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No-trabajo, no

Publicado: 01 May 2005, 16:36
por tracatrá
Aquí os dejo un artículo extraído del fanzine El Tridente, se titula igual que el post: No-trabajo NO, a ver que os parece y a ver si se suscita un debate interesante tras su lectura.
Tracatrá.


Algunos artículos se escriben por simple apetencia, otros por interés en investigar alguna cuestión concreta. Este que sigue, surge de reflexiones a las que nos llevaron varios escritos de opinión leídos en diferentes fanzines, cuyo tema principal es el trabajo. Como afortunadamente, a pesar de nuestras afinidades, pensamos de manera muy diferente, ya que de otro modo seríamos personas homogéneas y sectarias, aquí reflejaramos una opinión más, esperando que sirva para plantearnos ideas acerca de errores en los que creemos no se debería caer, si queremos ofrecer una alternativa, sólida y extensible, a este sistema enfermo que nos atenaza hoy en día.
Como error conceptual observado, habría que remontarse al uso que de la etimología de la palabra que nos ocupa, "trabajo", del latín <tripaliare> (castigo), hacen como argumento determinadas personas, suponemos que atendiendo a razones "históricas", para establecer que el trabajo en sí es cruel. Pues bien, normalmente se utiliza el argumento etimológico cuando el origen de una palabra es a la vez raíz lingüística y conceptual, pero resulta que aunque la expresión que los castellanoparlantes usamos provenga del latín, este concepto nace un poco antes que la civilización romana en la línea de la historia, aproximadamente hace 2´5Millones de años con la aparición del homo habilis, que mediante su dialéctica mano- cerebro, es decir, con la capacidad de tener un pensamiento abstracto y después reflejarlo en la realidad (imaginarse por ejemplo una punta de flecha, y después ser capaces de fabricarla, no por casualidad), comenzaron a emplear su tiempo en fabricar utensilios (llamados industria lítica).
Permítannos, abolidores del trabajo, formular una pregunta, ¿acaso no eran estas sociedades cazadoras-recolectoras, las más libres en las que los humanos se agruparon, antes de la aparición del estado? En nuestra opinión, y he ahí el centro de la cuestión, trabajo y libertad no están en absoluto reñidos, y es que todas las cosas materiales de las que disfrutamos en nuestras vidas (todo, desde la casa en la que vivimos, pasando por lo necesario para crear música, arte, literatura, alimentarnos... etc) son fruto del trabajo humano. A más de uno cabría preguntarle si sería capaz de cambiar la vida occidental (llena de vicios que todos tenemos), por la libertad humana sin tantas cosas que utilizar para diversos fines (ocio, creación, salud), ante su respuesta nos quedaría claro lo que esconden algunos defensores del trabajo-no.

Y es que da la impresión de que se cae en un gran error al confundir como una misma cosa trabajo y trabajo asalariado, pues este último es el que existe en el sistema de producción capitalista, consistente en cambiar la fuerza de trabajo (física e intelectual), por un salario determinado, y cuya sacralización como ideal viene dada por el protestantismo anglosajón. Como los que poseen en propiedad los medios de producción (máquinas, fábricas, campos, etc) son movidos por el ideal del máximo beneficio, se provoca una situación que conocemos bien: desigualdad, muerte, incultura, enfermedades contemporáneas (stress, depresiones...), que junto con estadísticas (para darle más seriedad) son usadas como argumento por los que desprecian el trabajo, perdiendo, en mi opinión, un análisis más radical (necesario), en favor del posibilismo. Pero todas estas cosas no las provoca el trabajo per se, ya que este, bien repartido temporalmente, con los medios de producción en manos de todas las personas, produciendo racionalmente, y repartiendo equitativamente los frutos del mismo, no tiene a mi entender, nada de brutal e inhumano. Es más, puede ser una de las actividades que más nos ayuden a realizar nuestras ideas de solidaridad y apoyo mutuo. Haciendo caso a Galeano y ejerciendo el "derecho al delirio", vemos lo interesante que puede ser construirte tu propia casa con ayuda de otras personas de tu comunidad, o que bonito poder elaborar la ropa necesaria para un barrio, o poder ser educador en una escuela libre y así una infinidad de oficios que no contemplan maldad ni beneficio de unos pocos.
Dentro de la corriente histórica del pensamiento anarquista, encontramos en algunos de sus integrantes que escribieron su visión de la realidad, así como sus propuestas para cambiarla, la ausencia de repudio al trabajo en si, por el contrario y yendo a la raíz del problema, critican el sistema de esclavitud asalariada que imperaba en su época en todos los lugares. Hoy en día, en el mundo occidental de las democracias burguesas (y no digamos en Africa, América Latina o Asia), se siguen sucediendo episodios que pueden avivar la llama que estas personas encendieron con sus escritos. Teniendo en cuenta, claro, y para no utilizar sus obras como dogmas, que actualmente estamos, en todos los sentidos, más controlados y manejados desde arriba, siendo la configuración del capital-estado como una tela de araña que se enreda dificultando su destrucción, y que en los siglos XIX y XX, aunque las condiciones de vida eran bastante peores, las estructuras a destruir eran menos complejas. Así, Kropotkin nos habla de la recuperación de todos los instrumentos y bienes laborales y su pertenencia natural a la comunidad, pero no le oímos clamar contra el trabajo, de hecho se pregunta -"¿Puede dudarse que en una sociedad de iguales, en que los brazos no estén obligados a venderse, el trabajo será un placer, una distracción?"- Además el cambio de valores que él propone hace que el empleo de las ciencias y la tecnología, se den bajo la premisa del ideal de beneficio comunal (no rechaza los avances si estos no entrañan injusticias) y, por extensión, universal. Bakunin, en un corto escrito que trata sobre mujer, matrimonio y familia, en el que expone algunas pinceladas acerca de sus ideas pedagógicas, habla de la importancia de una formación (industrial e intelectual) igual para todas las personas, que capacite para ejercer el trabajo mental y manual. Lafargue, socialista revolucionario, que arremete contra el hecho de que el proletariado estuviese impregnado de moral religioso-burguesa, gastando su energía revolucionaria para pedir trabajo para todos, deja claro que es el sistema capitalista el que hace de este un arma de alienación y destrucción, admitiendo su valor si es -"sabiamente reglamentado y limitado a tres horas diarias"-. Durante la Revolución Ibérica (1936), cuando las personas que trabajaban (en unas condiciones mucho más penosas que ahora) en industrias y campos de diversas regiones (sobre todo Aragón), dándose además la coyuntura de la guerra, lejos de dejar toda actividad, se esforzaron por organizar el trabajo colectivo y, al ser dueños de sus propias vidas ( por lo tanto más felices), fueron capaces en algunos casos hasta de dedicar más tiempo a su oficio, sabiendo que el beneficio sería comunal. Tanto el análisis como las propuestas de estas personas pueden ser, sometidas por supuesto a todas las críticas que hagan falta, bastante actuales, además de ser la fuente de las ideas que hoy defendemos, y esta última reflexión tiene que ver con el tema que nos trata, ya que da la casualidad de que los que hoy hablan de abolir el trabajo, proponen como alternativa política la anarquía. ¿En que sociedad piensan entonces? La respuesta de algunos es que toda actividad manual sea llevada a cabo por máquinas, pero seamos realistas, si quieren abolir el trabajo, ¿quién construirá las máquinas?, o ¿qué máquina sembrará un campo?, una sociedad (y hablo de una libre de verdad) necesita del trabajo de las personas porque es la base de la subsistencia (alimento) y del bienestar (creación).

