Goliardo Fiaschi

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Goliardo (o Gogliardo) Fiaschi nació en Carrara (Italia) el 21 de agosto de 1930 y murió en esa misma localidad el 29 de julio de 2000. El 9 de septiembre de 1943, cuando tenía 13 años, se unió a la Resistencia de su zona. Para ser admitido dijo que tenía 15 años.

Cuando Goliardo comenzaba su vida de luchador antifascista, las fuerzas aliadas acababan de desembarcar en Sicilia, en julio. Benito Mussolini había sido arrestado por orden del rey y un gobierno encabezado por el mariscal Badoglio había capitulado el 8 de septiembre, el mismo día en que los aliados desembarcaban en la península, en Salerno.

Los antifascistas de Carrara le confiaron a Goliardo la tarea de hacerse con el armamento abandonado por las tropas italianas que desertaban, un cometido de alto riesgo que llevó a cabo para el Comité de Liberación Nacional (CLN) y que proporcionó las primeras armas a los partisanos.

Dado que por aquel entonces Goliardo no era más que un niño, podía ser usado como correo o para transportar armas sin despertar sospechas. Rápidamente aprendió a montar y manejar un variado arsenal, lo que le llevó a integrarse en la formación libertaria Gino Lucetti que estaba, junto a otras organizaciones, integrada en el CLN. Sirvió en ella hasta el 31 de diciembre de 1944.

Para esas fechas, las reservas de comida se habían agotado en Carrara. La gente estaba desesperada, esquelética. El peligro provenía de todas partes, de los nazis y los fascistas y de los bombardeos aliados. A Fiaschi le fueron confiadas una serie de misiones en Marina de Carrara y Avenza. La explosión de un arsenal en esta última localidad le dejó medio enterrado. En Bonascola, donde también padeció el bombardeo aliado, Fiaschi fue un asiduo participante en sus misiones (se había creado una unidad partisana bajo el mando de Alcides y había empezado la distribución de armas a los campesinos). En una ocasión pasó con un carro por un control de carreteras fascista y por fortuna no le pararon.

A últimos de diciembre Goliardo Fiaschi decidió cruzar las líneas alemanas para unirse a las fuerzas angloamericanas que habían pospuesto la continuación de su avance hasta abril. Se habían topado con las últimas líneas de defensa alemanas a ese lado de los Alpes, la Línea Gótica, que cruzaba Italia en diagonal desde Pisa hasta el mar Tirreno. Estaba formada por una cadena de fortificaciones con campos minados, alambradas y puestos de ametralladoras.

Cuando el mes de diciembre de 1944 acababa, Goliardo Fiaschi inició su marcha para unirse a las fuerzas aliadas en el frente norte de Pietrasanta. Su madre anduvo una buena parte de la ruta con él, tratándole de convencer de que se quedara con la familia. En Bergiola se encontró con algunos partisanos y juntos fueron hacia Ancona, donde se les unió una columna de civiles que también querían cruzar las líneas. Con alguna dificultad y 14 expedicionarios menos, probablemente la mayoría de ellos despeñados por los roquedales, llegaron a su destino.

Fiaschi se presentó en el puesto de mando, donde le dijeron que su presencia no era necesaria. Le enviaron al frente de Abetone, junto a la Tercera Brigada Costrignano de la División Módena (en la Emilia). Le fueron encomendadas granadas y una Sten, en cuyo manejo ya era ducho.

Durante la ofensiva aliada que concluyó en abril de 1945 con el ataque sobre el Monte Lancio, donde las fortificaciones fueron atacadas a plena luz del día bajo fuego enemigo, Goliardo fue la segunda persona que alcanzó la cumbre, tras su oficial Filippo Papa.

Tras un corto respiro, tuvieron que hacer frente a un contraataque alemán. Presionaron sobre Fanano, Sestola, Pavullo, Sassuolo y finalmente Módena. El avance fue muy difícil sobre todo porque las carreteras estaban minadas y sólo pudieron traspasarse en fila india, mientras se hacía frente a la encarnizada resistencia nazi.

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Fiaschi, en el centro portando la bandera, con 14 años.

En Módena, la unidad de Goliardo desfiló bajo una lluvia de flores, con Goliardo abriendo la marcha como portaestandartes. Por entonces, partisanos italianos estaban consiguiendo grandes resultados tras las líneas alemanas. En Carrara, Génova, Turín, Milán… estas brigadas guerrilleras obligaron a los alemanes a rendirse y cuando los aliados llegaron ya tenían la situación sólidamente controlada.

La campaña italiana, con su avance lento, doloroso, sangriento, a través de áreas montañosas, que parecía que no iba a acabarse nunca, se acercaba a su final. Preocupado por su familia y por los compañeros que había dejado en Carrara, Goliardo partió hacia su pueblo a pie, no habiendo encontrado un caballo. Cerca de Abetone, cuando ya había recorrido 90 kilómetros, le recogió un vehículo americano y le llevó hasta Bagni de Lucca, a unos 25 kilómetros de Abetone. Se quedó en el ayuntamiento descansando unos días. Después, un oficial norteamericano le acompañó hasta Carrara, donde pudo por fin reunirse con su familia.

Ugo Mazzucchelli, el comandante de la formación anarquista "Gino Lucetti", entregó a Goliardo una mención del general Harold Alexander (que había comandado la entrada en Módena) en reconocimiento de su papel en la resistencia en la ciudad del mármol.

