En los últimos días, La Voz de los Defensores Presos – Jailhouse Lawyers Speak [1] hemos mantenido numerosas conversaciones. Nuestro buzón rebosa de cartas desde cárceles de todo el país. Como presos, es claro que todos estamos en sintonía. Como los prisiócratas que supervisan el complejo industrial-carcelario basado en la esclavitud. Las autoridades federales y de los estados se han puesto en alerta a lo largo de la nación. Las tácticas de represión preventiva se han puesto en marcha para acallar a los presos que abiertamente ponen su influencia para dar voz al llamamiento del 21 de agosto [2] – algo que incluye a figuras menos conocidas públicamente. Los presos informan de algunos estados en que los guardianes amenazan a los presos con tener que atenerse a las consecuencias de secundar la huelga. A pesar de las amenazas, los presos están listos para actuar.
¿Por qué es esto tan importante para nosotros? Es ante todo una cuestión de derechos humanos. Los presos son conscientes de que se les está tratando como animales. Sabemos que estas condiciones que nos dañan y matan podrían evitarse si quienes diseñan la política penal asumiesen realmente sus responsabilidades. Las cárceles de Estados Unidos son un campo de batalla. Todos los días hay presos lesionados por causa de las condiciones en que se les recluye. Para muchos de nosotros es como si realmente nos asesinasen. ¿Qué tenemos que perder?
Carolina del Sur es sólo un reflejo de lo que tenemos que afrontar en otros centros de internamiento estatales y gubernamentales. Se trata de un problema estructural que nuestro país debe enfrentar y abordar. Nuestra propuesta se aglutina en torno a diez demandas nacionales 1. Instamos a que incluso después del 9 de septiembre se siga presionando para que estas peticiones reciban una solución. Continuaremos organizándonos en torno a estas demandas hasta que se cumplan.
No esperamos una gran cobertura de la huelga por parte de los medios de comunicación masivos. Desde luego no esperamos que los responsables de las cárceles entreguen información precisa o actualizada. Su trabajo consiste en dar una imagen de normalidad. Solamente informan de un levantamiento cuando les desborda, y entonces lo etiquetan como disturbio. Los presos han de filtrar la información actual. Si la recibes, compártela con otros.
A todos los presos les decimos que pongan fin a la violencia entre ellos. Más allá de razas, clases o etiquetas, somos uno. Y sí, hemos de actuar por nuestro interés como clase. Apoyamos a todos los presos. Apoyamos el derecho de los presos a la autodefensa, pero promovemos una línea en contra de la violencia sin sentido entre presos.
Que esta huelga a escala nacional sea un despertar: los presos destruirán las plantaciones, desobedeceremos, no consentiremos que se exprima el dinero que nuestros familiares han reunido con tanto esfuerzo. Dejemos que prenda la llama. ¡Somos personas! En nombre de los encarcelados de todo el país, agrademos a quienes nos apoyan manifestando su solidaridad. Mantente alerta, te necesitaremos más que nunca durante la huelga.
Con solidaridad, La Voz de los Defensores Presos
- 1.
- Mejoras inmediatas en las condiciones de las cárceles y políticias penitenciarias que reconozcan la humanidad de presos y presas.
- Fin de la esclavitud en las cárceles. Todas las personas presas en cualquier lugar de detención bajo la jurisdicción de los EEUU deben de recibir los salarios normales en su Estado o territorio por su jornada laboral.
- Rescisión de The Prison Litigation Reform Act, poniendo a disposición de las personas presas un canal adecuado para señalar abusos y violaciones contra sus derechos.
- La Truth in Sentencing Act y la Sentencing Reform Act deben ser retiradas para que las personas presas tengan una posibilidad de rehabilitación y libertad bajo palabra. Nadie debe ser sentenciado a encarcelamiento hasta la muerte o cumplir una sentencia sin posibilidad de libertad bajo palabra.
- Poner punto final a la imputación desproporcionada de negros e hispanos, a la desproporción en sentencias contra negros e hispanos, a la denegación de libertad condicional para negros e hispanos. No debe negarse la libertad provisional a las personas negras cuando la víctima es de raza blanca, un problema frecuente en los estados sureños.
- Poner punto final a las leyes racistas que penalizan la pertenencia a una banda, dirigidas contra las personas negras e hispanas.
- Ninguna persona presa ha de ser rechazada en los programas de rehabilitación por estar clasificada como delincuente violento.
- Las prisiones estatales deben recibir fondos destinados específicamente a ofrecer más servicios de rehabilitación.
- Los programas de becas deben retornar a todos los estados y territorios de Estados Unidos.
- El derecho a voto de todos los reclusos que cumplen sentencias, están en prisión provisional y de los así llamados ex-delincuentes debe ser tenidos en cuenta. Se pide representación. Todas las voces cuentan.