Situación de un preso anarquista en Portugal

Salud compañer@s:

Me gustaría que se publicara esta carta de una compañero preso en Lisboa. No puede hacerlo él mismo porque está incomunicado y sin acceso a internet.

Saludos,

Diego C.

""Hola a todos y a todas;

Me llamo Jaime Giménez Arbe, aunque a algunos/as quizás os suene más el sobrenombre que me adjudicó la Guardia Civil y los medios de desinformación del Estado: “El Solitario”.

Llevo preso en la prisión de Monsanto, en Lisboa, Portugal, desde julio del año 2007. Esta prisión ha sido denunciada en innumerables ocasiones como “el Guantánamo de Portugal” por sus condiciones de vida y maltrato continuado que no tienen parangón en Europa.

Soy, junto a dos compañeros, el preso que lleva más tiempo en esta mazmorra inhumana, y sin ninguna posibilidad de ser transferido a otra prisión portuguesa de régimen normal, si por normal se puede entender el sistema de prisiones de Portugal que es puramente tercermundista.

Se me hizo saber, oficialmente, que yo estaría en esta prisión de Monsanto hasta que fuera transferido a España, y que existía una presión por parte de la policía española para que se me mantuviera aquí el mayor tiempo posible.

En el año 2010 solicité, amparándome en el tratado bilateral existente entre España y Portugal, así como en una resolución ejecutiva de la Unión Europea, mi transferencia a España para acabar de cumplir mi aberrante e injusta condena impuesta por esta justicia bananera de Portugal.

A fin de que no pudiera ser trasladado, se me fueron instruyendo “oportunamente” una serie de procesos judiciales en Portugal, que España no pasarían de juicios de faltas o que ni tan siquiera constituirían delito. Todo para inviabilizar mi transferencia a España.

Paralelamente, y siempre que a esa justicia inquisitorial española le ha parecido conveniente, me han trasladado a España temporalmente para someterme a juicios-farsa de los que siempre e invariablemente salgo condenado sin prueba alguna, digna de tal nombre, en mi contra. Para ello utilizan unos denominados “mandatos de detención europeos”, a los que no te puedes oponer.

Da la casualidad, “casual”, que he sido trasladado a España hasta en 6 ocasiones diferentes, por un tiempo total acumulado de casi dos años. Tiempo este que he estado en prisiones españolas en aislamiento, y en las peores condiciones posibles. Pero, claro, viniendo de una prisión como Monsanto cualquier cárcel española es casi como un “resort” de vacaciones.

Lo deleznable es que con las absurdas leyes portuguesas en vigor, todo el tiempo que he estado en prisión en España, víctima de estos mandatos europeos de detención, el cumplimiento de la sentencia en Portugal se detiene, ampliándose aún más mi condena en este país.

Por fin, en junio de 2014, concretamente el día 16, la Procurador General de la República de Portugal mandó un oficio al Ministerio de Justicia español, concretamente a la Oficina de Cooperación Jurídica Internacional, informándola de que, por fina, se podía proceder a mi transferencia definitiva a España, para “acabar de cumplir” mi condena en este país.

Antes de proseguir, quisiera explicaros que con arreglo a la ley española mi condena en Portugal se extinguió hace años, y que España una vez transferido yo, tiene la total potestad de aplicar y, en su caso corregir, los desvaríos, aberraciones e injusticias de la justicia portuguesa; pues los delitos tienen que ser homologables, es decir, que existan como tales en la legislación española y que las condenas por los mismo no excedan en el tiempo lo que la legislación española establece. Por poner un ejemplo, por robar un paquete de caramelos, nadie en España puede ser condenado a pasar 5 años de su vida en prisión, como de hecho sucede en Portugal.

Pero continuando con lo que venía exponiendo, quiero deciros que la oficina de Cooperación Jurídica Internacional acusó recibo de la petición de la procuraduría general de la república portuguesa el día 30 de 2014. Y desde entonces, no hizo absolutamente nada. Nada de nada. En noviembre, por fin, y en vista de que Portugal, ante la falta de respuesta del Ministerio de Justicia español, volvió  a enviar otro oficio requiriendo respuesta de la autoridad española, que respondió por fin. En ese momento, mi abogado español, y mi familia, intentaron ponerse en contacto con responsables de la Oficina de Cooperación Jurídica Internacional del Ministerio de Justicia español, sito en la C/ Bernardo, de Madrid. En concreto se pretendía entrevistarse con la Directora General de ese organismo, para demandar respuestas y soluciones. La susodicha señora, obviamente un cargo político de esa lacra llamada Partido Popular, se negó en redondo a recibir en audiencia a mi abogado o simplemente a responder por teléfono, delegando en un subalterno, que obviamente no tiene poder de decisión y que obedece órdenes. El caso es que hasta el momento presente la oficina de Cooperación Jurídica Internacional del Ministerio de Justicia se ha limitado solicitar documentos y más documentos compulsados, y que son redundantes, pues Portugal ya los adelantó en su día. Por tanto, coloquialmente hablando, lo que hacen es “marear la perdiz”, para que yo no sea enviado a España.

