Colombia bajo el paramilitarismo
- Manu García
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Un breve informe de anarquistas colombianos sobre el problema de la vivienda en el país:
Los destechados de Colombia
Colombia posee un déficit de vivienda de aproximadamente 1500000 unidades de esta cifra aproximadamente un 76% representa familias de estratos bajos. El desplazamiento forzado aparece como un factor eterminante en el crecimiento de este déficit, puesto que son cientos de familias del campo que llegan diariamente a las principales ciudades del país; la difícil adquisición de vivienda digna hace que cientos de familias decidan instalar sus improvisadas casas en zonas de alto riesgo como laderas de montañas o rondas de río.
La respuesta de las autoridades gubernamentales ha sido la otorgacion de subsidios para la adquisición de vivienda de “interés social”, lamentablemente estos subsidios son asignados en la mayor parte de los casos a familias que reciban dos salarios mínimos mensuales, esto significa que tan solo un 24% de las familias que requieren vivienda están recibiendo estos subsidios. Muchos de Quienes tienen la oportunidad de acceder a estas viviendas de interés social, reciben casas mal construidas puesto que los inversionistas buscan reducir costos, utilizando menos materiales; y los que se usan son de bajo costo y por lo tanto de mala calidad esto pone en serio riesgo la integridad física de quienes habitan o vayan habitar estas viviendas.
Junto a esto se suma el problema de los sistemas de financiación hipotecaria el tan conocido UPAC Y UVR.
El UPAC (unidades de poder adquisitiva constante) fue introducido durante el gobierno del conservador Misael Pastrana Borrero en el año 1972, este sistema permite el cobro de intereses sobre intereses provocando el aumento de los créditos hasta de siete veces su monto inicial lo cual hace imposible su cancelación El UPAC fue declarado inconstitucional por la corte suprema de justicia en el año 1999 pero ante esta sentencia y viendo peligrar sus ganancias el sistema financiero con apoyo del gobierno de Andrés Pastrana (concidencialmente hijo del que introdujo el UPAC) crearon el UVR (unidades de valor real) sistema que resulto ser aun peor que el UPAC estos dos sistemas de financiación hipotecaria a ocasionado la perdida de vivienda para unas 100 familias diariamente y ya en los últimos 10 años han sido robadas unas 375000 viviendas por parte de Los bancos con complicidad de jueces y policía.
Ante esta situación es digna de admirar la resistencia de muchas familias que han optado por levantar barricadas en su propio hogar para impedir el desalojo por parte del ESMAD (escuadrón móvil antidisturbios) igualmente su desobediencias a seguir cancelando las cuotas a los bancos.
No se debe de considerar esto como un problema aislado, pues su causa al igual que otros tantos problemas que afectan a la clase trabajadora son consecuencia de un sistema económico que solo garantiza la iniquidad social y en el que prevalecen siempre los intereses particulares de la burguesía.
FRENTE AL TERRORISMO DE BANCOS, JUECES Y POLICIA SOLIDARIDAD Y RESISTENCIA
Los destechados de Colombia
Colombia posee un déficit de vivienda de aproximadamente 1500000 unidades de esta cifra aproximadamente un 76% representa familias de estratos bajos. El desplazamiento forzado aparece como un factor eterminante en el crecimiento de este déficit, puesto que son cientos de familias del campo que llegan diariamente a las principales ciudades del país; la difícil adquisición de vivienda digna hace que cientos de familias decidan instalar sus improvisadas casas en zonas de alto riesgo como laderas de montañas o rondas de río.
La respuesta de las autoridades gubernamentales ha sido la otorgacion de subsidios para la adquisición de vivienda de “interés social”, lamentablemente estos subsidios son asignados en la mayor parte de los casos a familias que reciban dos salarios mínimos mensuales, esto significa que tan solo un 24% de las familias que requieren vivienda están recibiendo estos subsidios. Muchos de Quienes tienen la oportunidad de acceder a estas viviendas de interés social, reciben casas mal construidas puesto que los inversionistas buscan reducir costos, utilizando menos materiales; y los que se usan son de bajo costo y por lo tanto de mala calidad esto pone en serio riesgo la integridad física de quienes habitan o vayan habitar estas viviendas.
Junto a esto se suma el problema de los sistemas de financiación hipotecaria el tan conocido UPAC Y UVR.
El UPAC (unidades de poder adquisitiva constante) fue introducido durante el gobierno del conservador Misael Pastrana Borrero en el año 1972, este sistema permite el cobro de intereses sobre intereses provocando el aumento de los créditos hasta de siete veces su monto inicial lo cual hace imposible su cancelación El UPAC fue declarado inconstitucional por la corte suprema de justicia en el año 1999 pero ante esta sentencia y viendo peligrar sus ganancias el sistema financiero con apoyo del gobierno de Andrés Pastrana (concidencialmente hijo del que introdujo el UPAC) crearon el UVR (unidades de valor real) sistema que resulto ser aun peor que el UPAC estos dos sistemas de financiación hipotecaria a ocasionado la perdida de vivienda para unas 100 familias diariamente y ya en los últimos 10 años han sido robadas unas 375000 viviendas por parte de Los bancos con complicidad de jueces y policía.
Ante esta situación es digna de admirar la resistencia de muchas familias que han optado por levantar barricadas en su propio hogar para impedir el desalojo por parte del ESMAD (escuadrón móvil antidisturbios) igualmente su desobediencias a seguir cancelando las cuotas a los bancos.
No se debe de considerar esto como un problema aislado, pues su causa al igual que otros tantos problemas que afectan a la clase trabajadora son consecuencia de un sistema económico que solo garantiza la iniquidad social y en el que prevalecen siempre los intereses particulares de la burguesía.
FRENTE AL TERRORISMO DE BANCOS, JUECES Y POLICIA SOLIDARIDAD Y RESISTENCIA
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
- Manu García
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20 de Julio en Colombia: el día de la “dependencia” nacional
Resulta que mientras más fuerte se vive la “pasión por Colombia”, menos “patria” hay para los ciudadanos de a pie y mayor es la penetración de las potencias extranjeras.
http://www.anarkismo.net/newswire.php?story_id=9504
Resulta que mientras más fuerte se vive la “pasión por Colombia”, menos “patria” hay para los ciudadanos de a pie y mayor es la penetración de las potencias extranjeras.
http://www.anarkismo.net/newswire.php?story_id=9504
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
- Manu García
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Colombia: el cálculo político disfrazado de “humanitarismo”
Análisis de cómo Uribe ha utilizado la liberacion de los rehenes tras la Operación Jaque para consolidar su proyecto autoritario.
http://www.anarkismo.net/article/9563
Análisis de cómo Uribe ha utilizado la liberacion de los rehenes tras la Operación Jaque para consolidar su proyecto autoritario.
http://www.anarkismo.net/article/9563
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
- Manu García
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Re: La que se está liando en colombia
Uribe se está planteando sumar tropas colombianas a la ocupación militar de Haití.
Los asesinos que faltaban en Ayití: el ejército colombiano de “vacaciones” en el Caribe
Como si el pueblo ayisien[1] no hubiera sufrido ya bastante, con la de huracanes de este último tiempo, con el hambre causada por años de imposición de la ortodoxia neoliberal y con la ocupación militar que padece desde el 2004 por parte de la ONU (la llamada MINUSTAH), ahora nos enteramos, para rematarla, que el ejército colombiano está pensando seriamente en hacer sus maletas y emprender rumbo a Puerto Príncipe[2]. Colombia, dicho sea de paso, no es en absoluto ajena a la MINUSTAH como podría suponerse debido al absoluto silencio que ha rodeado su participación en esta misión de dudosas credenciales humanitarias. En realidad, Colombia ya tiene policías en Ayití desde comienzos de la misión en Junio del 2004[3], pero hasta la fecha, no ha enviado tropas. Esa es toda la novedad noticiosa.
Las tropas colombianas son, en realidad, los únicos makoutes que faltaban en la parodia de misión “humanitaria” que es la MINUSTAH, en la cual participan la soldadesca chilena, brasileña, argentina, jordana, nepalesa, marroquí, peruana, nigeriana, paquistaní, y la de otros tantos países con ejércitos igualmente “respetuosos” de los derechos humanos, como el de Sri Lanka.
Y digo parodia, porque es muy curiosa una “misión de paz”, que, en poco más de un año, logró asesinar a 10.000 ayisien y tiene varias masacres a su haber. En realidad, la ONU y su misión dizque humanitaria, han servido de fachada para un Golpe de Estado sui generis, pues ha ocurrido en un país sin ejército. Recordemos que, en 1995 el presidente Aristide había disuelto al ejército pues en su historia solamente había realizado golpes de Estado pero jamás había parado una sola intervención extranjera[4]. Los hechos que llevaron a este Golpe sui generis ocurrieron así: a comienzos del 2004, un grupo armado de ex-militares y policías al servicio de las dictaduras de Duvalier y Cedras, financiado por la CIA y entrenado en República Dominicana, comienza una serie de ataques en el norte de Ayití, mientras grupos financiados por los EEUU implementaban un plan de desestabilización, semejante al usado en Chile en época de Allende, a fin de derrocar al régimen populista de Aristide, el cual no era del agrado de Washington (y al cual ya habían derrocado en 1991). Los matones a sueldo de la CIA pudieron derrocar a Aristide con el apoyo de un comando de los EEUU que secuestró a Aristide y lo exilió en la República de África Central, pero no podían hacerse cargo del gobierno, por lo cual, tras una breve ocupación a cargo de EEUU, Francia, Canadá y Chile, una misión de la ONU se encargó de garantizar seguridad al régimen post-golpe de una manera en nada diferente a la que el ejército ejerce su poder en una dictadura militar. A fin de mantener la dictadura del 3% más rico en un país sin ejército, no le quedó otra a los nostálgicos de Duvalier que recurrir a una ocupación extranjera[5].
Y qué mejor si la cara pública de esta ocupación no la asumen los EEUU, demasiado mancillados por sus aventuras en Oriente Medio, ni Francia, con un pasado colonial demasiado oneroso. Entonces ahí saltaron los chapulines colorados de Sudamérica a demostrar que, cuando el Tío Sam no puede cumplir a cabalidad con sus tareas de control hemisférico, sus títeres locales pueden hacerlo por él. Con lo que instalan el fatal precedente de ocupaciones de cuño imperialista a cargo de países latinoamericanos, es decir, ocupaciones por “encargo”. Y de paso, cada cual saca una tajada de la ocupación, pues Ayití desde hace tiempo no es más que carroña para que cualquier buitre coma de ella.
Es de destacar que todos los ejércitos que participan de esta ocupación tienen un historial grave de violaciones de derechos humanos, con lo cual no podemos en realidad sorprendernos de los resultados de esta misión. Visto de este modo, el ejército colombiano no estará, como dice una expresión criolla, como un “chancho en misa”, es decir, fuera de lugar, sino que entraría como socio aventajado al “selecto” club de la MINUSTAH. Sabemos que el Ejército colombiano es el gran responsable del drama del desplazamiento en Colombia, que fuerza a 313.000 colombianos fuera de sus hogares anualmente, que envenenan a poblaciones campesinas completas con los programas de fumigación de coca (aunque el cultivo ha aumentado en un 27% en el último período según informes de la ONU), que sus soldados reciben días libres y otros beneficios por “guerrillero muerto” (práctica que ha redundado en los llamados “falsos positivos”, o campesinos que no tienen nada que ver con el conflicto y que son asesinados y presentados como “guerrilleros muertos en combate” –de los cuales van alrededor de 1.000 en lo que va del gobierno de Uribe), que conjuntamente con los paramilitares son responsables de la muerte de al menos 70.000 miembros de organizaciones populares desde comienzos de los ’90 y de la desaparición de unas 30.000 más en el mismo lapso de tiempo (una reciente entrevista al paramilitar desmovilizado alias HH entrega algunas luces sobre este horror[6]), que, al prohibir el paso de alimentos a ciertos sectores a fin de hambrear a las guerrillas, lo que hacen es matar de hambre a comunidades completas y, por último, que a donde llega un batallón comienzan las violaciones de mujeres y menores de edad. Vemos, entonces, que al Ejército colombiano no le faltan méritos para integrar la MINUSTAH.
Pero no solamente el ejército colombiano no está fuera de lugar entre los gorilas que tiene por pares en la MINUSTAH: el mismo régimen de Uribe en Colombia guarda un gran parecido con el régimen de Duvalier (salvo en el color de la piel). Ambos utilizaron el cohecho y el terror de sus partidarios para ganar las elecciones; ambos han modificado la legalidad a su acomodo para ejercer un caudillismo autoritario y voraz; ambos han recurrido a la ayuda de fuerzas irregulares para realizar el trabajo sucio (makoutes en Ayití, paramilitares en Colombia); ambos han contado con la sacrosanta venia de Washington y han construido una ideología de seguridad nacional ante la amenaza latente de los vecinos "comunistas" y de sus aliados "apátridas" locales; y sobretodo, ambos han utilizado y manipulado una ideología patriotera, nacionalista y beata a fin de presentarse como la encarnación del bien, de los valores eternos de la patria y de la gracia divina.
