Comentarios al X Congreso de la CNT

Ha terminado el X Congreso de la CNT, celebrado en el Teatro Góngora de Córdoba, al que he asistido como espía metido en el contenedor de papel reciclado. Desde ahí he podido observar con detenimiento, cómo se abría y cerraba la puerta del habitáculo.

El desarrollo del Congreso ha sido constructivo, con momentos de tensión al principio, cuando entre cuatro mozalbetes intentaron levantar el contenedor en el que me ocultaba para echarlo en el camión de reciclaje. Lumbares hechas polvo, ayes indescriptibles, y, afortunadamente desistieron de su empeño. Luego todo fue sobre ruedas, cuando encontraron una carretilla y descubrieron cómo funcionaba.

La obra constructiva ha sido fecunda. Angustia generalizada cuando el último día, disfrazado de perchero, tropecé con el enchufe del Ordenador, y lo borré todo sin querer. El Secretario de Actas salió corriendo por los pasillos gritando “¡Se han borrado las actas otra vez!, ¡estamos malditos!”. Afortunadamente Alfonso Álvarez (1) le zancadilleó y evitó que saliera al plenario a provocar el pánico. Menos mal: los del sindicato de arqueólogos han podido reconstruir el acta, que fue aprobada en la última sesión.

Víctima del “Síndrome de Perlora”, el compañero de Organización se ha pasado el resto del Congreso patrullando con el Pen de Actas en su orificio, afirmando fúnebre, que “¡quien toque los acuerdos morirá!”.

Cambio horrible en la Normativa Orgánica, que modifica el nombre de “Nacional”, por “Confederal”. Ábrase el Abismo. Se destruye la tradición de los compañeros que murieron asistiendo a Plenos Nacionales. ¡Alerta camaradas!

La Normativa se constituye con 178 artículos y Cinco Disposiciones Finales, que arredrarán al más pintado a la hora de la lectura y de la interpretación. ¡Ah! Uno de los motivos de expulsión (que he propuesto de tapadillo y ha sido aprobado por despiste), será el de protestar por ser expulsado. Con lo cual se acabarán esas estériles disputas que no conducen a nada más que a expulsiones.

Gran mención a la “Economía Alternativa”, que desbordará el estrecho margen de tenderetes y conciertos, para poder levantar empresas constructoras (propias de un Congreso Constructivo). También se protegerá a “las criaturas”, que serán especial objeto de atención confederal en la “Secretaría Transversal de Criaturas” (2).

Por último, la Minoría Cualitativa ha sido derrotada. Es lo malo que tiene ser miembro de la Minoría Cualitativa, que la Mayoría Funesta suele ganar. A los Cualitativistas les digo: ánimo. Es el momento de poner en marcha vuestros posicionamientos, y de hacerlos triunfar en las barricadas, frente a la patronal, para que en el próximo Congreso seáis la Mayoría Cuantitativa.