No permitamos el asesinato de Alfredo Cóspito en huelga de hambre desde el 20-O: llamada para una movilización internaciona
NO PERMITAMOS EL ASESINATO DE ALFREDO COSPITO EN HUELGA DE HAMBRE DESDE EL 20 DE OCTUBRE
LLAMADA PARA UNA MOVILIZACIÓN INTERNACIONAL
El pasado 20 de octubre el anarquista Alfredo Cospito, durante la audiencia que tuvo lugar en el Juzgado de vigilancia de Sassari, intentó leer una articulada declaración en la que anunciaba que ha empezado una huelga de hambre en contra del régimen carcelario del 41 bis en el que se encuentra actualmente y contra la cadena perpetua sin posibilidad de ser revisada. Una batalla que Alfredo no tiene intención de parar, hasta su muerte. El compañero, que se encuentra en 41 bis desde el pasado 5 de mayo por un decreto firmado por la que en aquel entonces era la ministra de justicia, Marta Cartabia, está actualmente encarcelado en la cárcel de Bancali, Cerdeña.
Alfredo Cospito es un anarquista que ha estado siempre en primera línea de lucha, jamás dispuesto a pactar o rendirse. Un compañero que lucha desde finales de los años ochenta, periodo en el que fue encarcelado por insumisión al servicio militar obligatorio y que, después de ser detenido en 2012, durante el juicio que siguió, reivindicó el disparo en la pierna contra el dirigente de Ansaldo Nucleare Roberto Adinolfi, acción realizada por el Núcleo Olga/Federación Anarquista Informal- Frente Revolucionario Internacional el 7 de mayo del mismo año en Génova.
Alfredo siempre ha estado activo en la defensa de los compañeros golpeado por la represión, en cada esquina del mundo. Su lucha afecta objetivamente a todos los presos, entre ellos y a quienes recordamos en particular modo, los tres militantes de las Brigadas Rojas por la construcción del Partido Comunista Combatiente encerrados desde hace ya más de 17 años en régimen de 41 bis (Nadia Lioce, Roberto Morandi, Marco Mezzasalma). En 2009 la compañera Diana Blefari, de la misma organización, se quitó la vida, después de la permanencia en este duro régimen carcelario.
Alfredo ha transcurrido ininterrumpidamente sus últimos 10 años en la cárcel en las secciones de Alta Seguridad hasta su traslado al 41 bis. En 2016 estuvo envuelto en la operación Scripta Manent, acusado de asociación subversiva con finalidad de terrorismo y de múltiples ataques explosivos. Después de la sentencia definitiva emitida por la Corte de Casación en julio del presente año, se reformuló la condena para Alfredo y Anna Beniamino a “masacre política”, delito que prevé únicamente la pena de cadena perpetua. El Estado italiano, que siempre protegió a los fascistas perpetradores de verdaderas matanzas (como las masacres de Boloña o de Piazza Fontana ndt.), ahora quiere condenar por masacre a dos anarquistas por un ataque que no provocó ni víctimas ni heridos.
Alfredo desde hace años contribuye con artículos, proyectos editoriales y propuestas al debate anarquista internacional. Por esta razón, más de una vez ha sido objeto de censura en su
correspondencia y se le ha prohibido la comunicación con el exterior, siendo condenado por la publicación del folio anarquista revolucionario “KNO3” y la última edición de “Croce Nera Anarchica” y estando actualmente investigado por la publicación del periódico anarquista “Vetriolo”. Después de estas disposiciones legislativas, durante el pasado mes de mayo se le aplicó el régimen de 41 bis y fue sucesivamente trasladado desde la cárcel de Terni a la de Bancali, en Sassari. De esta manera se le ha negado cualquier tipo de contacto con el exterior.
El 41 bis sirve para aislar completamente al preso. Esta medida se aplica y renueva cada 4 años, pero de hecho la única manera para poder salir de esta situación es la de arrepentirse y colaborar con las fuerzas represivas. En otras palabras, el 41 bis es tortura, en cuanto está planeado para inducir sufrimiento con la intencionalidad de extorsionar confesiones o declaraciones.
Este régimen carcelario conlleva una hora de visita al mes a través de un cristal, con vigilancia electrónica y la grabación de audio y vídeo. Si los familiares no tienen la posibilidad de asistir a la visita mensual, como posibilidad alternativa está prevista una llamada mensual de 10 minutos, pero para efectuarla el familiar del preso tiene que desplazarse a una comisaria de los carabinieri o al interior de una cárcel. Además, solo está permitida una hora de patio y otra sola hora de socialidad al interno del módulo, que se hacen en grupo de un mínimo de dos a un máximo de cuatro presos: la división de los grupos de presos que están juntos durante esta hora se decide directamente desde las oficinas de los burócratas en Roma y tarda algunos meses.
