Anarquismo Social o Anarquismo Personal
Publicado: 22 May 2013, 21:17
Nos guste o no, miles de ellos han abandonado gradualmente la esencia social de las ideas anarquistas por el personalismo omnipresente yuppie y new age que caracteriza esta época decadente y aburguesada,De hecho han dejado de ser socialistas,-defensores de una sociedad libertaria de orientación comunal-y evitan cualquier compromiso serio con un enfrentamiento social organizado- y programáticamente coherente-con el orden existente.Cada vez más,han seguido la tendencia predominante de la clase media de nuestra época hacia un individualismo decadente en nombre de su <<autonomía>> personal,un mistiscismo incómodo en nombre del <<intuicinionismo >> y una visión ilusoria de la historia en nombre del <<primitivismo>>.Muchos supuestos anarquistas , incluso han confundido el capitalismo con una <<sociedad industrial >> de concepción abstracta,y las distintas presiones que ejerce sobre la sociedad se han imputado burdamente al impacto de la <<tecnología>>,no a las relaciones subyacentes entre capital y mano de obra,estructuradas entorno a una economía de mercado omnipresentes que ha invadido todos los espacios de la vida, desde la cultura hasta las amistades y la familia.La tendencia de muchos anarquistas de culpar de los males de la sociedad a la "civilización" más que al capital y a la jerarquía, a la <<megamáquina>> , más que a la mercantilización de la vida y a unas simulaciones imprecisas más que a la tiranía tan evidente de la ambicion material y la explotación, no es diferente de las apologías burguesas de las <<re estructuraciones>> de las empresas modernas de la actualidad como resultado de los "avances tecnológicos".
En nuestros dias los anarquistas "de estilo de vida" de aquella esfera social constituía el escenario de los anarquistas anteriores, como los anarcosindicalistas y los comunistas libertarios revolucionarios,hacia aventuras episódicas que evitan cualquier compromiso de organización y coherencia intelectual;y lo que es mas preocupante, hacia un burdo egoísmo que se alimenta que se alimenta de la decadencia cultural general de la sociedad burguesa de hoy en dia
No puedo mas que aplaudir la exigencia de Emma Goldman de que no quiere una revolución a menos que pueda bailar a su son o como decían mis padres;una en la que no se pueda cantar
Por desgracia cada vez menos,los anarquista de hoy en día, poseen ese fervor revolucionario, ni tan siquiera el idealismo altruista y la conciencia de clase en los que reposa
_
Otros fragmentos del libro que me gustaron
_
El anarcoindividualismo quedó en
gran medida marginado por los movimientos obreros socialistas de
masas, de los cuales la mayoría de anarquistas se consideraba el ala
izquierda. En una época de violenta agitación social, marcada por el auge de un movimiento de masas de la clase obrera que culminó
en los años 1930 y la Revolución Española, los anarcosindicalistas
y los anarcocomunistas, no menos que los marxistas, consideraban
el anarcoindividualismo un lujo exótico de la pequeña burguesía.
A menudo lo atacaron acusándolo prácticamene de ser un capricho
de la clase media, mucho más anclado en el liberalismo que en el
anarquismo.
Ninguna «unión de egoístas» stirneriana, que yo sepa, ha adqui-
rido prominencia en momento alguno, ni siquiera admitiendo que
tal unión pudiera formarse y sobrevivir a la «singularidad» de sus
egocéntricos miembros.
