Por qué no soy vegano
Publicado: 08 Nov 2008, 17:12
POR QUÉ NO SOY VEGANO
Luis Gilpérez Fraile (verano de 2007)
http://asan da.org/referencias/general/por_que_no_soy_vegano.pdf
Unas consideraciones a título personal
Cuando me preguntan el porqué no soy vegano de forma impertinente, lo cual
ocurre la mayor parte de las veces, suelo responder con exabruptos como "porque
me da la gana" o "porque quiero". Pero a veces me lo preguntan con lo que percibo
como verdaderos interés o sana extrañeza, como si animalista militante y vegano
debieran ser actitudes sinónimas, y entonces comprendo que el explicarlo
racionalmente no es cuestión de pocas palabras. No soy vegano de forma
razonada, convencida, con independencia de que pueda estar, o no, equivocado.
Distingo a veganos de veganistas.
Cuando comencé a militar en el movimiento animalista, en los años 80, la pregunta
en tono impertinente procedía, invariablemente, de interlocutores taurinos:
-¿Cómo es que comes filetes si defiendes a los toros?.
Lamentablemente, en el primer quinquenio del siglo XXI, los interlocutores que
hacen tal pregunta comenzaron a ser los veganistas. En este punto es necesario
explicar que, a falta de cualquier definición en el DRAE, distingo a los veganos de
los veganistas, y es importante que insista en ello para que nadie malinterprete mis
palabras. Los veganos, lo son; los veganistas misionan el veganismo como parte de
su teosofía o, al menos, de su filosofía moral. En todos estos años he tratado con
muchos veganos y con muchísimos vegetarianos. Siempre me han resultado, en
general, personas admirables y me han hecho contemplar la actitud vegana con
absoluta simpatía, aun cuando no compartiera algunas de sus tesis –debiera decir
hipótesis-. De hecho, mis primeros pasos animalistas los di de la mano de una
admirable vegetariana, que ya en los 60 iba por los mataderos españoles
enseñando a los matarifes a manejar el pistolete para que dejaran de usar la
puntilla. Como concepto, me parece todo un paradigma de lo que es el animalismo
práctico. Sin embargo, cuando los veganistas desembarcaron en el movimiento
animalista, poco a poco me fueron creando animadversión hacia sus prédicas, que
no hacia los veganos. Tal parece que en su escala de objetivos a batir –que no a
convencer- los animalistas, e incluso vegetarianos, parecemos ocupar el primer
puesto, por delante de taurinos, cazadores y resto de maltratadores de animales o
de personas indiferentes al bienestar animal: si los animales son tus amigos, no te
comas a tus amigos. Esa frase queda muy bien para la galería, aunque podrían
utilizar otras igual de elocuentes: los animales son mis amigos, a pesar de que mis
amigos se comen entre sí.
Reivindico mi espacio animalista.
El movimiento animalista, en España y hasta donde yo sé, es pionero en el campo
de la defensa de los animales -si como movimiento entendemos una acción pública,
continuada y organizada, y como animalismo a la defensa de los animales y de su
bienestar-. En los años 70, y más significativamente en los 80, se desarrolló el
movimiento ecologista. Ocuparon su puesto, junto al animalismo, en defensa, entre
otros objetivos, de un grupo de animales poco atendidos hasta entonces: los
animales silvestres. Nunca intentaron colonizar al animalismo con sus ideas. Bien
es verdad que muchos animalistas se convirtieron al ecologismo o en aliados del ecologismo, tan verdad como que muchos ecologistas se convirtieron en
animalistas o en aliados del animalismo. Pero los veganistas parecen haber llegado
con otras intenciones. No intentan crear su propio espacio, y mira que hay espacio
libre, sino que intentan colonizar el espacio animalista. Demandan la alianza del
animalismo -no "con el" animalismo-, mientras señalan a los animalistas como
"colaboradores de la explotación animal". No exagero, apenas hace unas semanas,
el candidato por el PACMA a las municipales sevillanas, manifestaba por escrito
que los no-veganos no tenían derecho a ocupar puestos dirigentes en las
asociaciones animalistas («cualquier persona que encabece -léase represente,
dirija, presida o sea responsable- una organización que se diga defensora de los
animales, lo primero que debería hacer es no comerse a sus defendidos»). ¡¿Dónde
estarían las asociaciones animalistas si los no-veganos no las hubieran creado y
dirigido?!
Animalistas, e incluso vegetarianos, en el punto de mira veganista.
Considero absolutamente incoherente que una asociación, o lo que quiera ser,
como Igualdad Animal (ww w.igualdadanimal.org) dedique parte de sus escasas
fuerzas a condenar, criticar negativamente, e intentar neutralizar, campañas tan
prometedoras como el Proyecto Gran Simio (v. "El Proyecto Gran Simio: no tan
grande" en su web). Y todo porque PGS pide reconocimiento de ciertos derechos
sólo para los grandes simios, cuando, según la doctrina veganista, debieran pedirlos
para todos los animales. ¿No sería más productivo usar esos mismos esfuerzos en
luchar contra quienes niegan derechos también a los grandes simios?
