultura radical todavía no parecía condenada al eclipse -una protagonista lesbiana y bicicletera que habla de plusvalía sin aparecer extravagante, una opción por ciertos planos y ciertas músicas...-. Se la vendió como 'una película sobre un día en la vida de unas prostitutas', pero esta apreciación parece surgir del merodeo a las puertas de la película, sin entrar en ella: también podría decirse que es 'un desfile de hombres de negocios y ejecutivos en pelotas', pues esos son los clientes de ese burdel con aparente libertad de elección. Hay una frase de diálogo que hoy levantaría un rapapolvo en ambientes abolicionistas o simplemente informados
Susan, Don es insoportable, todas te lo hemos dicho muchas veces, y Sue Anne hace muy bien en defenderse. ¿Qué falta hacen ese tipo de clientes tan conflictivos? A la larga no merece la pena.
por dar una imagen de "derecho de admisión" que quizás no corresponde con la realidad o con lo representativo del ejercicio en masa de la industria del sexo. Aún así, que la protagonista se haga su agenda de clientes vendiendo simulacros de complicidad no ha de tomarse como una apología de una prostitución "creativa", sino como una prueba, en el desarrollo de la película, de que eso acaba creando también una tela de araña.
Entrevista con la directora:
Working Girls va sobre el trabajo. ¿Es posible que para una mujer resulte más cómodo vender su cuerpo que su mente? ¿Cuál es el coste psicológico? ¿De verdad que una mujer puede llegar a controlarlo? Ya sea para alimentar a tu familia o para dedicarte a ser artista, ¿compensa la prostitución? Me he dado cuenta que la película causa reacciones muy extremas entre partidarias de la abolición del trabajo sexual. Para mí lo principal es la libertad de elección. Si quieres casarte y tener muchos hijos, adelante, ninguna feminista debe meterse contigo por ello ni nadie te debe acusar de estar sobrepoblando el planeta.
En todo caso, es una película antierótica. Está hecha desde el punto de vista de las mujeres y por supuesto no quería que resultara sexy para los hombres, quería dejar claro que en todo momento esas mujeres están llevando a cabo una performance. Molly, además, está explotada por su jefa. Molly puede asumir un turno de trabajo, pero cuando su jefa la obliga a trabajar más horas, acaba bajando sus defensas ante los clientes y ya no le funciona la coraza psicológica. Entra en esa zona gris en que ha perdido el control y se plantea si tiene sentido dedicarse a esto para disponer de su propio tiempo. De todas formas, la pregunta es ¿quién se otorga el derecho para juzgar a una mujer que decide dedicarse al trabajo sexual?
ALFRED HITCHCOCK PRESENTA | "La figura que conocemos hoy de Alfred Hitchcock se labró en la televisión made in usa de los años cincuenta, que le convierte en una estrella. La televisión estaba horriblemente mal vista por la gente del cine en aquel entonces, desde todos los puntos de vista: crítico, social, etc. Entonces, cuando a Hitchcock le proponen trabajar para televisión con los episodios de 'Alfred Hitchcock presenta' tiene dudas, pero cree que podrá hacerlo y se adapta a las limitaciones con su sabiduría habitual. Hitchcock siempre se adapta a los medios que tiene para hacer lo que tiene que hacer, y es en ese sentido que es un maestro, aunque esos medios fuesen los de una radio con imágenes empequeñecidas, es decir, la televisión de su época. Las introducciones y despedidas de cada episodio fueron escritas por una persona de gran ingenio, James Allardice, quien fue quien las hizo tan brillantes; pero también al revés, porque sin “Hitch”, Allardice no habría tenido el contenedor en el que verter esas ideas tan locas durante diez años. Hitchcock y sus productores consiguieron lo que no recuperó hbo hasta cinco décadas después: que los malvados fueran protagonistas de las series" .
Ahora que la película de Nosferatu ha traido a la memoria la versión muda que se hizo hace un siglo, interesa este documental, El lenguaje de las sombras -capítulo 1-, sobre la película original y Murnau, su autor. Dirige el eminente Luciano Berriatúa, que entre otras cosas es autor de una de las restauraciones más acreditadas de la versión muda.
Justoooo que ayer pude ver la nueva de Nosferatu. Hace unos años había visto la de 1979
Ese pibe de la filmoteca maldita tiene excelentes videos:
* Habló de una película de Toy Story, y hasta me dieron ganas de verla. Está muy a tono con la propuesta general de este mismo foro:
... recuerdo que con sólo 30 segundos de intro ya me dejó atento a su análisis.
Atención a la Spartacus Films y sus Momentos de España.