Apenas ningún anarcoindividualista ejerció influencia alguna
sobre la clase obrera emergente. Expresaban su oposición de unas
formas singularmente personales, especialmente mediante panfle-
tos encendidos, un comportamiento escandaloso y unos estilos de
vida aberrantes en los guetos culturales de fin de siècle de Nueva
York, París y Londres. Como credo, el anarquismo individualista
permaneció principalmente un estilo de vida bohemio, que se ma-
nifestaba sobre todo en sus demandas de libertad sexual
En Francia, España y los Estados Unidos,
los anarquistas individualistas cometieron actos de terrorismo que
dieron al anarquismo su reputación de movimiento de conspiración
violentamente siniestro. Los que se convirtieron en terroristas a
menudo no eran socialistas o comunistas libertarios, sino más bien
hombres y mujeres desesperados que utilizaban armas y explosivos
para protestar por las injusticias y la cortedad de miras de su épo-
ca, teóricamente en nombre de la «propaganda por el hecho»
El aventurismo a la carta, la bravura personal,
una aversión a la teoría extrañamente similar a los sesgos antirra-
cionales del postmodernismo, las celebraciones de la incoherencia
teórica (pluralismo), una dedicación esencialmente apolítica y an-
tiorganizativa a la imaginación, el antojo y el éxtasis, y un encanto
con el día a día intensamente centrado en sí mismo, reflejan la mella
que la reacción social ha hecho en el anarquismo euro-americano
durante las dos últimas décadas
En el anarquismo personal, al igual que en la psicoterapia,
el ego se opone al colectivo; el ser, a la sociedad; lo personal, a lo
comunitario
Hoy en día, lo que pasa
por anarquismo en los Estados Unidos y cada vez más en Europa
no es mucho más que un personalismo introspectivo que denigra el
compromiso social responsable; un grupo de encuentro que se re-
bautiza indistintamente como un «colectivo» o «grupo de afinidad»;
un estado de ánimo que ridiculiza con arrogancia la estructura, la
organización y la implicación pública; y un patio de recreo para bu-
fonadas juveniles.
El anarquismo como estilo de vida, como el individualista,
muestra un desdén hacia la teoría, con ascendencias místicas y pri-
mitivistas generalmente demasiado vagas, intuitivas e incluso an-
tirracionales para ser analizadas directamente. Son más bien sín-
tomas que causas del movimiento general hacia una santificación
del ego como refugio del malestar social existente.
Sus puntos en común, como veremos, recuer-
dan una vuelta ilusoria a un ego original, a menudo difuso e, in-
cluso, insolentemente infantil que es manifiestamente anterior a la
historia, la civilización y una tecnología sofisticada —posiblemente
hasta el propio lenguaje—, y han alimentado más de una ideología
política reaccionaria a lo largo del pasado siglo.
La gente definitivamente no «nace li-
bre», y mucho menos autonóma. De hecho es más bien lo contrario:
se nace muy poco libre, muy dependiente y claramente heterónomo.
La libertad, independencia y autonomía que las personas puedan
tener en un momento histórico determinado son el producto de
largas tradiciones sociales y, sí, un desarrollo colectivo; lo que no
implica negar que las personas desempeñen un papel importante en
dicho desarrollo, sino que, al contrario, en última instancia tienen
que hacerlo si quieren ser libres 4 .
Esto básicamente lo dice según a mi entender, que el anarquismo individualista (o neoanarquismo individualista), ya no es lo que era, solo es simplemente una forma de sentirse bien con uno mismo, pero no hacer nada ni mostrarlo de ninguna manera tus ideas o tus acciones a los demás
Buscaba un post, que hablara del tema y no fuera muy antiguo, de paso decir que esto es una cita del libro de Murray Bookchin que lleva el titulo del post, y de paso ¿debatir también el libro? si alguien lo ha leído
En nuestros dias los anarquistas "de estilo de vida" de aquella esfera social constituía el escenario de los anarquistas anteriores, como los anarcosindicalistas y los comunistas libertarios revolucionarios,hacia aventuras episódicas que evitan cualquier compromiso de organización y coherencia intelectual;y lo que es mas preocupante, hacia un burdo egoísmo que se alimenta que se alimenta de la decadencia cultural general de la sociedad burguesa de hoy en dia
No puedo mas que aplaudir la exigencia de Emma Goldman de que no quiere una revolución a menos que pueda bailar a su son o como decían mis padres;una en la que no se pueda cantar
Por desgracia cada vez menos,los anarquista de hoy en día, poseen ese fervor revolucionario, ni tan siquiera el idealismo altruista y la conciencia de clase en los que reposa
_
Otros fragmentos del libro que me gustaron
_
El anarcoindividualismo quedó en
gran medida marginado por los movimientos obreros socialistas de
masas, de los cuales la mayoría de anarquistas se consideraba el ala
izquierda. En una época de violenta agitación social, marcada por el auge de un movimiento de masas de la clase obrera que culminó
en los años 1930 y la Revolución Española, los anarcosindicalistas
y los anarcocomunistas, no menos que los marxistas, consideraban
el anarcoindividualismo un lujo exótico de la pequeña burguesía.