Así las cosas, poco puede extrañar la labor de minado que realizan en las
asociaciones animalistas, a las que invariablemente denominan bienestaristas y
neobinestaristas, pero si sorprende que sus críticas más feroces vayan dirigidas, a
veces, contra asociaciones eminentemente vegetarianas, como PETA, incluyendo
comunicados oficiales y públicos: «...sólo nos queda concluir que cualquiera que se
tome en serio la injusticia que padecen los animales debería mostrar su rechazo
inequívoco a PETA y negarse a colaborar con el mismo. Lamentamos
especialmente que haya organizaciones supuestamente defensoras de los animales
que les apoyen y promocionen. Apoyar sus actos es también apoyar su ideología,
ideología fundamentalmente opuesta al respeto hacia los animales y a la abolición
de su explotación como han demostrado. Oponernos a la esclavitud animal supone
no solamente no ser partícipes de la misma, sino manifestar inequívocamente
nuestro rechazo ante quienes la legitiman y reforman el modo en que tiene lugar. Es
nuestro deber manifestar nuestro rechazo ante todo intento de plantear modos
aceptables de someter a nuestros semejantes.» (Parte del comunicado difundido
por Igualdad Animal el 7 de julio de 2007). Y lo anterior no son hechos aislados.
Otras asociaciones veganistas, como Anima (ww w.anima.org) la toma, además de
con PETA, con la Humane Society of the United States (HSUS) a la que acusa de
promover«reformas de bienestar animal basadas explícitamente en los beneficios
económicos que se obtendrán con un uso más eficiente de los animales como
mercaderías.» Y no es que yo comparta, ni deje de compartir, la ideología de PETA
o de HSUS, es que me rechina que Igualdad Animal o Ánima estén pidiendo
continuamente, a quienes considera opuestos al respeto hacia los animales, que
apoyemos sus campañas. Decir que la ideología de PETA o de HSUS –y aún más,
hay que entender, de las asociaciones animalistas que no promueven, como sí hace
PETA, el vegetarianismo- es fundamentalmente opuesta al respeto hacia los
animales, me resulta, simplemente, miserable.
La alimentación vegana también es cruel.
La alimentación no-vegana crea situaciones de crueldad terribles en el trato del
hombre hacia los animales∗. Miles de millones de animales son explotados hasta
límites insospechados y sacrificados brutalmente en sórdidos recintos, para
procurar comida a la humanidad. El animalismo trata, entre otros asuntos, de que
esas situaciones desaparezcan. Todos los no-veganos somos culpables de tales
situaciones. Los animalistas tratan de no serlo, y para ello luchan por mejorar las
condiciones de bienestar para los animales, incluso de los criados para servir de
alimento. Es un resumen demasiado breve y con demasiados flecos, pero no intento
aquí explicar el concepto del animalismo bienestarista –como los veganistas lo
califican- de sobra conocido. Lo que planteo es si la alimentación vegana es más
aceptable para el bienestar animal, que la no-vegana.
Por lo que he leído y preguntado, el veganismo entiende que es injusto que se mate
a cualquier animal por cualquier motivo, e incluso que sean explotados para obtener
alimentos (huevos, leche, miel...). Una convocatoria reciente, de una asociación
veganista (ww w.defensaanimal.org), para una manifestación antitaurina, aseguraba
que «Realizaremos una Concentración pacífica y silenciosa bajo el lema "NI
TOROS NI VACAS", para mostrar nuestra repulsa a que sigan siendo asesinados
los toros en espectáculos públicos, del mismo modo que denunciamos que sus
madres (las vacas) sigan siendo asesinadas en los mataderos. Todos los animales
queremos vivir y disfrutar de nuestras vidas en libertad, por lo que es injusto matar a
cualquier animal, sin importar la especie a la que pertenezcamos. No importa el
dónde (plaza pública, matadero, barco pesquero, laboratorio, etc.) No importa el
cómo (con espadas y lanzas, o con cuchillos empuñados por matarifes, o mediante
redes o anzuelos, etc.) No importa a quién (a un toro o a su madre, la vaca, o a un
pez o ratón).» La convocatoria, desde luego, nos fue remitida a asociaciones
animalistas para que participásemos y la difundiésemos, a pesar de que, según
afirman en su web, todos los no veganos somos fascistas (ver "Fascismo" en su
web). Yo encuentro que el texto de la convocatoria conduce a un silogismo absurdo:
utiliza, como es habitual en la jerga veganista, las expresiones "todos los animales"
y "sin importar a la especie a la que pertenezcamos" queriendo, evidentemente,
resaltar, que también los humanos somos animales y que la palabra animal
comprende a seres humanos y no humanos. Por lo tanto, está aseverando, que
todos los animales que matan, incluso cuando lo hacen para comer, actúan de
forma ilícita. Y hay que colegir, además, que son unos fascistas ¡! Esos son los
peligros de mantener postulados muy impresionantes de cara a la galería, pero no
sustentados en ideas racionales o razonadas.
