A.2.15 ¿Y acerca de la naturaleza humana?

De Ateneo Virtual
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Los anarquistas, lejos de ignorar la "naturaleza humana", tienen la única teoría política que piensa y reflexiona profundamente sobre este concepto. A menudo, "la naturaleza humana" es lanzada como si fuese la última línea defensiva en argumentos contra el anarquismo, pensando que no admite contestación. Sin embargo, no es así. En primer lugar, la naturaleza humana es algo muy complicado. Si por naturaleza humana se quiere decir "lo que hacen los humanos" es obvio que la naturaleza humana es contradictoria: amor, odio, compasión y crueldad, paz y violencia, etc. han sido expresiones de la gente y todas son producto de la "naturaleza humana". Por supuesto que lo que se considera naturaleza humana cambia a medida que cambian las circunstancias sociales. Por ejemplo, la esclavitud fue considerada parte de la "naturaleza humana" y "normal" durante miles de años, y la guerra solo se convirtió en parte de la naturaleza humana con el desarrollo de los estados. Por lo tanto, el medio ambiente juega un papel importante en la definición de lo que constituye la "naturaleza humana".

Esto no quiere decir que los seres humanos sean infinitamente plásticos, cada individuo una tábula rasa (una página en blanco) al nacer, esperando ser moldeado por "la sociedad" (lo cual en la práctica significa por los que la rigen). No queremos entrar en un debate sobre cuales características humanas son o no son "innatas". Lo único que diremos es que los seres humanos tienen una habilidad innata para pensar y aprender, lo cual creemos evidente; y que los humanos son criaturas sociales, que necesitan la compañía de los demás para sentirse completos y para prosperar.

Estos dos rasgos, creemos, sugieren la viabilidad de la sociedad anarquista. La habilidad innata para pensar por uno mismo automáticamente hace ilegítimas todas las formas de jerarquía, y nuestra necesidad de relaciones sociales supone que podemos organizarnos sin el estado. El profundo descontento y alienación que afligen a la sociedad moderna revela que la centralización y el autoritarianismo del sistema capitalista y del estado niega alguna necesidad innata dentro de nosotros. De hecho, como se dijo anteriormente, durante la mayor parte de su existencia, la raza humana vivió en comunidades anárquicas, con poca o ninguna jerarquía. Que la sociedad moderna califique a esas gentes de "salvajes" o "primitivos" es pura arrogancia. ¿Quién puede decir que el anarquismo va en contra de la naturaleza humana? Los anarquistas han acumulado suficientes pruebas que sugieren que no es así.

Con respecto a la acusación de que los anarquistas piden demasiado de la "naturaleza humana", son a menudo los no anarquistas los que hacen las mayores demandas a ella. Puesto que:

"mientras nuestros oponentes parecen admitir que hay una especie de sal de la tierra: los gobernantes, los patronos, los líderes, que, afortunadamente, impiden que esos malos hombres: los gobernados, los explotados, los dirigidos, se hagan mucho peores de lo que son..., hay una diferencia, una muy importante. Nosotros reconocemos las imperfecciones de la naturaleza humana, pero no exceptuamos a los que mandan. Ellos los exceptúan, aunque a veces inconscientemente."

Piotr Kropotkin Act for Yourself p. 83.

Si la naturaleza humana es tan mala, entonces dar a algunos el poder sobre otros y esperar que esto nos lleve a la libertad y a la justicia es una utopía inútil. Hoy sin embargo, con el auge de la "sociobiología" algunos afirman (con muy pocas pruebas reales) que el capitalismo es un producto de nuestra "naturaleza", la cual es determinada por los genes. Estas declaraciones han sido tomadas al asalto por las autoridades. Considerando la escasez de pruebas, su apoyo a esta "nueva" doctrina tiene que ser necesariamente el resultado de su utilidad para aquellos en el poder: i.e. el hecho de que es útil tener una base "objetiva" y "científica" que justifique ese poder. Al igual que el Darwinismo social que la precedió, la sociobiología procede primero proyectando sobre la naturaleza las ideas dominantes de la sociedad actual (a menudo inconscientemente, así los científicos consideran erróneamente las ideas en cuestión como "normales" y "naturales"). Después las teorías sobre la naturaleza así producidas se transfieren retroactivamente a la sociedad y a la historia, usándolas para "probar" que los principios del capitalismo (la jerarquía, la autoridad, la competencia, etc.) son leyes eternas, que son después usadas para justificar el status quo!. Asombrosamente, hay mucha gente, supuestamente inteligente, que se toma estas engañifas en serio. Esta clase de apología es por supuesto natural, ya que toda clase dominante ha reivindicado que su derecho a gobernar está basado en la "naturaleza humana" y por lo tanto apoya doctrinas que definen la naturaleza humana de manera que parezcan justificar el poder de la élite, ya bien sea la sociobiología, el derecho divino, el pecado original, etc.

Obviamente, tales doctrinas han sido siempre falsas... hasta hoy, por supuesto, cuando es evidente que nuestra sociedad actual está verdaderamente moldeada a la "naturaleza humana" lo cual ha sido probado científicamente por nuestro actual sacerdocio científico! La arrogancia de esta afirmación es de verdad sorprendente. La historia no se ha detenido. De aquí a mil años, la sociedad será completamente diferente a lo que es ahora y diferente a lo que nadie se imagina. Ningún gobierno existente hoy día existirá entonces, y el sistema económico actual tampoco existirá. Lo único que puede seguir igual es que la gente aún dirá que su nueva sociedad es el "verdadero sistema" que se amolda completamente a la naturaleza humana, aunque los sistemas pasados no lo hicieran. Claro, no pasa por las mentes de los que apoyan el capitalismo que gentes de diferentes culturas sacarán conclusiones diferentes de los mismos hechos, conclusiones que pueden ser mas válidas. Ni se le ocurre a los apologistas del capitalismo que las teorías de los científicos "objetivos" puedan estar enmarcadas en el contexto de la sociedad dominante en que viven. Sin embargo, no sorprende a los anarquistas que los científicos trabajando en la Rusia zarista desarrollaran una teoría de la evolución basada en la cooperación de las especies, muy diferente a la de sus colegas de la Inglaterra capitalista, que desarrollaron una teoría basada en la lucha competitiva dentro y entre las especies. Que la segunda teoría reflejase las teorías políticas y económicas dominantes en la sociedad Británica (notablemente el individualismo competitivo) es pura coincidencia, por supuesto. El Apoyo Mutuo de Kropotkin fue escrito en respuesta a los evidentes errores que el Darwinismo Social inglés proyectaba sobre la naturaleza y la vida humana.