Me puedo imaginar al ministro Santos y a Uribe, tomándose un té con los Duvalier, con Papa Doc y con Baby Doc, mientras hablan de narco-terrorismo, comunismo, de confabulaciones extranjeras, de apátridas y de las virtudes de rezar el Padre Nuestro diez veces por día. Papa Doc, dictador de 1957 hasta 1971, produjo un "catecismo" de su régimen, lleno de imágenes religiosas, banderas y odas a sí mismo, una de las cuales rezaba lo siguiente:
"Nuestro Doc que estás en el Palacio Nacional de por vida, santificado sea Tu nombre por las generaciones presentes y futuras. Hágase tu voluntad, así en Puerto Príncipe como en las provincias. Venga a nosotros un nuevo Haití y nunca perdones las fechorías de los anti-patriotas que escupen a diario en nuestro país; déjales caer en tentación, y bajo el peso de su rencor, no les libres de ningún mal..."[7]
Amén. Es cosa no más de cambiar las alusiones al Doc por "Uribe" y el Palacio Nacional por la Casa de Nariño, y la oración es calco y copia de un artículo de los columnistas lambones del uribismo. O hasta podría ser una editorial de El Tiempo o de Caracol.
Así que muchachos, a alistar las maletas y para el Caribe los pasajes, que a las tropas colombianas les toca su turno de ser "turistas con fusiles", como llama, sabiamente, el pueblo ayisien a los cascos azules de MINUSTAH. Ahí va Colombia junto a los EEUU, cual Robin detrás de Batman, al auxilio de su amo en la misión de Ayití (y también de Afganistán, por cierto). Que no quede ninguna duda del compromiso que Colombia tiene en servir a los intereses superiores de sus amos en Washington ni de su hostilidad hacia todo lo que huela a causas populares. Que nadie sospeche que el gobierno del presidente Uribe no está presto a complacer los caprichos de su patrón y auxiliarlo en su cruzada global de dominación. Mal que mal, todos tienen algo que ganar con el drama de Ayití: así como Brasil está utilizando esta misión como moneda de cambio para un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, Colombia pareciera estar utilizando su participación en la ocupación como una manera de ganar créditos para que el Congreso de EEUU se decida, por fin, a firmar el TLC. Como se ve, todos tienen algo que ganar. Todos, menos los ayisien.
Entonces presidente Uribe no se quede corto ni perezoso: no mande solamente las tropas. Mande también su contraparte necesaria, sus "Rastrojos", sus "Águilas Negras", sus "Paisas", sus "Nueva Generación", sus "Jorge 40", sus "Mancusos" etc. todos sus paramilitares, para que complementen el trabajo, y a punta de motosierra, enseñen a todos esos "negros de mierda" en Ayití qué carajo es la democracia, tal cual se lo han enseñado por décadas a esos otros "negros de mierda" que viven en el Chocó y en la Costa Caribe de Colombia. ¡Seguridad Democrática también en Ayití! Además, no puede quedar esta tarea civilizadora a medias, ya que, después de las masacres, alguien tendrá que desaparecer los fiambres, ¿o no?
También mande a sus amigos de Gallup para que enseñen a la MINUSTAH a amañar encuestas, a ver si ahora podrán convencer al mundo de que la MINUSTAH es apoyada por el 84% de los ayisien, que a Preval (presidente instalado en elecciones vigiladas bajo la ocupación) lo quiere el 91% de los ciudadanos y que el derrocado ex-presidente Aristide no es sino un vulgar "narco-terrorista" sin ideas políticas y solamente interesado en Ayití como una ruta para el tráfico de cocaína que, vía Venezuela, pasa hacia el mundo civilizado.
Mientras tanto, el pueblo ayisien, silenciosamente, seguirá en la ardua tarea de labrar su destino pese a todo: a los huracanes, al hambre, al neoliberalismo y a la ocupación. Y sí, sabrá seguir labrando su destino pese a los makoutes colombianos. Ayibobo[8].
José Antonio Gutiérrez D
11 de Agosto del 2008
-----------------------------------
[1] Prefiero siempre utilizar Ayití para Haití y ayisien para haitiano. Tal es la manera original de escribirlo y decirlo en la lengua nativa de Ayití, el kréyol ayisienM.
[2] http://www.elespectador.com/impreso/pol ... im...e=0,0
[3] http://www.un.org/depts/dpko/missions/m ... facts.html
[4] El artículo citado del periódico colombiano El Espectador, http://www.elespectador.com/impreso/pol ... im...e=0,0, es una buena muestra de lo flojo y poco serio que es el periodismo colombiano al decir que una de las tareas de la MINUSTAH es "apoyar al ejército haitiano". ¡Desconocen un dato tan básico, como que el ejército haitiano no existe! Desde ahí para adelante, uno puede desconfiar del resto del contenido que no puede ser mucho más "profesional" ¿Qué más puede esperarse de esta prensa lambona?
[5] He escrito varios artículos de análisis de la crisis haitiana. Entre ellos puede revisarse sobre la crisis misma "Ayití, una cicatriz en el rostro de América" http://www.anarkismo.net/article/1063 y "Ayití, entre la liberación y la ocupación" http://www.anarkismo.net/article/4651 Sobre los soldados chilenos y su naturaleza dictatorial, fue publicado en el Haiti Tribune el artículo "Macoutes et opportunistes du Chili exportés en Haiti" http://www.anarkismo.net/article/2161
[6] http://www.elespectador.com/impreso/jud ... im...e=0,1
[7] Cit. en "The Haiti Files –Decoding the Crisis" ed. James Ridgeway, Essential Books, Azul Editions, 1994, p.20.
[8] Equivalente a "Amen" en los ritos vuduistas
Los asesinos que faltaban en Ayití: el ejército colombiano de “vacaciones” en el Caribe
Como si el pueblo ayisien[1] no hubiera sufrido ya bastante, con la de huracanes de este último tiempo, con el hambre causada por años de imposición de la ortodoxia neoliberal y con la ocupación militar que padece desde el 2004 por parte de la ONU (la llamada MINUSTAH), ahora nos enteramos, para rematarla, que el ejército colombiano está pensando seriamente en hacer sus maletas y emprender rumbo a Puerto Príncipe[2]. Colombia, dicho sea de paso, no es en absoluto ajena a la MINUSTAH como podría suponerse debido al absoluto silencio que ha rodeado su participación en esta misión de dudosas credenciales humanitarias. En realidad, Colombia ya tiene policías en Ayití desde comienzos de la misión en Junio del 2004[3], pero hasta la fecha, no ha enviado tropas. Esa es toda la novedad noticiosa.
Las tropas colombianas son, en realidad, los únicos makoutes que faltaban en la parodia de misión “humanitaria” que es la MINUSTAH, en la cual participan la soldadesca chilena, brasileña, argentina, jordana, nepalesa, marroquí, peruana, nigeriana, paquistaní, y la de otros tantos países con ejércitos igualmente “respetuosos” de los derechos humanos, como el de Sri Lanka.
Y digo parodia, porque es muy curiosa una “misión de paz”, que, en poco más de un año, logró asesinar a 10.000 ayisien y tiene varias masacres a su haber. En realidad, la ONU y su misión dizque humanitaria, han servido de fachada para un Golpe de Estado sui generis, pues ha ocurrido en un país sin ejército. Recordemos que, en 1995 el presidente Aristide había disuelto al ejército pues en su historia solamente había realizado golpes de Estado pero jamás había parado una sola intervención extranjera[4]. Los hechos que llevaron a este Golpe sui generis ocurrieron así: a comienzos del 2004, un grupo armado de ex-militares y policías al servicio de las dictaduras de Duvalier y Cedras, financiado por la CIA y entrenado en República Dominicana, comienza una serie de ataques en el norte de Ayití, mientras grupos financiados por los EEUU implementaban un plan de desestabilización, semejante al usado en Chile en época de Allende, a fin de derrocar al régimen populista de Aristide, el cual no era del agrado de Washington (y al cual ya habían derrocado en 1991). Los matones a sueldo de la CIA pudieron derrocar a Aristide con el apoyo de un comando de los EEUU que secuestró a Aristide y lo exilió en la República de África Central, pero no podían hacerse cargo del gobierno, por lo cual, tras una breve ocupación a cargo de EEUU, Francia, Canadá y Chile, una misión de la ONU se encargó de garantizar seguridad al régimen post-golpe de una manera en nada diferente a la que el ejército ejerce su poder en una dictadura militar. A fin de mantener la dictadura del 3% más rico en un país sin ejército, no le quedó otra a los nostálgicos de Duvalier que recurrir a una ocupación extranjera[5].
Y qué mejor si la cara pública de esta ocupación no la asumen los EEUU, demasiado mancillados por sus aventuras en Oriente Medio, ni Francia, con un pasado colonial demasiado oneroso. Entonces ahí saltaron los chapulines colorados de Sudamérica a demostrar que, cuando el Tío Sam no puede cumplir a cabalidad con sus tareas de control hemisférico, sus títeres locales pueden hacerlo por él. Con lo que instalan el fatal precedente de ocupaciones de cuño imperialista a cargo de países latinoamericanos, es decir, ocupaciones por “encargo”. Y de paso, cada cual saca una tajada de la ocupación, pues Ayití desde hace tiempo no es más que carroña para que cualquier buitre coma de ella.
Es de destacar que todos los ejércitos que participan de esta ocupación tienen un historial grave de violaciones de derechos humanos, con lo cual no podemos en realidad sorprendernos de los resultados de esta misión. Visto de este modo, el ejército colombiano no estará, como dice una expresión criolla, como un “chancho en misa”, es decir, fuera de lugar, sino que entraría como socio aventajado al “selecto” club de la MINUSTAH. Sabemos que el Ejército colombiano es el gran responsable del drama del desplazamiento en Colombia, que fuerza a 313.000 colombianos fuera de sus hogares anualmente, que envenenan a poblaciones campesinas completas con los programas de fumigación de coca (aunque el cultivo ha aumentado en un 27% en el último período según informes de la ONU), que sus soldados reciben días libres y otros beneficios por “guerrillero muerto” (práctica que ha redundado en los llamados “falsos positivos”, o campesinos que no tienen nada que ver con el conflicto y que son asesinados y presentados como “guerrilleros muertos en combate” –de los cuales van alrededor de 1.000 en lo que va del gobierno de Uribe), que conjuntamente con los paramilitares son responsables de la muerte de al menos 70.000 miembros de organizaciones populares desde comienzos de los ’90 y de la desaparición de unas 30.000 más en el mismo lapso de tiempo (una reciente entrevista al paramilitar desmovilizado alias HH entrega algunas luces sobre este horror[6]), que, al prohibir el paso de alimentos a ciertos sectores a fin de hambrear a las guerrillas, lo que hacen es matar de hambre a comunidades completas y, por último, que a donde llega un batallón comienzan las violaciones de mujeres y menores de edad. Vemos, entonces, que al Ejército colombiano no le faltan méritos para integrar la MINUSTAH.
Pero no solamente el ejército colombiano no está fuera de lugar entre los gorilas que tiene por pares en la MINUSTAH: el mismo régimen de Uribe en Colombia guarda un gran parecido con el régimen de Duvalier (salvo en el color de la piel). Ambos utilizaron el cohecho y el terror de sus partidarios para ganar las elecciones; ambos han modificado la legalidad a su acomodo para ejercer un caudillismo autoritario y voraz; ambos han recurrido a la ayuda de fuerzas irregulares para realizar el trabajo sucio (makoutes en Ayití, paramilitares en Colombia); ambos han contado con la sacrosanta venia de Washington y han construido una ideología de seguridad nacional ante la amenaza latente de los vecinos "comunistas" y de sus aliados "apátridas" locales; y sobretodo, ambos han utilizado y manipulado una ideología patriotera, nacionalista y beata a fin de presentarse como la encarnación del bien, de los valores eternos de la patria y de la gracia divina.
Me puedo imaginar al ministro Santos y a Uribe, tomándose un té con los Duvalier, con Papa Doc y con Baby Doc, mientras hablan de narco-terrorismo, comunismo, de confabulaciones extranjeras, de apátridas y de las virtudes de rezar el Padre Nuestro diez veces por día. Papa Doc, dictador de 1957 hasta 1971, produjo un "catecismo" de su régimen, lleno de imágenes religiosas, banderas y odas a sí mismo, una de las cuales rezaba lo siguiente:
"Nuestro Doc que estás en el Palacio Nacional de por vida, santificado sea Tu nombre por las generaciones presentes y futuras. Hágase tu voluntad, así en Puerto Príncipe como en las provincias. Venga a nosotros un nuevo Haití y nunca perdones las fechorías de los anti-patriotas que escupen a diario en nuestro país; déjales caer en tentación, y bajo el peso de su rencor, no les libres de ningún mal..."[7]
Amén. Es cosa no más de cambiar las alusiones al Doc por "Uribe" y el Palacio Nacional por la Casa de Nariño, y la oración es calco y copia de un artículo de los columnistas lambones del uribismo. O hasta podría ser una editorial de El Tiempo o de Caracol.