No voy a entrar en las situaciones más incoherentes a las que conducen
aseveraciones tan generales como abarcar, en el ámbito de aplicación, a "todos los
animales" como agentes pasivos receptores de un mismo grado de protección o
defensa veganista, porque entonces, el curarnos cualquier enfermedad producida
por microorganismos animales –animales al fin y al cabo- nos convertiría en
verdaderos biocidas por matar billones de animales.
Ni siquiera es necesario evidenciar, que los miles de millones de anélidos, insectos,
arácnidos, miríapodos... que es necesario destruir cada temporada para obtener
cosechas productivas para alimentación vegana, son animales pluricelurares que,
excepto que se demuestre lo contrario, entran en la categoría de animales con
todas las consecuencias que tal clasificación conlleva en una prédica veganista.
Tanto que Ánima (ww w.anima.org) afirma que «el especismo se derrite a diario»
tras haberse comprobado, dicen, que las cucarachas tienen memoria y son
capaces de aprender (ver "Mensaje de Ánima de julio de 2007 en su web), lo cual
no me extraña en absoluto.
Pero sí quiero señalar, por elocuente, que precisamente en estos días del verano de
2007, en Castilla-León se está procediendo al exterminio de una plaga formada por
unos 750 millones de topillos. El objetivo ya no es salvar el medio millón de
hectáreas afectadas, en su mayor parte de secano, sino impedir que se extiendan
por cultivos adyacentes, principalmente de vides y otros de regadío. El destino de
tal producción es mayoritariamente para alimentación humana, por lo que el efectocausa
de matar animales para comer vegetales es claro. Y hablamos de 750
millones de mamíferos a los que se les da muerte con procedimientos tan en
extremo crueles, que ni siquiera tienen parangón con los utilizados en los más
sórdidos mataderos: quemándolos, ahogándolos, aplastándolos, triturando las
camadas con arados en profundidad... Puede argumentarse que se trata de un caso
extremo que debe prevenirse en vez de atacarse, en lo que estamos de acuerdo,
pero las medidas preventivas vuelven a provocar que las labores agrícolas, incluso
las más ecológicas, conduzcan a la muerte de billones de animales para procurar
alimento vegetal a la humanidad. Seguro que el vegano que consume una paella de
vegetales cree que tal clase de alimentación está mucho más libre de crueldad para
los animales, que si consumiera una presa de ibérico. Yo, sin embargo, mantengo,
que si se valora igual la vida de un cerdo que la de un miomorfo, tal creencia es un
craso error. Y no encuentro argumentos para valorar dichas vidas de forma
diferente, excepto si en vez de razonar, creo, labor por la que no estoy.
Lo que vengo a señalar es, que si toda la humanidad se convirtiera de un día para
otro en vegana -y obvio al gran sector de la humanidad que no podría aunque
quisiera- evidentemente descendería radicalmente el número de grandes
mamíferos, aves y peces sacrificados para consumo humano, pero aumentaría
notablemente el numero de vidas de otros animales que habría que destruir para el
mismo fin. Otros enfoques más coherentes serían el ecologista y el humanista,
sopesando condiciones de menor gasto energético para la producción de las
proteínas vegetales frente a las animales; o la mayor producción por hectárea de
proteinas vegetales, frente a las animales, en algunas zonas de nuestro planeta.
Pero quizá porque saben que tales enfoques también conducen a los extremos
opuestos (p.e. alimentación ganadera basada en subproductos vegetales) son
argumentos que quedan fuera del veganismo.
Algunos conceptos veganos los considero innecesariamente crueles.
Y la guinda de lo que considero el mayor despropósito de los postulados veganos,
es la negación de lo que para el bien de los animales tiene el consumo de productos
como la leche, la miel o los huevos. ¿Cuántos billones de vidas de animales son
necesarios para producir en vegetales lo que tales alimentos de origen animal
sustituyen? Encuentro mucho más coherente la actitud bienestarista de luchar para
que dicha producción se realice sin crueldad: huevos de gallinas en libertad; leche y
quesos de vacas, ovejas, cabras... en extensivo; mieles de colmenas sostenibles, etc. Puede argumentarse que incluso esa forma de producción esconde formas de
crueldad para los animales, por ejemplo, el destino de las gallinas cuando acaban
su ciclo como ponedoras. Por supuesto, pero entiendo más productivo para el
bienestar animal gastar esfuerzos en evitar tales situaciones, hasta donde sea
posible, que gastarlo en intentar erradicar esa fuente de alimentos para sustituirla
por otras fuentes que, como he intentado argumentar, resultan a la postre mucho
más mortales en vidas de animales con sistemas nerviosos tan superiores como los
de los actuales animales de abasto.
Veganistas y teosofías.
No sé si a esta altura de la película es necesario que reafirme, que nada más lejos
de mi concepción del animalismo, que señalar a la alimentación vegana como uno
de los problemas a erradicar (al igual que hace el veganismo con el bienestarismo).