Tras la liberación, volvió a trabajar en las canteras de mármol, como lo hacía desde que tenía 8 años junto a su padre y su tío.

En 1956, cuando se encargaba del local del grupo anarquista Pietro Gori, situado en la calle Canal del Río de Carrara, Goliardo conoció a los luchadores antifranquistas José Luis Facerías y Luis Agustín Vicente, conocidos en Italia como “Alberto” y “Mario Mella”, respectivamente. Se planteó unirse a la lucha en España contra el dictador Francisco Franco e intentar atentar contra él. A finales de 1956 pasó a Francia en busca de Quico Sabaté ("El Quico"), pero ya había partido a fines de noviembre hacia España junto a otro grupo guerrillero.

En el campamento libertario del 56 celebrado en Villa Paradiso de Marina de Carrara del 1 de julio al 31 de agosto, Fiaschi casi se ahoga accidentalmente. Cuando llega a Toulouse a fines de noviembre, cae enfermo como resultado de este percance y sus compañeros le llevan a una base en los Pirineos para recuperarse.

En marzo de 1957 José Luis Facerías y Luis Agustín Vicente llegaron a Francia desde Italia. José visitó a Goliardo varias veces y le mostró recortes de la prensa italiana donde se decía que le policía le andaba buscando por suponerle involucrado en el asalto de una sucursal del Banco di Casale e del Monferrato realizado en Villanova el 15 de enero de 1957. Facerías le dijo que tras su vuelta a Italia podría aportar numerosas pruebas de que estaba en Francia cuando la acción tuvo lugar y que, por tanto, era inocente. Pero lo que Goliardo quería en aquel momento era unirse a la lucha contra Franco. Facerías le sugirió que le acompañara en una incursión a España para la que se estaba preparando, y Goliardo aceptó.

El 15 de agosto de 1957, Facerías, Goliardo y Luis Agustín partieron hacia España y alcanzaron la frontera al caer la noche. Llovía. Entraron en España a las 20:40 del día 17. El 28, Facerías y Goliardo llegaron a Barcelona y se refugiaron en una cabaña en el Tibidabo, en la montaña que rodea Barcelona y conectada a ella por tranvía y teleférico. Luis Vicente se había separado en Sant Joan de les Abadesses (Gerona) para llegar a Barcelona solo.

Fue una mala decisión, ya que el 27 de agosto fue arrestado en Sabadell, en casa de un amigo, antes de que sus compañeros llegaran al Tibidabo. A las 19:30 del 29 de agosto, Facerías bajó a Barcelona tras decirle a su amigo que había quedado con “un compañero” y que estaría de vuelta a medianoche como muy tarde. Si por alguna razón no volvía, Goliardo debería trasladarse a una base de la que le dio detalles. Goliardo le acompañó durante parte del trayecto y cuando volvía al refugio fue arrestado por seis policías emboscados en la zona.

Facerías fue asesinado en Barcelona el 30 de agosto a las 10:45, de modo que se cree que la hora de la cita había sido aplazada, sin duda para dar tiempo a preparar la emboscada en la que le mataron. Ese “compañero” le había vendido.

Fiaschi y Luis Vicente fueron conducidos a un Tribunal Militar el 12 de agosto de 1958. Al primero le cayeron 20 años y un día, al segundo 24 años y 4 meses de cárcel. Goliardo había cumplido cinco meses cuando le llegaron noticias de la muerte de su padre, Pietro. Cumplió un total de siete años, once meses y catorce días, saliendo de prisión el 14 de agosto de 1966, pero para ser entregado a las autoridades italianas, que habían solicitado su extradición por el caso del banco Casale. Goliardo pidió una revisión de la sentencia, que tuvo lugar sin hallarse él presente el 12 de abril de 1960, pero le fue denegada. Fue conducido a la cárcel de San Giorgio di Luca. En octubre de 1971 fue trasladado a la prisión de Lecce y finalmente a Portolongone, donde pasó 13 meses aislado por sus continuas protestas y demandas de excarcelación. Durante años envió a sus amigos desde las cárceles españolas e italianas preciosas postales decoradas por él mismo.

Tras una prolongada campaña por su liberación, fue indultado y librado de cargos el 30 de marzo de 1974. Entre España e Italia, había pasado por 48 establecimientos penitenciarios.

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Tumba de Fiaschi, en Carrara

Fiaschi se convirtió en una figura señera del movimiento anarquista local. Impulsó una librería y un círculo cultural y fue uno de los promotores de la ocupación del Teatro Germinal situado, para desesperación de los poderosos del lugar, en el edificio más importante de la plaza principal de Carrara. Ocupado por partisanos anarquistas al ser liberada Carrara en 1945, se mantuvo como foco irradiante de actividad anarquista hasta que finalmente las autoridades lo desalojaron en 1990.

Tras las celebraciones del Primero de Mayo de 1999, que siempre había ayudado a organizar, anunció que padecía un cáncer terminal, que finalmente acabó con su vida el 29 de julio de 2000. Varios centenares de anarquistas acudieron a su funeral en Carrara, dándole la despedida agitando banderas rojinegras y cantando himnos anarquistas. Sus restos descansan junto a los de los anarquistas Gino Lucetti y Steffano Vatteroni, que intentaron asesinar a Mussolini, y Giuseppe Pinelli, defenestrado en una comisaría de Milán en 1969.

Goliardo Fiaschi murió tras acabar sus memorias, que había empezado a escribir varios años antes. Aún permanecen inéditas.