Así que muchachos, a alistar las maletas y para el Caribe los pasajes, que a las tropas colombianas les toca su turno de ser "turistas con fusiles", como llama, sabiamente, el pueblo ayisien a los cascos azules de MINUSTAH. Ahí va Colombia junto a los EEUU, cual Robin detrás de Batman, al auxilio de su amo en la misión de Ayití (y también de Afganistán, por cierto). Que no quede ninguna duda del compromiso que Colombia tiene en servir a los intereses superiores de sus amos en Washington ni de su hostilidad hacia todo lo que huela a causas populares. Que nadie sospeche que el gobierno del presidente Uribe no está presto a complacer los caprichos de su patrón y auxiliarlo en su cruzada global de dominación. Mal que mal, todos tienen algo que ganar con el drama de Ayití: así como Brasil está utilizando esta misión como moneda de cambio para un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, Colombia pareciera estar utilizando su participación en la ocupación como una manera de ganar créditos para que el Congreso de EEUU se decida, por fin, a firmar el TLC. Como se ve, todos tienen algo que ganar. Todos, menos los ayisien.
Entonces presidente Uribe no se quede corto ni perezoso: no mande solamente las tropas. Mande también su contraparte necesaria, sus "Rastrojos", sus "Águilas Negras", sus "Paisas", sus "Nueva Generación", sus "Jorge 40", sus "Mancusos" etc. todos sus paramilitares, para que complementen el trabajo, y a punta de motosierra, enseñen a todos esos "negros de mierda" en Ayití qué carajo es la democracia, tal cual se lo han enseñado por décadas a esos otros "negros de mierda" que viven en el Chocó y en la Costa Caribe de Colombia. ¡Seguridad Democrática también en Ayití! Además, no puede quedar esta tarea civilizadora a medias, ya que, después de las masacres, alguien tendrá que desaparecer los fiambres, ¿o no?
También mande a sus amigos de Gallup para que enseñen a la MINUSTAH a amañar encuestas, a ver si ahora podrán convencer al mundo de que la MINUSTAH es apoyada por el 84% de los ayisien, que a Preval (presidente instalado en elecciones vigiladas bajo la ocupación) lo quiere el 91% de los ciudadanos y que el derrocado ex-presidente Aristide no es sino un vulgar "narco-terrorista" sin ideas políticas y solamente interesado en Ayití como una ruta para el tráfico de cocaína que, vía Venezuela, pasa hacia el mundo civilizado.
Mientras tanto, el pueblo ayisien, silenciosamente, seguirá en la ardua tarea de labrar su destino pese a todo: a los huracanes, al hambre, al neoliberalismo y a la ocupación. Y sí, sabrá seguir labrando su destino pese a los makoutes colombianos. Ayibobo[8].
José Antonio Gutiérrez D
11 de Agosto del 2008
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[1] Prefiero siempre utilizar Ayití para Haití y ayisien para haitiano. Tal es la manera original de escribirlo y decirlo en la lengua nativa de Ayití, el kréyol ayisienM.
[2] http://www.elespectador.com/impreso/pol ... im...e=0,0
[3] http://www.un.org/depts/dpko/missions/m ... facts.html
[4] El artículo citado del periódico colombiano El Espectador, http://www.elespectador.com/impreso/pol ... im...e=0,0, es una buena muestra de lo flojo y poco serio que es el periodismo colombiano al decir que una de las tareas de la MINUSTAH es "apoyar al ejército haitiano". ¡Desconocen un dato tan básico, como que el ejército haitiano no existe! Desde ahí para adelante, uno puede desconfiar del resto del contenido que no puede ser mucho más "profesional" ¿Qué más puede esperarse de esta prensa lambona?
[5] He escrito varios artículos de análisis de la crisis haitiana. Entre ellos puede revisarse sobre la crisis misma "Ayití, una cicatriz en el rostro de América" http://www.anarkismo.net/article/1063 y "Ayití, entre la liberación y la ocupación" http://www.anarkismo.net/article/4651 Sobre los soldados chilenos y su naturaleza dictatorial, fue publicado en el Haiti Tribune el artículo "Macoutes et opportunistes du Chili exportés en Haiti" http://www.anarkismo.net/article/2161
[6] http://www.elespectador.com/impreso/jud ... im...e=0,1
[7] Cit. en "The Haiti Files –Decoding the Crisis" ed. James Ridgeway, Essential Books, Azul Editions, 1994, p.20.
[8] Equivalente a "Amen" en los ritos vuduistas
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- Manu García
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Reportaje de un integrante de la organización norteamericana APOC sobre l@s anarquistas de Bogotá tras su visita a Colombia:
http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/8281
http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/8281
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
- Jove Obrer
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Re: La que se está liando en colombia
Asesinado Luis Mayusa Prada, reconocido dirigente sindical y sobreviviente de la Unión Patriótica en el Meta
http://www.boltxe.info/berria/?p=10404
Asesinado Manuel Erminson Gamboa, dirigente campesino del Putumayo
http://prensarural.org/spip/spip.php?article1438
http://www.boltxe.info/berria/?p=10404
Asesinado Manuel Erminson Gamboa, dirigente campesino del Putumayo
http://prensarural.org/spip/spip.php?article1438
“Si lo real es móvil, que nuestro pensamiento sea también móvil y que sea el pensamiento de ese movimiento. Si lo real es contradictorio, que nuestro pensamiento sea pensamiento consciente de la contradicción.”
- angry_brigade
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Re:
Glups... semejante nivel de analfabetismo supongo que estará a la par con su capacidad de violencia. Menuda gentuza.Manu García escribió:
- Manu García
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Un compañero que tuvo que salir del país precisamente por las amenazas de muerte de esos indeseables alimentados por la oligarquía y el narcogobierno de Uribe, ha escrito un artículo sobre lo que le inspira la situación actual en Colombia:
4.999.999 golpes y una puñalada a la razón
“Ellos se amparan en la defensa de la democracia y eso es mentira no hay democracia en la Colombia muerta” Manuel Gustavo Chacón
"Ningún gobierno lucha en contra del fascismo para destruirlo. Cuando la burguesía ve que el poder se les escapa de sus manos, alzan el fascismo para mantener sus privilegios". Durruti
El día 11 de agosto se entregaron más o menos unas cinco millones de firmas que se recogieron –partiendo del principio de que todas lleguen a ser validas y verdaderas- para la reelección del actual presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, estás fueron presentadas ante la Registradora y por medio ellas se pretende convocar a un referendo, esto parecen consolidar la primera fase del uribismo( política de seguridad democrática) para comenzar a consolidar el trireinato de Uribe, o sea una segunda reelección. Todo esto se da en medio de una crisis institucional en el actual gobierno.
Durante los dos mandatos de Álvaro Uribe Vélez las violaciones de derechos humanos han sido sistemáticas (desapariciones, masacres, asesinatos de sindicalistas y opositores, etc) y las doctrinas económicas y militares promovidas por los Estados Unidos y diversas multinacionales se han venido desarrollando sin ningún reparo.
Hoy en día vemos una Colombia donde los jefes paramilitares como alias H.H confiesan que él junto a los hombres que comandó asesinaron a más de 3000 personas, esta afirmación la da manera fria y descarada,estos asesinatos contaron con el apoyo de la mal llamada “fuerza pública” y de sectores políticos y económicos (ver: http://www.elespectador.com/impreso/jud ... e-confiesa). Hablamos de un país donde los vínculos de la clase dominante con el paramilitarismo y el narcotráfico son el pan nuestro de todos los días.
Lo peor de todo esto es que el grueso de la población no se inmute por ello, ya que alienado por la propaganda oficial y el amplio andamiaje mediático del poder en nombre de la “paz” de forma directa o indirecta apoya el actual régimen, régimen de terror que quiere pacificar a punta de autoritarismo y represión, la paz no se hace de esa manera, se logra con justicia social.
La escala de Glasgow se usa para medir el nivel de conciencia de un paciente en coma. Utiliza indicadores como respuesta verbal, motora y apertura ocular. Va del 1 al 3, siendo 3 el tipo de coma más severo y profundo. Gran parte la de Población de Colombia, lastimosamente, por decirlo de alguna manera, se encuentra en la puntuación mínima de la escala de coma de Glasgow -un tres-, es decir, no parpadea, nunca se cuestiona, no da respuesta motora, permanece en estado vegetativo.
Afortunadamente aun hay sectores que a manera de estimulo nervioso- con el fin de despertar de este coma- día a día se organizan y resisten, tejen proyectos emancipadores y construyen una alternativa. Algunos de los que somos parte de estos sectores de lucha hoy en día por diversas situaciones represivas y por el terrorismo de estado nos encontramos en otros parajes, en lugares distantes de nuestras raíces, de los nuestros –familia, amigos, compañeros-, somos emigrantes por nuestra condición política, exiliados, refugiados, proscritos.
Desde la distancia, la mayoría de los que por nuestra condición de luchadores sociales y de rebeldes frente a la tiranía nos encontramos fuera de Colombia, recibimos con gran tristeza la noticia de las cinco millones de firmas recolectadas para dar más tiempo a esta dictadura, dictadura sostenida desde las urnas, la corrupción y la democracia burguesa. Como alguien me comento un día acá en Argentina “Uribe es un Videla elegido por votación”
Desde acá mando un abrazo a las gentes rebeldes y dignas que luchan contra el régimen. Pese a que estos cinco millones de firmas sean para nosotros 4.999.999 golpes a la razón y una puñalada sabemos que no estamos vencidos, únicamente heridos. No hay tregua, nos recuperaremos… la lucha continua.
Marco Antonio Sosa
Buenos Aires-Argentina
Agosto 16 de 2008
4.999.999 golpes y una puñalada a la razón
“Ellos se amparan en la defensa de la democracia y eso es mentira no hay democracia en la Colombia muerta” Manuel Gustavo Chacón
"Ningún gobierno lucha en contra del fascismo para destruirlo. Cuando la burguesía ve que el poder se les escapa de sus manos, alzan el fascismo para mantener sus privilegios". Durruti
El día 11 de agosto se entregaron más o menos unas cinco millones de firmas que se recogieron –partiendo del principio de que todas lleguen a ser validas y verdaderas- para la reelección del actual presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, estás fueron presentadas ante la Registradora y por medio ellas se pretende convocar a un referendo, esto parecen consolidar la primera fase del uribismo( política de seguridad democrática) para comenzar a consolidar el trireinato de Uribe, o sea una segunda reelección. Todo esto se da en medio de una crisis institucional en el actual gobierno.
Durante los dos mandatos de Álvaro Uribe Vélez las violaciones de derechos humanos han sido sistemáticas (desapariciones, masacres, asesinatos de sindicalistas y opositores, etc) y las doctrinas económicas y militares promovidas por los Estados Unidos y diversas multinacionales se han venido desarrollando sin ningún reparo.
Hoy en día vemos una Colombia donde los jefes paramilitares como alias H.H confiesan que él junto a los hombres que comandó asesinaron a más de 3000 personas, esta afirmación la da manera fria y descarada,estos asesinatos contaron con el apoyo de la mal llamada “fuerza pública” y de sectores políticos y económicos (ver: http://www.elespectador.com/impreso/jud ... e-confiesa). Hablamos de un país donde los vínculos de la clase dominante con el paramilitarismo y el narcotráfico son el pan nuestro de todos los días.
Lo peor de todo esto es que el grueso de la población no se inmute por ello, ya que alienado por la propaganda oficial y el amplio andamiaje mediático del poder en nombre de la “paz” de forma directa o indirecta apoya el actual régimen, régimen de terror que quiere pacificar a punta de autoritarismo y represión, la paz no se hace de esa manera, se logra con justicia social.
La escala de Glasgow se usa para medir el nivel de conciencia de un paciente en coma. Utiliza indicadores como respuesta verbal, motora y apertura ocular. Va del 1 al 3, siendo 3 el tipo de coma más severo y profundo. Gran parte la de Población de Colombia, lastimosamente, por decirlo de alguna manera, se encuentra en la puntuación mínima de la escala de coma de Glasgow -un tres-, es decir, no parpadea, nunca se cuestiona, no da respuesta motora, permanece en estado vegetativo.
Afortunadamente aun hay sectores que a manera de estimulo nervioso- con el fin de despertar de este coma- día a día se organizan y resisten, tejen proyectos emancipadores y construyen una alternativa. Algunos de los que somos parte de estos sectores de lucha hoy en día por diversas situaciones represivas y por el terrorismo de estado nos encontramos en otros parajes, en lugares distantes de nuestras raíces, de los nuestros –familia, amigos, compañeros-, somos emigrantes por nuestra condición política, exiliados, refugiados, proscritos.
Desde la distancia, la mayoría de los que por nuestra condición de luchadores sociales y de rebeldes frente a la tiranía nos encontramos fuera de Colombia, recibimos con gran tristeza la noticia de las cinco millones de firmas recolectadas para dar más tiempo a esta dictadura, dictadura sostenida desde las urnas, la corrupción y la democracia burguesa. Como alguien me comento un día acá en Argentina “Uribe es un Videla elegido por votación”
Desde acá mando un abrazo a las gentes rebeldes y dignas que luchan contra el régimen. Pese a que estos cinco millones de firmas sean para nosotros 4.999.999 golpes a la razón y una puñalada sabemos que no estamos vencidos, únicamente heridos. No hay tregua, nos recuperaremos… la lucha continua.