No se trata aquí de coartar alternativas ni de caer en inmovilismos. Pueden ser muchos y variados los caminos que nos lleven a nuestro fin último, el comunismo en libertad, y muchas las formas sociales que convivan en ese mundo que todos queremos: las federaciones de industrias, los ayllus, las comunas, los primitivistas y un largo etcétera pueden coexistir sin demasiados problemas. Todas las tendencias son legítimas, éste es uno de los pilares del anarquismo. Pero tampoco hemos de olvidar, en loor del "buen rollito" y del radicalismo mal entendido, sus demás fundamentos; y el uso de la razón, uno de los principales, es pisoteado por los defensores del trabajo-no, quizá afectados por un exceso de pereza. Desconocemos si hay planteamientos concienzudos sobre este tema, lo cual necesitaría de otro tipo de aproximación. El problema es la falta de seriedad y la inconsistencia en los argumentos de ciertos artículos y sobre todo si son un exponente fiel de esta tendencia.

Las fichas policiales que catalogan ciertos comportamientos y formas de vida anarquistas, en especial las dedicadas al movimiento okupa, califican sus actividades como parasitarias. En los corrillos que inevitablemente se forman cuando más de dos militantes no especialmente amigos se encuentran, son recordadas las progenitoras de los redactores, y se tachan estos informes de "meros bulos y engaños" ¿Pero es esto cierto? No cabe duda de que la okupación en sí no tiene por qué desembocar en el parasitismo, y de hecho, es una forma de lucha muy cabal, coherente, trabajosa y por arriesgada, meritoria; pero a nadie se le escapa que por desgracia, al día de hoy, lleva implícita una triste lacra: los costras. A todos se nos llena la boca a la hora de despotricar contra ellos, precisamente por esa laxitud y relajación que roza el vampirismo.
Los defensores del no al trabajo, los critican sin cuartel, entre otras razones, por que ven con buenos ojos al movimiento okupa y lamentan el daño que los costras le hacen; pero no tienen reparos en defender un modo de vida que sólo es llevadero si te aprovechas del esfuerzo de los demás. Más aun, pretenden que esa actitud es subversiva, que la pereza llevará inexorablemente al derrumbe del capitalismo. Pero olvidan dos cuestiones. Eso sólo se daría en el caso hipatético de que una gran mayoría de personas se dedicaran a no hacer nada; muy fácil cuando tienes veinte años y ninguna responsabilidad, pero algo más complicado cuando tienes un par de hijos y tu madre, que ya está senil necesita unos cuidados que sólo podrás darle con una buena cantidad de dinero. Claro que la solución quizá sea no tener hijos y acabar con la especie, y matar a los viejos o bien mandarlos a un asilo público, aunque claro, no sólo sería recurrir al Estado, sino que además supondría ¡horror! hacer que alguien más trabajase. Sin duda el fin de la humanidad.

La otra cuestión que se olvida, es qué hacer cuando llegase la supuesta no-revolución cual fruta madura (ya que realizar y mantener una, requiere un gran esfuerzo, incompatible con las tapitas en el bar). Para que esto sucediese, mediante un colapso del capitalismo, la gente habría tenido que dejar de trabajar paulatinamente, y entonces ¿quien se encargaría de construir? Los primitivistas pueden responder que llegaría el momento de retornar a una sociedad natural, pero seamos serios, si la acción es la pereza y la vagancia ¿qué Naturaleza quedaría si ya nadie recordase cómo, no ya mantener sin riesgo, sino simplemente desmantelar, por ejemplo, las centrales nucleares? ¿Cuánto tardarían éstas en deteriorarse dando pie a fugas radioactivas? De nuevo, el fin de la humanidad.

Imagino que habrá quien llegado a este punto, piense que ojalá, que la humanidad es un cáncer para el planeta y que debería desaparecer, o bien, quien opinará que el que lo haga o no es lo mismo, porque no somos especiales. Si la falta de otros argumentos más razonables y razonados provoca que balbuceéis eso, mejor que abandonéis las filas anarquistas y os enroléis en una secta destructiva o en un partido político megalómano.

Además, en esta época de apatía social y de aislamiento de los movimientos sociales, ¿qué clase de apoyo y calado en la sociedad se puede encontrar actuando de esta manera?
El trabajo-no, al menos tal y como lo plantean, sin un mínimo de reflexión, quienes nos lo han defendido, queda de esta guisa reducido a un absurdo que sólo sostiene en pie el deseo de mantener una vida cómoda, con todo por delante, y que lo único que refleja es la absoluta noluntad de quien lo sostiene como principio de vida y de acción política. Chicos, los costras sois vosotros.

