Rajoy, Cospedal y el Estado policial

Me escribe Nuria, una conocida de treinta años que cumple su pena de cinco en un penal del Estado. Pequeños hurtos, fraudes y estafas la han llevado a esta situación, ya que es una mala delincuente. Es decir, la pescan siempre. Tiene un hijo de quince años que sigue sus pasos.

Me dice: que está desesperada, que las compañeras gritan mucho, que a su única amiga la han trasladado, que su padre no la quiere, que piensa en la muerte como en una liberación. Le han denegado la provisional porque estaba en un programa de rehabilitación (metadona), pero no lo ha podido cumplir porque la trasladaron a Alcoy a juzgarla por otro hurto. La jueza argumenta que donde mejor se puede curar es en la cárcel. Lo que usted diga señora jueza. Me manda un dibujo con corazones, una foto…, pide 100 euros para tabaco. La hostia.

Para que entendáis esto, un tal Paco…, un preso de los entrullados a raíz de ese enredo Gurtel de financiación corrupta en el que están envueltos políticos, constructores, empresarios, intermediarios y el president, o sea, una banda.

Se queja este millonario, que desde que fue detenido sólo dispone de 80 euros semanales para sus gastos de peculio, tiene las comunicaciones intervenidas, padece claustrofobia, terrores nocturnos, siente que le vigilan, le duele el pecho... Los funcionarios no son simpáticos, pasa el tiempo recluido en su celda salvo cuando le obligan a salir. Cuando se comunica con sus seres queridos no deja de llorar, la angustia le atenaza y queda peor que estaba. Afirma que todo esto es un gran malentendido con Hacienda… Ha quedado seco con la intervención de sus cuentas corrientes en Suiza, pues pretendía pagar con esa pasta su defensa. Encima no se fía de sus traidores socios. Está hecho polvo desde que le han denegado la provisional para cuidar a su anciano padre…

De camino la Cospedal asegura que vivimos en un Estado policial, el Rajoy jura que no se respeta la presunción de inocencia, que se condena a la gente sin juicio, que se las daña de manera irreversible, y Arenas afirma que vivimos en una dictadura. Pues vaya chorrada que han descubierto. ¿No lo sabían? ¿Son imbéciles, cabrones?

Enemigos reaccionarios y derechistas: tenéis que saber que cuando el Estado destruye un individuo mediante la cárcel, lo que haya hecho pasa a segundo plano, ya que todo un aparato científico de destrucción de las personas va a cebarse en él. Y de esa destrucción se deriva una lección para los dominados y la modificación del comportamiento de las personas no encarceladas. Decía Tosltoi que el hombre es libre, solamente cuando nadie le prohíbe, bajo la amenaza de la violencia, ejecutar ciertos actos. He aquí por qué donde se exige o prohíbe bajo pena de castigo, los seres humanos no pueden ser libres.

Abajo los muros: lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

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