Marco Antonio Sosa
Buenos Aires-Argentina
Agosto 16 de 2008
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
Re: La que se está liando en colombia
cuando el 84% de la poblacion colombiana se manifiesta a favor de un gobierno que si no ha sido el peor, tiene graves fallas en materia de derechos humanos http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=114682
(colombia es el pais mas peligroso para ejercer la labor sindical y fue el mas peligroso para la labor periodistica), claras relaciones con paramilitares y narcotraficantes : http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=114665, http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=114679
y se ha comprobado ya que el gobierno nacional compro votos del congreso de la republica para la aprobacion de la reeleccion inmediata en el 2006. Ahora la congresista que recibio el dinero y las prebendas esta en la carcel, pero al parecer nadie le dio el dinero porque del gobierno no hay un solo detenido. Un dato curioso, el fraude se descubrio por un video que el periodista Daniel Coronell ( tal vez el periodista de oposicion mas importante del pais y que extrañamentetuvo que salir del pais hace poco por amenazas contra su vida y la de su familia) rebelo en el que la congresista narrava los hechos. la congresista pidio a Coronell solo revelar el video si algo llegaba a pasarle o si las promesas del gobierno no llegaban a cumplirse. Al parecer Coronell guardando su etica profesional no rebelo el video hasta que se entero que la congresista no habia recibido todo lo pactado. El dia de hoy el presidente de la republica pidio a loa comision de acusaciones que Coronell sea investigado porque es un delito haber guardado ese video.
el 84% del pueblo colombiano cierra los ojos ante estos hechos pero los abre orgulloso ante la "impecable" ( como lo diria el gobierno, claro) que termino con la liberacion de ingrid betancurt con otros miembros de las fuerzas represivas colombianas, en la que se violaron normas internacionales humanitarias como el uso de los emblemas de la cruz roja que al principio se dijo no habian sido utilizadas, pero luego con la mala fortuna de la filtracion de un video en los medios de comunicacion, el gobierno tuvo que agachar la cabeza y reconocer su error.
El gobierno colombiano ha cumplido su labor como nunca lo habia hecho un gobierno en el pais. El pais empieza a funcionar como funciona el gran imperio del norte, tapando ilegitimidad y abuso con uno que otro exito en seguridad......
el total adormecimiento de la sociedad colombian es absurdo pero incluso aca en bogota empiezan a surgir los anarquistas, haciendose notar , y les quiero comunicar que aunque seamos pocos, en colombia el movimiento anarquista esta mas vivo que nunca y empieza a despertar para alzarse contra el gobierno capitalista del paramilitar Alvaro Uribe.
(colombia es el pais mas peligroso para ejercer la labor sindical y fue el mas peligroso para la labor periodistica), claras relaciones con paramilitares y narcotraficantes : http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=114665, http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=114679
y se ha comprobado ya que el gobierno nacional compro votos del congreso de la republica para la aprobacion de la reeleccion inmediata en el 2006. Ahora la congresista que recibio el dinero y las prebendas esta en la carcel, pero al parecer nadie le dio el dinero porque del gobierno no hay un solo detenido. Un dato curioso, el fraude se descubrio por un video que el periodista Daniel Coronell ( tal vez el periodista de oposicion mas importante del pais y que extrañamentetuvo que salir del pais hace poco por amenazas contra su vida y la de su familia) rebelo en el que la congresista narrava los hechos. la congresista pidio a Coronell solo revelar el video si algo llegaba a pasarle o si las promesas del gobierno no llegaban a cumplirse. Al parecer Coronell guardando su etica profesional no rebelo el video hasta que se entero que la congresista no habia recibido todo lo pactado. El dia de hoy el presidente de la republica pidio a loa comision de acusaciones que Coronell sea investigado porque es un delito haber guardado ese video.
el 84% del pueblo colombiano cierra los ojos ante estos hechos pero los abre orgulloso ante la "impecable" ( como lo diria el gobierno, claro) que termino con la liberacion de ingrid betancurt con otros miembros de las fuerzas represivas colombianas, en la que se violaron normas internacionales humanitarias como el uso de los emblemas de la cruz roja que al principio se dijo no habian sido utilizadas, pero luego con la mala fortuna de la filtracion de un video en los medios de comunicacion, el gobierno tuvo que agachar la cabeza y reconocer su error.
El gobierno colombiano ha cumplido su labor como nunca lo habia hecho un gobierno en el pais. El pais empieza a funcionar como funciona el gran imperio del norte, tapando ilegitimidad y abuso con uno que otro exito en seguridad......
el total adormecimiento de la sociedad colombian es absurdo pero incluso aca en bogota empiezan a surgir los anarquistas, haciendose notar , y les quiero comunicar que aunque seamos pocos, en colombia el movimiento anarquista esta mas vivo que nunca y empieza a despertar para alzarse contra el gobierno capitalista del paramilitar Alvaro Uribe.
“Ningún burgués -ni siquiera el más rojo- desea una igualdad económica, porque esa igualdad implicaría su muerte.
Mijail Bakunin
Mijail Bakunin
- Manu García
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Pasos de animal grande, crujidos institucionales, ecos de lucha
Colombia, la profundización de la crisis institucional y la Corte Penal Internacional
La llegada de la Corte Penal Internacional a Colombia, en medio de la agudización de la crisis que enfrenta al Ejecutivo en contra de la Corte Suprema por los casos de parapolítica, así como el recrudecimiento de los ataques de Uribe en contra de la oposición, abren una nueva coyuntura en Colombia, dentro de la cual la superación de la crisis mediante la dictadura abierta se vuelve una posibilidad cada vez más palpable.
http://www.anarkismo.net/article/9731
Colombia, la profundización de la crisis institucional y la Corte Penal Internacional
La llegada de la Corte Penal Internacional a Colombia, en medio de la agudización de la crisis que enfrenta al Ejecutivo en contra de la Corte Suprema por los casos de parapolítica, así como el recrudecimiento de los ataques de Uribe en contra de la oposición, abren una nueva coyuntura en Colombia, dentro de la cual la superación de la crisis mediante la dictadura abierta se vuelve una posibilidad cada vez más palpable.
http://www.anarkismo.net/article/9731
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
- Manu García
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La Confederación Unitaria de Trabajadores de Colombia ha denunciado que con el asesinato la semana pasada de José Omar Galeano Martinez, presidente del sindicato de loteros, son ya 38 los luchadores sindicales caídos en lo que va de año bajo las balas de los brazos armados de la patronal.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
- Jove Obrer
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Re:
Balance al 24 de agosto: 40 sindicalistas asesinadosManu García escribió:La Confederación Unitaria de Trabajadores de Colombia ha denunciado que con el asesinato la semana pasada de José Omar Galeano Martinez, presidente del sindicato de loteros, son ya 38 los luchadores sindicales caídos en lo que va de año bajo las balas de los brazos armados de la patronal.
http://www.kaosenlared.net/noticia/colo ... asesinados
La lista completa de sindicalistas asesinados en Colombia del 1° de enero de 2008 a la fecha, es la siguiente:
ZULUAGA MARIO02-Ene-08MEDELLINASMEDASPÉREZ MONTES ISRAEL ANDRÉS11-Ene-08VALLEDUPARSINTRADRUMMOND PÉREZ ZAPATA RAMIRO DE JESÚS12-Ene-08SAN JERONIMOADIDAGONZÁLES ISRAEL24-Ene-08SAN ANTONIOFENSUAGROSUÁREZ LEAL JOSÉ YEBRAIL28-Ene-08BELLOSIGGINPECDUARTE ACERO JOSE MARTIN02-Feb-08LA MACARENASINTRAMBIENTEMESA PASACHOA MARIA DEL CARMEN08-Feb-08TAME ASEDARTRUJILLO MARIA TERESA09-Feb-08SANTANDER DE QUILICHAOASOINCA BENAVIDEZ SAMBONI ARLEY09-Feb-08BALBOAANTHOCGIRALDO MAMIÁN JOSÉ09-Feb-08LA VEGAASOINCACARVAJAL RAMÍREZ CARMEN CECILIA 04-Mar-08OCANAASINORTGOMEZ ALZATE GILDARDO ANTONIO07-Mar-08MEDELLINADIDAGÓMEZ ROZO LEONIDAS08-Mar-08BOGOTAUNEBMUÑOZ BENAVIDEZ VÍCTOR MANUEL12-Mar-08AGUSTIN CODAZZIADUCESARBURBANO CARLOS12-Mar-08SAN VICENTE DEL CAGUÁNANTHOC JIMÉNEZ MANUEL ANTONIO15-Mar-08PUERTO ASISFENSUAGROQUIROZ JOSE FERNANDO16-Mar-08PUERTO ASISFENSUAGRO ASTROS AMAYA JOSÉ GREGORIO 18-Mar-08CARTAGOASEINPECGONZÁLEZ MONTES ADOLFO22-Mar-08RIOHACHASINTRACARBON TROCHEZ PEÑA JULIO CÉSAR22-Mar-08SEVILLASUTEV HERRERA RUALES EMERSON IVÁN01-Abr-08VALLE DEL GUAMUEZASEP DÍAZ LÓPEZ LUZ MARIELA01-Abr-08VALLE DEL GUAMUEZASEPLEAL MEDINA RAFAEL ANTONIO04-Abr-08ARMEROAICA ARIZA OMAR07-Abr-08SEVILLASUTEVGUTIERREZ RUIZ LUIS ENRIQUE15-Abr-08 TAUSASINDESENA CABALLERO ARIZA JESÚS HEBERTO18-Abr-08BARRANQUILLASINDESENA RIVERA FUNEQUE GUILLERMO28-Abr-08IBAGUESINSERVPUB BTACHIQUILLO PASCUALES TOMÁS ALBERTO10-May-08ALGARROBOSINTRAPROACEITESSUR DEL CESAR GELVES LUIS ORLANDO11-May-08TAMEFENSUAGROVERGARA SÁNCHEZ MARCELO05-Jun-08BUGASUTEV PELÁEZ CASTAÑO FAVIER DARIO13-Jun-08CAICEDONIAASEINPECRECALDE ORDÓÑEZ WALTER ANIBAL19-Jun-08BUGAASEINPEC MUÑOZ GUARÍN JOSE HUMBERTO22-Jun-08RESTREPOSUTEVMENDOZA CARREÑO HALY MARTÍN09-Jul-08CUCUTAASINORTPALOMEQUE VALENCIA JESÚS05-Ago-08CUCUTAASINORT MAYUSA PRADA LUIS08-Ago-08SARAVENACUT GAMBOA MELÉNDEZ MANUEL EMIRSON13-Ago-08PUERTO ASIS FENSUAGROGALEANO MARTÍNEZ JOSÉ OMAR23-Ago-08BUGAFECOLOT
“Si lo real es móvil, que nuestro pensamiento sea también móvil y que sea el pensamiento de ese movimiento. Si lo real es contradictorio, que nuestro pensamiento sea pensamiento consciente de la contradicción.”
- Manu García
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En los últimos días se cometió en Colombia un nuevo asesinato de un líder campesino de la región del Cauca, fueron amenazados de muerte dirigentes de la Unión Sindical Obrera y fue asaltada la oficina de una organización promotora del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) que juzgó a 43 empresas trasnacionales y al Estado por graves violaciones a los derechos humanos. Los métodos utilizados en los recientes linchamientos de campesinos en Bolivia, son herederos del modelo paramilitar que sigue profundizando un genocidio silencioso en Colombia. La Red de Hermandad y Solidaridad (REDHER) difundió un importante documento que ayuda a comprender el momento por el que atraviesa el pueblo colombiano, y la trascendencia que adquiere su situación para todo el continente.
Prensa de Frente
Elementos de Contexto – documento de Trabajo Nº1
Para entender de mejor manera la coyuntura colombiana debemos hacer un breve recuento de dos elementos estructurales que la definen:
1.Caracterización del régimen
El régimen en el poder, liderado hoy por Uribe, se ha estructurado para dar cumplimiento a un diseño específico de gobernabilidad que tiene como elementos principales: la seguridad para el crecimiento económico centrado en las actividades extractivas y especulativas, la acumulación de capitales desde el ejercicio de los consorcios trasnacionales, la eliminación o bloqueo estratégico de la insurgencia y el debilitamiento hasta la inocuidad del movimiento social y la izquierda no armada.
Este diseño expresa los intereses de un amplio bloque de clases y sectores sociales: una parte importante de la burguesía industrial, financiera y comercial, terratenientes, cúpulas militares y de la iglesia, políticos y estamentos asociados a los partidos tradicionales. A este bloque hegemónico se le suma desde finales de los noventa, abiertamente y sin restricciones, un poder económico, político y militar: el narcoparmilitarismo. Punto importante de reflexión merece el papel jugado por los miembros de las cúpulas militares en la conformación y sostenimiento de este régimen, hasta el punto de ponernos a pensar que se convierten en una casta ligada al poder y encargada directamente de ejecutar los planes de seguridad y represión, al tiempo que participan más directamente del ejercicio de gobierno.
La llamada parapolítica es solamente la salida a flote de las relaciones y actividades desarrolladas por el narcoparamilitarismo en la esfera institucional y la administración pública, que evidencia un profundo pacto entre la llamada burguesía tradicional y un nuevo sector de ésta: la burguesía narcotraficante.
