Saludos tras la huelga general

Aquí, mientras unos nos contamos los dientes a ver cuántos hemos perdido en los diversos encontronazos, mientras otros curan chichones con bolsitas de hielo, y los de más allá se duelen de costillas doloridas por diversos porrazos, antes de que me empecéis a mandar cartas de valoración, quiero señalar:

El huelguista del día 30, Pedro Duda (1), cumplió su día de paro general con un 100% de participación y sin servicios mínimos. Su autoconvocatoria de huelga fue un éxito y ahora planta cara con optimismo a una sanción de empleo y sueldo por falta grave. Que les den por saco a sus jefes: no eres tú quien te has señalado, sino tú el que les has señalado a ellos.

 

Respecto al día 29, deseo pronta recuperación sin secuelas a las compañeras y compañeros heridos de consideración en la jornada.

 

Un saludo a todos los detenidos, apaleados y encausados. Ánimo. Quien no pelea no puede ser derrotado. Buenos abogados y colectas para pagar los gastos derivados, y a tirar para adelante.

 

A los que se escabulleron tras sembrar el desorden, la desorganización y el caos obstaculizando de ese modo el avance de los cuerpos represivos, magnífico. Así se hace. Que hay que tener saber y suerte.

A quienes informaron durante una noche y un día a los trabajadores de que había una huelga y que no debían trabajar, persuadiéndoles de buenos o malos modos (tanta educación y tanta hostia) para que echaran los cierres y dejaran la herramienta, bravo igualmente.

 

A los huelguistas que resistieron estoicamente amenazas, coacciones y bravatas de empresarios y capataces lameculos,  a las personas que son impermeables a la propaganda de los facciosos en prensa, radio y televisión, muy bien por vuestras ideas claras.

 

A quienes siguen socavando tras el día 29 los planes empresariales y gubernamentales: que no haya desánimo ni desmayo por grandes que parezcan las dificultades. Que es en los problemas difíciles donde resplandece el genio.

 

A los sindicalistas colaboradores y responsables, que convocaron la huelga por lavarse la cara: sacudiros las telarañas de las cabezas y dejad de una vez de ser tan rastreros, que estáis firmando la perdición de vuestros hijos.

 

Trabajadores que pudiendo parar un día en vuestra explotación, acudisteis alegres a que os exprimiesen: Mmm… Podéis mejorar mucho. La próxima vez lo veréis más claro.

 

Y un recuerdo especial al tonto del policía secreta que se nos echó encima en solitario sin ver que sus colegas se retiraban, y que se llevó cuatro leches bien dadas: para lo próxima vez recuerda, oh gilipollas, que no debes consumir demasiada droga, que luego te piensas, que somos más bondadosos de lo que nos pertenece y así pasan las cosas que pasan. Que por tres mil euros mensuales no merece la pena hacer el ridículo como lo hiciste, hombre.

 

Por veinticuatro horas generales de luz todos los días del año, lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

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NOTA

(1) Pedro Duda explicó su duda en http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/15134

Comentarios

Estamos en el siglo XXI, pero tenemos menos derechos que hace unos siglos, Los trabajadores,no podemos pedir bajas por incapacidad laborar,aunque sean de 3 o 4 días como es el caso de mi esposo.Encima si se pone enfermo no tienen a nadie que le sustituya. La empresa tiene 4 sucursales en Madrid Sevilla, Badajoz, y Alicante, donde está mi esposo. No tienen previsto que es una persona y no un robot. Y puede ponerse enfermo; No le pagan las horas extras y encima como está indefinido, se cree la patronal con más derechos

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