Cristianismo, la verdad
Publicado: 24 Dic 2008, 17:32
http://ispsoemalaga.org/2008/12/24/libr ... l-kaustky/LIBROS: “CRISTIANISMO, SUS ORÍGENES Y FUNDAMENTOS" (Por Karl Kaustky)
En estas fechas, el mundo cristiano se dispone a celebrar la Navidad, es decir, el nacimiento de ese niño que, más tarde, a los 33 años, fu condenado a muerte tanto por el Poder Político como por el Poder Económico, así como por su propio Poder Religioso de la época, por defender a los pobres, a los desheredados, a los esclavos. Fue colgado en la cruz y más tarde, los poderosos prostituyeron su doctrina y cambiaron y tergiversaron los textos del Evangelio. En sus inicios, el cristianismo era un movimiento social de los esclavos romanos que predicaba un odio profundo contra el Rico y el Poderoso, a la vez que denunciaba y criticaba la putrefacción de la religión dirigida por el Sanedrín. El Sanedrín era, en el Antiguo Israel, una Asamblea (Consejo de Sabios) estructurada en 23 jueces en cada ciudad judía. A su vez, el Gran Sanedrín era la Asamblea (Corte Suprema) de 71 miembros del pueblo de Israel.
Como explica el autor, en el evangelio de Lucas dice que el rico va el infierno y el pobre al seno de Abraham, “no porque el primero sea un pecador y el último un justo, sino que el rico es condenado y combatido porque como decía Salomón, “Aquel que reúne mucho dinero en poco tiempo no puede ser inocente”. De esa forma, el “rico es condenado por la simple razón de que es rico”. Cristo aparece como una figura bastante alejada del personaje sumiso siempre dispuesto a ofrecer la otra mejilla, porque pertenecía al Partido de los Zelotes, que era el más violento de los tres, (saduceos, fariseos y zelotes): Era un líder de masas, que llamaba a la rebelión, pues de El eran las palabras siguientes: “Fuego vine a traer a la tierra: ¡y qué quiero, si ya está encendido! ¿Pensáis que he venido a la tierra a dar paz? ¡¡ No¡¡. “Peleaba por implantar el Reino de su Dios sobre la Tierra y liberar a su pueblo de la opresión del Imperio.
Este libro adentra al lector en el mundo Antiguo, pero de forma opuesta a la manera monótona y superficial que lo hacen los manuales académicos de historia. Profundiza ampliamente y explica con claridad sobre el origen y la evolución del movimiento cristiano. Trata a la sociedad romana de un modo vivo, explicando sus contradicciones fundamentales, tanto en sus orígenes como en su decadencia. Curiosamente el lector actual encontrará muchos paralelismos con la situación actual de la crisis capitalista, teniendo en cuenta la decadencia en la que hemos entrado de la mano del imperio estadounidense.
Al final de la República de la sociedad romana se explica las fuertes luchas entre las clases que se dieron, las convulsiones sociales inmensas, insurrecciones, levantamientos de los esclavos, principalmente del pueblo hebreo sometido, que luchaba con un deseo ilimitado de buscar una vida diferente y mejor, proclamando la abolición del orden social existente. En esa atmósfera de lucha se generó el movimiento social de los cristianos, siendo reconocidos por la historia como uno de los mayores movimientos de los oprimidos contra sus opresores imperialistas romanos.
Principalmente el autor señala, que incluso antes de que las contradicciones económicas se hiciesen insostenibles en el sistema dominante esclavista, el ambiente de decadencia, desmoralización, putrefacción y corrupción de la clase dominante había afectado a sus decisiones, comportamientos y falta de alternativas válidas para continuar con el modelo, que entró en declive. Es una obra que utiliza una profunda aplicación del materialismo histórico.
El amplio movimiento de lucha, de rebelión, de levantamiento contra la opresión romana, tiene su punto de inflexión en el año 69 D.C. La destrucción de Jerusalén es el foco de resistencia más activo, aunque también los dos siglos anteriores estuvieron marcados por grandes luchas que daban esperanzas en la transformación del sistema, mientras que el Estado Romano, que estaba siendo desgarrado por conflictos internos, presentaba una inviabilidad profunda y parecía que podría derrumbarse en cualquier momento.
El cristianismo empezó a perder su carácter de rebeldía, de defensa a ultranza de los pobres contra los ricos, para convertirse en una religión que predicaba la “resignación” y aplazó la lucha por un mundo mejor, en los cielos, después de muertos, tergiversando parte de la palabra del Mesías.
Explica el autor que es difícil encontrar otra religión más rica en contradicciones y en suposiciones irrazonables como la cristiana por motivo de su degeneración, porque es difícil que otras religiones pudiesen surgir de elementos tan radicalmente diferentes, porque el cristianismo fue transmitido por los Judíos, pueblo minoritario, pobre, de esclavos, al Imperio Romano, pueblo Poderoso, por una minoría rebelde cuya casta sacerdotal traicionó el Evangelio asumiendo poderes burocráticos crematísticos y prebendas.
De esa forma, el cristianismo acabó siendo un instrumento en manos de los opresores, por lo que es sumamente interesante la descripción detallada que hace el libro del proceso interno de degeneración del movimiento cristiano, donde el control de las finanzas y de un aparato cada vez más desarrollado acaba en manos de la casta privilegiada y totalmente apartada de los principios sociales que dieron origen al movimiento de los pobres esclavizados por Roma.
El Cristianismo debe su grandeza al poderoso impulso de las masas oprimidas contra la división de la sociedad entre Ricos y Pobres, pero su degeneración ha sido casi inevitable, dado que se desarrolló en una fase de la humanidad en la que no había condiciones materiales para el igualitarismo, pues los primitivos practicaban un “comunismo cristiano” cuando las condiciones objetivas para su generalización no lo permitía.
El movimiento fue usurpado por la clase dominante, la misma clase que actualmente sigue utilizando la religión como un modo de castrar y hacer inocuas las legítimas aspiraciones de las masas oprimidas y hambrientas del mundo por cambiar la sociedad, por alcanzar el cielo en la Tierra. El socialismo quiere un mundo mejor, pero no cuando estemos muertos, no en el hipotético cielo, sino, aquí y ahora. Este texto es de obligada lectura para todos los cristianos, agnósticos y ateos que se consideren personas honestas y luchen de verdad para que las masas puedan emanciparse y conquistar un mundo mejor. Recomendamos su lectura en estas fechas tan señaladas, donde se conmemora el nacimiento de uno de tantos cientos de miles de Cristos de los que fueron crucificados en las inmensas calzadas romanas, por defender unos valores distintos a los que defienden los Imperialistas, sean romanos en aquel tiempo, sean las multinacionales actuales defensoras del complejo militar industrial encabezados por los Estados Unidos de Norte América y sus ansias de lucro privado.
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