El 41 bis es un régimen carcelario destinado a la aniquilación del preso, en cuanto está estudiado para provocar daños físicos y mentales a través de la técnica de privación sensorial; se trata de una condena a la muerte política y social, que busca romper cada forma de contacto con el exterior. El trato reservado para Alfredo nos recuerda las palabras atribuidas a Benito Mussolini sobre Gramsci: es necesario impedir funcionar este celebro por veinte años.
Ejemplo del agujero negro en el que se termina una vez se entra al 41 bis es justo lo que ocurrió el pasado 20 de octubre durante la audiencia en el Juzgado de Vigilancia de Sassari. Se impidió la entrada en el aula de los solidarios, el compañero estaba conectado en videoconferencia desde la cárcel como prevé la normativa del 41 bis y cuando intentó leer su propia declaración le quitaron la voz apretando un botón. La declaración está sellada por los jueces y no puede ser publicada, si los abogados la difundieran se arriesgarían a una pesada condena penal.
Lo que está pasando con el compañero Alfredo Cospito se entrelaza con un clima represivo siempre más oscuro en este país. Más allá del movimiento anarquista, asistimos a una represión siempre más opresiva contra obreros, estudiantes y movimientos sociales. Mencionamos el caso más llamativo: este verano la fiscalía de Piacenza abrió una investigación contra algunos sindicalistas acusándoles de “extorsión” porque pedían, mediante una lucha “radical” (piquetes y cortes de carreteras), un aumento de sueldo al jefe.
Queremos que se entienda también en el extranjero que el avance represivo que está tomando el Estado italiano afecta a todo el mundo en primera persona, ya que un precedente de esta magnitud en el corazón de Europa podría ser el presagio de nuevos saltos represivos en otras latitudes. Todo esto ocurre mientras la crisis social y la crisis militar internacional se agravan día a día. Sabemos que estos son los contextos ideales para los giros autoritarios de los gobiernos. Tenemos unas semanas para salvar la vida de Alfredo Cospito, para evitar su asesinato, pero sobre todo para dar una señal de contraataque a lo que está ocurriendo. Hacemos responsable al Estado de la vida y la salud de nuestro compañero. Movilicémonos en todo el mundo, presionemos al Estado italiano para que Alfredo pueda salir del 41 bis.
Compañeros y compañeras
25 octubre 2022
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Ocupada la sede italiana de Amnistía internacional en solidaridad con Alfredo Cóspito en huelga de hambre contra el régimen 41bis (Roma, 25 octtubre 2022)
Hoy, 25/10/2022, hemos ocupado la sede italiana de Amnistía Internacional de Roma en solidaridad con el preso anarquista Alfredo Cospito que lleva 6 días en huelga de hambre en la cárcel de Sassari contra el 41 bis y el ergastolo ostativo [cadena perpetua que excluye cualquier tipo de beneficio penitenciario - ndt]. El 41 bis es una forma de aniquilar al individuo, empleado por primera vez contra el movimiento anarquista. Alfredo ha sido transferido al 41 bis después de 10 años en cárceles de Alta Seguridad con el objetivo declarado de callarle la boca, de silenciar su contribución al debate revolucionario.
Denunciamos lo ocurrido en la audiencia del 20 de octubre en el tribunal de vigilancia de Sassari como ejemplificación de la brutalidad del 41 bis: durante la audiencia, a puerta cerrada y con el compañero conectado por videoconferencia a decisión del juez, Alfredo a intentado leer una estructurada memoria defensiva a través de la cual exponer los motivos del comienzo de su lucha. El juez ha interrumpido al compañero impidiéndole concluir su intervención en esta única –y puede que la última– ocasión de comunicarse con el resto del mundo desde que fuera trasladado al 41 bis, simplemente cortando el audio. Su intervención ha sido silenciada, como todo lo que proviene del agujero negro del 41 bis. Si los abogados decidieran hacerlo público, podrían enfrentarse a consecuencias penales [de 3 a 7 años – ndt].
Una decisión sin precedentes que indica claramente el miedo que tiene el Estado a las ideas anarquistas y a las prácticas que inspiran. Todo esto es inaceptable. ¡Queremos leer inmediatamente las palabras de nuestro compañero!
No tenemos nada que pedir a las asociaciones humanitarias como contra la que dirigimos la iniciativa de esta mañana:
La iniciativa de esta mañana está dirigida a una de esas asociaciones humanitarias a las que no tenemos nada que pedir: sabemos que sus quejas de corriente alterna sólo denuncian las fechorías de algún régimen exótico, preferiblemente adversario del imperialismo occidental. Esto no es una petición para que digáis algo al respecto... ¡sólo queríamos escupiros a la cara vuestra falsa conciencia!
