Ser uno mismo

Me escribe Pepa Merino desde Algete. Se autodescribe como una persona noble, sincera, veraz, que dice las cosas a la cara, de las que no se calla lo que opina para "ser una misma". Me cuenta que se ha hecho un molesto examen sexual por unas molestias, del que ha salido que tiene un herpes de trasmisión sexual. Como ella es fiel a su novio, ha ido a hablarlo sinceramente con él. Después de llamarse de todo y de mandarse repetidamente alamierda, él ha corrido a una patóloga, se ha hecho otro examen sexual en el que la doctora le ha manoseado sus partes con un guante, las ha untado un gel y las ha estudiado largo rato con una lupa y una lámpara azul. Conclusión: no tiene herpes, y ahora él va con un certificado a todas las asambleas del sindicato proclamando su esterilidad vírica. Y encima él quiere seguir follando sin condón. Pepa insiste en su absoluta fidelidad (garantía de que es fiel a ella misma) y se pregunta perpleja ahora, si no se ha precipitado siendo tan sincera.

Por supuesto que sí Pepa. El discurso del "yo no miento" es siempre falso. Piensa que la mentira, el disimulo y el engaño forman parte del comportamiento humano, y no son ni mejores ni peores que la sinceridad, la verdad y la audacia. Dependiendo de las circunstancias habrá que usar unas u otras. Hablando (sinceramente o no) puedes arreglar, empeorar y cronificar los conflictos. Callando puede ocurrir (o no) que se olviden. Diciendo "las cosas a la cara" puedes darle el día a quien sea tu víctima. Hablando a sus espaldas, en cambio, todos pueden disfrutar del cotilleo y él vivir feliz en la ignorancia. Además, el ordenamiento jurídico garantiza al reo el derecho a no declarar contra sí mismo, y a no declararse culpable. Es decir, la Ley garantiza el derecho a mentir, quedando del lado de la fiscalía y de las Fuerzas de Represión el laborioso trabajo de inventar y fabricar las pruebas para conseguir la condena. Así pues, queda demostrado que la mentira es aceptable. Piensa, por lo tanto, que cuando hablas de ser "fiel a ti misma", o de "ser una misma", lo más probable es que te estés ciñendo a un comportamiento preestablecido por la propaganda del sistema y de las series de televisión juveniles. Uno es verdaderamente "uno mismo", simplemente, cuando es independiente y hace lo que le da la gana, cosa bastante complicada verdaderamente. Y por último Pepa, recuerda esto que nadie recuerda: que la persona con quien forniques use siempre el triple condón ultragrueso, un plástico de pintor..., algo. Porque puedes fiarte de tu pareja, puedes fiarte de tus amantes. Pero no puedes fiarte de los de ellos.

Camaradas: no alimentéis vuestros estómagos con el rumor del viento entre las hojas. Larga vida al anarquismo perfecto: lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

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