El anarcosindicalismo, cien años después…
Enviado por Octavio Alberola en Jue, 13/01/2011 - 10:50
Si nos fiamos por el número de lecturas (en este momento más de 1668) y de comentarios (35 ya), el artículo del compañero Jesús García, “El anarcosindicalismo ibérico tras el X Congreso”, ha tenido la virtud de suscitar mucho interés sobre lo que deberían ser, para los anarcosindicalistas de la CNT, las “propuestas para el siglo XXI”. Artículo y propuestas que podríamos suscribir cuantos nos identificamos con el anarcosindicalismo.
Y digo podríamos suscribir porque, efectivamente, para todo anarcosindicalista consecuente con los principios del sindicalismo antiautoritario debería ser obvio que, “con o sin siglas detrás, los anarcosindicalistas, los libertarios que llevamos nuestros anhelos al mundo de la lucha económica y de clases, tenemos antes que nada una obligación: dejar a un lado todas las muchas veces estériles disputas y centrarse en una lucha que por común requiere de todos los brazos y de todos los cerebros”. Y no sólo porque nuestra “fuerza numérica es la que es” y porque “no vienen tiempos fáciles” sino también porque no es “esperando que el Sistema y sus acólitos se derrumben por sus contradicciones” que el anarcosindicalismo logrará -como se dice en uno de los comentarios- “ganarse a los trabajadores y al pueblo” para “la revolución social y destruir el Estado”, lo que, no lo olvidemos, “es nuestro objetivo”.
No obstante, no todos los anarcosindicalistas comparten esta opinión y los hay -como se puede constatar tras la lectura de algunos comentarios- que, en vez de participar en una lucha común frente a la actual ofensiva del capitalismo (privado y de Estado) contra los trabajadores, prefieren llevarla sólo “con las organizaciones amigas, como son la FAI, la Cruz Negra anarquista, FIJA, Grupos Anarquistas, los CSOA y demás organizaciones libertarias”. Y no -según dice uno de ellos (“ciquitraque”)- por “una cuestión de pureza ideológica, ni de dogmatismos” sino por una “una cuestión de coherencia con nuestras tácticas, principios y finalidades”. O sea que la única manera de ser coherente sería quedarse entre libertarios y, en consecuencia, negarse a actuar con el resto del pueblo, inclusive con el “pueblo en la calle”, como se dice en otro de los comentarios. Así pues, la propuesta de acción contra la actual ofensiva del Capital y el Estado debe concretarse –según estos compañeros- sólo con organizaciones ideológicamente afines; pues hacerlo con organizaciones que -según ellos- no lo son implicaría no ser coherentes con los principios, tácticas y finalidades del anarcosindicalismo. Inclusive en el caso de organizaciones que también se reclaman del anarcosindicalismo.
Pues bien, si una tal objeción puede comprenderse hacia aquellas organizaciones sindicales cuyo objetivo no es luchar por una sociedad sin explotación ni dominación, que se conforman o se sienten bien con la actual “paz social”, ¿cómo justificar esa actitud aislacionista con organizaciones sindicales que también pretenden, como la CNT, luchar contra el Capital y el Estado? Claro que se puede argüir que su anarcosindicalismo es sospechoso… Pero ¿se es más coherente con las “tácticas, principios y finalidades” del anarcosindicalismo simplemente por que se esté contra las “subvenciones” y los “liberados”? Yo no lo creo, pese a que también esté contra las “subvenciones” y los “liberados” -no sólo por cuestión de principios sino también por razones de eficacia. En efecto, nunca he creído que las “subvenciones” y los “liberados” permitan hacer más organización y más intervención sindical. Siempre he pensado que esto depende fundamentalmente de la voluntad y el compromiso de los militantes. No obstante, no por ello me considero ser más coherente con los principios, las tácticas y lo objetivos del anarcosindicalismo que aquellos que, por considerar que es la única manera de poder tener hoy una presencia sindical efectiva, no están contra las “subvenciones” y los “liberados”.
