Me tenéis que perdonar, porque resulta que cuando cojo un tema, me puedo poner muy pesado, y yo he cogido tema con El Libertario de Venezuela. Pero de verdad, no porque sea partidario suyo ni nada de eso, si no por mostrar de algún modo, errores que podemos cometer sin pensarlo demasiado, cualquiera de nosotros, aquí, en Europa, cuando de Venezuela, no sabemos apenas nada.
En otros artículos he mostrado que El Libertario de Venezuela, no escribe defendiendo a la derecha, porque defender a la derecha, es apoyarla de forma clara y explícita para que gobierne, y eso no lo han hecho nunca. También creo haber puesto de manifiesto que los críticos de ese periódico cogen por los pelos cualquier artículo y lo reinterpretan de tal modo, que es imposible reconocerlo luego…
Hoy quería referirme a una última –tal vez–, cuestión: a un tal Rafael Uzcategui que sale una y otra vez a la palestra, cuando se discute cualquier cosa de El Libertario de Venezuela. Yo a este tío, ni le conozco, ni le conoceré jamás dados mis hábitos solitarios y locales, que no me arrancan de mi pueblo ni con alicates. Y conste, no escribo por él, si no por cualquiera de nosotros, que el día menos pensado te descuartizan, a ti precisamente, y no te explicas cómo ha sido. Pues te cuento mi forma de pensar por tanto.
A este hombre se le pone a parir, porque es el Coordinador General de una ONG de derechos humanos: Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA). Así que me entra la curiosidad, y me busco la página de PROVEA [1]. Ábranla si se les apetece.
Dicha ONG elabora informes en torno a derechos indígenas, presos, actuaciones policiales, corrupción de gobiernos, etc., y funciona desde 1988. Fue fundada por cristianos, progresistas…
Esta ONG, como todas, funciona gracias a subvenciones y donativos, y está sujeta al imperio de la Ley, en este caso, la Ley venezolana. Sus cuentas tienen que ser públicas, y auditadas por entidades independientes. Y el Gobierno las fiscaliza. Pueden verse en: Cuentas de PROVEA [2]. Me he tomado la molestia de leerlas detenidamente durante un par de horas, y puedo decir sin temor a equivocarme que no entiendo ni una mierda de lo que ponen. ¿Cómo diablos va a enterarse uno de cómo funciona una ONG que está metida en un país en el que la moneda cabecea más que un barco de pesca con motor de gasoil? A mí es que me sacan de la economía doméstica, haciendo la cuenta la vieja, y no sé cómo manejarme. Pero voy a intentar expresar un poco lo que me sugiere el informe económico.
Parece –y comprobadlo si os apetece– que en PROVEA llegan a tener un presupuesto de ochenta y ocho millones de bolívares en 2015. Para que los lectores peninsulares se hagan a la idea, teniendo en cuenta que la señora rubia de derechas que detuvo la policía venezolana hace unos días, llevaba en el maletero una especie de arcón pirata con doscientos millones de bolívares en fajos enormes, y decía que eran para medicinas de la abuelita (magnífica excusa, me la apunto)…, pues un presupuesto de ochenta y ocho millones de bolívares al año, no me parece gran cosa. Es decir, que estamos ante una ONG bastante modesta diría yo. ¿De dónde salió esa pasta?
En el mismo informe económico, con auditoría externa y control del Gobierno de Venezuela, puede uno ver que las principales donaciones provienen de la Fundación Open Society Foundations del magnate Soros [3] (FOSI [4]), de los jesuitas (Alboan [5]), de los católicos (KZE [6])... Llegado a este punto dejo de mirar, ya que otros donantes son la Embajada de Canadá, es decir, que en mi torpe mente, veo que me encuentro ante una ONG de derechos humanos que se financia de organizaciones estatales, empresariales y religiosas de ámbito liberal y cristiano, que está sometida a las leyes del Estado venezolano, que recibe subvenciones por proyectos concretos, y cuyo coordinador en este momento (si no cambiaron eso), es Rafael Uzcategui.
¿Qué defiende PROVEA? Pues los derechos humanos que pueden ser consultados en la Carta de la ONU [7]. ¿Cuál es el discurso de Uzcategui como director de PROVEA? Pues el de los derechos humanos. Sus declaraciones son públicas, y se dedica a denunciar –repito– la vulneraciones en materia de derechos de pueblos indígenas, cómo les expolian sus territorios, secuestros, asesinatos, detenciones, sindicalistas, presos, mujeres maltratadas, torturas y esas cosas. Cualquiera puede leerlas con que hurgue un poco.
Vale, hasta aquí la relación de PROVEA con Uzcategui. ¿Qué pinta El Libertario de Venezuela en todo esto?
Pues que Uzcategui es además un miembro destacado de El Libertario. Fue de los fundadores del periódico en 1995, lleva por tanto 27 años más o menos maquetándolo y distribuyéndolo. Sus declaraciones en El Libertario son también frecuentes. Y además tiene su propio blog que se llama "perdido en Itaca [8]". En él podéis deleitaros con sus artículos y sus fotillos familiares posando haciendo el ganso mientras come un gazpacho o algo. Me leo sus artículos y llego a la conclusión de que es un activista por los derechos humanos. El tipo se mueve, opina… Tiene un libro. Venezuela, la Revolución como espectáculo [9]. Me lo descargo. Me lo leo por encima. Está bien escrito, muy documentado, muestra el ninguneo y asedio de los pueblos indígenas por la industria del petróleo…
Por más que leo, no veo en parte alguna que haga, ninguna defensa de la derecha reaccionaria.