Otra cuestión es la de las alternativas planteadas por los trabajo-no para el mundo en el que vivimos. Se puede estar de acuerdo con fomentar dentro de los tajos actividades revolucionarias como son la expropiación, el sabotaje, el reciclaje, la huelga salvaje y en general todo lo que sirva para poner nuestro grano de arena para subvertir el orden establecido, también trabajar asalariadamente lo necesario para vivir, lo menos posible, es una alternativa interesante. Pero frente al juego en la vida, el bar o la cama como únicas actividades donde emplear nuestro tiempo, existen propuestas a nuestro juicio más atractivas, como la que nos hace Horst Stowasser, consistente en ir formando negocios libres con puestos de trabajo (con condiciones dignas) que sustenten con sus beneficios a espacios sociales que posibiliten la cultura popular, lo que él llama doble proyecto. Estos trabajos hacen posible romper la barrera hoy existente entre trabajo, relaciones sociales y acción política, lo que nos acerca más a una sociedad libre, creando un espacio donde te ganas la vida, conoces a personas en un plano de igualdad (con más cosas que compartir además del trabajo), y donde además existe el propósito de ir extendiendo este modo de vida.

Si de verdad optamos a cambiar las cosas e intentar propagar libertad a nuestro alrededor, debemos empezar a crear redes de proyectos de este tipo, de manera que la vida libre, la vida anarquista, sea atractiva y realista para la gente, pues sin el cuerpo social como protagonista, jamás seremos capaces de construir nada universal.

Zutano y Emilio Ortega
Bibliografía usada:
- P. Kropotkin, La conquista del pan.
- M. Bakunin, La mujer, el matrimonio y la familia.
- P. Lafargue, El derecho a la pereza.
- H. Stowasser, El proyecto A.
*NOTA: Esperamos que el artículo no haya sido más aburrido que la mierda.

Publicado: 01 May 2005, 20:01
por Invitado
bueno, es un poco largo, pero en lo sustancial estoy de acuerdo

Publicado: 04 May 2005, 22:11
por wobblie
Yo también estoy de acuerdo. El problema con el trabajo es su colonización por el capital, pero desde otra perspectivva puede ser actividad creativa y socialmente productiva, algo absolutamente necesario para el pleno desarrollo de las potencialidades humanas. Hay quienes se ha identificado tanto con su rol impuesto de consumidores que odian todo lo que nos sea "divertirse" (y llaman eso a una tópica actividad ritualizada posmoderna consistente en no se sabe muy bién qué, aparte del tambor y la droga, que tiene que darse hasta en las manifestaciones).

Re: No-trabajo, no

Publicado: 22 May 2005, 01:16
por Invitado
tracatrá escribió:Aquí os dejo un artículo extraído del fanzine El Tridente, se titula igual que el post: No-trabajo NO, a ver que os parece y a ver si se suscita un debate interesante tras su lectura.
Tracatrá.


Algunos artículos se escriben por simple apetencia, otros por interés en investigar alguna cuestión concreta. Este que sigue, surge de reflexiones a las que nos llevaron varios escritos de opinión leídos en diferentes fanzines, cuyo tema principal es el trabajo. Como afortunadamente, a pesar de nuestras afinidades, pensamos de manera muy diferente, ya que de otro modo seríamos personas homogéneas y sectarias, aquí reflejaramos una opinión más, esperando que sirva para plantearnos ideas acerca de errores en los que creemos no se debería caer, si queremos ofrecer una alternativa, sólida y extensible, a este sistema enfermo que nos atenaza hoy en día.
Como error conceptual observado, habría que remontarse al uso que de la etimología de la palabra que nos ocupa, "trabajo", del latín <tripaliare> (castigo), hacen como argumento determinadas personas, suponemos que atendiendo a razones "históricas", para establecer que el trabajo en sí es cruel. Pues bien, normalmente se utiliza el argumento etimológico cuando el origen de una palabra es a la vez raíz lingüística y conceptual, pero resulta que aunque la expresión que los castellanoparlantes usamos provenga del latín, este concepto nace un poco antes que la civilización romana en la línea de la historia, aproximadamente hace 2´5Millones de años con la aparición del homo habilis, que mediante su dialéctica mano- cerebro, es decir, con la capacidad de tener un pensamiento abstracto y después reflejarlo en la realidad (imaginarse por ejemplo una punta de flecha, y después ser capaces de fabricarla, no por casualidad), comenzaron a emplear su tiempo en fabricar utensilios (llamados industria lítica).
Permítannos, abolidores del trabajo, formular una pregunta, ¿acaso no eran estas sociedades cazadoras-recolectoras, las más libres en las que los humanos se agruparon, antes de la aparición del estado? En nuestra opinión, y he ahí el centro de la cuestión, trabajo y libertad no están en absoluto reñidos, y es que todas las cosas materiales de las que disfrutamos en nuestras vidas (todo, desde la casa en la que vivimos, pasando por lo necesario para crear música, arte, literatura, alimentarnos... etc) son fruto del trabajo humano. A más de uno cabría preguntarle si sería capaz de cambiar la vida occidental (llena de vicios que todos tenemos), por la libertad humana sin tantas cosas que utilizar para diversos fines (ocio, creación, salud), ante su respuesta nos quedaría claro lo que esconden algunos defensores del trabajo-no.