Creo pues que el problema que se nos plantea hoy, a cuantos nos consideramos y nos proclamamos anarcosindicalistas, no es tanto el de la “coherencia” sino el de cómo podemos ser más eficaces en las luchas sociales actuales para que éstas no se limiten únicamente a las cuestiones materiales y laborales y también sirvan para luchar contra el Capital y el Estado. De ahí que sea esencial analizar estas dos cuestiones, la de la coherencia y la de la eficacia, desde la realidad de lo que ha sido el anarcosindicalismo desde su fundación y cómo éste ha intentado conciliar la voluntad y el objetivo de resistencia y la voluntad y el objetivo de construcción de una nueva sociedad.
Pues bien, por mi parte y aun sin entrar en analizar la incoherencia de una “coherencia” que sólo sería posible en el aislamiento (total y permanente), inclusive del mundo del trabajo (pues es en él que está el pueblo), lo honesto es reconocer, de entrada, que no se es coherente con los principios, tácticas y finalidades del anarcosindicalismo cuando se acepta trabajar por un salario y se defiende los derechos de los asalariados. Y este es el caso, hoy como ayer, de la mayoría de los afiliados a los sindicatos de la CNT. Pues es indiscutible que la aceptación del salario implica automáticamente el reconocimiento de la instancia económica que lo da. Pero también es un hecho que, hoy como ayer, la CNT considera que el ser asalariado no implica necesariamente la adhesión ideológica al sistema de explotación, el capitalismo. Como también considera que se puede luchar contra este sistema aunque se defiendan los derechos de los trabajadores en el marco de la legalidad que el sistema impone . Es decir: que no hay incoherencia si se considera que la coherencia radica en el hecho de la no aceptación ideológica del sistema y en lo que se hace para luchar contra él.
Es pues desde este pragmatismo revolucionario que la CNT ha forjado su historial de lucha desde que trabajadores asalariados la fundaron para luchar por sus derechos de asalariados y, al mismo tiempo, para luchar también por la abolición del salariado. Y es desde esta realidad histórica y social que se puede y se debe valorar si se es más coherente, con los principios, las tácticas y lo objetivos del anarcosindicalismo, participando en las luchas actuales, para defender nuestros derechos de trabajadores, o quedándonos al margen de ellas. Participando, por supuesto, con nuestras convicciones y, claro es, a la condición de no ser esas luchas, ya sea por su modo de planteamiento o por responder a objetivos corporativos, contrarias a los intereses del conjunto del pueblo (trabajador).
Me parece pues que es a partir de este análisis que debemos analizar también la existencia de tres organizaciones (CNT, SO, CGT) que se reclaman del anarcosindicalismo e intentan, cada una a su manera, llevar adelante la voluntad y el objetivo de resistencia al capitalismo y la voluntad y el objetivo de construcción de una nueva sociedad. Organizaciones que hoy parecen dispuestas a participar en acciones comunes para intentar tumbar la “reforma laboral” impuesta por el actual gobierno y oponerse a todas las medidas antisociales que este gobierno quiere aún imponer. Pero también es a partir del mismo análisis que, además de apoyar el encuentro de la CNT, SO y CGT en las luchas seguiré colaborando con las tres en todo lo que pueda serles útil; pues me parece que en las circunstancias actuales puede ser positivo para los anarcosindicalistas disponer de esas tres opciones sindicales. No sólo porque ninguna de las tres opciones ha probado ser la más eficaz para la defensa de los trabajadores y la promoción del ideal manumisor sino también porque, al día de hoy, no es en nada negativo que las tres sigan existiendo y guarden su autonomía. A la condición, claro es, de que no se disputen y de que las tres hagan lo máximo por que sus respectivas opciones sindicales sigan cumpliendo su cometido anarcosindicalista: de resistencia al capitalismo y de afirmación y difusión de la aspiración manumisora.
Fraternalmente,
Octavio Alberola
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Comentarios
El artículo de Suso lo dice
El artículo de Suso lo dice bien claro: hace falta corazón, ganas, sentimiento... En la situación que estamos viviendo, en la antesala de grandes cambios, si no queremos que sea para peor, hemos de poner todo nuestro esfuerzo en lo importante, y dejar a un lado lo secundario. Lo importante es plantar cara, defender posiciones, pasar a la ofensiva. Lo secundario es ver qué es lo que los demás tienen de malo. Lo que no seamos capaces de cambiar nosotros, nadie nos lo va a cambiar.
