FAI
La Federación Anarquista Ibérica (FAI) es una organización fundada en 1927 en El Saler, Valencia, como continuación de dos organizaciones anarquistas, la portuguesa Unión Anarquista Portuguesa y la española Federación Nacional de Grupos Anarquistas de España, teniendo de esta forma un ámbito de actuación ibérico. En la actualidad la organización forma parte de la Internacional de Federaciones Anarquistas.
Desde su fundación hasta el advenimiento de la dictadura franquista desempeña un papel importante en el movimiento obrero español, sobre todo a través de la denominada trabazón con la CNT, es decir la presencia de elementos faístas en la organización anarcosindicalista. La intención era que el sindicato no se alejase de los postulados ácratas. De esta manera, en la década de 1930 el sector faísta de la CNT se opuso al treintista.
Su organización estuvo basada sobre grupos pequeños de activistas autónomos. La FAI permaneció como una organización secreta, incluso después del reconocimiento de su existencia dos años después de su formación. Su naturaleza subrepticia hace difícil juzgar la extensión numérica de sus miembros. Se estima que los miembros de la FAI justo antes de la revolución rondaba entre los 5.000 y 30.000. La cantidad de miembros se incrementó drásticamente durante los primeros meses de la Guerra Civil.
La FAI no fue idealmente libertaria. Sin embargo, ésta no era autoritaria en sus métodos reales; era permitida la libertad de disentimiento para sus miembros. En efecto la organización total de la FAI era muy relajada, a diferencia de lo que significaba el modelo de "alianza" de Bakunin.
La FAI fue militarmente revolucionaria, con acciones que incluían los robos de bancos para la adquisición de fondos, y la organización de huelgas generales, pero a veces llegó a ser más oportunista. Apoyó esfuerzos moderados en contra de la dictadura de Rivera, y en 1936, contribuyó al establecimiento del colaboracionista Frente Popular. Por aquel tiempo en que las organizaciones anarquistas comenzaron a cooperar con el gobierno republicano, la FAI fue convirtiéndose esencialmente en un partido político de facto y el modelo de pequeños grupos de activistas autónomos fue desechado, no sin controversia.
La FAI edita un periódico mensual llamado Tierra y Libertad.