Sólo intento lo contrario, señalar que la alimentación vegana, a lo mejor, no tiene
toda la razón. Que pudiera ser que estén abusando del esconder la cabeza: no
como lo matado, sino lo por lo matado. En definitiva, que tengo mis razones para no
ser vegano, por no compartir las suyas, nada más. Tema aparte es mi opinión sobre
el veganismo.
Yo creo que el verdadero origen de la confrontación del veganismo con el
animalismo es su implicación teosófica. El veganismo es parte del credo de varias
teosofías, y la fe está más allá de la razón. Los ciudadanos, en general, y los
medios de comunicación en particular, no son capaces de distinguir, porque,
además, no tiene por qué hacerlo, a unos –veganistas- de otros –animalistas y
veganos- cuando en una manifestación antitaurina, como la celebrada en Sevilla
este mismo año, se reparten panfletos de «lo que claman los animales por boca de
El Profeta» (que, en realidad, es La Profeta y Mensajera de Dios, Gabriele) como si
todos los manifestantes estuvieran iluminados por la misma divinidad. Yo, a lo que
están haciendo teosofías como la tal Vida Universal (http://ww w.universellesleben.
org/cms/es) en este aspecto, lo considero una manipulación inaceptable del
animalismo.
Ignoro si todos los veganistas son adeptos de esa o de otras teosofías
similares, y si todas las asociaciones veganistas tienen raíces comunes con ellas,
pero desde luego, los que no lo sean, harían bien en saber de dónde proceden las
directrices que reciben. Excepto, claro, que entiendan que pueden trabajar y
colaborar con quienes difunden "mensajes" como «El Maestro Melquizedek
(Maestro Ascendido) que es el Logos Planetario, pronto trabajará impulsando más
dinámicamente los movimientos de liberación animal y humana en todo el planeta"»
(de un mensaje enviado a Asanda por la teosofía veganista de Oromu
ht tp://groups.msn.com/oromu).
Yo, desde luego, me niego radicalmente a admitir situaciones tan confusas como
las citadas, y procuraré, en lo que de mí dependa, que las asociaciones animalistas
en las que participo tampoco lo hagan. Esa es la razón por la que, desde hace
algún tiempo, no transijo en nada que pueda relacionar el animalismo que defiendo,
con los veganistas y sus teosofías. Estas son mis razones para quienes, con sana
curiosidad, me preguntan por qué no soy vegano o por qué soy no-veganista.
Espero que sean suficientes y que no se sientan aludidos quienes no lo han sido.
_________________________________________________________________
∗ La Fundéu de la Asociación de Academias de la Lengua Española me informa que no es correcto decir "animales no humanos"
Información adicional.
Los datos que siguen son, exclusivamente, información relacionada con el tema del
artículo.
-LobsA (Iniciales en inglés de Liberación para nuestros hermanos y hermanas animales)
(http://ww w.lobsa.org/). Explican en su web que son parte de la Fundación para la
Preservación de la Tradición Mahayana y que sus objetivos son el activismo internacional
por los derechos de los animales y la promoción del veganismo. Su santidad es Kyabje
Thubten Zopa Rinpoche. Dominio registrado por Dhanu River, en Australia
-Ánima (ww w.anima.org) Dominio registrado a nombre de Pacwebs, en Australia.
.Liberación Animal http://ww w.liberacionanimal.org/) Dominio registrado a nombre de T/A
Live Registry, en Australia.
-Oromu (oromu.com y oromu.org) Dominio registrado a nombre de Orden de la Rosa
Múltiple A.C.
- Universelles-Leben (http://w ww.universelles-leben.org/) Dominio registrado a nombre de
Peter Thurneysen
-Vida Universal (http://ww w.vidauniversal.org/) Dominio registrado a nombre de Peter
Thurneysen.
-Igualdad Animal (http://ww w.igualdadanimal.org/) Dominio registrado a nombre de Jose
Valle.
-Días sin carne (ww w.diasincarne.org) Dominio registrado a nombre de Jose Valle
-Antiespecismo (antiespecista.org y antiespecista.com) Dominios registrados a nombre de
Jose Valle
-Vegan*activist (ww w.veganactivist.net) Dominio registrado a nombre de Jose Valle.
-CACMA (siglas del Colectivo Andaluz Contra el Maltrato Animal) (ww w.cacma.org) Su
dominio está registrado a nombre de Diseño Vegano.
-Libera. (ww w.liberaong.org) Su dominio está registrado a nombre de Diseño Vegano.
-PACMA (siglas de Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal) (ww w.pacma.net) Su
dominio está registrado a nombre de Libera.
-La tortura (ww w.latortura.es) Su dominio está registrado a nombre de Asociación
Animalista Libera del Bombo ¿?.
-Defensa Animal (ww w.defensaanimal.org) Dominio registrado a nombre de la Asociación
Luis Vicente Perez Garcia, de Valencia.