Y es que da la impresión de que se cae en un gran error al confundir como una misma cosa trabajo y trabajo asalariado, pues este último es el que existe en el sistema de producción capitalista, consistente en cambiar la fuerza de trabajo (física e intelectual), por un salario determinado, y cuya sacralización como ideal viene dada por el protestantismo anglosajón. Como los que poseen en propiedad los medios de producción (máquinas, fábricas, campos, etc) son movidos por el ideal del máximo beneficio, se provoca una situación que conocemos bien: desigualdad, muerte, incultura, enfermedades contemporáneas (stress, depresiones...), que junto con estadísticas (para darle más seriedad) son usadas como argumento por los que desprecian el trabajo, perdiendo, en mi opinión, un análisis más radical (necesario), en favor del posibilismo. Pero todas estas cosas no las provoca el trabajo per se, ya que este, bien repartido temporalmente, con los medios de producción en manos de todas las personas, produciendo racionalmente, y repartiendo equitativamente los frutos del mismo, no tiene a mi entender, nada de brutal e inhumano. Es más, puede ser una de las actividades que más nos ayuden a realizar nuestras ideas de solidaridad y apoyo mutuo. Haciendo caso a Galeano y ejerciendo el "derecho al delirio", vemos lo interesante que puede ser construirte tu propia casa con ayuda de otras personas de tu comunidad, o que bonito poder elaborar la ropa necesaria para un barrio, o poder ser educador en una escuela libre y así una infinidad de oficios que no contemplan maldad ni beneficio de unos pocos.
Dentro de la corriente histórica del pensamiento anarquista, encontramos en algunos de sus integrantes que escribieron su visión de la realidad, así como sus propuestas para cambiarla, la ausencia de repudio al trabajo en si, por el contrario y yendo a la raíz del problema, critican el sistema de esclavitud asalariada que imperaba en su época en todos los lugares. Hoy en día, en el mundo occidental de las democracias burguesas (y no digamos en Africa, América Latina o Asia), se siguen sucediendo episodios que pueden avivar la llama que estas personas encendieron con sus escritos. Teniendo en cuenta, claro, y para no utilizar sus obras como dogmas, que actualmente estamos, en todos los sentidos, más controlados y manejados desde arriba, siendo la configuración del capital-estado como una tela de araña que se enreda dificultando su destrucción, y que en los siglos XIX y XX, aunque las condiciones de vida eran bastante peores, las estructuras a destruir eran menos complejas. Así, Kropotkin nos habla de la recuperación de todos los instrumentos y bienes laborales y su pertenencia natural a la comunidad, pero no le oímos clamar contra el trabajo, de hecho se pregunta -"¿Puede dudarse que en una sociedad de iguales, en que los brazos no estén obligados a venderse, el trabajo será un placer, una distracción?"- Además el cambio de valores que él propone hace que el empleo de las ciencias y la tecnología, se den bajo la premisa del ideal de beneficio comunal (no rechaza los avances si estos no entrañan injusticias) y, por extensión, universal. Bakunin, en un corto escrito que trata sobre mujer, matrimonio y familia, en el que expone algunas pinceladas acerca de sus ideas pedagógicas, habla de la importancia de una formación (industrial e intelectual) igual para todas las personas, que capacite para ejercer el trabajo mental y manual. Lafargue, socialista revolucionario, que arremete contra el hecho de que el proletariado estuviese impregnado de moral religioso-burguesa, gastando su energía revolucionaria para pedir trabajo para todos, deja claro que es el sistema capitalista el que hace de este un arma de alienación y destrucción, admitiendo su valor si es -"sabiamente reglamentado y limitado a tres horas diarias"-. Durante la Revolución Ibérica (1936), cuando las personas que trabajaban (en unas condiciones mucho más penosas que ahora) en industrias y campos de diversas regiones (sobre todo Aragón), dándose además la coyuntura de la guerra, lejos de dejar toda actividad, se esforzaron por organizar el trabajo colectivo y, al ser dueños de sus propias vidas ( por lo tanto más felices), fueron capaces en algunos casos hasta de dedicar más tiempo a su oficio, sabiendo que el beneficio sería comunal. Tanto el análisis como las propuestas de estas personas pueden ser, sometidas por supuesto a todas las críticas que hagan falta, bastante actuales, además de ser la fuente de las ideas que hoy defendemos, y esta última reflexión tiene que ver con el tema que nos trata, ya que da la casualidad de que los que hoy hablan de abolir el trabajo, proponen como alternativa política la anarquía. ¿En que sociedad piensan entonces? La respuesta de algunos es que toda actividad manual sea llevada a cabo por máquinas, pero seamos realistas, si quieren abolir el trabajo, ¿quién construirá las máquinas?, o ¿qué máquina sembrará un campo?, una sociedad (y hablo de una libre de verdad) necesita del trabajo de las personas porque es la base de la subsistencia (alimento) y del bienestar (creación).

No se trata aquí de coartar alternativas ni de caer en inmovilismos. Pueden ser muchos y variados los caminos que nos lleven a nuestro fin último, el comunismo en libertad, y muchas las formas sociales que convivan en ese mundo que todos queremos: las federaciones de industrias, los ayllus, las comunas, los primitivistas y un largo etcétera pueden coexistir sin demasiados problemas. Todas las tendencias son legítimas, éste es uno de los pilares del anarquismo. Pero tampoco hemos de olvidar, en loor del "buen rollito" y del radicalismo mal entendido, sus demás fundamentos; y el uso de la razón, uno de los principales, es pisoteado por los defensores del trabajo-no, quizá afectados por un exceso de pereza. Desconocemos si hay planteamientos concienzudos sobre este tema, lo cual necesitaría de otro tipo de aproximación. El problema es la falta de seriedad y la inconsistencia en los argumentos de ciertos artículos y sobre todo si son un exponente fiel de esta tendencia.

Las fichas policiales que catalogan ciertos comportamientos y formas de vida anarquistas, en especial las dedicadas al movimiento okupa, califican sus actividades como parasitarias. En los corrillos que inevitablemente se forman cuando más de dos militantes no especialmente amigos se encuentran, son recordadas las progenitoras de los redactores, y se tachan estos informes de "meros bulos y engaños" ¿Pero es esto cierto? No cabe duda de que la okupación en sí no tiene por qué desembocar en el parasitismo, y de hecho, es una forma de lucha muy cabal, coherente, trabajosa y por arriesgada, meritoria; pero a nadie se le escapa que por desgracia, al día de hoy, lleva implícita una triste lacra: los costras. A todos se nos llena la boca a la hora de despotricar contra ellos, precisamente por esa laxitud y relajación que roza el vampirismo.
Los defensores del no al trabajo, los critican sin cuartel, entre otras razones, por que ven con buenos ojos al movimiento okupa y lamentan el daño que los costras le hacen; pero no tienen reparos en defender un modo de vida que sólo es llevadero si te aprovechas del esfuerzo de los demás. Más aun, pretenden que esa actitud es subversiva, que la pereza llevará inexorablemente al derrumbe del capitalismo. Pero olvidan dos cuestiones. Eso sólo se daría en el caso hipatético de que una gran mayoría de personas se dedicaran a no hacer nada; muy fácil cuando tienes veinte años y ninguna responsabilidad, pero algo más complicado cuando tienes un par de hijos y tu madre, que ya está senil necesita unos cuidados que sólo podrás darle con una buena cantidad de dinero. Claro que la solución quizá sea no tener hijos y acabar con la especie, y matar a los viejos o bien mandarlos a un asilo público, aunque claro, no sólo sería recurrir al Estado, sino que además supondría ¡horror! hacer que alguien más trabajase. Sin duda el fin de la humanidad.