No se puede decir que es un fenómeno meramente delincuencial, de infiltración ocasional o descomposición individual: Las cifras y el tipo de personajes involucrados dan cuenta de un diseño de copamiento institucional, de unión y consenso dentro del bloque dominante para usufructuar el lucrativo negocio de los narcóticos y desarrollar la estrategia paramilitar. Todo ello, dado el nivel de dependencia existente del país (sus gobernantes) frente al imperialismo de Estados Unidos, sería imposible de desarrollar sin la connivencia de los gringos.
Uribe, es indudable, le ha aportado su estilo personal de gobierno, caracterizadamente populista, rodeado de un gran dispositivo de medios, (En su gran mayoría ligados a transnacionales españolas), que lo proyectan como un salvador en medio del caos. El diseño mediático es componente insustituible dentro del diseño de gobernabilidad. De hecho, muchas veces, se propagandiza más el estilo y carisma personal que los programas de gobierno, lo cual deja al bloque en el poder en aprietos al momento de darle continuidad a su proyecto, a no ser por medio de la reelección.
Lo que está claro es que la continuidad del régimen y el modelo de gobernabilidad se buscarán mantener a cualquier precio: referendo, eliminación de opositores, promoción de cuadros de relevo (Santos, Vargas Lleras, entre los más publicitados). De ahí la importancia de generar oposición a esta iniciativa de corte dictatorial.
En los últimos días la iniciativa de copamiento de todo el aparato estatal por parte del régimen se manifiesta en los ataques a la Corte Suprema de Justicia, especialmente al ente investigador de la parapolítica. El objetivo está claro: lograr el control de absolutamente todos los “poderes” del establecimiento en función del régimen de acumulación violenta.
Debemos finalizar diciendo que las alianzas y pactos internos del bloque en el poder se manejan con gran flexibilidad, siendo el clientelismo exacerbado, la repartición del botín estatal y la permisión con el delito lucrativo, los mejores elementos cohesionadores. Ello no quiere decir que no hayan diputas internas por el poder, tensiones o negociaciones bajo presión, pero por el momento todo parece ser manejable entre quienes integran este bloque.
2.La geoestrategia del imperio
Este diseño de gobernabilidad que lleva asociado un pacto de clases y sectores específico, es no solo útil sino necesario al diseño imperial de EU, metido a fondo en una disputa mundial por los energéticos, los recursos de biodiversidad y las plataformas de soporte comercial. Colombia, ya lo sabemos, es, geopolíticamente, nodo articulador en la región, al tiempo que no son nada despreciables sus recursos naturales.
Desde mediados de los años 90s, los norteamericanos hicieron más sofisticado sus mecanismos de intervención en la región y para ello han diseñado y aplicado los llamados planes geoestratégicos: Plan Colombia, Plan Puebla-Panamá, entre muchos otros. Estos planes, en sus propósitos, coinciden con los objetivos de la seguridad democrática del gobierno, o más bien al contrario: los segundos fueron hechos a la medida de los primeros: aseguramiento de territorios, protección de la inversión extranjera, combate al terrorismo (categoría que incluye no solo a la insurgencia, sino a todos los opositores) y en los últimos años, contención o dique a los procesos democratizadores, (independientemente del carácter y alcance de éstos), que recorren América Latina.
Esta alianza y comunión de intereses entre el bloque dominante y el imperio le adiciona estabilidad y confianza casi ilimitada al diseño de gobernabilidad implementado, tanto así que la planeación ya no se rige a través de los conocidos planes de gobierno de cada cuatro años, sino que toman visos de largo plazo (ver por ejemplo el plan 2019, que incide en los órdenes infraestructurales, políticos, ambientales y sociales y los nuevos planes territoriales y de otras instituciones que se han fijado el techo del 2028); siempre y en todo caso beneficiando la acumulación de capital a través de los consorcios transnacionales.
ELEMENTOS DE LA COYUNTURA
Los elementos más dinámicos de la coyuntura tienen que ver con las tensiones y contradicciones expresadas en los siguientes binomios:
1. Solución Política – Guerra
A pesar de que la solución política a la crisis nacional , se ve como la mejor opción por parte de académicos, partidos políticos de oposición, una parte de la iglesia y gentes vinculados al movimiento social, en el terreno práctico ha venido perdiendo posibilidades de materialización. Ello en gran medida se explica por los golpes militares y políticos obtenidos especialmente contra las FARC y la pseudo desmovilización paramilitar, hechos magnificados, deformados y ampliados por los medios y que dan, como dicen los expertos, una sensación de seguridad.
Por ello, se viene creando la idea de que los diálogos con la insurgencia no son necesarios, mucho menos la negociación para buscar salidas políticas y que por el contrario hay que aportarle definitivamente a la salida militar. Ello justifica no solo la mayor presencia de asesores gringos, sino mayores presupuestos para la confrontación y mayor justificación para vincular a la población a una guerra que supuestamente se está ganando.
La guerra antiterrorista (especialmente el discurso y la simbología asociados a ella) es funcional al diseño global de gobernabilidad. Hay unos malos y unos buenos, y el camino que se había avanzado para explicar las causas históricas del conflicto se puede empezar a perder.
En este escenario de triunfalismo guerrerista, no se ve factible que ni las FARC, ni el ELN, le apuesten a nuevos escenarios de diálogo, ni siquiera como opción coyuntural. La única posibilidad actual reside en las iniciativas que se puedan mover desde la comunidad internacional, especialmente algunos países europeos acompañados por otros tantos latinoamericanos. Sin embargo, el terreno es difícil: la polarización de posturas frente a Venezuela y Ecuador, así como el manejo dado a la liberación de Ingrid Betancourt cierran el espacio a las labores de facilitación, reforzando el ya crecido patrioterismo implementado como parte del modelo de gobierno.
Por otra parte, los norteamericanos se emplean a fondo en una guerra de baja intensidad en el vecindario, cuya estrategia central se ubica en las operaciones encubiertas de desestabilización. La oposición de derecha en Venezuela y Bolivia cuentan con el apoyo y visto bueno de los gringos y no se deben descartar acciones de corte terrorista como ocurrió en los años 70s y 80s en Latinoamérica por parte de la CIA y el FBI.
Las acciones de desestabilización son otro escollo a superar en el proceso de integración latinoamericana, que se ha visto un poco mellada en los últimos días, y en el cual, el papel del régimen uribista ha cumplido su papel provocador.
Terminemos este aparte con una breve reflexión sobre las elecciones norteamericanas: no van haber cambios en lo fundamental en cuanto a la política exterior. El cambio será más bien cosmético y de forma. Sin embargo, de ganar Obama, puede generarse una pequeña luz de oportunidad para tratar de frenar el agresivo imperialismo gringo, al menos coyunturalmente y en lo fundamental por la necesidad de los demócratas de diferenciarse de Bush. Ello implicará también un cambio en el apoyo irrestricto al régimen de Uribe y quizá algún cuestionamiento a sus políticas. Por ello el trabajo alrededor de la denuncia de las violaciones en los derechos humanos se debería reforzar en el escenario de la sociedad civil norteamericana, que mucho ha ayudado al movimiento social colombiano en los últimos años (el caso más significativo ha sido el bloqueo temporal al TLC).
2. Oposición – Régimen
Algo que no se ve con claridad es que la guerra y ofensiva del régimen no sólo es contra la insurgencia, sino que se emplea a fondo contra toda la oposición, el movimiento social y cualquier expresión, popular o no, que se manifieste en contra del orden establecido. El discurso del terrorismo y de la amenaza a la democracia ha sido aplicado a estudiantes que protestan contra las reformas, a los indígenas que luchan por su tierra, a los sindicalistas, a manifestantes urbanos que luchan contra las tarifas de servicios públicos, a los parlamentarios del PDA, a los magistrados de las Cortes.
El ejercicio del poder del régimen, dotado de una maquina cada vez más grande de terror estatal y para estatal, sumado a la satanización mediática es eficaz. En general hay temor, alejamiento en los más indecisos, en otros crece el deseo de congraciarse con el régimen para evitar represalias o bien en el cálculo de que se puede aprovechar algo de la popularidad de Uribe. Pero no nos hagamos ilusiones: la maleable opinión pública no es objeto de intervención por mero ejercicio técnico sino que responde a intereses concretos y por ello lo que en los medios suena a divino si es expresado por Uribe, es la peor estupidez si la dice alguien de la oposición. Por ello, los medios no están al alcance de todos sino que deben ser considerados parte activa del bloque dominante.
Es aquí, en medio de estas adversidades, donde se nota con mayor agudeza el vacío que deja una oposición preocupada más por conservarse que por luchar. En un cálculo que históricamente ha demostrado sus falencias: el postergar la lucha, el no salir a la calle, el no emprender iniciativas que se saben riesgosas, puede estar condenando a la oposición de izquierda, especialmente al PDA y las fuerzas y partidos que lo componen, a su inocuidad, a ser un partido más, sin mayor trascendencia.
Los partidos y movimientos políticos, y más aún los que se dicen de izquierda, se hacen en la lucha: los procesos populares colombianos de siempre y los latinoamericanos recientes son ricos en esta experiencia. Por ello, una tarea urgente es jalar al PDA a la lucha política. En este terreno no hay nada asegurado, se puede ganar o perder pero nunca tendremos la patente de victoria en la lucha social y política.
En este terreno se inscribe la iniciativa de la Constituyente. Desde la perspectiva de la Oposición se necesita un instrumento o iniciativa que permita confrontar e interpelar la legitimidad y legalidad del régimen, al tiempo que se hace educación, movilización social y denuncia; es decir se hace movimiento.
En opinión de algunos compañeros y compañeras el abordar el ejercicio de la ANC es riesgoso ya que Uribe puede terminar con mayorías en la misma. Eso solo lo podemos saber haciendo el ejercicio. Ahora bien, si esa no es la iniciativa hay que plantear otras, pero es urgente que desde el PDA se jalone una iniciativa concreta de confrontación y movilización.
En ese mismo sentido se ha planteado por parte del PDA la propuesta de un Acuerdo Nacional. Esto nos lleva a la reflexión sobre las alianzas no solo al interior del Polo, sino en el conjunto social. Recordemos que lo que orienta a una fuerza social o política es su objetivo táctico. Si de lo que se trata es de debilitar el diseño de gobernabilidad del régimen, una forma de hacerlo es recuperando y elevando los niveles de movilización social y para ello solo hace falta ver la cotidianidad: entre los puntos débiles de este diseño está aquel de los impactos sociales que deja el impresionante proceso de acumulación de capital: carestía, inflación, desempleo, empleo precario, desplazamiento, entre muchos otros males. Como también lo enseña la historia, estos problemas han sido origen de imponentes jornadas de lucha social como el paro de 1977. Entonces la pregunta es: ¿qué fuerzas sociales y políticas están dispuestas a jalar una confrontación social por estos problemas? ¿Cuáles están por afectar el diseño de gobernabilidad hegemónico? Eso es una buena pista para determinar alianzas.
Como hemos oído estos días el partido liberal se presenta como parte de la oposición. Pero esa oposición es: ¿al diseño de gobernabilidad? ¿A Uribe? Según declaraciones públicas de César Gaviria, presidente del partido liberal, se puede deducir que lo que hay detrás es una lucha por el poder, pero su claro respaldo a la firma del TLC, a la política de seguridad democrática, a la inversión extranjera, muestran que el liberalismo quiere ponerse al mando del gobierno pero para seguir con el mismo modelo.
Las crisis también permiten desnudar intereses, fortalezas y debilidades dentro de los agrupamientos y dirigentes dentro del PDA. Algunos de sus más reconocidos integrantes tratan de ponerse a tono con la formula de los raiting que postula que “lo importante es hacer noticia”. Lo único que hacen es darle prioridad a aspiraciones personales y para ello tratan de deslindar campos con todo lo que huela a izquierda radical. Vencidos y adocenados por la intensidad de la lucha de clases, buscan romper las precarias alianzas dentro del Polo y poder con total libertad acomodarse a las lógicas del poder. En este escenario la búsqueda de aliados se torna más compleja ya que no se puede resolver mediante la caracterización simple de los discursos sino que hay que mirar y analizar muy bien las prácticas políticas y personales.
Reflexión final
El movimiento social de izquierda, los partidos y movimientos políticos ligados al campo popular enfrentan en esta coyuntura una compleja trama de situaciones que los pone en desventaja: una ofensiva de terror combinada con una eficaz manipulación mediática permiten la acumulación de capital y la gobernabilidad para los intereses de una nueva burguesía, cuyo rasgo central es su carácter narcoterrorista, y para los consorcios transnacionales. Todo ello lleva a caracterizar el momento como de ofensiva antipopular y contrainsurgente, es decir contrarrevolución y antidemocracia.
En este escenario los acumulados populares solo tienen la opción de resistencia y lucha, para lo cual la articulación latinoamericana y global es fundamental, ya que el carácter de la confrontación nos indica que nos solo se realiza contra fuerzas retrógradas de orden nacional, sino contra la alianza imperial que encabezan los Estados Unidos.
Sin embargo, por quijotesca y desigual que parezca la lucha, la historia enseña que los pueblos con dignidad se levantan por sobre obstáculos mayores y obtienen la victoria.