Quiero que las personas que lean esto sepan que, normalmente, en otros casos, estos “trámites” tardas dos meses a lo sumo, nunca 8 meses o incluso mucho más, como es mi caso. Incluso a individuos como Ángel Carromero, de Nuevas Generaciones del PP, le trajeron desde Cuba, donde estaba condenado por homicidios con imprudencia grave y, una vez en España, le dieron trato de favor, anulando la condena cubana y poniéndoles en libertad. Pero, y esto es sangrante, el Estado español tiene con el portugués “acuerdos especiales” que le permiten, si así lo desea, que la extradición sea rapidísima; incluso sin necesidad de trámites judiciales, como a mí ya en una ocasión me sucedió: en enero de 2014 fui trasladado a Badajoz por orden de la policía española, sin que ninguna autoridad portuguesa se diera por enterada  sin que se siguiera ningún tipo de protocolo legal.

ESTOY HARTO DE TANTA INJUSTICIA LEGAL POR PARTE DEL ESTADO ESPAÑOL y sus dos (o ciento) varas de medir. Toda esta situación viene motivada por el odio cerval, irracional, visceral que me tienen estos fascistas irredentos del Partido Popular y del P$OE, por el hecho de ser anarquista. Como bien sabéis, yo he expropiado bancos, y a mucha honra, pero además he sido condenado en un juicio-farsa en Navarra por la muerte de dos Guardias Civiles, causa esta de la que soy inocente. Todavía hoy lucho por demostrar mi inocencia en ese asunto, pero me es muy difícil estando en total y absoluto aislamiento durante ya casi 8 años.

Algunos/as de vosotros/as quizás hayais leído mi libro autobiográfico, publicado por la Editorial Txalaparta (www.txalaparta.com) titulado “Me llaman El Solitario. Autobiografía de un expropiador de bancos”. Bueno, pies deciros que tengo intención de escribir la continuación de ese mi primer libro, que abarcará los años de 2009 a 2016. Eso lo haré ya en España, pues lo que tengo que decir es tan explosivo que en Portugal me abrirían, con seguridad, procesos judiciales, que inviabilizarían mi retronó a España.

El objeto de esta carta a la opinión pública es, ante todo, informar de lo que está pasando conmigo en estos momentos y pediros que mandéis cartas, e-mails,… dirigidas al Ministro de Justicia Rafael Catalá, a la Oficina de Cooperación Jurídica Internacional de Ministerio de Justicia (a su Directora General), en los términos, corteses o no, que os parezca bien, demandando mi vuelta definitiva a España. Os lo agradezco por adelantado.

Y ya por último, informaros de que yo, siendo ácrata como soy, sólo he votado una vez en mi vida (debería haberme hecho una foto de recuerdo), y fue en el referéndum en que se decidía si España debía entra o no en la O.T.A.N. Mi voto, claro, fue no. Ahora, en estos momentos históricos, lo volvería a hacer, para votar por un movimiento salido del 15 de Marzo de 2011, ya para barrer de una vez por todas a esa casta de parásitos, chorizos y liberticidas que se han apoderado de este conjunto de naciones que integran hoy por hoy, este país llamado España.

Yo, como sabéis, deseo la abolición del Estado y llevo toda la vida luchando por este objetivo como he podido. Pero no soy un ingenuo, y sé que esto no va a ser posible de la noche a la mañana, principalmente porque no estamos preparados para ello como sociedad libre. Pero si creo yo, podemos ir haciendo al Estado cada vez más pequeño y vaciarlo progresivamente de medios, en tanto en cuanto nos organicemos mejor. Para ello es fundamental apropiarnos de la economía y los medios de producción, pues estos son la base del poder (bien entendido) popular. No hay que pedirle permiso al Estado para desarrollar una economía productiva, ni platearnos si algo es lícito o ilícito cara a conseguir un objetivo tan noble como la independencia económica, la libertad personal y la justicia popular y social. Podéis estar de acuerdo conmigo o no. Pero lo que sí es cierto es que las cosas deben cambiar a mejor. ¿No creéis?

Un fuerte abrazo libertario para todos y todas.

¡SALUD!

Jaime Giménez Arbe

Lisboa, a 12 de febrero de 2015""

 

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