Estas organizaciones que
Estas organizaciones que ahora reclaman unidad en su dia rompieron esa unidad separandose de CNT e intentando desvirtuar el anarcosindicalismo tal como lo entiende CNT, ademas de intentarlo con procedimientos mas que cuestionables, por este motibo es facil entender el recelo que tiene la CNT para con estas organizaciones.
Aunque con la que nos esta callendo encima, creo que es mas que razonable, aunar esfuerzos y procurar dentro de lo posible una unidad de accion, pues como dicen algunos, es mas lo que nos une que lo que nos separa. Yo personalmente pienso que la accion nos unira y nos hara mas fuertes y efectivos, no porque estemos al lado de otras organizaciones, que nos puedan gustar mas o menos, si no porque estaremos al lado de los trabajadores, de nuestros hermanos de clase y esto es lo mas importante.
Querido compañero Octavio Alverola: permiteme la pequeña osadia de intentar corregirte pero creo que el anarcosindicalismo tiene mas de cien años y el titular parece inducir a confusion
Un saludo confederal
Estas organizaciones que
Estas organizaciones que ahora reclaman unidad en su dia rompieron esa unidad separandose de CNT e intentando desvirtuar el anarcosindicalismo tal como lo entiende CNT.
Esas organizaciones lo único que hicieron fue irse. Además, ellos pensarán que los que se fueron fuimos nosotros. Además, ¿O acaso nosotros no estábamos deseando en 1979 que se fueran? Que se vayan -decíamos entonces- que ahora sí que vamos a trabajar bien. Pues se fueron, y ya se ve el resultado después de 31 años. Nadie ha acabado de despegar, y los resultados son muy modestos.
Hay que dejarse ya de la tontería de quién se fue, de qué se desvirtuó, si el vino en la botella o si el pan en la panera. Ninguno hemos tenido razón. Ya estamos cada cual en su organización, pues a desarrollar nuestros acuerdos y a no buscar pendencias donde no las hay.
Uy que raro que este diga esto
Que raro parece que Alberola, reconocido cegetista, venga a defender la "unidad de acción"; será casualidad, entonces, que su Organización esté convocando a todo sindicato "guay" para convocar Huelga General. Como decían hace poco los del "Contramarcha", quizá lo único en lo que han tenido algo de razón en sus años de existencia: "Lástima que el camino para convertirse en tercera fuerza sindical no acabe nunca".
Tu respuesta esta en este
Tu respuesta esta en este enlace:
http://img291.imageshack.us/img291/7153/huacmanifiestocegetista.jpg
Si no lo entiendes es tu problema
"O sea que la única manera
"O sea que la única manera de ser coherente sería quedarse entre libertarios y, en consecuencia, negarse a actuar con el resto del pueblo, inclusive con el “pueblo en la calle”"
Claro, los libertarios somos seres de otro planeta bajados a la tierra para acabar con el movimiento obrero. La CNT se nutre de aquellos que asumen sus principios, tácticas y finalidades, y quizá sea la única Organización que tiene más gentes en sus manifestaciones que afiliados, al menos en la última huelga general. A lo mejor los que os quedáis solos, Alberola, sois vosotros, con vuestras subvenciones, liberados, delegados sindicales con horas y vuestra "inmensa afiliación".
Creo que lo ha dicho uno de
Creo que lo ha dicho uno de vosotros antes, pienso que hay mas cosas que nos pueden unir que las que no y la principal es el brutal ataque que el capitalismo esta ejecutando contra una clase trabajadora que no levanta cabeza, hastiada de unos sindicatos que negocian para ellos y otros sindicatos que se pelean entre ellos porque si yo soy mas negro y tu eres mas rojo..., así compañeros no vamos a ninguna parte. Todos somos trabajadores, a todos nos han recortado derechos laborales, a todos nos han subido la luz, el gas, ... Y como no tienen bastante todavía nos quieren seguir recortando derechos, en las pensiones, en los servicios públicos...;El capital nos esta ganando la batalla. Tenemos que recuperar la conciencia de clase, la dignidad, el orgullo y pelear unidos contra todos aquellos que nos quieren imponer sus condiciones. Salud, fuerza y acierto.