-Todos somos animales (ww w.todosomosanimales.org) Dominio registrado a nombre de la
Asociación Luis Perez Garcia, de Valencia.
Luis Gilpérez Fraile (verano de 2007)
http://asan da.org/referencias/general/por_que_no_soy_vegano.pdf
Unas consideraciones a título personal
Cuando me preguntan el porqué no soy vegano de forma impertinente, lo cual
ocurre la mayor parte de las veces, suelo responder con exabruptos como "porque
me da la gana" o "porque quiero". Pero a veces me lo preguntan con lo que percibo
como verdaderos interés o sana extrañeza, como si animalista militante y vegano
debieran ser actitudes sinónimas, y entonces comprendo que el explicarlo
racionalmente no es cuestión de pocas palabras. No soy vegano de forma
razonada, convencida, con independencia de que pueda estar, o no, equivocado.
Distingo a veganos de veganistas.
Cuando comencé a militar en el movimiento animalista, en los años 80, la pregunta
en tono impertinente procedía, invariablemente, de interlocutores taurinos:
-¿Cómo es que comes filetes si defiendes a los toros?.
Lamentablemente, en el primer quinquenio del siglo XXI, los interlocutores que
hacen tal pregunta comenzaron a ser los veganistas. En este punto es necesario
explicar que, a falta de cualquier definición en el DRAE, distingo a los veganos de
los veganistas, y es importante que insista en ello para que nadie malinterprete mis
palabras. Los veganos, lo son; los veganistas misionan el veganismo como parte de
su teosofía o, al menos, de su filosofía moral. En todos estos años he tratado con
muchos veganos y con muchísimos vegetarianos. Siempre me han resultado, en
general, personas admirables y me han hecho contemplar la actitud vegana con
absoluta simpatía, aun cuando no compartiera algunas de sus tesis –debiera decir
hipótesis-. De hecho, mis primeros pasos animalistas los di de la mano de una
admirable vegetariana, que ya en los 60 iba por los mataderos españoles
enseñando a los matarifes a manejar el pistolete para que dejaran de usar la
puntilla. Como concepto, me parece todo un paradigma de lo que es el animalismo
práctico. Sin embargo, cuando los veganistas desembarcaron en el movimiento
animalista, poco a poco me fueron creando animadversión hacia sus prédicas, que
no hacia los veganos. Tal parece que en su escala de objetivos a batir –que no a
convencer- los animalistas, e incluso vegetarianos, parecemos ocupar el primer
puesto, por delante de taurinos, cazadores y resto de maltratadores de animales o
de personas indiferentes al bienestar animal: si los animales son tus amigos, no te
comas a tus amigos. Esa frase queda muy bien para la galería, aunque podrían
utilizar otras igual de elocuentes: los animales son mis amigos, a pesar de que mis
amigos se comen entre sí.
Reivindico mi espacio animalista.
El movimiento animalista, en España y hasta donde yo sé, es pionero en el campo
de la defensa de los animales -si como movimiento entendemos una acción pública,
continuada y organizada, y como animalismo a la defensa de los animales y de su
bienestar-. En los años 70, y más significativamente en los 80, se desarrolló el
movimiento ecologista. Ocuparon su puesto, junto al animalismo, en defensa, entre
otros objetivos, de un grupo de animales poco atendidos hasta entonces: los
animales silvestres. Nunca intentaron colonizar al animalismo con sus ideas. Bien
es verdad que muchos animalistas se convirtieron al ecologismo o en aliados del ecologismo, tan verdad como que muchos ecologistas se convirtieron en
animalistas o en aliados del animalismo. Pero los veganistas parecen haber llegado
con otras intenciones. No intentan crear su propio espacio, y mira que hay espacio
libre, sino que intentan colonizar el espacio animalista. Demandan la alianza del
animalismo -no "con el" animalismo-, mientras señalan a los animalistas como
"colaboradores de la explotación animal". No exagero, apenas hace unas semanas,
el candidato por el PACMA a las municipales sevillanas, manifestaba por escrito
que los no-veganos no tenían derecho a ocupar puestos dirigentes en las
asociaciones animalistas («cualquier persona que encabece -léase represente,
dirija, presida o sea responsable- una organización que se diga defensora de los
animales, lo primero que debería hacer es no comerse a sus defendidos»). ¡¿Dónde
estarían las asociaciones animalistas si los no-veganos no las hubieran creado y
dirigido?!
Animalistas, e incluso vegetarianos, en el punto de mira veganista.
Considero absolutamente incoherente que una asociación, o lo que quiera ser,
como Igualdad Animal (ww w.igualdadanimal.org) dedique parte de sus escasas
fuerzas a condenar, criticar negativamente, e intentar neutralizar, campañas tan
prometedoras como el Proyecto Gran Simio (v. "El Proyecto Gran Simio: no tan
grande" en su web). Y todo porque PGS pide reconocimiento de ciertos derechos
sólo para los grandes simios, cuando, según la doctrina veganista, debieran pedirlos
para todos los animales. ¿No sería más productivo usar esos mismos esfuerzos en
luchar contra quienes niegan derechos también a los grandes simios?
