Reseña de Les Cooperatives obreres de Sants. Autogestió proletària en un barri de Barcelona (1870-1939). La Ciutat Invisible, Barcelona, 2010.

Ya está aquí. Ya ha llegado la nueva historia. Se trata de una forma distinta de concebir la función de la ciencia histórica, como un arma cargada de futuro. No es sólo historia local, no es sólo historia sectorial. No han escrito sólo la historia del cooperativismo obrero en el barrio de Sants. Se trata de algo nuevo y mucho más interesante, que incluso les hace no reconocerse como historiadores, porque han convertido la vieja historia académica y universitaria en una antigualla, digna de ser contemplada en los museos. Y eso sólo con su primer libro.

Iván Miró y Marc Dalmau son y se reconocen como activistas sociales, fuertemente imbricados en el movimiento cooperativista del barrio barcelonés de Sants. Y han estudiado los orígenes de la revolución industrial y del movimiento obrero en su barrio, como herederos y continuadores de las viejas luchas de nuestros tatarabuelos y abuelos; de quienes combatieron por un mundo mejor, más justo y digno, por un futuro que se hace presente, en carne y hueso, en ese libro sobre cooperativismo, editado por una cooperativa cultural.

No se trata, pues, de un libro de historia al uso, sino de dos jóvenes que se han sumergido en el océano del pasado para bucear y rescatar del olvido la cotidianeidad de su barrio, del pasado vivido por sus gentes, de sus luchas, jamás ajenas, para apropiárselas como generosa contribución y ayuda a los combates de hoy.

La edición del libro fue precedida por una serie de exposiciones, elaboradas con detallados carteles y paneles, sobre la historia obrera e industrial de Sants y del movimiento cooperativista, en el que se relacionaban los hechos internacionales con la historia local, en la que las batallas y huelgas de ayer revivían en los afanes, esperanzas y miserias de hoy.

Se trata de una historia de proximidad, en la que al mismo tiempo que investigaban y escribían su libro, compartían sus conocimientos y hallazgos con sus vecinos y amigos, organizando paseos históricos por el barrio, señalando los edificios donde había existido una cooperativa, indicando la vivienda donde nació y vivió Peiró, o para explicar in situ, por ejemplo, el asesinato de un capataz del Vapor Vell a las puertas de la fábrica, en protesta ante las condiciones de trabajo, impuestas por los “amos” de la fábrica, los Güell. Y explicaban que los Güell aplicaban en Sants los mismos métodos y reglamentos con los que habían forjado su fortuna en América, explotando a sus esclavos. “Ni Dios, ni amo” no era sólo un lema, sino el grito y las acciones de rebeldía de los obreros en lucha por su libertad y la mejora de sus condiciones de vida.

Cuando el obrero barcelonés rechazaba a dioses y amos, era muy consciente del papel opresor de la religión y de esos industriales indianos, que intentaban imponer en sus fábricas los mismos métodos de trabajo que habían aplicado en las colonias americanas, con sus esclavos.

Esos amenos paseos, muy preparados y estudiados, en los que, a su vez, aprendían de vecinos y amigos, nos permitían a todos, una vez llegados al Parque de la España Industrial, enlazar la historia del siglo XIX con la más reciente de los años setenta y ochenta, durante la Transición, de las luchas vecinales por recuperar para la gente del barrio el solar abandonado, combatiendo la omnipresente especulación de los de siempre, que querían construir megalómanos rascacielos.

Y el paseo se convertía en asamblea, y antiguos luchadores contra esa especulación narraban su experiencia, en primera persona, y ello engarzaba de forma natural con el pasado más remoto de los Muntadas, capaces de desviar la vía férrea de Barcelona por el litoral, para hacerla pasar por la puerta de su fábrica, a la que bautizaron nada más y nada menos como “La España Industrial”, nombre que ya era, en si mismo, todo un programa político. Y del debate surgían las cuestiones del presente más próximo, como la necesidad de recuperar el edificio abandonado de la cooperativa de la Lleiltat Santsenca.

¿Cómo es posible que el Ayuntamiento de Barcelona haya tapiado un edificio levantado por los obreros cooperativistas del siglo XX, en lugar de cederlo a las múltiples asociaciones del barrio, sin local adecuado?: nueva ignominia de las sinrazones y corruptelas democráticas que añadir a los despropósitos de la dictadura franquista.

Porque nadie nos representa. Porque la vida es lucha y las instituciones no van a regalarnos nada. Porque se constataba que las distintas administraciones del Estado gobiernan siempre ferozmente contra su propio pueblo. Porque de ahí nace esa historia del cooperativismo obrero, que hunde sus raíces en el siglo XIX del actual barrio barcelonés de Sants.

No es sólo historia, que lo es; es vida y sangre que fluye desde un pasado de luchas gloriosas a un presente de combates, de un pretérito que une a los viejos luchadores anarquistas, sindicalistas y cooperativistas de ayer, con los combatientes de hoy y de siempre. De una historia que reconoce en el viejo militante desaparecido la raíz de nuestras convicciones, necesidades y anhelos de hoy; y que reivindica aquel orgullo de clase, tan propio y característico de los barrios obreros barceloneses de antaño, como ejemplo para un futuro incierto y mezquino. De una historia que no hacen, ni harán nunca, universitarios, becarios y otros mercenarios, porque los mandarines del academicismo oficial no financiarán nunca los estudios sobre la historia del movimiento obrero y revolucionario.

El libro, escrito en catalán, está primorosamente publicado, con una calidad de impresión atractiva y extraordinaria, echa con amor al libro como objeto de arte, plagada de ilustraciones, grabados, fotos, anuncios, carteles, documentos diversos y breves biografías, que jalonan todo el ejemplar, facilitando una lectura excitante, que nos introduce en la intensa vida del mundo cultural y asociativo de la barriada obrera de Sants, desde finales del XIX hasta la Guerra civil.

Merece la pena detallar la composición del libro, porque no es habitual encontrar un orden tan sencillo y, a la vez, tan ameno para facilitar la lectura. Abierto el libro aparecen ante el lector cuatro columnas, de las cuales las dos centrales, a veces tres, se dedican a la reproducción del texto, mientras las columnas situadas en los extremos, una o ambas, reproducen esas imágenes, documentos, viñetas, dibujos, anuncios e imágenes que ilustran todo el libro, facilitando una lectura gozosa, que agradece un conjunto tan bello y artístico en si mismo.

El combate por la historia es una batalla más de las muchas que se desarrollan en la guerra de clases en curso; este libro sobre el cooperativismo en Sants es una batalla ganada al enemigo, que nos ilumina el camino hacia la emancipación y la libertad.

Es un hermoso libro sobre el cooperativismo obrero en Sants. Es la nueva historia, que nos descubre quién somos y que nos anuncia a dónde vamos, porque no empezamos hoy, sino que reanudamos un viejo y glorioso combate.

Agustín Guillamón