Mensaje
por Ramón M. » 05 Mar 2006, 16:36
Cierto Oc, parece que la cosa no tiene remedio.
Por mi parte hace tiempo entendí que era así aunque por intentarlo que no quedara y además en el camino, entre los insultos y las tonterías, siempre alguien, en uno u/y otro lado, pensaría algo.
Pero parece que está duro.
Hay argumentos que son geniales, que se aplican según criterios subjetivos: Las sociedades obreras no son CGT, ergo son CNT, de solo mirarlo que las pupilas me dan vueltas.
CNT es "LA CNT" porque el Estado nos dió la razón, ergo los subvencionados por el Estado son...¿Pasamos cuentas?
La CGT no puede reclamar continuidad histórica porque el fascismo acabó con todxs, ergo cualquiera pudo ser CNT y mira por dónde UNOS cualquiera, que podrían ser quiero decir, ya lo son.
Que si el 1983... cuando la escisión se produjo -la primera- en 1979, luego otras más se sumaron a CGT, eso sí, siempre salvando para los menos las siglas, el copyright, no sea que...los locales fueran a otros que pudieran hacer algo con ellos.
Que si hay comunistas y no sé qué gentes de mal(?) vivir en CGT, como si en la CNT histórica no hubiera sido así, entonces ¿en la CNT de ahora no es así?, ergo la CNT actual poco tiene que ver con aquella de la que reclaman su patrimonio.
¿Seguimos? argumentos con dobleces y sofismas los que queráis, con demagogias también, que todos tenemos un rodaje, pero la cosa no es esa, el asunto es ¿por qué unos pocos se creen con el derecho de tenerlo TODO?. Así de simple, si a alguien le duele que se ponga tiritas, pero la CGT tiene legitimidad para reclamar parte de ese patrimonio en no menor derecho que la CNT.
¿De verdad hay tanto para repartir?, pues chicos qué pena de atracón que os váis a dar, que os aproveche, ya dije en su día que si debía ser motivo de pelea, que si no había forma de entendimiento mútuo -que sería lo lógico, mínimo y elemental- pues que con vuestro pan os los queméis, perdón disfrutéis.
El anarcosindicalismo puede tirar adelante sin esos locales, como hemos todos demostrado, así que sed bienvenidos al mundo de la propiedad privada y de los avales del estado, allí donde las ideas se pesan en balanzas con pesas marcadas. Donde uno vale lo que otros deciden no lo que entre todos podemos y DEBEMOS acordar.
Tal vez haya quien se crea el discurso de la autenticidad única, pero de ahí a añadirle el del patrimono anejo hay un mundo, el mismo que media entre la idea y la práctica y ésta no deja de ser anarcosindicalista solo -ni mucho menos- por participar en elecciones o acceder a subvenciones para cursillos también deja de serlo cuando el pensamiento deviene quiste y el apoyo mútuo eslogan.