A menudo lo atacaron acusándolo prácticamene de ser un capricho
de la clase media, mucho más anclado en el liberalismo que en el
anarquismo.
Ninguna «unión de egoístas» stirneriana, que yo sepa, ha adqui-
rido prominencia en momento alguno, ni siquiera admitiendo que
tal unión pudiera formarse y sobrevivir a la «singularidad» de sus
egocéntricos miembros.
Apenas ningún anarcoindividualista ejerció influencia alguna
sobre la clase obrera emergente. Expresaban su oposición de unas
formas singularmente personales, especialmente mediante panfle-
tos encendidos, un comportamiento escandaloso y unos estilos de
vida aberrantes en los guetos culturales de fin de siècle de Nueva
York, París y Londres. Como credo, el anarquismo individualista
permaneció principalmente un estilo de vida bohemio, que se ma-
nifestaba sobre todo en sus demandas de libertad sexual
En Francia, España y los Estados Unidos,
los anarquistas individualistas cometieron actos de terrorismo que
dieron al anarquismo su reputación de movimiento de conspiración
violentamente siniestro. Los que se convirtieron en terroristas a
menudo no eran socialistas o comunistas libertarios, sino más bien
hombres y mujeres desesperados que utilizaban armas y explosivos
para protestar por las injusticias y la cortedad de miras de su épo-
ca, teóricamente en nombre de la «propaganda por el hecho»
El aventurismo a la carta, la bravura personal,
una aversión a la teoría extrañamente similar a los sesgos antirra-
cionales del postmodernismo, las celebraciones de la incoherencia
teórica (pluralismo), una dedicación esencialmente apolítica y an-
tiorganizativa a la imaginación, el antojo y el éxtasis, y un encanto
con el día a día intensamente centrado en sí mismo, reflejan la mella
que la reacción social ha hecho en el anarquismo euro-americano
durante las dos últimas décadas
En el anarquismo personal, al igual que en la psicoterapia,
el ego se opone al colectivo; el ser, a la sociedad; lo personal, a lo
comunitario
Hoy en día, lo que pasa
por anarquismo en los Estados Unidos y cada vez más en Europa
no es mucho más que un personalismo introspectivo que denigra el
compromiso social responsable; un grupo de encuentro que se re-
bautiza indistintamente como un «colectivo» o «grupo de afinidad»;
un estado de ánimo que ridiculiza con arrogancia la estructura, la
organización y la implicación pública; y un patio de recreo para bu-
fonadas juveniles.
El anarquismo como estilo de vida, como el individualista,
muestra un desdén hacia la teoría, con ascendencias místicas y pri-
mitivistas generalmente demasiado vagas, intuitivas e incluso an-
tirracionales para ser analizadas directamente. Son más bien sín-
tomas que causas del movimiento general hacia una santificación
del ego como refugio del malestar social existente.
Sus puntos en común, como veremos, recuer-
dan una vuelta ilusoria a un ego original, a menudo difuso e, in-
cluso, insolentemente infantil que es manifiestamente anterior a la
historia, la civilización y una tecnología sofisticada —posiblemente
hasta el propio lenguaje—, y han alimentado más de una ideología
política reaccionaria a lo largo del pasado siglo.
La gente definitivamente no «nace li-
bre», y mucho menos autonóma. De hecho es más bien lo contrario:
se nace muy poco libre, muy dependiente y claramente heterónomo.
La libertad, independencia y autonomía que las personas puedan
tener en un momento histórico determinado son el producto de
largas tradiciones sociales y, sí, un desarrollo colectivo; lo que no
implica negar que las personas desempeñen un papel importante en
dicho desarrollo, sino que, al contrario, en última instancia tienen
que hacerlo si quieren ser libres 4 .
Esto básicamente lo dice según a mi entender, que el anarquismo individualista (o neoanarquismo individualista), ya no es lo que era, solo es simplemente una forma de sentirse bien con uno mismo, pero no hacer nada ni mostrarlo de ninguna manera tus ideas o tus acciones a los demás
Buscaba un post, que hablara del tema y no fuera muy antiguo, de paso decir que esto es una cita del libro de Murray Bookchin que lleva el titulo del post, y de paso ¿debatir también el libro? si alguien lo ha leído