Prensa de Frente
Elementos de Contexto – documento de Trabajo Nº1
Para entender de mejor manera la coyuntura colombiana debemos hacer un breve recuento de dos elementos estructurales que la definen:
1.Caracterización del régimen
El régimen en el poder, liderado hoy por Uribe, se ha estructurado para dar cumplimiento a un diseño específico de gobernabilidad que tiene como elementos principales: la seguridad para el crecimiento económico centrado en las actividades extractivas y especulativas, la acumulación de capitales desde el ejercicio de los consorcios trasnacionales, la eliminación o bloqueo estratégico de la insurgencia y el debilitamiento hasta la inocuidad del movimiento social y la izquierda no armada.
Este diseño expresa los intereses de un amplio bloque de clases y sectores sociales: una parte importante de la burguesía industrial, financiera y comercial, terratenientes, cúpulas militares y de la iglesia, políticos y estamentos asociados a los partidos tradicionales. A este bloque hegemónico se le suma desde finales de los noventa, abiertamente y sin restricciones, un poder económico, político y militar: el narcoparmilitarismo. Punto importante de reflexión merece el papel jugado por los miembros de las cúpulas militares en la conformación y sostenimiento de este régimen, hasta el punto de ponernos a pensar que se convierten en una casta ligada al poder y encargada directamente de ejecutar los planes de seguridad y represión, al tiempo que participan más directamente del ejercicio de gobierno.
La llamada parapolítica es solamente la salida a flote de las relaciones y actividades desarrolladas por el narcoparamilitarismo en la esfera institucional y la administración pública, que evidencia un profundo pacto entre la llamada burguesía tradicional y un nuevo sector de ésta: la burguesía narcotraficante.
No se puede decir que es un fenómeno meramente delincuencial, de infiltración ocasional o descomposición individual: Las cifras y el tipo de personajes involucrados dan cuenta de un diseño de copamiento institucional, de unión y consenso dentro del bloque dominante para usufructuar el lucrativo negocio de los narcóticos y desarrollar la estrategia paramilitar. Todo ello, dado el nivel de dependencia existente del país (sus gobernantes) frente al imperialismo de Estados Unidos, sería imposible de desarrollar sin la connivencia de los gringos.
Uribe, es indudable, le ha aportado su estilo personal de gobierno, caracterizadamente populista, rodeado de un gran dispositivo de medios, (En su gran mayoría ligados a transnacionales españolas), que lo proyectan como un salvador en medio del caos. El diseño mediático es componente insustituible dentro del diseño de gobernabilidad. De hecho, muchas veces, se propagandiza más el estilo y carisma personal que los programas de gobierno, lo cual deja al bloque en el poder en aprietos al momento de darle continuidad a su proyecto, a no ser por medio de la reelección.
Lo que está claro es que la continuidad del régimen y el modelo de gobernabilidad se buscarán mantener a cualquier precio: referendo, eliminación de opositores, promoción de cuadros de relevo (Santos, Vargas Lleras, entre los más publicitados). De ahí la importancia de generar oposición a esta iniciativa de corte dictatorial.
En los últimos días la iniciativa de copamiento de todo el aparato estatal por parte del régimen se manifiesta en los ataques a la Corte Suprema de Justicia, especialmente al ente investigador de la parapolítica. El objetivo está claro: lograr el control de absolutamente todos los “poderes” del establecimiento en función del régimen de acumulación violenta.
Debemos finalizar diciendo que las alianzas y pactos internos del bloque en el poder se manejan con gran flexibilidad, siendo el clientelismo exacerbado, la repartición del botín estatal y la permisión con el delito lucrativo, los mejores elementos cohesionadores. Ello no quiere decir que no hayan diputas internas por el poder, tensiones o negociaciones bajo presión, pero por el momento todo parece ser manejable entre quienes integran este bloque.
2.La geoestrategia del imperio
Este diseño de gobernabilidad que lleva asociado un pacto de clases y sectores específico, es no solo útil sino necesario al diseño imperial de EU, metido a fondo en una disputa mundial por los energéticos, los recursos de biodiversidad y las plataformas de soporte comercial. Colombia, ya lo sabemos, es, geopolíticamente, nodo articulador en la región, al tiempo que no son nada despreciables sus recursos naturales.
Desde mediados de los años 90s, los norteamericanos hicieron más sofisticado sus mecanismos de intervención en la región y para ello han diseñado y aplicado los llamados planes geoestratégicos: Plan Colombia, Plan Puebla-Panamá, entre muchos otros. Estos planes, en sus propósitos, coinciden con los objetivos de la seguridad democrática del gobierno, o más bien al contrario: los segundos fueron hechos a la medida de los primeros: aseguramiento de territorios, protección de la inversión extranjera, combate al terrorismo (categoría que incluye no solo a la insurgencia, sino a todos los opositores) y en los últimos años, contención o dique a los procesos democratizadores, (independientemente del carácter y alcance de éstos), que recorren América Latina.
Esta alianza y comunión de intereses entre el bloque dominante y el imperio le adiciona estabilidad y confianza casi ilimitada al diseño de gobernabilidad implementado, tanto así que la planeación ya no se rige a través de los conocidos planes de gobierno de cada cuatro años, sino que toman visos de largo plazo (ver por ejemplo el plan 2019, que incide en los órdenes infraestructurales, políticos, ambientales y sociales y los nuevos planes territoriales y de otras instituciones que se han fijado el techo del 2028); siempre y en todo caso beneficiando la acumulación de capital a través de los consorcios transnacionales.
ELEMENTOS DE LA COYUNTURA
Los elementos más dinámicos de la coyuntura tienen que ver con las tensiones y contradicciones expresadas en los siguientes binomios:
1. Solución Política – Guerra
A pesar de que la solución política a la crisis nacional , se ve como la mejor opción por parte de académicos, partidos políticos de oposición, una parte de la iglesia y gentes vinculados al movimiento social, en el terreno práctico ha venido perdiendo posibilidades de materialización. Ello en gran medida se explica por los golpes militares y políticos obtenidos especialmente contra las FARC y la pseudo desmovilización paramilitar, hechos magnificados, deformados y ampliados por los medios y que dan, como dicen los expertos, una sensación de seguridad.
Por ello, se viene creando la idea de que los diálogos con la insurgencia no son necesarios, mucho menos la negociación para buscar salidas políticas y que por el contrario hay que aportarle definitivamente a la salida militar. Ello justifica no solo la mayor presencia de asesores gringos, sino mayores presupuestos para la confrontación y mayor justificación para vincular a la población a una guerra que supuestamente se está ganando.
La guerra antiterrorista (especialmente el discurso y la simbología asociados a ella) es funcional al diseño global de gobernabilidad. Hay unos malos y unos buenos, y el camino que se había avanzado para explicar las causas históricas del conflicto se puede empezar a perder.
En este escenario de triunfalismo guerrerista, no se ve factible que ni las FARC, ni el ELN, le apuesten a nuevos escenarios de diálogo, ni siquiera como opción coyuntural. La única posibilidad actual reside en las iniciativas que se puedan mover desde la comunidad internacional, especialmente algunos países europeos acompañados por otros tantos latinoamericanos. Sin embargo, el terreno es difícil: la polarización de posturas frente a Venezuela y Ecuador, así como el manejo dado a la liberación de Ingrid Betancourt cierran el espacio a las labores de facilitación, reforzando el ya crecido patrioterismo implementado como parte del modelo de gobierno.
Por otra parte, los norteamericanos se emplean a fondo en una guerra de baja intensidad en el vecindario, cuya estrategia central se ubica en las operaciones encubiertas de desestabilización. La oposición de derecha en Venezuela y Bolivia cuentan con el apoyo y visto bueno de los gringos y no se deben descartar acciones de corte terrorista como ocurrió en los años 70s y 80s en Latinoamérica por parte de la CIA y el FBI.
Las acciones de desestabilización son otro escollo a superar en el proceso de integración latinoamericana, que se ha visto un poco mellada en los últimos días, y en el cual, el papel del régimen uribista ha cumplido su papel provocador.
Terminemos este aparte con una breve reflexión sobre las elecciones norteamericanas: no van haber cambios en lo fundamental en cuanto a la política exterior. El cambio será más bien cosmético y de forma. Sin embargo, de ganar Obama, puede generarse una pequeña luz de oportunidad para tratar de frenar el agresivo imperialismo gringo, al menos coyunturalmente y en lo fundamental por la necesidad de los demócratas de diferenciarse de Bush. Ello implicará también un cambio en el apoyo irrestricto al régimen de Uribe y quizá algún cuestionamiento a sus políticas. Por ello el trabajo alrededor de la denuncia de las violaciones en los derechos humanos se debería reforzar en el escenario de la sociedad civil norteamericana, que mucho ha ayudado al movimiento social colombiano en los últimos años (el caso más significativo ha sido el bloqueo temporal al TLC).
2. Oposición – Régimen
Algo que no se ve con claridad es que la guerra y ofensiva del régimen no sólo es contra la insurgencia, sino que se emplea a fondo contra toda la oposición, el movimiento social y cualquier expresión, popular o no, que se manifieste en contra del orden establecido. El discurso del terrorismo y de la amenaza a la democracia ha sido aplicado a estudiantes que protestan contra las reformas, a los indígenas que luchan por su tierra, a los sindicalistas, a manifestantes urbanos que luchan contra las tarifas de servicios públicos, a los parlamentarios del PDA, a los magistrados de las Cortes.
El ejercicio del poder del régimen, dotado de una maquina cada vez más grande de terror estatal y para estatal, sumado a la satanización mediática es eficaz. En general hay temor, alejamiento en los más indecisos, en otros crece el deseo de congraciarse con el régimen para evitar represalias o bien en el cálculo de que se puede aprovechar algo de la popularidad de Uribe. Pero no nos hagamos ilusiones: la maleable opinión pública no es objeto de intervención por mero ejercicio técnico sino que responde a intereses concretos y por ello lo que en los medios suena a divino si es expresado por Uribe, es la peor estupidez si la dice alguien de la oposición. Por ello, los medios no están al alcance de todos sino que deben ser considerados parte activa del bloque dominante.
Es aquí, en medio de estas adversidades, donde se nota con mayor agudeza el vacío que deja una oposición preocupada más por conservarse que por luchar. En un cálculo que históricamente ha demostrado sus falencias: el postergar la lucha, el no salir a la calle, el no emprender iniciativas que se saben riesgosas, puede estar condenando a la oposición de izquierda, especialmente al PDA y las fuerzas y partidos que lo componen, a su inocuidad, a ser un partido más, sin mayor trascendencia.
Los partidos y movimientos políticos, y más aún los que se dicen de izquierda, se hacen en la lucha: los procesos populares colombianos de siempre y los latinoamericanos recientes son ricos en esta experiencia. Por ello, una tarea urgente es jalar al PDA a la lucha política. En este terreno no hay nada asegurado, se puede ganar o perder pero nunca tendremos la patente de victoria en la lucha social y política.
En este terreno se inscribe la iniciativa de la Constituyente. Desde la perspectiva de la Oposición se necesita un instrumento o iniciativa que permita confrontar e interpelar la legitimidad y legalidad del régimen, al tiempo que se hace educación, movilización social y denuncia; es decir se hace movimiento.
En opinión de algunos compañeros y compañeras el abordar el ejercicio de la ANC es riesgoso ya que Uribe puede terminar con mayorías en la misma. Eso solo lo podemos saber haciendo el ejercicio. Ahora bien, si esa no es la iniciativa hay que plantear otras, pero es urgente que desde el PDA se jalone una iniciativa concreta de confrontación y movilización.
En ese mismo sentido se ha planteado por parte del PDA la propuesta de un Acuerdo Nacional. Esto nos lleva a la reflexión sobre las alianzas no solo al interior del Polo, sino en el conjunto social. Recordemos que lo que orienta a una fuerza social o política es su objetivo táctico. Si de lo que se trata es de debilitar el diseño de gobernabilidad del régimen, una forma de hacerlo es recuperando y elevando los niveles de movilización social y para ello solo hace falta ver la cotidianidad: entre los puntos débiles de este diseño está aquel de los impactos sociales que deja el impresionante proceso de acumulación de capital: carestía, inflación, desempleo, empleo precario, desplazamiento, entre muchos otros males. Como también lo enseña la historia, estos problemas han sido origen de imponentes jornadas de lucha social como el paro de 1977. Entonces la pregunta es: ¿qué fuerzas sociales y políticas están dispuestas a jalar una confrontación social por estos problemas? ¿Cuáles están por afectar el diseño de gobernabilidad hegemónico? Eso es una buena pista para determinar alianzas.
Como hemos oído estos días el partido liberal se presenta como parte de la oposición. Pero esa oposición es: ¿al diseño de gobernabilidad? ¿A Uribe? Según declaraciones públicas de César Gaviria, presidente del partido liberal, se puede deducir que lo que hay detrás es una lucha por el poder, pero su claro respaldo a la firma del TLC, a la política de seguridad democrática, a la inversión extranjera, muestran que el liberalismo quiere ponerse al mando del gobierno pero para seguir con el mismo modelo.
