Diario de un ciclista
Publicado: 23 Sep 2007, 16:05
Hace unos quince años entré en crisis. Me entró una enfermedad crónica que no me permitía ni subir unas escaleras, porque tenía que parar para descansar cada poco.
Cuando asumí lo que me pasaba y empecé a tomarme la medicación, mejoré bastante. Y como me había sentido tan deprimido por mi incapacidad, de la que no hablé con nadie, decidí que a partir de ese momento iba a realizar todos mis desplazamientos en solitario en bicicleta.
Quince años después, a poco de entrar en los cincuenta, edad más que avanzada en mi opinión, puedo decir que he cumplido —más o menos— con lo propuesto. En la actualidad la bicicleta es mi medio de transporte. La mía es un chisme pesado y barato. Hace unos meses tuve una debilidad y le adosé un cuentaquilómetros. Realizo de media al mes casi mil quilómetros en desplazamientos, la mayoría al trabajo. Y eso significa que ahorro en gasolina, averías, multas y trastazos cerca de un mes de sueldo al año. Más o menos. Es un dinerito. Hace unos años tomé la costumbre de acercarme a la playa o al pueblo en bici. Se pueden hacer cien, doscientos quilómetros si vas sin prisa y ligero de equipaje.
En lo que a salud se refiere, veo que el tiempo no perdona, para qué vamos a mentir. Mi velocidad media es de veinte quilómetros a la hora. Pero tengo unas piernas de hierro, no me canso y necesito mucha menos medicación.
Mi perspectiva del tiempo ha cambiado. Por la mañana, me levanto más tarde que mis vecinos, que se meten en el atasco y marchan enloquecidos, amargados, a su centro de explotación. Yo me bajo por caminos secundarios, bordeo el río y veo amanecer tranquilo, contemplando la corriente, los conejos y los mirlos. Tardo en llegar menos que en coche al puto curro. Y no tengo problemas de aparcamiento. Y cuando vuelvo lo hago con cachaza, cogiendo caminos largos, observando el cambio de las estaciones, sin miedo al frío, a la lluvia o al calor. La mayor parte del tiempo disfrutando de lo que toque. En turno de tarde o de noche la entrada y la salida varían, pero siempre son bonitas. Y de vez en cuando, la locura de largarte solo y atravesar un paisaje lunar y desértico en pleno mes de agosto, solito, con una botella de agua.
Podría seguir enumerando las ventajas de la bici, una maravilla de la técnica, el mejor chisme nunca inventado: puede decirse que te desplazas sentado, que haces deporte, que ahorras dinero, que ganas salud, qué sé yo la de cosas..., pero hay una de la que me siento especialmente contento.
Tengo la oportunidad de ver a diario la masacre que producen los coches: humanos, aves, mamíferos, reptiles, insectos de todo tipo he visto muertos en las cunetas. Y a alguno agonizante me he tenido que parar a acompañarlo. Me alegra pensar que en todos estos años he evitado atropellar a algún bicho.
Por eso, ahora que he visto que venden bicicletas de una fábrica autogestionada en Alemania... ¡usa la bici!
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... highlight=
Sí sí. Si tienes un cuerpo funcional, seguro que puedes.
Cuando asumí lo que me pasaba y empecé a tomarme la medicación, mejoré bastante. Y como me había sentido tan deprimido por mi incapacidad, de la que no hablé con nadie, decidí que a partir de ese momento iba a realizar todos mis desplazamientos en solitario en bicicleta.
Quince años después, a poco de entrar en los cincuenta, edad más que avanzada en mi opinión, puedo decir que he cumplido —más o menos— con lo propuesto. En la actualidad la bicicleta es mi medio de transporte. La mía es un chisme pesado y barato. Hace unos meses tuve una debilidad y le adosé un cuentaquilómetros. Realizo de media al mes casi mil quilómetros en desplazamientos, la mayoría al trabajo. Y eso significa que ahorro en gasolina, averías, multas y trastazos cerca de un mes de sueldo al año. Más o menos. Es un dinerito. Hace unos años tomé la costumbre de acercarme a la playa o al pueblo en bici. Se pueden hacer cien, doscientos quilómetros si vas sin prisa y ligero de equipaje.
En lo que a salud se refiere, veo que el tiempo no perdona, para qué vamos a mentir. Mi velocidad media es de veinte quilómetros a la hora. Pero tengo unas piernas de hierro, no me canso y necesito mucha menos medicación.
Mi perspectiva del tiempo ha cambiado. Por la mañana, me levanto más tarde que mis vecinos, que se meten en el atasco y marchan enloquecidos, amargados, a su centro de explotación. Yo me bajo por caminos secundarios, bordeo el río y veo amanecer tranquilo, contemplando la corriente, los conejos y los mirlos. Tardo en llegar menos que en coche al puto curro. Y no tengo problemas de aparcamiento. Y cuando vuelvo lo hago con cachaza, cogiendo caminos largos, observando el cambio de las estaciones, sin miedo al frío, a la lluvia o al calor. La mayor parte del tiempo disfrutando de lo que toque. En turno de tarde o de noche la entrada y la salida varían, pero siempre son bonitas. Y de vez en cuando, la locura de largarte solo y atravesar un paisaje lunar y desértico en pleno mes de agosto, solito, con una botella de agua.
Podría seguir enumerando las ventajas de la bici, una maravilla de la técnica, el mejor chisme nunca inventado: puede decirse que te desplazas sentado, que haces deporte, que ahorras dinero, que ganas salud, qué sé yo la de cosas..., pero hay una de la que me siento especialmente contento.
Tengo la oportunidad de ver a diario la masacre que producen los coches: humanos, aves, mamíferos, reptiles, insectos de todo tipo he visto muertos en las cunetas. Y a alguno agonizante me he tenido que parar a acompañarlo. Me alegra pensar que en todos estos años he evitado atropellar a algún bicho.
Por eso, ahora que he visto que venden bicicletas de una fábrica autogestionada en Alemania... ¡usa la bici!
http://www.alasbarricadas.org/forums/vi ... highlight=
Sí sí. Si tienes un cuerpo funcional, seguro que puedes.