La otra cuestión que se olvida, es qué hacer cuando llegase la supuesta no-revolución cual fruta madura (ya que realizar y mantener una, requiere un gran esfuerzo, incompatible con las tapitas en el bar). Para que esto sucediese, mediante un colapso del capitalismo, la gente habría tenido que dejar de trabajar paulatinamente, y entonces ¿quien se encargaría de construir? Los primitivistas pueden responder que llegaría el momento de retornar a una sociedad natural, pero seamos serios, si la acción es la pereza y la vagancia ¿qué Naturaleza quedaría si ya nadie recordase cómo, no ya mantener sin riesgo, sino simplemente desmantelar, por ejemplo, las centrales nucleares? ¿Cuánto tardarían éstas en deteriorarse dando pie a fugas radioactivas? De nuevo, el fin de la humanidad.

Imagino que habrá quien llegado a este punto, piense que ojalá, que la humanidad es un cáncer para el planeta y que debería desaparecer, o bien, quien opinará que el que lo haga o no es lo mismo, porque no somos especiales. Si la falta de otros argumentos más razonables y razonados provoca que balbuceéis eso, mejor que abandonéis las filas anarquistas y os enroléis en una secta destructiva o en un partido político megalómano.

Además, en esta época de apatía social y de aislamiento de los movimientos sociales, ¿qué clase de apoyo y calado en la sociedad se puede encontrar actuando de esta manera?
El trabajo-no, al menos tal y como lo plantean, sin un mínimo de reflexión, quienes nos lo han defendido, queda de esta guisa reducido a un absurdo que sólo sostiene en pie el deseo de mantener una vida cómoda, con todo por delante, y que lo único que refleja es la absoluta noluntad de quien lo sostiene como principio de vida y de acción política. Chicos, los costras sois vosotros.

Otra cuestión es la de las alternativas planteadas por los trabajo-no para el mundo en el que vivimos. Se puede estar de acuerdo con fomentar dentro de los tajos actividades revolucionarias como son la expropiación, el sabotaje, el reciclaje, la huelga salvaje y en general todo lo que sirva para poner nuestro grano de arena para subvertir el orden establecido, también trabajar asalariadamente lo necesario para vivir, lo menos posible, es una alternativa interesante. Pero frente al juego en la vida, el bar o la cama como únicas actividades donde emplear nuestro tiempo, existen propuestas a nuestro juicio más atractivas, como la que nos hace Horst Stowasser, consistente en ir formando negocios libres con puestos de trabajo (con condiciones dignas) que sustenten con sus beneficios a espacios sociales que posibiliten la cultura popular, lo que él llama doble proyecto. Estos trabajos hacen posible romper la barrera hoy existente entre trabajo, relaciones sociales y acción política, lo que nos acerca más a una sociedad libre, creando un espacio donde te ganas la vida, conoces a personas en un plano de igualdad (con más cosas que compartir además del trabajo), y donde además existe el propósito de ir extendiendo este modo de vida.

Si de verdad optamos a cambiar las cosas e intentar propagar libertad a nuestro alrededor, debemos empezar a crear redes de proyectos de este tipo, de manera que la vida libre, la vida anarquista, sea atractiva y realista para la gente, pues sin el cuerpo social como protagonista, jamás seremos capaces de construir nada universal.

Zutano y Emilio Ortega
Bibliografía usada:
- P. Kropotkin, La conquista del pan.
- M. Bakunin, La mujer, el matrimonio y la familia.
- P. Lafargue, El derecho a la pereza.
- H. Stowasser, El proyecto A.
*NOTA: Esperamos que el artículo no haya sido más aburrido que la mierda.
W:Wrz :-OO

Publicado: 22 May 2005, 09:01
por ja, ja, ja
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja...


YA, YA, PERO ¿QUÉ ES EL TRABAJO? ¿ES QUE ACASO NO LO SABÉIS?

¿El Trabajo data de hace 2,5 millones de años? ¿Fue una invención del Homo Habilis? ¿Y por qué no es una invención de los organismos unicelulares de hace muchos muchísimos más millones de años?

Destornillante, compas, ja, ja, ja, ja, ja... Y esto decís que es porque es capaz de tener "pensamiento abstracto". Cómo es vuestra teoría, ¿el pensamiento abstracto surge de la nada? ¿lo que antes era pensamiento no-abstracto se vuelve abstracto y lo que no era trabajo se vuelve trabajo? ¡La ostia! Sí, es la ostia, sobretodo si tenemos en cuenta que animales tan listos como los delfines o los chimpancés tienen bastante desarrolladito el pensamiento abstracto, al igual que las gallinas y demás, por cierto, ¿una gallina trabaja cuándo picotea las berzas? ¿un mono trabaja cuándo usa una herramienta-palo para sacar hormigas de un tronco y así saciar su hambre? Y después viene el temita de los cazadores-recolectores, que al parecer tenían jornada laboral. je, je, je, je... ANTES QUE NADA, DEBERÍASHABER INTENTADO DEFINIR EL TRABAJO, ¿NO CREÉIS?

Tras esta rocambolesca introducción a nada (pues ni siquiera definen que es de lo que hablan) varios párrafos de paja, dejando claro que los anarquistas clásicos y comunistas estilo Lafargue estaban a favor del trabajo. ¡Bravo! ¿Y qué?

Y después la crítica más absurda de todas:

Código: Seleccionar todo

La respuesta de algunos es que toda actividad manual sea llevada a cabo por máquinas, pero seamos realistas, si quieren abolir el trabajo, ¿quién construirá las máquinas?, 
100% de acuerdo, pero los de la utopía maquinista suelen ser los amantes del trabajo (normal la tecnología -en términos globales- paradójicamente nunca ha reducido el trabajo, sino al revés.)