Un pedazo de documental del canal de Historia de cuando todavía no era pasto de la ufología y la tontería actual, con intervenciones de historiadores cinematográficos, material de primera si te interesa la producción espectacular libertaria de allá hace casi un siglo ya,
Supongo que se volverá a hablar bastante de la serie Querer (Alauda Ruiz de Azúa, 2024), después de su éxito en los premios Feroz. Aunque la han puesto como serie en Movistar+, por su estructura y duración es más bien una película. En fin, una visión sobria y certera sobre las relaciones familiares en que papá pesa más de lo que debería y la lucha de clases se hace visible de una determinada manera -by sex. Hay que valorar en lo que vale una película que transcurre con fluidez entre habitaciones de diversos tamaños, cocinas, baños y calles de Bilbao, con gente que entra y sale de esos espacios,... y que, de paso, como película, te cuenta cosas. No es sencillo que la gente entre y salga en plano y guarde un rácord importante en esas circunstancias, que son las de la vida familiar que se quiere transparentar. Ruiz de Azúa maneja bien esa puesta en escena no invisible, sino austera - Juan López Gandía -, esa habilidad para conjugar miradas con espacios no hechos para ser vistos ni por terceros ni por una cámara, y con esa conjugación expone las cosas con sutileza y, por ello, con contundencia. Porque, especialmente en familia, "el poder es invisible".
"Siempre quisimos crear debate alrededor de la denuncia de violencia de género con la duda de por medio. Desde la escritura queríamos entender todo desde ángulos muy distintos, para entender todos los procesos, tanto el judicial como el personal y familiar, que es casi infinito, porque el juicio termina en un tiempo determinado, pero el resto no". Algo muy interesante es cómo han plasmado los flashbacks, los recuerdos y todo ha sido en texto, recitado, nada de imágenes, y para Ruiz de Azúa era algo que tenía claro desde el principio. "Haberlo hecho hubiera sido casi dar una certeza absoluta, y decidía que no, porque tengo la sensación de que son cosas que la verdad absoluta es complicada de juzgar, así que lo quise dejar en la palabra de cada personaje. El viaje del espectador sería más real y adulto si no ejercíamos como narradores de los hechos, porque realmente es difícil también tenerlo en la vida real. Aunque sabemos que es más arriesgado de cara a entender todo, pero no queríamos dar todo por entendido, y que el espectador rellenara los huecos con los datos que escucha" (Alauda Ruiz de Azúa).
"... entre el miedo a no ser reconocido por nadie y a no reconocer nada"
Ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín, la cineasta Mati Diop nos sumerge en un viaje fascinante por las voces de los fantasmas del colonialismo en África.
Clónclave (2024), perdón, Cónclable.
La peli está muy bien hecha, pero teniendo en cuenta la larguísima historia y tejemanejes internos de esta secta, esperaba más. Es curioso que incluso los lujosísimos edificios del Vaticano con sus mármoles, oros y frescos, guardan esa cutrez estética (olor a incienso, caspa y sudor) propia de todo lo católico. Dentro de tanta grandeza, el guión me ha parecido bastante flojo (incluído el "plot twist" final) y cualquier crítica a la Iglesia como tal, brilla por su absoluta ausencia. Seguro que se han quedado contentísimos con el resultado.
- Hay mucha gente, incluso en el sindicato, que me dice que acepte la oferta, que desista. Los jefes quieren que cancele la huelga; la policía dice que va a haber violencia… En todo conflicto hay víctimas. La cuestión es: qué se ha perdido y qué se ha ganado.
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- ¿Que si creare un sindicato para los policías? Claro, eso es fácil. Un día haré uno para los criminales y negociaremos.
En prácticamente todas las películas comerciales made in usa sobre la mafia, aparecen sindicatos, y suelen aparecer al mismo nivel que los casinos, las drogas o la prostitución: consumos sórdidos con componentes de abuso y de irresponsabilidad de los que los criminales sacan partido. Parece que no hay gran diferencia entre obtener mejoras laborales y emborracharse- En este panorama, la película Hoffa: Hizo lo que debía (Danny de Vito, 1992), basado en un caso extremo que forma parte de la historia del país, tiene la ventaja de presentar una versión más matizada de la situación de los sindicatos en la historia estadounidense del siglo veinte, y de los problemas que tuvieron que vencer en su lucha por el reconocimiento. No deja de ser una película comercial, y cuestiona la idea que Hoffa tenía de sí mismo como "líder imprescindible" sólo por lo bajinis. Pero menos da una piedra. Viéndola me he acordado de un libro del año catapún, El poder de los sindicatos, de Charles Wrigth Mills.
Me ha gustado, aunque creo que a un fan de la ciencia-ficción (yo no lo soy) le gustará todavía más. Basada en un dilema interesante: las personas clonadas ¿tienen libre albedrío? ¿personalidad y criterio propio? Al ser criaturas artificiales: ¿es aceptable maltratarlas?