Las crisis también permiten desnudar intereses, fortalezas y debilidades dentro de los agrupamientos y dirigentes dentro del PDA. Algunos de sus más reconocidos integrantes tratan de ponerse a tono con la formula de los raiting que postula que “lo importante es hacer noticia”. Lo único que hacen es darle prioridad a aspiraciones personales y para ello tratan de deslindar campos con todo lo que huela a izquierda radical. Vencidos y adocenados por la intensidad de la lucha de clases, buscan romper las precarias alianzas dentro del Polo y poder con total libertad acomodarse a las lógicas del poder. En este escenario la búsqueda de aliados se torna más compleja ya que no se puede resolver mediante la caracterización simple de los discursos sino que hay que mirar y analizar muy bien las prácticas políticas y personales.
Reflexión final
El movimiento social de izquierda, los partidos y movimientos políticos ligados al campo popular enfrentan en esta coyuntura una compleja trama de situaciones que los pone en desventaja: una ofensiva de terror combinada con una eficaz manipulación mediática permiten la acumulación de capital y la gobernabilidad para los intereses de una nueva burguesía, cuyo rasgo central es su carácter narcoterrorista, y para los consorcios transnacionales. Todo ello lleva a caracterizar el momento como de ofensiva antipopular y contrainsurgente, es decir contrarrevolución y antidemocracia.
En este escenario los acumulados populares solo tienen la opción de resistencia y lucha, para lo cual la articulación latinoamericana y global es fundamental, ya que el carácter de la confrontación nos indica que nos solo se realiza contra fuerzas retrógradas de orden nacional, sino contra la alianza imperial que encabezan los Estados Unidos.
Sin embargo, por quijotesca y desigual que parezca la lucha, la historia enseña que los pueblos con dignidad se levantan por sobre obstáculos mayores y obtienen la victoria.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
- Jove Obrer
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Re: La que se está liando en colombia
Según un informe de una ONG
13.634 muertos por violencia en el gobierno Uribe
13.634 muertos por violencia en el gobierno Uribe
Al menos 13.634 personas murieron por "la violencia sociopolítica" en Colombia bajo el actual gobierno, según un informe de ONG revelado en la antesala del encuentro este martes del presidente Álvaro Uribe con la alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Navanethem Pillay.
El encuentro con la alta comisionada hace parte de la agenda que cumple Uribe en Nueva York, a donde viajó para asistir a la asamblea general de Naciones Unidas. El documento dirigido al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, afirma que entre 2002 y diciembre de 2007, "por lo menos 13.634 personas perdieron la vida fuera de combate, a causa de la violencia sociopolítica" y que esa cifra supera las 23.000 muertes, si se agregan los muertos en combate.
Según las ONG, que citan informes judiciales y policiales, el Estado es responsable directa o indirectamente en 75% de los casos en los que el autor fue identificado. En 24,5% de las muertes la responsabilidad recae sobre la guerrilla.
En seis de cada diez casos la responsabilidad del Estado está relacionada con la "tolerancia o apoyo a las violaciones cometidas por los paramilitares" de extrema derecha, añaden las organizaciones no gubermentales.
"Han aumentado dramáticamente los casos de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias y el desplazamiento forzado", sostiene el documento firmado por más de un millar de organizaciones agrupadas en la Alianza de Organizaciones Sociales, la Asamblea de la Sociedad Civil por la Paz y la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos.
En diciembre, el Consejo de Derechos Humanos tiene previsto realizar un examen detallado a la situación en Colombia.
El documento también asegura que "al contrario de lo que manifiesta el gobierno, el paramilitarismo no ha sido desmantelado" y unos 9.000 combatientes de esos grupos siguen combatiendo, pese al proceso de paz concluido en 2006 en el cual -según cifras oficiales- se desarmaron más de 31.000 milicianos de extrema derecha.
Señala el informe que tan sólo 116 de esos paramilitares están siendo investigados por sus crímenes "y ninguno ha sido condenado, por lo que no se han garantizado los derechos de las víctimas".
El texto igualmente denuncia "los ataques permanentes del gobierno en contra de la Corte Suprema de Justicia" que investiga vínculos de paramilitares y congresistas.
Unos 60 legisladores, casi todos oficialistas, han sido investigados por nexos con las organizaciones armadas de extrema derecha.
“Si lo real es móvil, que nuestro pensamiento sea también móvil y que sea el pensamiento de ese movimiento. Si lo real es contradictorio, que nuestro pensamiento sea pensamiento consciente de la contradicción.”
- Manu García
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Un artículo escalofriante sobre la situación de la infancia en Colombia:
El angelito y los demonios: los niños y la violencia en Colombia
Sobre el asesinato del bebé Luis Santiago Lozano (Chía, Cundinamarca)
El reciente asesinato atroz de un bebé de tan sólo 11 meses por parte de su padre en la localidad de Chía (Cundinamarca), remeció a la sociedad colombiana, más allá de lo escabroso del crimen mismo. No es que el infanticidio sea una cosa inusual en Colombia –en lo que va del año, más de 70 menores de 5 años han sido asesinados-, pero esta vez los medios, con RCN, Caracol y El Tiempo a la cabeza, se encargaron de explotar los aspectos más macabros de este crimen en su batalla diaria por vender el acontecer noticioso. Con un morbo asqueroso invadieron lo más íntimo del dolor de esa familia, entregaban información contradictoria y daban tribuna a una muchedumbre hambrienta de Circo Romano: desde los que pedían la pena de muerte hasta los que pedían, sin rodeos de ninguna clase, linchamiento.
Pero aparte del Circo Romano al que estamos tan acostumbrados en los medios colombianos (cadáveres, manos amputadas, tripas y sangre son pan de cada día), los medios también mostraron a los pantalleros políticos del gobierno, aliados ellos mismos a los más sanguinarios criminales en Colombia (paramilitares y narcotráfico), utilizando el horrendo infanticidio como una manera de robar cámara y aumentar su alicaída popularidad. Medios y para-políticos se dieron la mano para explotar al máximo, sin ningún sentido ni de la ética ni de la decencia, el dolor de esta familia y la trágica muerte del “angelito”.
El fiscal Iguarán aullaba ante los medios que los asesinos no eran sino “hienas” y el presidente Uribe, con rostro hipócritamente compungido partía a Chía a “acompañar” a la familia. En Chía, Uribe, junto con recomendar que cada colombiano se convirtiera en un guardián de los niños, decía, soltando lágrimas de cocodrilo: “Esto es tan duro que lo deja a uno sin palabras. Difícil reaccionar. Es una atrocidad que lo deja a uno atónito, en silencio. Esto que ha pasado es una atrocidad que nos hace quedar muy mal en el medio de la familia colombiana. Ojalá, con el esfuerzo de todos, esto no se vuelva a repetir en nuestra Patria”. Detrás de su Supremo Líder, todos los uribistas aullaban de una manera que nunca antes lo habían hecho ante otros infanticidios.
Pues bien, el abuso a menores en Colombia no es algo que recién se haya descubierto, y como en toda sociedad cruzada por un conflicto armado, los niños, junto con los demás sectores sociales vulnerables son lo que se llevan lo peor de la violencia. Uribe, que en Chía jugó a protector de la infancia, prefirió ignorar de su discurso los niveles de desnutrición infantil de Colombia, que son una forma de maltrato institucional a causa de un modelo económico criminal. La imagen de muchachitos famélicos, con cabellos peroxidados por la desnutrición, jugando en la basura, es una imagen demasiado familiar en Colombia. En el 2006, a nivel nacional, el 12% de los niños menores de 5 años sufrían de desnutrición, mientras que el 33% sufrían de anemia. Este problema lejos de solucionarse desde entonces, se ha ido, más bien, agravando, como lo refleja un estudio del Programa Mundial de Alimentos presentado recientemente, en Agosto de este año. Esta investigación tiene por mérito, además, centrarse en mapas regionales de la desnutrición, pues el problema empeora notablemente dependiendo de la región en que nos encontramos. Según este estudio, en la Costa Atlántica, un 60% de los menores de 4 años sufren de desnutrición; en Cauca y Nariño la cifra es de 18,7%, mientras que en el Cesar y en Magdalena alcanza al 16,5%. Entre los indígenas colombianos, la desnutrición infantil alcanza al 70% de los niños.
También olvidó Uribe mencionar del efecto que tienen los cercos militares sobre las áreas de influencia guerrillera, con los cuales, a fin de hambrear a los insurgentes, el ejército evita el ingreso de alimentos, con consecuencias catastróficas para la población civil. Tal práctica, contraria al derecho internacional humanitario, la comprobamos el 2006 en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el marco de la Misión Internacional de Verificación de los derechos de los pueblos indígenas de Colombia: había restricción al ingreso de alimentos por sobre una cierta cantidad a la Sierra por parte del Ejército (cumpliendo órdenes de los paramilitares), como una manera de acosar a los guerrilleros pero la cual tiene consecuencias devastadoras para todas las personas de esa región. Sin embargo, no es solamente en la Sierra Nevada donde se ha aplicado esta práctica, sino que esta también ha sido moneda corriente en otras áreas como el Chocó.
Y también olvidó hablar de los horrores del paramilitarismo, su aliado político desde épocas en que era gobernador de Antioquia, cuando impulsó las CONVIVIR, que darían paso a la unificación paramilitar en las AUC. Recién este domingo (28 de Septiembre) aparecía una fosa con doce cadáveres en Santander, entre los cuales, se encontraba el cuerpecito desmembrado de un bebé de apenas cuatro meses. Esta masacre se habría realizado entre el 2002 y el 2003, es decir, estando ya Uribe en el poder, y estando en él, precisamente, gracias al apoyo de los paramilitares como el mismo ex-jefe de las AUC, Salvatore Mancuso, lo ha señalado. La victimización de las familias de los insurgentes, así como de quienes hayan sido señalados de ser simpatizantes de la insurgencia o siquiera de la oposición, ha sido una constante del conflicto, entregando horrores apenas concebibles para alguien en su sano juicio. Sin ir más lejos, el pasado 24 de Septiembre, en Medellín, la compañera feminista Olga Marina Vergara fue asesinada junto a su hijo, su nuera y su nieto... de tan sólo 5 años. La violación de hijos de campesinos, el degollamiento y el descuartizamiento de niños frente a sus padres, ha sido un horror hecho realidad en más de una ocasión por los paramilitares en alianza con el “glorioso” ejército colombiano, y aún no hemos escuchado un pronunciamiento enfático por parte del “protector de la infancia” de Uribe.
Aún tenemos recuerdos frescos de los horrores de la masacre de San José de Apartadó, en Antioquia, en Febrero del 2005, donde entre los masacrados se encontraban tres menores de 11 años, 5 años y 21 meses respectivamente, los cuales fueron asesinados con la mayor sangre fría por 60 paramilitares en connivencia con la Brigada XVII del Ejército. El sadismo de la masacre se desprende de los relatos de uno de los “desmovilizados” de las AUC:
"Los niños estaban debajo de la cama. La niña era muy simpática, de unos 5 ó 6 años y el peladito también era curiosito (...) Propusimos a los comandantes dejarlos en una casa vecina pero dijeron que eran una amenaza, que se volverían guerrilleros en el futuro (...) 'Cobra' tomó a la niña del cabello y le pasó el machete por la garganta (...) el padre de la niña degollada les suplicaba de rodillas que no mataran a los menores". Además contó (ed. el paramilitar) cómo la niña creyó que se trataba de un paseo y le guardó a su hermanito una muda de ropa para el viaje. "Le decía adiós con la manita".
Este escalofriante relato es una historia vivida en innumerables ocasiones en todo el país, donde el paramilitarismo extendió hacia la infancia su guerra contra-insurgente demencial y su estrategia de terror hacia la población civil. Uribe encubrió este crimen culpando falsamente a las FARC-EP de su autoría, llegando incluso a armar un espectáculo con un supuesto desmovilizado fariano incluido, en el cual por todo el país decían que la masacre era obra de los insurgentes. Nunca antes, un presidente se había dedicado de manera tan sistemática a obstruir las investigaciones que dieran con los verdaderos responsables: 15 militares y 60 paramilitares.
Por todo esto, Uribe ni siquiera ha pedido perdón.
El columnista de El Espectador, Francisco Gutiérrez, llamando la atención sobre el doble estándar de los políticos uribistas ante el infanticidio, hizo los siguientes certeros comentarios: “El senador Hernán Andrade, (...) sugirió que se citara al consejo de política criminal para considerar el aumento radical de penas a matones de niños, pues se trata de prácticas intolerables. Válido. Pero creo que se trata del mismo Andrade que, sólo hace unos poquitos meses, decía con toda la sangre fría que no había que “demonizar” (literal) la relación de políticos con paramilitares, esos grupos cuyas atrocidades inenarrables (que incluyen asesinatos y violaciones de niños y mujeres embarazadas) al parecer no le quitaban el sueño. Creo que el primer asunto que tendrá que considerar el consejo de política criminal en su próxima reunión será la lógica, de lesa humanidad, del senador Andrade”.
Las lágrimas de cocodrilo de Uribe en Chía son detestables por su hipocresía, por el manejo político que hizo del dolor de una madre (no es primera vez que juega con el dolor de las víctimas), por la manipulación de toda la situación y porque sabemos que, en realidad, la vida del bebé Santiago Lozano le vale exactamente lo mismo que las vidas de los niños de San José de Apartadó, o sea, nada.
