A.3.6 ¿Qué es el anarquismo cultural?
Para nuestros propósitos, definiremos el anarquismo cultural como la promoción de los valores anti-autoritarios a través de aquellos aspectos de la sociedad tradicionalmente encasillados dentro de la esfera de la cultura más que en la economía o la política -por ejemplo, por medio del arte, la música, el teatro, la literatura, la educación, las prácticas de crianza, la moral sexual, la tecnología, entre otros.
Las expresiones culturales son anarquistas en la medida en que deliberadamente atacan, debilitan o subvierten la tendencia de la mayor parte de las formas culturales tradicionales que promueven valores y actitudes autoritarios, particularmente la dominación y la explotación. Así, una novela que retrata los males del militarismo puede ser considerada una expresión de anarquismo cultural si va más allá del modelo de "la guerra es mala" y permite al lector notar cómo el militarismo se relaciona con las instituciones autoritarias (e.g. capitalismo y estatismo) o métodos de condicionamiento autoritario (e.g. la formación en la familia patriarcal tradicional). O, como John Clark lo manifiesta, el anarquismo cultural implica "el desarrollo de las artes, los medios y otras formas simbólicas que exponen varios aspectos del sistema de dominación y las contrastan con un sistema de valores basado en la libertad y la comunidad." Esta "lucha cultural" sería parte de una lucha general "para combatir el poder ideológico y material de todas las clases dominantes, incluso económico, político, racial, religioso o sexual, con una práctica pluridimensional de liberación." En otras palabras, una "concepción expandida del análisis de clase" y "una práctica extendida de la lucha de clases" que incluye, sin limitarse, "acciones económicas como huelgas, boicots, acciones laborales, ocupación, organizaciones de grupos acción directa y federaciones de grupos de obreros libertarios y el desarrollo de asambleas de obreros, colectivos y cooperativas." y "actividad política" como la "interferencia activa en la implementación de políticas gubernamentales de represión", la "no-complicidad", la "resistencia a la regimentación y burocratización de la sociedad" y la "participación en la toma de decisiones y en el control local." (The Anarchist Moment, p. 31)
El anarquismo cultural es importante -si no esencial- porque los valores autoritarios se enmarcan en un completo sistema de dominación con muchos aspectos aparte del político y el económico. Luego, esos valores no pueden ser erradicados ni siquiera por una revolución económica-política si ésta no va acompañada de cambios psicológicos profundos en la mayoría de la población. Para la aquiescencia de masas en el sistema actual se arraiga en la estructura psíquica del ser humano (su "estructura de personalidad", en el término de Wilhelm Reich), lo cual se produce mediante diversas formas de condicionamiento y socialización que han desarrollado con la civilización patriarcal-autoritaria durante los últimos cinco o seis siglos.
En otras palabras, aunque el capitalismo y el Estado fuesen abolidos el día de mañana, las personas pronto crearían nuevas formas de autoridad en su lugar. Ya que la autoridad --un líder fuerte, una línea de mando, alguien que de órdenes y lo libere a uno de la responsabilidad de pensar por sí mismo-- es aquello con lo que la personalidad sumisa/autoritaria se siente más a gusto. Infelizmente, la mayoría de los seres humanos temen a la verdadera libertad y no saben qué hacer con ella -como lo prueba la larga lista de revoluciones y movimientos de liberación fallidos en los que los ideales revolucionarios de libertad, democracia e igualdad son traicionados y nuevas jerarquías y clases gobernantes se erigen con rapidez. Estos fracasos generalmente se atribuyen a las maquinaciones de políticos reaccionarios y capitalistas, y a la perfidia de líderes revolucionarios; pero los políticos reaccionarios sólo atraen seguidores porque encuentran en la estructura de personalidad de las personas corrientes un terreno favorable para el crecimiento de sus ideales autoritarios.
Por lo tanto, previo a una revolución anarquista se requiere un período de concienciación para que gradualmente la gente reconozca en sí misma la presencia de rasgos sumisos/autoritarios, vea cómo dichos rasgos se reproducen en el condicionamiento y comprenda cómo pueden mitigarse o eliminarse a través de nuevas formas de cultura, particularmente nuevos métodos pedagógicos y de crianza. Exploraremos este tema con mayor profundidad en las secciones B.1.5 (¿Cómo se crearon las bases psicológicas de masas para la civilización autoritaria?), J.6 (¿Qué métodos de crianza promueven los anarquistas?) y J.5.13 (¿Qué son las Escuelas Modernas?).
Las ideas anarco-culturales son compartidas por casi todas las escuelas de pensamiento anarquista y la concienciación es considerada parte esencial del movimiento anarquista. Para los anarquistas es importante "construir el nuevo mundo en el cascarón del antiguo" en cada aspecto de nuestras vidas, y crear una cultura anarquista es parte de dicha actividad. Pocos anarquistas, empero, consideran que la concienciación baste por sí sola, por lo cual combinan actividades culturales anarquistas con la organización, el uso de la acción directa y la construcción de alternativas libertarias en la sociedad capitalista. El movimiento anarquista combina la actividad autónoma práctica con el trabajo cultural, habiendo entre ambas tareas una retroalimentación positiva.