LOS OKUPAS Y VOSOTROS (FUNCIONARIOS) LOS COSTRAS

Compañeros puritanos de la Orden del Trabajo, se os va y mucho. Al parecer, en vuestra lucha contra el no-trabajo vuestras mejores fuentes son las policiales:

Código: Seleccionar todo

Las fichas policiales que catalogan ciertos comportamientos y formas de vida anarquistas, en especial las dedicadas al movimiento okupa, califican sus actividades como parasitarias
Un movimiento que es "una forma de lucha muy cabal, coherente, trabajosa y por arriesgada, meritoria; pero a nadie se le escapa que por desgracia, al día de hoy, lleva implícita una triste lacra: los costras." Que, parecer, son todos aquellos que no sean tas estirados y disciplinarios (en el sentido militar-laboral) como los autoresa de este panfleto ultrarreaccionario. [Todo lo demás que viene a expresar el párrafo de la okupación supongo que será fruto de una hemorroides peleona o una fiebre africana mal curada a tiempo, sic]


LA SOLUCIÓN AL MAL


Yo no tengo una solución a todos los problemas de este mundo, eso ya os llo digo de antemano. Y también está claro que este mundo que nos ha tocado vivir no lo hemos elegido. Y sí antes o después habrá que trabajar (asalariadamente) en él, ¡la coña es que creáis que el trabajo asalariado sea en sí una solución!
existen propuestas a nuestro juicio más atractivas, como la que nos hace Horst Stowasser, consistente en ir formando negocios libres con puestos de trabajo (con condiciones dignas) que sustenten con sus beneficios a espacios sociales que posibiliten la cultura popular, lo que él llama doble proyecto.
¡¡¡¡¡¡DELIRANTE!!!!!! ¡Viva la revolución, trabajo asalariado para todos! (Pero trabajo asalariado de buen rollo, ¡eh! Mola mazo tío!)

"MÁS ABURRIDO QUE LA MIERDA"

Esperando que el artículo no sea más aburrido que la mierda, es como se cierra esta diarrea -bueno no, después le sigue una increíblemente docta bibliografía... ja, ja, ja, ja-. Eso parece reflejar el espíritu anarcosindicalista imperante, el de "más de tres líneas, frases que no sean esloganes y pensamientos que se limiten a capitalista malo, trabajador bueno" son en sí un tostón, eleitistas, antipopulares, rayadas, etc.

Amigos, hay libros enormes y de difícil comprensión que pueden ser apasionantes. Aburrido es cuando se lee algo de alguien que no tiene nada que decir... con la excepción de lo vuestro, que aun no teniendo nada que decir, es muy gracioso.


UNA DISCULPA

Perdón por mi tono irreverente y sarcástico, pero es que esto es una difamación (pues se pone en palabras de gente antitrabajo o primitivista varias cosas que en absoluto defienden) y una supina estupidez, si bien muy divertida... ¡Os habéis lucido! ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja...
[/quote]

Publicado: 22 May 2005, 12:25
por Invitado
al último comentario:
tu es que eres tonto.

Publicado: 22 May 2005, 21:12
por el tonto de la risa
¿Cómo esperabas que se responda a esto? Lo siento pero es que me sentí ofendido. Es un cúmulo de calumnias. Por un lado dice que los anti-trabajo creemos en paraíses tecnológicos donde trabajen para nosotros las máquinas, por el otro dice que los anti-trabajo y los primitivistas no paramos de criticar a los okupas por ser costras... ¿Cómo quieres que responda a esto sino con una risa? Es que es poco serio.

Pero, de todas formas, me gustaría que alguien me explicase por qué el trabajo dota de 2,5 millones de años, ni menos ni más. Es decir, ¿en virtud a qué este dato? Está claro que lo del pensamiento simbólico no vale para nada (ya te digo que también lo tienen las gallinas). ¿Qué es lo que hace que recoger manzanas para un mono no sea trabajo y para nosotros tampocos cuando nos damos un paseo pero sí cuando lo hacemos bajo un salario, horario, en un mercado?

¿Qué es el trabajo? Eso es lo que creo debieran haberse planteado antes del despotrique populista este. ¿No será que el trabajo es algo que guarda relación con el dinero, la obligatoriedad/imposición, la cuantificación del cambio, del horario, etc.? Y si es así, ¿los cazadores-recolectores trabajaban? ¿Y las tribus agrícolas que no conocían dinero, ni mercado cuantificado -las que funcioban con potlach? Si el trabajo guardase relación con el dinero y la obligatoriedad, ¿sería posible abolir en estos términos el trabajo?

Por supuesto, te voy a confesar algo, yo pasaría de hacer campañas contra el trabajo (más que como provocación) pues todo el mundo tiene una visión muy cristiana del trabajo (como esencial, inevitable, la vida como una pesada carga, etc.), por lo cual la reivindicación tendría un efecto humorístico o, simplemente, te tomarían por loco. Pero, una cosa es esto, y otra la el mensaje con la que empieza el hilo, que me ha parecido ofensivo para la inteligencia de quienes no tragamos con la visión cristiana del trabajo.

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"Trabajadores del mundo... ¡Descansemos!" Bob Black

Publicado: 22 May 2005, 23:27
por Invitado
Al final resulta que discutimos solo cuestiones semanticas.
Lo que yo llamo trabajo asalariado tu lo llamas trabajo
Lo que yo llamo trabajo no asalariado tu lo llamas como? acción libre? autogestion individual?

Me parece que el 99% de los mamoneos entre los no trabajo y los no trabajo asalariado son por cuestiones semánticas, ridiculo vamos...

Publicado: 23 May 2005, 15:48
por ahora en serio y sin risa
Puede que tengas parte de razón, pero no estoy del todo de acuerdo... Ya te digo que, al hablar cara la sociedad prefiero ponerle siempre un adjetivo al trabajo (“contra el trabajo asalariado”; “contra el o los trabajo/s forzado/s, etc.). Pero también creo que a nivel crítico es importante establecer una distinción e ir más lejos en este tema. Pues aunque se trate –incialmente, en el primer momento de la crítica- de una cuestión semántica, esta cuestión semántica tiene importantes repercusiones en la práctica.