Así las cosas, poco puede extrañar la labor de minado que realizan en las
asociaciones animalistas, a las que invariablemente denominan bienestaristas y
neobinestaristas, pero si sorprende que sus críticas más feroces vayan dirigidas, a
veces, contra asociaciones eminentemente vegetarianas, como PETA, incluyendo
comunicados oficiales y públicos: «...sólo nos queda concluir que cualquiera que se
tome en serio la injusticia que padecen los animales debería mostrar su rechazo
inequívoco a PETA y negarse a colaborar con el mismo. Lamentamos
especialmente que haya organizaciones supuestamente defensoras de los animales
que les apoyen y promocionen. Apoyar sus actos es también apoyar su ideología,
ideología fundamentalmente opuesta al respeto hacia los animales y a la abolición
de su explotación como han demostrado. Oponernos a la esclavitud animal supone
no solamente no ser partícipes de la misma, sino manifestar inequívocamente
nuestro rechazo ante quienes la legitiman y reforman el modo en que tiene lugar. Es
nuestro deber manifestar nuestro rechazo ante todo intento de plantear modos
aceptables de someter a nuestros semejantes.» (Parte del comunicado difundido
por Igualdad Animal el 7 de julio de 2007). Y lo anterior no son hechos aislados.
Otras asociaciones veganistas, como Anima (ww w.anima.org) la toma, además de
con PETA, con la Humane Society of the United States (HSUS) a la que acusa de
promover«reformas de bienestar animal basadas explícitamente en los beneficios
económicos que se obtendrán con un uso más eficiente de los animales como
mercaderías.» Y no es que yo comparta, ni deje de compartir, la ideología de PETA
o de HSUS, es que me rechina que Igualdad Animal o Ánima estén pidiendo
continuamente, a quienes considera opuestos al respeto hacia los animales, que
apoyemos sus campañas. Decir que la ideología de PETA o de HSUS –y aún más,
hay que entender, de las asociaciones animalistas que no promueven, como sí hace
PETA, el vegetarianismo- es fundamentalmente opuesta al respeto hacia los
animales, me resulta, simplemente, miserable.
La alimentación vegana también es cruel.
La alimentación no-vegana crea situaciones de crueldad terribles en el trato del
hombre hacia los animales∗. Miles de millones de animales son explotados hasta
límites insospechados y sacrificados brutalmente en sórdidos recintos, para
procurar comida a la humanidad. El animalismo trata, entre otros asuntos, de que
esas situaciones desaparezcan. Todos los no-veganos somos culpables de tales
situaciones. Los animalistas tratan de no serlo, y para ello luchan por mejorar las
condiciones de bienestar para los animales, incluso de los criados para servir de
alimento. Es un resumen demasiado breve y con demasiados flecos, pero no intento
aquí explicar el concepto del animalismo bienestarista –como los veganistas lo
califican- de sobra conocido. Lo que planteo es si la alimentación vegana es más
aceptable para el bienestar animal, que la no-vegana.
Por lo que he leído y preguntado, el veganismo entiende que es injusto que se mate
a cualquier animal por cualquier motivo, e incluso que sean explotados para obtener
alimentos (huevos, leche, miel...). Una convocatoria reciente, de una asociación
veganista (ww w.defensaanimal.org), para una manifestación antitaurina, aseguraba
que «Realizaremos una Concentración pacífica y silenciosa bajo el lema "NI
TOROS NI VACAS", para mostrar nuestra repulsa a que sigan siendo asesinados
los toros en espectáculos públicos, del mismo modo que denunciamos que sus
madres (las vacas) sigan siendo asesinadas en los mataderos. Todos los animales
queremos vivir y disfrutar de nuestras vidas en libertad, por lo que es injusto matar a
cualquier animal, sin importar la especie a la que pertenezcamos. No importa el
dónde (plaza pública, matadero, barco pesquero, laboratorio, etc.) No importa el
cómo (con espadas y lanzas, o con cuchillos empuñados por matarifes, o mediante
redes o anzuelos, etc.) No importa a quién (a un toro o a su madre, la vaca, o a un
pez o ratón).» La convocatoria, desde luego, nos fue remitida a asociaciones
animalistas para que participásemos y la difundiésemos, a pesar de que, según
afirman en su web, todos los no veganos somos fascistas (ver "Fascismo" en su
web). Yo encuentro que el texto de la convocatoria conduce a un silogismo absurdo:
utiliza, como es habitual en la jerga veganista, las expresiones "todos los animales"
y "sin importar a la especie a la que pertenezcamos" queriendo, evidentemente,
resaltar, que también los humanos somos animales y que la palabra animal
comprende a seres humanos y no humanos. Por lo tanto, está aseverando, que
todos los animales que matan, incluso cuando lo hacen para comer, actúan de
forma ilícita. Y hay que colegir, además, que son unos fascistas ¡! Esos son los
peligros de mantener postulados muy impresionantes de cara a la galería, pero no
sustentados en ideas racionales o razonadas.