Como se ve, el crimen de este bebé dejó al desnudo la hipocresía de una institucionalidad que se horroriza por conveniencia con ciertos infanticidios, mas no así con otros. Aún no vemos a los parapolíticos expresando su horror cuando exhuman los cadáveres desmembrados de infantes en las fosas que el paramilitarismo ha sembrado en toda Colombia. Ni cuando enterraron a Olga Marina en Medellín acribillada junto a su nieto. Aún esperan los vecinos de San José de Apartadó y de tantos otros escenarios de masacres atroces, que Uribe pida perdón... ¿se atrevería este para-presidente a dar un discurso semejante al de Chía ante la comunidad de San José?
Pero también reveló este infanticidio el nivel de violencia de la sociedad colombiana, donde la muerte, el asesinato, la venganza son desayuno de todos los días y donde la vida humana se ha reducido a su mínimo valor. Esta violencia es alimentada por una violencia estructural, cotidiana, que se expresa desde los cercos militares, hasta el salario de los trabajadores, pasando por la coerción estatal mediante los mecanismos legales e ilegales. Violencia que es atizada por los medios sensacionalistas.
Dejó este infanticidio en evidencia también la concepción de la “justicia” de esta sociedad que se nutre, precisamente, de estos valores de violencia, siendo el eje central de su quehacer el castigo, relevando a segundo plano la compensación de las víctimas y la prevención. Porque mal que mal, los crímenes en contra de la infancia se reproducen en medio de una sociedad excluyente, injusta, que ha secuestrado el futuro de millones de muchachos: 750.000 menores de edad abandonan anualmente la educación básica en Colombia. Y muchos de esos menores de edad, terminan siendo expertos en el uso de un revólver y prestando servicios como sicarios, mientras apenas saben qué hacer con el lápiz y con el papel. Esta sociedad, fundamentada en la explotación de los muchos en beneficio de unos pocos, es la factoría donde se producen al por mayor los abusos y el ambiente de marginalidad en que éstos tienen lugar. Cierto es que la sociedad tiene el derecho a defenderse de los individuos que representan un peligro para sus semejantes: pero si la justicia no parte de la base, es decir, garantizando condiciones básicas de justicia social, seguirán en pie las bases que permitieron que este drama tuviera lugar.
José Antonio Gutiérrez D.
03 de Octubre de 2008
El angelito y los demonios: los niños y la violencia en Colombia
Sobre el asesinato del bebé Luis Santiago Lozano (Chía, Cundinamarca)
El reciente asesinato atroz de un bebé de tan sólo 11 meses por parte de su padre en la localidad de Chía (Cundinamarca), remeció a la sociedad colombiana, más allá de lo escabroso del crimen mismo. No es que el infanticidio sea una cosa inusual en Colombia –en lo que va del año, más de 70 menores de 5 años han sido asesinados-, pero esta vez los medios, con RCN, Caracol y El Tiempo a la cabeza, se encargaron de explotar los aspectos más macabros de este crimen en su batalla diaria por vender el acontecer noticioso. Con un morbo asqueroso invadieron lo más íntimo del dolor de esa familia, entregaban información contradictoria y daban tribuna a una muchedumbre hambrienta de Circo Romano: desde los que pedían la pena de muerte hasta los que pedían, sin rodeos de ninguna clase, linchamiento.
Pero aparte del Circo Romano al que estamos tan acostumbrados en los medios colombianos (cadáveres, manos amputadas, tripas y sangre son pan de cada día), los medios también mostraron a los pantalleros políticos del gobierno, aliados ellos mismos a los más sanguinarios criminales en Colombia (paramilitares y narcotráfico), utilizando el horrendo infanticidio como una manera de robar cámara y aumentar su alicaída popularidad. Medios y para-políticos se dieron la mano para explotar al máximo, sin ningún sentido ni de la ética ni de la decencia, el dolor de esta familia y la trágica muerte del “angelito”.
El fiscal Iguarán aullaba ante los medios que los asesinos no eran sino “hienas” y el presidente Uribe, con rostro hipócritamente compungido partía a Chía a “acompañar” a la familia. En Chía, Uribe, junto con recomendar que cada colombiano se convirtiera en un guardián de los niños, decía, soltando lágrimas de cocodrilo: “Esto es tan duro que lo deja a uno sin palabras. Difícil reaccionar. Es una atrocidad que lo deja a uno atónito, en silencio. Esto que ha pasado es una atrocidad que nos hace quedar muy mal en el medio de la familia colombiana. Ojalá, con el esfuerzo de todos, esto no se vuelva a repetir en nuestra Patria”. Detrás de su Supremo Líder, todos los uribistas aullaban de una manera que nunca antes lo habían hecho ante otros infanticidios.
Pues bien, el abuso a menores en Colombia no es algo que recién se haya descubierto, y como en toda sociedad cruzada por un conflicto armado, los niños, junto con los demás sectores sociales vulnerables son lo que se llevan lo peor de la violencia. Uribe, que en Chía jugó a protector de la infancia, prefirió ignorar de su discurso los niveles de desnutrición infantil de Colombia, que son una forma de maltrato institucional a causa de un modelo económico criminal. La imagen de muchachitos famélicos, con cabellos peroxidados por la desnutrición, jugando en la basura, es una imagen demasiado familiar en Colombia. En el 2006, a nivel nacional, el 12% de los niños menores de 5 años sufrían de desnutrición, mientras que el 33% sufrían de anemia. Este problema lejos de solucionarse desde entonces, se ha ido, más bien, agravando, como lo refleja un estudio del Programa Mundial de Alimentos presentado recientemente, en Agosto de este año. Esta investigación tiene por mérito, además, centrarse en mapas regionales de la desnutrición, pues el problema empeora notablemente dependiendo de la región en que nos encontramos. Según este estudio, en la Costa Atlántica, un 60% de los menores de 4 años sufren de desnutrición; en Cauca y Nariño la cifra es de 18,7%, mientras que en el Cesar y en Magdalena alcanza al 16,5%. Entre los indígenas colombianos, la desnutrición infantil alcanza al 70% de los niños.
También olvidó Uribe mencionar del efecto que tienen los cercos militares sobre las áreas de influencia guerrillera, con los cuales, a fin de hambrear a los insurgentes, el ejército evita el ingreso de alimentos, con consecuencias catastróficas para la población civil. Tal práctica, contraria al derecho internacional humanitario, la comprobamos el 2006 en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el marco de la Misión Internacional de Verificación de los derechos de los pueblos indígenas de Colombia: había restricción al ingreso de alimentos por sobre una cierta cantidad a la Sierra por parte del Ejército (cumpliendo órdenes de los paramilitares), como una manera de acosar a los guerrilleros pero la cual tiene consecuencias devastadoras para todas las personas de esa región. Sin embargo, no es solamente en la Sierra Nevada donde se ha aplicado esta práctica, sino que esta también ha sido moneda corriente en otras áreas como el Chocó.
Y también olvidó hablar de los horrores del paramilitarismo, su aliado político desde épocas en que era gobernador de Antioquia, cuando impulsó las CONVIVIR, que darían paso a la unificación paramilitar en las AUC. Recién este domingo (28 de Septiembre) aparecía una fosa con doce cadáveres en Santander, entre los cuales, se encontraba el cuerpecito desmembrado de un bebé de apenas cuatro meses. Esta masacre se habría realizado entre el 2002 y el 2003, es decir, estando ya Uribe en el poder, y estando en él, precisamente, gracias al apoyo de los paramilitares como el mismo ex-jefe de las AUC, Salvatore Mancuso, lo ha señalado. La victimización de las familias de los insurgentes, así como de quienes hayan sido señalados de ser simpatizantes de la insurgencia o siquiera de la oposición, ha sido una constante del conflicto, entregando horrores apenas concebibles para alguien en su sano juicio. Sin ir más lejos, el pasado 24 de Septiembre, en Medellín, la compañera feminista Olga Marina Vergara fue asesinada junto a su hijo, su nuera y su nieto... de tan sólo 5 años. La violación de hijos de campesinos, el degollamiento y el descuartizamiento de niños frente a sus padres, ha sido un horror hecho realidad en más de una ocasión por los paramilitares en alianza con el “glorioso” ejército colombiano, y aún no hemos escuchado un pronunciamiento enfático por parte del “protector de la infancia” de Uribe.
Aún tenemos recuerdos frescos de los horrores de la masacre de San José de Apartadó, en Antioquia, en Febrero del 2005, donde entre los masacrados se encontraban tres menores de 11 años, 5 años y 21 meses respectivamente, los cuales fueron asesinados con la mayor sangre fría por 60 paramilitares en connivencia con la Brigada XVII del Ejército. El sadismo de la masacre se desprende de los relatos de uno de los “desmovilizados” de las AUC:
"Los niños estaban debajo de la cama. La niña era muy simpática, de unos 5 ó 6 años y el peladito también era curiosito (...) Propusimos a los comandantes dejarlos en una casa vecina pero dijeron que eran una amenaza, que se volverían guerrilleros en el futuro (...) 'Cobra' tomó a la niña del cabello y le pasó el machete por la garganta (...) el padre de la niña degollada les suplicaba de rodillas que no mataran a los menores". Además contó (ed. el paramilitar) cómo la niña creyó que se trataba de un paseo y le guardó a su hermanito una muda de ropa para el viaje. "Le decía adiós con la manita".
Este escalofriante relato es una historia vivida en innumerables ocasiones en todo el país, donde el paramilitarismo extendió hacia la infancia su guerra contra-insurgente demencial y su estrategia de terror hacia la población civil. Uribe encubrió este crimen culpando falsamente a las FARC-EP de su autoría, llegando incluso a armar un espectáculo con un supuesto desmovilizado fariano incluido, en el cual por todo el país decían que la masacre era obra de los insurgentes. Nunca antes, un presidente se había dedicado de manera tan sistemática a obstruir las investigaciones que dieran con los verdaderos responsables: 15 militares y 60 paramilitares.
Por todo esto, Uribe ni siquiera ha pedido perdón.
El columnista de El Espectador, Francisco Gutiérrez, llamando la atención sobre el doble estándar de los políticos uribistas ante el infanticidio, hizo los siguientes certeros comentarios: “El senador Hernán Andrade, (...) sugirió que se citara al consejo de política criminal para considerar el aumento radical de penas a matones de niños, pues se trata de prácticas intolerables. Válido. Pero creo que se trata del mismo Andrade que, sólo hace unos poquitos meses, decía con toda la sangre fría que no había que “demonizar” (literal) la relación de políticos con paramilitares, esos grupos cuyas atrocidades inenarrables (que incluyen asesinatos y violaciones de niños y mujeres embarazadas) al parecer no le quitaban el sueño. Creo que el primer asunto que tendrá que considerar el consejo de política criminal en su próxima reunión será la lógica, de lesa humanidad, del senador Andrade”.
Las lágrimas de cocodrilo de Uribe en Chía son detestables por su hipocresía, por el manejo político que hizo del dolor de una madre (no es primera vez que juega con el dolor de las víctimas), por la manipulación de toda la situación y porque sabemos que, en realidad, la vida del bebé Santiago Lozano le vale exactamente lo mismo que las vidas de los niños de San José de Apartadó, o sea, nada.
Como se ve, el crimen de este bebé dejó al desnudo la hipocresía de una institucionalidad que se horroriza por conveniencia con ciertos infanticidios, mas no así con otros. Aún no vemos a los parapolíticos expresando su horror cuando exhuman los cadáveres desmembrados de infantes en las fosas que el paramilitarismo ha sembrado en toda Colombia. Ni cuando enterraron a Olga Marina en Medellín acribillada junto a su nieto. Aún esperan los vecinos de San José de Apartadó y de tantos otros escenarios de masacres atroces, que Uribe pida perdón... ¿se atrevería este para-presidente a dar un discurso semejante al de Chía ante la comunidad de San José?
Pero también reveló este infanticidio el nivel de violencia de la sociedad colombiana, donde la muerte, el asesinato, la venganza son desayuno de todos los días y donde la vida humana se ha reducido a su mínimo valor. Esta violencia es alimentada por una violencia estructural, cotidiana, que se expresa desde los cercos militares, hasta el salario de los trabajadores, pasando por la coerción estatal mediante los mecanismos legales e ilegales. Violencia que es atizada por los medios sensacionalistas.
Dejó este infanticidio en evidencia también la concepción de la “justicia” de esta sociedad que se nutre, precisamente, de estos valores de violencia, siendo el eje central de su quehacer el castigo, relevando a segundo plano la compensación de las víctimas y la prevención. Porque mal que mal, los crímenes en contra de la infancia se reproducen en medio de una sociedad excluyente, injusta, que ha secuestrado el futuro de millones de muchachos: 750.000 menores de edad abandonan anualmente la educación básica en Colombia. Y muchos de esos menores de edad, terminan siendo expertos en el uso de un revólver y prestando servicios como sicarios, mientras apenas saben qué hacer con el lápiz y con el papel. Esta sociedad, fundamentada en la explotación de los muchos en beneficio de unos pocos, es la factoría donde se producen al por mayor los abusos y el ambiente de marginalidad en que éstos tienen lugar. Cierto es que la sociedad tiene el derecho a defenderse de los individuos que representan un peligro para sus semejantes: pero si la justicia no parte de la base, es decir, garantizando condiciones básicas de justicia social, seguirán en pie las bases que permitieron que este drama tuviera lugar.
José Antonio Gutiérrez D.
03 de Octubre de 2008
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"