Arma_el_Placer escribió:“En un escenario museístico que sólo sirve para salvar la ficción humanística de la cultura, se lleva a cabo un verdadero asesinato de ésta, y a lo qué en realidad son convidadas las masas es al cortejo fúnebre de la cultura” Baudrillard “Cultura y simulacro”
La argumentación está bien clara, otra cosa es que tú no la veas o qué sólo te quedes con la “lírica”. Todas esas preguntas qué has hecho quedan respuestas en todo el hilo, no sólo en mi post. Mi post es una crítica al libro-mercancía, por eso apuesta por el robo en los lugares qué trafican con los libros (grandes superficies)
"Putos aficionados. Yo te consigo un dedo Nota, antes de las tres. Hay formas, Nota".
Walter "El Gran Lebowsky".
Eh, no. No has contestado ni a una sola de las cuestiones que te he planteado. Si lo has hecho, pues te agradecería que me señalases donde en concreto has respondido a cada cuestión, al menos para aclarármelo.
Lo que te pueda aportar un libro en cuanto a enriquecimiento personal (concepto un tanto abstracto, pero bueno) o en cuanto a que sirvan para la "transformación social" (sic) - concepto aún más indefinido si cabe que el anterior - no depende en exclusiva de la forma en que obtengas ese libro. La principal cualidad de un libro, como mero transmisor de información o arte, es su contenido (sea escrito o visual, aunque en este caso nos centramos en el escrito porque entiendo que dejamos fuera los libros de fotografía o ilustraciones).
Yo puedo ser un tipo muy radical que lleva a cabo una guerra subversiva contra el sistema mediante mis tácticas ocultas aprendidas en talleres de Yomango. Pero al final del día, si lo que he robado es "Aprende a distinguir los colores con el Burrito Tomás", o "Antología de la revista Qué Me Dices 1998-2008", dudo mucho de que esas obras lleguen a realizar ninguna "transformación social" (bien, si tengo 1 año, supongo que el primer libro me puede ser de una ayuda inestimable, pero me refiero a la etapa adulta).
Si compro un libro como La conquista del pan, el Manifiesto comunista o el Apoyo mutuo, o incluso si los saco en préstamo de una biblioteca, creo que es bastante razonable asumir que se va a poder extraer un contenido más relacionado con la "transformación social" de estos ejemplares que de los que he mencionado antes. Su contenido versa sobre el análisis de la realidad política, económica, histórica y social, así como de una serie de posturas ideológicas que tomar entorno a ella. Si robas El Código Da Vinci, por mucho que estés puteando a una gran superficie (contra lo que no tengo nada en contra, todo sea dicho), estás llevándote a casa un best-seller cutrecillo sobre conspiraciones y tontadas así, cuyo contenido es más bien escapista de esta realidad que supuestamente quieres cambiar.
También, es una crítica a las bibliotecas públicas-del-estado, porque su finalidad no es otra que la de darles un trato contemplativo, buscan soportes de consulta académica, con sus restricciones correspondientes, sus penalizaciones etc, ya que se enclaustran para un manejo que lleva implícito la putrefacción de la cultura, igual que los museos.
Hmm, veamos. Esas draconianas "restricciones correspondientes" ¿qué son? Hasta donde llega mi experiencia con las bibliotecas suele ser que no puedas sacar más de X libros a la vez. Es una medida razonable y que tiene su justificación: al ser un servicio abierto al público, si todo el mundo sacase todos los libros que quisiese, podría acumularlos simplemente por pereza y habría gente que se quedaría sin leerlos. No veo algo tan raro que se limite, si de verdad parece tan opresivo el no poder tener más libros, pues te leer el que tienes rápido y lo devuelves para sacar otro (o ni te lo acabas y lo devuelves).
Otra "restricción" puede ser el límite de tiempo que puedes tener un libro, que de nuevo es razonable y está justificado: los libros deben tener un mínimo de circulación en la biblioteca, para asegurar que todos puedan acceder a ellos. En caso contrario, la gente podría guardarlos en casa durante años sin preocuparse de terminarlos de leer, mientras otra persona interesada en leerlos se está jodiendo.