No voy a entrar en las situaciones más incoherentes a las que conducen
aseveraciones tan generales como abarcar, en el ámbito de aplicación, a "todos los
animales" como agentes pasivos receptores de un mismo grado de protección o
defensa veganista, porque entonces, el curarnos cualquier enfermedad producida
por microorganismos animales –animales al fin y al cabo- nos convertiría en
verdaderos biocidas por matar billones de animales.
Ni siquiera es necesario evidenciar, que los miles de millones de anélidos, insectos,
arácnidos, miríapodos... que es necesario destruir cada temporada para obtener
cosechas productivas para alimentación vegana, son animales pluricelurares que,
excepto que se demuestre lo contrario, entran en la categoría de animales con
todas las consecuencias que tal clasificación conlleva en una prédica veganista.
Tanto que Ánima (ww w.anima.org) afirma que «el especismo se derrite a diario»
tras haberse comprobado, dicen, que las cucarachas tienen memoria y son
capaces de aprender (ver "Mensaje de Ánima de julio de 2007 en su web), lo cual
no me extraña en absoluto.
Pero sí quiero señalar, por elocuente, que precisamente en estos días del verano de
2007, en Castilla-León se está procediendo al exterminio de una plaga formada por
unos 750 millones de topillos. El objetivo ya no es salvar el medio millón de
hectáreas afectadas, en su mayor parte de secano, sino impedir que se extiendan
por cultivos adyacentes, principalmente de vides y otros de regadío. El destino de
tal producción es mayoritariamente para alimentación humana, por lo que el efectocausa
de matar animales para comer vegetales es claro. Y hablamos de 750
millones de mamíferos a los que se les da muerte con procedimientos tan en
extremo crueles, que ni siquiera tienen parangón con los utilizados en los más
sórdidos mataderos: quemándolos, ahogándolos, aplastándolos, triturando las
camadas con arados en profundidad... Puede argumentarse que se trata de un caso
extremo que debe prevenirse en vez de atacarse, en lo que estamos de acuerdo,
pero las medidas preventivas vuelven a provocar que las labores agrícolas, incluso
las más ecológicas, conduzcan a la muerte de billones de animales para procurar
alimento vegetal a la humanidad. Seguro que el vegano que consume una paella de
vegetales cree que tal clase de alimentación está mucho más libre de crueldad para
los animales, que si consumiera una presa de ibérico. Yo, sin embargo, mantengo,
que si se valora igual la vida de un cerdo que la de un miomorfo, tal creencia es un
craso error. Y no encuentro argumentos para valorar dichas vidas de forma
diferente, excepto si en vez de razonar, creo, labor por la que no estoy.
Lo que vengo a señalar es, que si toda la humanidad se convirtiera de un día para
otro en vegana -y obvio al gran sector de la humanidad que no podría aunque
quisiera- evidentemente descendería radicalmente el número de grandes
mamíferos, aves y peces sacrificados para consumo humano, pero aumentaría
notablemente el numero de vidas de otros animales que habría que destruir para el
mismo fin. Otros enfoques más coherentes serían el ecologista y el humanista,
sopesando condiciones de menor gasto energético para la producción de las
proteínas vegetales frente a las animales; o la mayor producción por hectárea de
proteinas vegetales, frente a las animales, en algunas zonas de nuestro planeta.
Pero quizá porque saben que tales enfoques también conducen a los extremos
opuestos (p.e. alimentación ganadera basada en subproductos vegetales) son
argumentos que quedan fuera del veganismo.
Algunos conceptos veganos los considero innecesariamente crueles.
Y la guinda de lo que considero el mayor despropósito de los postulados veganos,
es la negación de lo que para el bien de los animales tiene el consumo de productos
como la leche, la miel o los huevos. ¿Cuántos billones de vidas de animales son
necesarios para producir en vegetales lo que tales alimentos de origen animal
sustituyen? Encuentro mucho más coherente la actitud bienestarista de luchar para
que dicha producción se realice sin crueldad: huevos de gallinas en libertad; leche y
quesos de vacas, ovejas, cabras... en extensivo; mieles de colmenas sostenibles, etc. Puede argumentarse que incluso esa forma de producción esconde formas de
crueldad para los animales, por ejemplo, el destino de las gallinas cuando acaban
su ciclo como ponedoras. Por supuesto, pero entiendo más productivo para el
bienestar animal gastar esfuerzos en evitar tales situaciones, hasta donde sea
posible, que gastarlo en intentar erradicar esa fuente de alimentos para sustituirla
por otras fuentes que, como he intentado argumentar, resultan a la postre mucho
más mortales en vidas de animales con sistemas nerviosos tan superiores como los
de los actuales animales de abasto.
Veganistas y teosofías.
No sé si a esta altura de la película es necesario que reafirme, que nada más lejos
de mi concepción del animalismo, que señalar a la alimentación vegana como uno
de los problemas a erradicar (al igual que hace el veganismo con el bienestarismo).