Autonomía
Me parece muy interesante el comentario que dice "La CNT se nutre de aquellos que asumen sus principios, tácticas y finalidades". Todas las organizaciones sindicales que se reclaman libertarias lo hacen, tanto la CNT como el resto. Se pisotea una y otra vez al individuo como federado con otros, es decir, el principio federativo a cualquier nivel. Se somete a los afiliados a unas reglas y formas de pensar impuestas y se corta con cualquier tipo de autocrítica de raíz, por miedo a que ciertos individuos en éstas organizaciones pierdan el poder que tienen sobre los demás, pues se encuentran en éstas organizaciones solo para satisfacer sus inmensos egos y convertirse en personas destacadas con influencia sobre los demás.
Respecto al por todos adorado anarcosindicalismo, recuerdo a los anarcosindicalistas que éste es solo una forma más de lucha (que en mi opinión está enmarcada en conceptos clásicos de lucha, que hoy en día sirven de poco para realizar un auténtico cambio social) y no una ideología. Para los anarcosindicalistas de la CNT, que yo sepa de primera mano por experiencias pasadas, y supongo que también para los demás, el anarcosindicalismo, entendido de la forma que sea es una ideología para ellos. Por ello todos caen en el "reformismo" del que tanto se declaran enemigos. Crean asambleas de parados con reivindicaciones totalmente socialdemócratas, llevan a cabo conflictos en los que solo se benefician a sí mismos y no al resto de los trabajadores, sin respetar la voluntad de éstos y perjudicandoles solo por no pertenecer a su secta. Y a los anarcosindicalistas éstos que se reclaman revolucionarios, solo les pido que lean las reivindicaciones del ICEA; no son ya ni socialdemócratas, sino keynesianas. Entre otras cosas lo que pide el ICEA es que la CNT se convierta en el sindicato mayoritario y que controle bolsas de trabajo y haga de interventor social, de "ministerio de trabajo" del sistema establecido se podría decir. Las reivindicaciones tienen poco que ver con cualquier teoría anarquista, y en cambio si leyera sus reivindicaciones y las viera firmadas por el PSOE no me sorprendería en absoluto.
La lucha, tanto en el trabajo, como en todo lo demás, especialmente en la cultura (recobrando la cultura revolucionaria y la liberación del individuo como prioridad de los anarquistas) hoy en día no puede realizarse a través de los anarcosindicatos, sean más o menos sectarios, reformistas o vanguardistas.
La única forma de lucha efectiva es la legalización de pequeños sindicatos formados por grupusculos unidos por la afinidad ideológica, que mantienen esa estructura sindical (sin tener que dedicar todo su tiempo a éste campo) por si la necesitan en su trabajo y tener una cobertura legal. Es en ese momento de necesidad cuando el sujeto debe fomentar el asociacionismo con sus compañeros de trabajo para llevar a cabo la lucha en el trabajo, creando sindicatos en su empresa, especificos, y transfiriendo su seccion sindical a éstos para reanudar la lucha con los demás compañeros de trabajo, independientemente de su ideología. Todo lo demás se convertirá en reformista al tener que captar a gente, lo que hacen tanto CNT, CGT o SO. Ésta es una forma de autonomía obrera que no depende de las estructuras clásicas que sólo alienan la conciencia del individuo y canalizan sus deseos, se reformizan y pierden toda capacidad de transformar la sociedad.
Así es como se puede concienciar a los obreros sin tratar de captarlos, sin ánimo de hacerlo para construir una organización de masas capaz de realizar una revolución, sino incendiando la llama revolucionaria concienciando a los demás y haciendoles pensar por si mismos. La gente no luchará por necesidad, sino solamente por voluntad. Solo las conciencias libres lo harán. Y esto no lo ve el anarcosindicalismo. Ni uno ni otro.
concienciando a los demás y
concienciando a los demás y haciendoles pensar por si mismos. La gente no luchará por necesidad, sino solamente por voluntad.
Vamos, como que la gente no piensa por sí misma, no calcula sus intereses, no sabe lo que quiere... Primero a ver si nos concienciamos nosotros.
Javier, cúrrate más tus
Javier, cúrrate más tus respuestas.
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