Me preguntas cómo llamo yo a lo que no es trabajo, ¡Eso es! ¡Esa es la cuestión! Tenemos tan interiorizado el concepto inrreversible, esencial, inevitable y catastrófico del trabajo cristiano que incluso carecemos en el lenguaje (que nunca es ideológicamente neutro) de conceptos opuestos al trabajo. Sí existe la palabra vagancia y vago como un opuesto a trabajo/trabajar, si bien con connotaciones siempre muy negativas (ya sea para los carcas, los anarco-sindicalistas, o incluso Marx que odiaba la figura del lumpenproletariado y el “outsider” que tan magistralmente representaba el Charlotte de Chaplin). Pero “vagancia” no agota los opuestos de trabajar. ¿Recoger manzanas en un paseo para comerlas, es hacer el vago? En teoría el vago es el que no hace nada. ¿Arreglar un aparato sólo por placer y sin cobrar es trabajar?

El juego y el hobbie son experiencias que pueden ser “productivas” (en el sentido de realizar acción vital que cubre necesidades básicas), pero ni son trabajo ni son exactamente su opuesto. La verdad es que carecemos de palabras sobre este tema. A esto es lo que llamo la “dominación lingüística” o la dominación a través del lenguaje. Ella dificultad enormemente la comunicación cara una transformación radical de la realidad; ella, si no es combatida y anulada, acabar produciendo la realidad (el espejo acaba produciendo su imagen, la hiperrealidad en palabras de Baudrillard).

Y esto tiene un grave problema. Realmente los monos no trabajan, pero tampoco los cazadores-recolectores ni las sociedades tribales sin mercado monetario. Esto supone una ruptura de esquemas: curiosamente, el ser humano en el 99% de su historia vivió sin trabajar (que no sin esforzarse en proporcionarse lo necesario para su subsistencia). Más aún, cuando las sociedades campesianas realizaban la siega (el “trabajo” más duro del año) para muchos de ellos eso era más una fiesta. Para l@s moz@s que en ese momento no tenían ninguna gana de fiesta era un verdadero calvario (¡el trabajo más duro del año!) para los demás, era un divertimento. Es curioso, pues aquí se expresa otra complicada faceta de la definición del trabajo: su componente psicológico...

Por supuesto, interpretar el trabajo de esta manera abre las puertas a nuevas formas de entender la lucha y la sociedad antiautoritaria. Es por esto que, aunque pueda ser en parte una cuestión semántica ésta es de capital importancia, pues dependiendo como soluciones la problemática semántica apostarás por un tipo de lucha y sociedad u otra.

a.c.h.

Esto es de risa

Publicado: 23 May 2005, 16:18
por Ni 40, ni 35, ni 30
Este artículo es de risa. Si pretendía ser un análisis ha quedado bien lejos de serlo... si bien la intencionalidad de el/la autor/a queda clarísimo: está resentidx.

Como dice el compañero de la risa lo primerito es que pones en nuestra boca cosas que no son ciertas A) La gente que estamos contra el trabajo no creemos en el automatismo (si bien alguien sí creyera en esto no sería desdeluego la corriente mas extendida), mayoritariamente estamos en contra de la tecnología, y no, no corras eso no quiere decir que seamos primitivistas. Y ya, ya lo se, tecnología es todo desde un cuchillo a una fotocopiadora, dejemoslo en que estoy en contra de cualquier tecnología que necesite ingentes cantidades materiales y personales para crearse, no odio la tecnologia: odio el trabajo. En un mundo libre deberiamos prescindir de todo lo que nos haga más infelices, no necesitamos la mayoria de la tecnología existente, por tanto no debemos dejar esfuerzo en cosas inutiles.

B) Determinar si somos o no vagxs es tan reaccionario como decir que lxs que hacen huelgas es pq no quieren ir trabajar (esto lo habras escuchado muchas veces verdad?). Y la verdad es que yo no soy vaga, de hecho no paro de hacer cosas todo el día, pero hacer cosas relacionadas con la mejora de mi vida y de lxs demás no actividades de las que se aprovechen mis enemigxs. Acaso a ti te hace feliz crear plusvalía para el mismo sistema que dices odiar?. No solo serías un esclavo satisfecho sino que diciendo eso eres tb un proselitista del sistema. NO VOLVERE A LA PUTA CADENA DE TRABAJO Y MENOS PORQUE NUESTRXS QUERIDXS AMIGXS CENETISTAS NOS INSULTEN. Si vosotrxs quereis hacer algo productivo dejar de pasar fasex y redactar actas ;).

C) No tengo la mas mínima idea de que textos habrás leido en contra del trabajo, en todo caso mucha bibliografia no debes de tener si recurres a insultar a quienes defienden estas posturas y no a desmontar su teoría, así que ya que tu nos dejaste esa notita con los clásicos que "debemos leer", te dejo yo aquí unas cuantas cositas a ver si te enteras.

- Manifiesto contra el trabajo. Grupo Krisis.
http://www.nodo50.org/pimientanegra/man ... rabajo.htm

- La abolición del trabajo. Bob Black
http://www.nodo50.org/crimental/archivo.htm#

- Textos contra el trabajo. Recopilación de varios autores por Agitazión / Llar.http://www.nodo50.org/crimental/Archivo ... rabajo.pdf

- Destruyamos el trabajo. A. M. Bonnano.
http://es.geocities.com/anticivilizacio ... rabajo.htm

"El trabajo es aquello de lo que la humanidad ya ha tenido suficiente"

Publicado: 23 May 2005, 16:26
por Invitado
Relamnete crees qeuel concepto de trabajo es cristiano? te aseguro que las sociedades Iberas preromanas (con ello precristianas y prejudias trbajaban).
Decir que te puedes vivir haciendo juegos para alimentarte es ser un iluso, vivir en el mundo de las nubes color de rosa.
Podríamos entrar en como alimentarte recolectado vallas del bosque (por que yo por ejemplo soy vegano y no cazaría, y me niego a definir la caza como hobbie). Lo cierto es que somos 6mil millones de personas y sin agricultura no sobreviviríamos, el resto son pajas mentales. No se si has labrado un campo alguna vez, yo sí.. pero aun que aveces te peudas hechar unas risas con los amigos haciendolo otras con los mismos amigos es tremendamente duro, las cosechas no esperan a que haga buen tiempo o a que estés de humor, no creo que te atrebas a decir que eso es ocio, pero sin eso simplemente no comes, y por desgracia los animles necesitamos comer para sobrevivir. Yo a cultivar el huerto de una comuna le llamo trabajo, llamale "tarea" si queires, si te suena mejor.
Con lo que respecta a los vagos pues llamales parasitos si prefieres, definelos mejor como alguien que vive del esfuerzo de los demas, teniendo en cuenta qeu el trabajo no es nada dibertido (aun que según tu definición sí podría serlo por lo que dejaría de ser trabajo) alguien qeu vive del trabajo de los demas es un ser despreciable. Nuestro camino tiene qe ir a reducir el trabajo, siempre cansado, a la mínima expresión, repartiendo tareas y eliminando parásitos, el resto, con todo mi respeto, son pajas mentales.