Sólo intento lo contrario, señalar que la alimentación vegana, a lo mejor, no tiene
toda la razón. Que pudiera ser que estén abusando del esconder la cabeza: no
como lo matado, sino lo por lo matado. En definitiva, que tengo mis razones para no
ser vegano, por no compartir las suyas, nada más. Tema aparte es mi opinión sobre
el veganismo.
Yo creo que el verdadero origen de la confrontación del veganismo con el
animalismo es su implicación teosófica. El veganismo es parte del credo de varias
teosofías, y la fe está más allá de la razón. Los ciudadanos, en general, y los
medios de comunicación en particular, no son capaces de distinguir, porque,
además, no tiene por qué hacerlo, a unos –veganistas- de otros –animalistas y
veganos- cuando en una manifestación antitaurina, como la celebrada en Sevilla
este mismo año, se reparten panfletos de «lo que claman los animales por boca de
El Profeta» (que, en realidad, es La Profeta y Mensajera de Dios, Gabriele) como si
todos los manifestantes estuvieran iluminados por la misma divinidad. Yo, a lo que
están haciendo teosofías como la tal Vida Universal (http://ww w.universellesleben.
org/cms/es) en este aspecto, lo considero una manipulación inaceptable del
animalismo.
Ignoro si todos los veganistas son adeptos de esa o de otras teosofías
similares, y si todas las asociaciones veganistas tienen raíces comunes con ellas,
pero desde luego, los que no lo sean, harían bien en saber de dónde proceden las
directrices que reciben. Excepto, claro, que entiendan que pueden trabajar y
colaborar con quienes difunden "mensajes" como «El Maestro Melquizedek
(Maestro Ascendido) que es el Logos Planetario, pronto trabajará impulsando más
dinámicamente los movimientos de liberación animal y humana en todo el planeta"»
(de un mensaje enviado a Asanda por la teosofía veganista de Oromu
ht tp://groups.msn.com/oromu).
Yo, desde luego, me niego radicalmente a admitir situaciones tan confusas como
las citadas, y procuraré, en lo que de mí dependa, que las asociaciones animalistas
en las que participo tampoco lo hagan. Esa es la razón por la que, desde hace
algún tiempo, no transijo en nada que pueda relacionar el animalismo que defiendo,
con los veganistas y sus teosofías. Estas son mis razones para quienes, con sana
curiosidad, me preguntan por qué no soy vegano o por qué soy no-veganista.
Espero que sean suficientes y que no se sientan aludidos quienes no lo han sido.
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∗ La Fundéu de la Asociación de Academias de la Lengua Española me informa que no es correcto decir "animales no humanos"
Información adicional.
Los datos que siguen son, exclusivamente, información relacionada con el tema del
artículo.
-LobsA (Iniciales en inglés de Liberación para nuestros hermanos y hermanas animales)
(http://ww w.lobsa.org/). Explican en su web que son parte de la Fundación para la
Preservación de la Tradición Mahayana y que sus objetivos son el activismo internacional
por los derechos de los animales y la promoción del veganismo. Su santidad es Kyabje
Thubten Zopa Rinpoche. Dominio registrado por Dhanu River, en Australia
-Ánima (ww w.anima.org) Dominio registrado a nombre de Pacwebs, en Australia.
.Liberación Animal http://ww w.liberacionanimal.org/) Dominio registrado a nombre de T/A
Live Registry, en Australia.
-Oromu (oromu.com y oromu.org) Dominio registrado a nombre de Orden de la Rosa
Múltiple A.C.
- Universelles-Leben (http://w ww.universelles-leben.org/) Dominio registrado a nombre de
Peter Thurneysen
-Vida Universal (http://ww w.vidauniversal.org/) Dominio registrado a nombre de Peter
Thurneysen.
-Igualdad Animal (http://ww w.igualdadanimal.org/) Dominio registrado a nombre de Jose
Valle.
-Días sin carne (ww w.diasincarne.org) Dominio registrado a nombre de Jose Valle
-Antiespecismo (antiespecista.org y antiespecista.com) Dominios registrados a nombre de
Jose Valle
-Vegan*activist (ww w.veganactivist.net) Dominio registrado a nombre de Jose Valle.
-CACMA (siglas del Colectivo Andaluz Contra el Maltrato Animal) (ww w.cacma.org) Su
dominio está registrado a nombre de Diseño Vegano.
-Libera. (ww w.liberaong.org) Su dominio está registrado a nombre de Diseño Vegano.
-PACMA (siglas de Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal) (ww w.pacma.net) Su
dominio está registrado a nombre de Libera.
-La tortura (ww w.latortura.es) Su dominio está registrado a nombre de Asociación
Animalista Libera del Bombo ¿?.
-Defensa Animal (ww w.defensaanimal.org) Dominio registrado a nombre de la Asociación
Luis Vicente Perez Garcia, de Valencia.
-Todos somos animales (ww w.todosomosanimales.org) Dominio registrado a nombre de la
Asociación Luis Perez Garcia, de Valencia.