El concepto de disonancia cognitiva lo conozco sólo de pasada, pero por lo visto está muy relacionado con el
sesgo de autoservicio (self-serving bias) que es de lo que va el proyecto en el que estoy trabajando ahora mismo, de hecho creo que se han escrito varios trabajos relacionando ambos conceptos.
Otro sesgo cognitivo que está relacionado de una manera más directa con la aversión a los cambios políticos y sociales es el
status quo bias:
para los que sepáis ingles:
http://en.wikipedia.org/wiki/Status_quo_bias
para los que no sepáis:
https://starcorp4.wordpress.com/2010/09/21/373/
Aún con todos los inconvenientes que tienen este tipo de distorsiones en la percepción de la realidad, hay que recordar que estaríamos mucho peor sin algunos de ellos. En primer lugar, muchas de estas distorsiones ocurren porque la mente humana procesa la información de forma simplificada obedeciendo a una serie de reglas intuitivas (hay una literatura bastante en torno al tema de las
norma heurísticas); estos mecanismos ayudan en muchas ocasiones a un procesamiento eficiente de la información ayudándonos a asimilar información que, en ausencia de estos, nos sería imposible procesar por falta de información o nos llevaría un tiempo excesivo. Por otra parte, la ausencia de estos sesgos y distorsiones puede perjudicar nuestra salud mental. Por ejemplo, la mayoría de las personas sobreestima sus propias capacidades y aquellas que tienen una percepción precisas de las mismas tienden a sufrir de problemas como baja autoestima o depresión.
Unx Más escribió:. Con todo ello creo que el mejor antídoto para esto es saber que existe, conocerlo y tenerlo presente en los debates. Al igual que conocer las falacias y sus distintos tipos para tenerlas presentes también.
Bueno sí, supongo que el primer paso es saber que estas cosas existen, pero tampoco creas que eso es la panacea. Hace poco leí un artículo sobre el
self-serving bias basado en un experimento en el que se emparejaba a personas anónimas para que participaran en un juego de negociación. En algunas de las sesiones experimentales se informó a los participantes de la existencia del self-serving bias, lo cual tuvo el efecto siguiente, no modificó el comportamiento de los sujetos ( o sea, aparentemente no les hizo más conscientes de la incidencia de este sesgo en ellos mismos) pero les hizo pensar que sus oponentes sí estaban afectados por el mismo y que esto explicaba en parte su comportamiento. En un caso como este, el conocimiento del sesgo podría tener incluso un efecto contraproducente.
¡Corred vuelta arriba!Allí os curarán y alimentarán hasta la saciedad con una felicidad de mentira.Y cuando esteis hartos,dormiréis pacíficamente y roncaréis al compás.¡Deprisa!¿Qué os importa que yo me quede aquí solo?¿Qué más os da si yo no quiero que otros quieran pensar por vosotros?¿Qué os importa si yo quiero lo imposible...?