Publicado: 23 May 2005, 16:29
por Invitado
Soy el del anyterios comentario y voy a dejar de escribir vista la falta de respeto de la gente que solo entra a intoxicar soltando 4 tópicos.

PD. que tiene qeu ver la CNT aqui y ahora en esto? a que viene eso de que te insulta quien? venga chaval/a cuando madures hablamos de nuevo, lo dicho no comento más en este hilo-

Publicado: 23 May 2005, 16:29
por ach
Otras anotaciones sobre el origen del trabajo:

José Manuel Laredo –de la Complutense de Madrid- sostiene que el trabajo tal y como lo consideramos ahora es un producto de la Modernidad, del siglo XVIII. (Véase “Configuración y crisis del mito del trabajo”, publicado originalmente en Archiélago y colgado, por ejemplo, aquí: http://www.ub.es/geocrit/sn/sn119-2.htm ).

Está claro que el industrialismo creó un tipo nuevo de trabajo. Como bien notó Adam Smith, se trataba de la separación del lugar de vivir del de producir (la ruptura de la familia como unidad de producción) y también supuso, como señalaba Marx, la ruptura del tiempo en dos mitades: tiempo de trabajo / tiempo de ocio. Pero esto no quiere decir que el trabajo se origine en esta ruptura industrial con el mundo precedente. Creo que el trabajo es tan viejo como aquella relación impulsada a mantenerse o actividad dada a ejecutarse por el empujo o imperativo del dinero; aunque, por supuesto, el dinero no se basta para definir el trabajo (existen, por supuesto, trabajos no remunerados como “am@” de casa o estudiante –para una exposición, sarcástica, del estudiantado como trabajador ver: http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... php?t=7352 )

Ocio y trabajo:

Marx veía una oposición frontal entre trabajo y ocio... creo que es absolutamente falsa, al igual que la oposición entre trabajo/capital o izquierda/derecha (políticamente hablando), ambas son caras de una misma moneda: la una no puede existir sin la otra; ambas son expresiones inversas de un mismo objeto.

El ocio, obviamente, no es lo contrario al trabajo. Si fuese así tendríamos que decir que las plantas, los animales, los seres humanos no civilizados, etc. dedican todo su tiempo al ocio, y esto sería casi un disparate... Tendría sentido si dividiésemos el ocio en “ocio productivo” e “improductivo” (el primero sería el mero vaguear, y el segundo el que cubre las necesidades de una forma que no reproduzca el sacrificio ritual cristiano de trabajo). Creo que esto sería andar un paso más en la problemática, pero nos mete en otra: la utilización de la categoría “producción” (obviamente quien coge manzanas durante un paseo está cubriendo necesidades de una forma ociosa, pero no produce nada).

Otra cosa que podemos hacer es pensar que esto es una ida de olla, y una paja mental y volvernos a nuestras posiciones obreristas y a defender argumentos como el que encabeza este tópico. Así podemos seguir considerando el mundo de una forma cristiana –que es más fácil- sin importarnos un bledo las raíces de la dominación. Esa es otra... El problema nos lo encontramos cuando en una revolución los obreristas amantes del trabajo obligan a la gente a trabajar bajo ciertos horarios, en determinados curros, en determinadas condiciones, etc. (ejerciendo la organización obrerista de capataz como en el Petrogrado soviético o la Barcelona anarquista), y justificarlo todo con el rollito de que “es algo absolutamente necesario para el pleno desarrollo de las potencialidades humanas” y la realización como persona. Para qué engañarlos, el trabajo no dignifica, tan sólo jode, y como jode tantas horas al día de nuestra vida, supongo que al menos deberíamos dedicarle un poquito de tiempo a investigar su naturaleza y las posibilidades para librarnos de tal categoría autoritaria lo más que podamos...


a.c.h.

Publicado: 23 May 2005, 16:42
por Invitado
Tres cosas:

Por supuesto que el trabajo no es un invento cristiano. Deberías leer mejor. Lo que he dicho es que nuestro de concepto de trabajo es cristiano (el de ahora en Occidente, me refiero).

En cuanto a los cazadores-recolectores. Yo no he dicho que tengamos que volver a ese tipo de sociedades. Me alegro mucho que seas vegano, por cierto (ya sea vegano de internet o de verdad), yo soy vegeta. Lo que quiero decir citando a los cazadores-recolectores (y a otras sociedades tribales que practicaban la AGRICULTURA) es que le trabajo no es algo innato; como tu dices: algo qe surge por generación espontánea hace 2,5 millones de años y ni siquiera puedes definir (Y COMO NO PUEDES DEBATIR, PONES UNA EXCUSA TONTA Y TE VAS DEL DEBATE ENFADADO, allá tú, a mi me la sopla).

Dices que no se puede vivir jugando todo el día. ¡Claro que no! Por eso mencionaba las sociedades no-civilizadas. Ellos no trabajaban pero tampoco se podía considerar un juego ni ocio el recolectar setas. Precisamente muestra claramente que hay otras cosas que no son trabajo, ni juego, ni hobbie ni vagancia. Esa es la cuestión.

Por cierto amiga "Ni 40, ni 35, ni 30" me ha gustado tu respuesta sobretodo cuando dices "Si vosotrxs quereis hacer algo productivo dejar de pasar fasex y redactar actas," porque ahí queda bien clarito que el trabajo no tiene que ser algo bueno. La mayoría de las veces lo mejor y lo más productivo es precisamente no hacerlo, no trabajar.

Un abrazo (por cierto, muy buenos textos los que has recomendado, menos el de grupo crisis que no me acaba de convencer).

Publicado: 23 May 2005, 16:43
por ach
el post precedente es el de las risas, el que también firme como ach