En resumen: a Uzcategui se le reprocha que trabaje en una ONG de Derechos Humanos, que en la actualidad sea su Coordinador, jefe o directivo, (lo que se prefiera), y que esa ONG se financie con recursos de Estados como Canadá, Fundaciones católicas y magnates como Soros. Añado que como escribe bien, documenta lo que afirma y se mueve bastante, más tirria le tiene. Es decir, que si fuese el director de Intermon en Venezuela, y estuviese calladito en su despacho, y escribiese con el ojo del culo cuando nadie le viese, y le financiase el gobierno venezolano, no llamaría la atención. Pero el muchacho se expone al foco, y critica al Gobierno.
Y así se hace la siguiente ecuación: PROVEA es una ONG reaccionaria; Uzcategui es el Coordinador de PROVEA y miembro activo de El Libertario; Luego PROVEA y El Libertario, son la misma cosa (reaccionarios), dado por sentado, que el Libertario tiene las mismas fuentes de financiación que PROVEA y la misma jefatura.
Y yo con esta película no puedo estar de acuerdo. Si Uzcategui fuese coordinador general de Médicos del Mundo, de Cáritas Diocesana, o de la Cruz Roja de Venezuela, y dijese las mismas cosas, costaría muchísimo trabajo vincular a El Libertario con esas organizaciones. Nadie en su sano juicio diría que Cáritas y El Libertario fuesen la misma cosa. Para establecer vínculos y relaciones orgánicas, hay que mostrar cómo funciona el organigrama. Y a mí al menos, me tienen que enseñar las nóminas.
Por lo que veo El Libertario tiene más de 25 años de andadura. En ese tiempo habrá tenido muchas idas y venidas de gente. Ahora bien, no se puede decir que El Libertario sea de Uzcategui. Cualquiera que sepa el trabajo que cuesta mantener un periódico y una red de corresponsales que escriban en él sin cobrar un duro, comprende que ahí dentro tiene que haber más gente. Sólo mirando las firmas uno se da cuenta de que escriben personas variopintas en El Libertario, y que dan voz a movimientos sociales, indígenas, sindicalistas, presos, transexuales, obreros…
Cosas positivas de Uzcategui: lleva en el movimiento libertario más de 25 años. Ha pasado por el fuego del infierno, ha sido quemado en la sartén, paseado por las brasas y jodido hasta lo inconcebible, y lo digo porque en el mundillo del anarquismo, resistir diez años en activo, aunque solo sea abriendo un local y atendiendo llamadas, es una heroicidad. Total no hay abandonos que si te vi no me acuerdo. No es solo que esté uno haciendo equilibrios en la cuerda floja. Es que tus propios compañeros se ponen a decirte, desde abajo, si deberías perfeccionar los movimientos, dar piruetas elegantes o volar a la pata coja, sin red. Si a eso se le une el levantar una familia, criar hijos, cuidar padres ancianos, y pasarlas canutas para llegar a fin de mes, y estar todo el puto día en tensión por las responsabilidades contraídas, más tu propio carácter que se va deteriorando y cogiendo mala hostia… Es complicado mantener la energía para un militante vulgar. Pues ahí está ese pollo, defendiendo los derechos humanos.
Otra cosa que podemos valorar positivamente, es que no se esconde. Se sabe lo que es, cómo se gana la vida, y lo que dice lo firma con nombre y apellido. No como yo que me mantengo en la oscuridad tenebrosa, más que nada para tener un poco de paz. Porque una cosa a tener en cuenta, es que de quienes le critican, poco puedo saber. No sé si reciben financiación externa, o a quién defienden cuando levantan la bandera.
Como directivo de ONG, ni idea de qué hará. No sé qué manejillo tendrá con el resto de empleados. Pienso que –en principio–, no tiene por qué haber incompatibilidad entre ser Coordinador de una ONG, y colaborador de un periódico libertario.
Por último, la financiación de El Libertario no solo es precaria, si no muy precaria. No tienen dinero ni para comprar papel. Ni para local tienen. Teniendo en cuenta los salarios que hay en Venezuela, que son más bien muy escasos, a la conclusión que llego es que los compañeros no tienen ni pa pipas. ¿Dónde está la fabulosa financiación de la contra? En ninguna parte.
¿Te resulta insoportable Uzcategui a pesar o gracias a lo que te cuento? No pasa nada, puedo entenderlo, cada cual le pone fronteras a su gusto o su disgusto. Yo solo intento circunscribir los hechos, y explicarte cómo pienso y elucubro cuando escucho afirmaciones negativas sobre compañeros.
Esta chapa sobre Uzcategui la he soltado, porque me fastidia la paranoia. Hacer malos dignósticos, sobre por qué estamos como estamos, no solo no cura la enfermedad, si no que cierra más aún, el estrecho círculo de nuestras afinidades. Nos hace más pequeños de lo que somos.
Y ya está.