¡Cerrar el 41 bis! ¡Romper el silencio!
¡Solidarixs con Alfredo en huelga de hambre!
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Alfredo Cospito fuera del 41 bis: Solidaridad desde Bure.
¡La solidaridad revolucionaria es un velero sin fronteras que abraza las olas de la tempestad!
Queremos enviar toda nuestra solidaridad, desde Bure, al compañero Alfredo Cospito, actualmente detenido en el régimen de aislamiento conocido como «41-bis», en la prisión de Sassari, en Cerdeña, por haber disparado en las piernas al administrador delegado de Ansaldo Nucleare, un creador y constructor de centrales nucleares, por haber reivindicado su acción y por haber su amplia contribución, desde la cárcel, al debate sobre nuestros modos de acción, la diversidad de las tácticas, el internacionalismo y la perspectiva revolucionaria del movimiento antinuclear.
Cualquier intento de aislar a uno de nuestros compañeros sólo conseguirá reavivar nuestra rabia y las chispas que nos empujan a actuar. La lucha de Alfredo Cospito es también la nuestra: contra el nuclear y los tecnócratas que gobiernan el mundo.
Mientras la extracción de uranio y de otras tierras raras sigue arrasando territorios y derribando cuerpos, mientras los ensayos nucleares, o las pruebas de bombas, han contaminado las regiones y lxs habitantes de Quirra, en Cerdeña, del macizo del Ahaggar, en Argelia, de Mururoa y Fangatoufa, en Polinesia, mientras otros territorios son tomados en asalto por las potencias imperialistas, mientras, en su guerra contra Ucrania, Rusia utiliza las centrales nucleares como una espada de Damocles, Europa se pone de acuerdo para decir que la nuclear es una energía «limpia», Francia avanza con la cabeza gacha en la fuga en adelante en la construcción de nuevos reactores e Italia vuelve a cuestionar el final de su producción (después de todo, no era un problema seguir construyendo centrales nucleares en otros países, entonces ¿por qué seguir fingiendo haber parado?) . Los proyectos de enterramiento de residuos radiactivos, en Bure y ahora también en Italia, no son la búsqueda de soluciones a la contaminación que el nuclear ha producido, sino herramientas para permitir que la energía nuclear se desarrolle cada vez más.
El Estado italiano, a la vanguardia en la represión de nuestras luchas, adopta, sin sorpresas, la estrategia del aislamiento. Aislar cada vez más: en una isla lejos de sus seres queridos, solo en prisión, en una celda bajo tierra. Cerdeña, una isla militarizada, campo de entrenamiento de fuerzas especiales, con sus bases OTAN, es un nodo de la guerra. Durante mucho tiempo ha sido utilizada como lugar de aislamiento para los prisioneros políticos más problemáticos, como las Brigadas Rojas y los Núcleos Armados Proletarios, encerrados en la prisión de Fornelli, en Asinara [una pequeña isla deshabitada, al norte de Cerdeña], de los cuales deberíamos contar la revuelta del 2 de octubre del 1979. La prisión de Fornelli ahora se ha convertido en un museo, pero esto no ha hecho pasar a la historia al resto de cárceles, no ha puesto fin a las detenciones bajo el régimen del 41-bis y por lo tanto no archivará nuestras luchas. Hoy día, Cerdeña se sigue utilizando como tierra de deportación para los enemigos del orden del Estado.
A todo esto, nosotros respondemos que debemos llevar adelante una lucha antinuclear fuerte y decidida, diversificada y solidaria.
¡Movilicémonos, en todas partes, contra la nuclear y su mundo capitalista, colonial y mortífero, por la organización horizontal de sociedades solidarias y por la libertad de todxs!
¡Por una lucha revolucionaria e internacionalista en la práctica!
¡La solidaridad es el ataque, que esta traspase las fronteras, los mares y los barrotes!
Saquemos a Alfredo del 41-bis, con la fuerza de nuestra revuelta,
¡Libertad para Anna, Alfredo y Juan!
¡Solidaridad con Boris por haber incendiado 2repetidores telefónicos, contra el tecno-totalitarismo!
Viva la anarquía.
Unxs compas de Bure
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Juan Sorroche (al que recordemos le han metido "estragos terroristas" y 28 años de talego por un artefacto en un local vacío de la Lega Norte) también ha iniciado huelga de hambre desde medianoche del 24 al 25, en solidaridad con Alfredo. Seguirán actualizaciones que podéis ir encontrando en Il Rovescio.
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