Las "penalizaciones" sirven únicamente como medida disuasoria para evitar que alguien se apalanque un libro durante mucho tiempo, en ninguna biblioteca en la que he estado me han encerrado en una mazmorra por devolver un libro tarde. En teoría sería genial que todo el mundo devolviese los libros cuando le toca, en la práctica suele servir de apremio que se restrinja esa facultad si uno no la cumple de forma correcta.
Yo no veo esa putrefacción horrible y opresora en esas normas, para mí todas cuentan con una justificación perfectamente razonable detrás. Ese "etc" que añades es porque no puedes agregar ningún otro "inconveniente" más.
Por tanto, los libros y la cultura en general, habría que destinarlos para un uso bien distinto, como por ejemplo, como bien señala microbiana “haciendo intercambio concertado con alguien que le interese leerlo” o constituyendo bibliotecas autogestionarias destinadas a la necesidad de educarse y reflexionar, desde un punto de vista activo (esto es, dejándolos sin ninguna determinación, utilizándolos para publicar y distribuirlos gratuitamente, intercambiarlos, etc). Montar librerías o ateneos asociativos entre amigos y formar grupos de lectura, se pueden hacer miles de usos con los libros para dinamizarlos y brindarles otras salidas más provechosas. Es cuestión de un poco de imaginación creativa. Un saludo!!
"Intercambio concertado con alguien que le interese leerlo" es algo tan sencillo como cambiar libros con un amigo, no veo qué tiene de diferente en cuanto a "transformación social" tiene el que el libro me lo preste un amigo o me lo busque yo por mi cuenta en una biblioteca. Probablemente las normas que me imponga mi amigo en cuanto al préstamo sean más laxas que las que impone el organismo público de la biblioteca. Esto es perfectamente lógico, al fin y al cabo, mi amigo me conoce y puede fiarse de mí porque sabe que no se lo voy a robar, romper o quedármelo más tiempo del necesario. La biblioteca tiene que prestar libros a cientos o miles de desconocidos e impone esas normas de sentido común que tú llamas restricciones para gestionar de una forma más eficiente los préstamos, puesto que no se puede "fiar" de gente que no conoce.
Una biblioteca autogestionada no deja de ser una biblioteca, el problema es que tú das por supuesto que las bibliotecas no autogestionadas están destinadas intrínsecamente a pudrir la cultura, imponer restricciones y oprimir a la gente o algo así. Eso ya es una lectura de mentes que haces tú en la cual adivinas la intencionalidad del organismo o de la gente que allí trabaja. Una biblioteca autogestionada puede presumir de unas finalidades y perfectamente cumplir otras (por ej. montar una biblioteca autogestioanda en un CSO simplemente para autosatisfacerse el ego quien la monta y poder dar una imagen de tipo sesudo y culto ante los visitantes del CSO). ¿Quién vigila y garantiza esa necesidad que tú dices debe cumplir la biblioteca?
En mi opinión tus "soluciones" no son más que descubrir la pólvora, no tienen nada de nuevo, y desde luego, nada realmente relacionado con lo que comentas que es tu crítica a las bibliotecas o incluso a quienes comercian con libros. Como digo, lo importante de un libro es su contenido, no la forma rocambolesca en la que pretendamos adquirirlo para creer que vivimos en una fantasía posmoderna de
El Club de la Lucha meets Foucault y Bonanno.
Así mismo, si me interesa poder acceder a libros de forma gratuita y lo puedo hacer bajo un sistema que sostiene unas normas que considero se hallan justificadas y son razonablemente proporcionadas, no veo en qué perjudica este mismo sistema el acceso a los libros que tengo. Eso no va en detrimento de que pueda acceder a libros tan potencialmente enriquecedores mediante otras formas como el intercambio o una "biblioteca autogestionada". Pero no es excluyente de que pueda hacerlo también mediante las bibliotecas o comprándolos en una librería.